13 sept 2013

Brasil: Petrobrás confía su información sigilosa

Brasil: Después de las revelaciones sobre
el espionaje a la presidente...

Dilma Rousseff y sus funcionarios por parte de USA, en la noche del domingo 08 de setiembre el programa "Fantástico" de la TV Globo lanzó una primicia:
Petrobras fue espiada por la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense que habría invadido la red privada de computadoras de la petrolera estatal.

La información la aportó el inefable Snowden a su periodista preferido Glenn Greenwald.
USA enseguida respondió que lo hizo para prever la posibilidad de una crisis que afectara el mercado de combustibles fósiles y no para obtener beneficios económicos.

En dicha información de Snowden no se identifica el motivo del espionaje (la reserva gigante de gas denominada Campo de Júpiter a 37 kilómetros del megacampo de petróleo de Tupí)

Ni el mecanismo usado que no fue en principio la invasión de la red privada de computadores de Petrobras (sino el robo de laptops de los investigadores de la cuenca petrolera).

Tampoco se identifica quién realizó este robo (que fueron los piratas de Halliburton) ni como se realizó la sustracción.
Un verdadero mamarracho al estilo CIA porque siempre cuentan con que pueden hacer cualquier tropelía en el mundo.

Así como tampoco se informa que hubo colaboración del alto escalón de dirección de Petrobras, porque la contratación de Halliburton como transportadora de la información sigilosa, no la hizo un portero o un auxiliar administrativo de la petrolera estatal...

Hace 5 años escribí una denuncia sobre este espionaje de USA a Petrobras, que no tuvo gran difusión. Se publicó en portugués por Desacato.info y Resistir.info y en español por enlacesocialista.org.mx

y su título era:

Brasil: Petrobrás confía su información sigilosa
a los piratas de Halliburton
Juan Luis Berterretche

Febrero de 2008


"Cerca de 70 a 75 por ciento de nuestro negocio está relacionado a energía. Servimos a clientes como UnocaL, Exxon, Shell, Chevron y muchas otras entre las principales compañías petrolíferas de todo el mundo. Como resultado, frecuentemente nos encontramos operando en lugares muy difíciles. Nuestro Señor no halló adecuado colocar petróleo y gas apenas donde hay gobiernos electos democráticamente y amistosos en relación con EE.UU. A veces tenemos que operar en lugares donde, considerándose todas las señales, a nadie le gustaría trabajar. Pero nosotros vamos a donde el negocio está." (1)


Dick Cheney (CEO de Halliburton, 1998)

El 21 de enero de 2008 Petrobrás anunció el hallazgo de una reserva gigante de gas denominada Campo de Júpiter a 37 kilómetros del megacampo de petróleo de Tupí.
El megacampo de Tupi dispone de capacidad para 90 billones (millones de millones) de barriles de óleo equivalente (boe), medida que incluye petróleo y gas natural. Este descubrimiento elevaría a Brasil a la condición de tercero o cuarto mayor productor mundial de hidrocarburos.

La prospección fue realizada por el navío-sonda NS-21, conocido como Ocean Clipper que pertenece a la empresa Diamond, en la Cuenca de Santos (San Pablo).
Las notebooks que habían acumulado la información del descubrimiento fueron trasladadas a tierra.


Los computadores fueron enviados en un contenedor que llegó al Puerto de Río el 25 de enero, traído desde la cuenca de Santos, y allí quedó hasta el 29 de enero cuando un camión de la empresa Transmagno lo cargó para transportarlo a Macaé.

La distancia de Río a Macaé es de tres horas por carretera pero "debido a fuertes lluvias" el conductor del camión hizo uma parada en Itaboraí, donde pasó la noche en un puesto a la vera de la autopista. Después de ese accidentado viaje, en Macaé se comprobó que los lacres del contenedor habían sido retirados y el candado sustituido.


A partir de ese momento los informes de lo sustraído fueron contradictorios.

Primero se dijo que había desaparecido una notebook, luego dos, días después que también faltaban dos discos duros.
Hoy se sabe por el registro policial, que cuando el técnico de mantenimiento Guilherme da Silva Vieira fue a confirmar la carga comprobó que faltaban cuatro laptops, dos discos duros, cuatro peines, de memoria con informaciones, otro computador, una impresora y un grabador de DVD.

En las memorias de los aparatos robados estaba toda la información sobre la reserva de Campo de Júpiter.


