19 jul 2015

LOS MUERTOS QUE NO IMPORTAN

AL MENOS 120 PERSONAS MURIERON EN UN ATAQUE REIVINDICADO POR EL ESTADO ISLAMICO

Masacre en un mercado de Irak
El ataque no sólo dejó una gran cantidad de muertos y heridos, sino que además todavía quedan 20 personas desaparecidas, cuyos cuerpos se cree que se desintegraron a causa de la detonación. La mayoría de las víctimas estaba haciendo compras.

Al menos 120 personas fallecieron y otras 130 resultaron heridas en el ataque a un mercado en el noreste de Bagdad, reivindicado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI). El atentado se produjo el marco de las celebraciones del final del mes de ayuno musulmán Ramadán, por lo que el local blanco de la explosión se hallaba abarrotado de gente.
El horror comenzó en la noche del viernes con la explosión de un camión bomba junto a un mercado en Bani Saad, una localidad ubicada en la provincia de Diyala a 35 kilómetros de la capital iraquí. El ataque no sólo dejó una gran cantidad de muertos y heridos, sino que además todavía quedan 20 personas desaparecidas, cuyos cuerpos se cree que se desintegraron a causa de la detonación. La mayoría de las víctimas eran civiles que estaban realizando sus compras. Un testigo relató que varios hombres vaciaron rápidamente cajas de verduras para utilizarlas como camillas para trasladar los cuerpos de los niños más pequeños, mientras que los adultos yacían esparcidos alrededor del lugar del atentado a la espera de asistencia médica. En tanto, la fuerza de la detonación provocó graves daños en varios edificios colindantes, cuyos escombros cayeron sobre las personas que se encontraban en la calle. También 70 vehículos resultaron calcinados. Tras la explosión, se produjeron disturbios: algunos de los presentes aplacaron su ira rompiendo las ventanas de los autos que estaban estacionados en la zona del mercado.
Otro testigo que logró salvar su vida, Sayif Ali, relató lo ocurrido. “Fuimos al mercado para comprar y preparar el feriado para recibir las fiestas con alegría. Pero esa alegría se convirtió en pena, y hemos perdido a familiares, amigos y parientes, todo por el fracaso de este gobierno a la hora de proporcionarnos seguridad”, dijo.
EI se adjudicó el ataque a través de una publicación en las redes sociales. En el escrito difundido, los jihadistas relataron que el atentado fue llevado a cabo por un terrorista suicida iraquí, el cual detonó un vehículo cargado con tres toneladas de explosivos.
En tanto