El robo de los datos estratégicos de la estatal brasileña con informaciones sobre las reservas de hidrocarburos en la cuenca de Santos no es el primero, según el director de la Asociación de Ingenieros de Petrobrás (AEPET) y ex ingeniero del área de explotación y producción de la estatal, Fernando Siqueira.

"El robo es reincidente, porque sabemos que hace un año y medio que vienen siendo robados notebooks en casa de los técnicos envueltos con la Cuenca de Santos.
Hubo asalto en la casa de dos ingenieros y un geólogo de donde sólo se llevaron las notebooks", informó.

Siqueira lamentó que el robo tire 30 años de investigación hecha por la compañía en un yacimiento con un valor estimado en dos trillones de dólares, en manos desconocidas.

Halliburton

Lo de "manos desconocidas" sería cierto sin no supiéramos que la empresa encargada de trasladar el contenedor era Halliburton. Y que la transportadora Transmagno era una compañía sub contratada por la misma Halliburton

Veamos algunos datos esclarecedores sobre la empresa a quién Petrobrás confía su información sigilosa. (2)

Los principales contratos gubernamentales de Halliburton en EE.UU. se realizan con el Pentágono, por medio del Cuerpo de Ingenieros del Ejército (ACE, por sus siglas en inglés) o de la Marina, bajo una modalidad conocida como Logistics Civilian Augmentation Program (LOGCAP), un esquema de privatización -y "mercenarización"- de las funciones de "logística" del Pentágono iniciado en 1985, que permite a cientos de firmas suplir servicios y suministros como transporte, habitación, construcción de cárceles, preparación y distribución de alimentos y combustible, interrogatorio de prisioneros, limpieza, lavandería, etcétera, "liberando" a miles de tropas que son usadas en el frente de batalla.

El LOGCAP no logró gran aliento sino hasta que Dick Cheney actual vicepresidente de EE.UU. y gran embustero (3), como secretario de Defensa de Bush padre, lo impulsó y generalizó en 1992 por medio de un estudio que contrató precisamente con la subsidiaria de Halliburton, Kellog, Brown and Root (KBR) para determinar si los contratistas podían hacerle frente a las necesidades logísticas "básicas" del Pentágono.

El estudio, clasificado, concluye que un LOGCAP generalizado beneficiaría al gobierno con "la ventaja" de que las empresas no están sometidas al código militar, por ejemplo en materia de atrocidades -caso de los contratistas del Pentágono en Colombia-.

En agosto de 1992 Cheney otorgó el primer contrato "ampliado" de LOGCAP a favor de KBR y poco después, en 1995, fue nombrado presidente de Halliburton. Este tráfico de influencia y manejo presupuestal, Estado-empresa y de personal es parte del modus operandi del capital monopolista.


En 1997 la Auditoría General detectó irregularidades y Halliburton fue reemplazada por DynCorp, pero mantuvo un contrato sin licitación por cinco años para reconstruir los campos petroleros de Irak.
En 2001, con Cheney en la Casa Blanca, KBR logró un contrato LOGCAP por 10 años y hoy domina el 90 por ciento de todo el LOGCAP en Irak, pasando de 320 millones de dólares en junio de 2003 a 2 mil millones en septiembre de ese año.

Según Lolita Baldor de AP, entre 2003 y 2004 Halliburton realizó contratos en Irak valorados en 10.7 mil millones, sin incluir otros LOGCAP de KBR en decenas de países como la construcción de las cárceles en Guantánamo y Afganistán. Halliburton está sometida a "auditorías" y se detectan copiosas anomalías ("sobornos" al por mayor, cobro de 10 mil comidas diarias que no sirvió, sobreprecio en la gasolina para el Ejercito, uso de alimentos con un año de caducidad, etcétera).

Aún así, la prensa informa que en julio del 2005 el Ejército le asignó 5 mil millones a Halliburton para el apoyo logístico de las tropas en Irak hasta julio de 2006, un aumento de mil millones por los mismos servicios. (3)

Hasta enero de 2006 Halliburton ha obtenido la cantidad de 16 mil Millones de Dólares en contratos para "reconstruir" Irak.

En marzo del 2007, la empresa Halliburton con su sede central en Houston, Texas, anunció que se mudaba para los Emiratos Árabes Unidos, concretamente a la ciudad de Dubái, donde imperan relajadas y muy liberales tasas impositivas y cómodas leyes de residencia.
De esta forma pretende evitar los juicios en EE.UU. contra los incumplimientos de contrato y los fraudes.


En el 2007 se acumularon múltiples casos de fraude cometidos por empleados de las empresas privadas en la adjudicación de contratos en la erróneamente llamada reconstrucción de Irak.
Los más notorios de Halliburton.

Pero hay indicios de que la corrupción endémica implica a cada vez más oficiales de las fuerzas armadas de EE.UU.
En julio de 2007, deflagró el escándalo del comandante John Cockerham, encargado de contratación y compras de la base del ejército de Fort Sam en Houston (Texas).
Cockerham y su esposa Melissa fueron detenidos y acusados de recibir sobornos por valor de más de 15 millones de dólares en la adjudicación de contratos varios, desde el suministro de agua embotellada hasta los servicios de lavandería para las tropas de EE.UU. en Irak y Kuwait.

Uno de estos contratos por el suministro de agua se adjudicó a la empresa kuwaití de transporte Green Valley a cambio de 175.000 dólares.
Tras ser empaquetado en fajos de billetes dentro de maletines, el dinero fue depositado en un banco de Oriente Medio y de allí al paraíso fiscal en las Barbados.

En la misma semana el ex comandante del ejército John Allen Rivard, otro oriundo de Texas, se declaró culpable de soborno, blanqueo y conspiración mientras ejercía de máximo responsable de la contratación de servicios y suministros para la base militar estadounidense de Camp Anaconda, en Irak.

Una empresa con sede en Dubái pagó sobornos a Rivard por contratos valorados en 20 millones de dólares relacionados con el suministro de tractores, equipos eléctricos y viviendas prefabricadas para las tropas estadounidenses.

Anthony Martin, de Houston, confesó que había adjudicado dos contratos a una empresa de transporte kuwaití a cambio de 50.000 y 150.00 dólares. Martin se incorpora a una larga lista de empleados de Halliburton seducidos por el soborno.

Alex Mazan, director de Halliburton de Atlanta, responsable de la adjudicación de contratos para el transporte de combustible, infló el coste de un contrato asignado a una empresa kuwaití y se embolsó un millón de dólares.

La principal empresa de trasporte kuwaití que se ha beneficiado de contratos con el ejército estadounidense es PWC.
Asimismo, Stephen Seamans, otro director de contratación de Halliburton, recibió sobornos de una firma pakistaní.

Estos sobornos son monedas comparados a los fraudes de la transnacional.
Según auditores gubernamentales, hubo gastos de 1.000 millones de dólares sin justificar en el mega contrato LOGCAP adjudicado sin concurso a Halliburton en el 2003.

Esta es la eficiente empresa a la cual Petrobrás confía la información confidencial de una riqueza que pertenece a más de 180 millones de brasileños.

El interrogatorio a los posibles implicados en el robo no es más que una puesta en escena.
La información que realmente interesa es quién es el responsable en Petrobras de la contratación de la empresa pirata Halliburton y cuanto recibió por ello.

Todo lo demás es resultado de esa traición al país.

¿Usted le confiaría su hija de 15 años al proxeneta del barrio?

Febrero 2008, Isla de Santa Catarina, Brasil

Notas

1) Tyler Marshall, High stakes in the Caspian Los Ángeles Times 23 de febrero de 1998. Richard B. Cheney, Defending liberty in a global economy, discurso pronunciado en la Conferencia sobre Daños Colaterales en el Cato Institute, 1998. Cato Institute es una institución liberal.


2) Juan L.Berterretche y Tali Feld Gleiser Réquiem para el sueño americano Libro en preparación.


3) Ocho funcionarios clave del gobierno de Estados Unidos, incluido el presidente George W. Bush, realizaron al menos 953 declaraciones falsas en las vísperas y tras la invasión de Irak en marzo de 2003. Así lo indica una investigación que acaba de publicar en la capital estadounidense el Centro para la Integridad Pública y que dirigió Check Lewis, fundador de esta organización.

Entre los investigados figuran Bush, el vicepresidente Dick Cheney y quienes entonces encabezaban el Departamento de Estado (cancillería), Colin Powell, y el de Defensa, Donald Rumsfeld, así como la ex consejera de Seguridad Nacional y actual secretaria de Estado (canciller), Condoleezza Rice, y el ex subsecretario de Estado Paul Wolfowitz. La lista se completa con los hoy ex portavoces de la Casa Blanca Ari Fleischer y Scott McClellan.


4) John Saxe-Fernández Halliburton Irak y Katrina La Jornada, Ciudad de México, 15 de septiembre del 2005 http://www.jornada.unam.mx/


JL.BERTERRECHE - postaporteñ@ 1024 - 2013-09-10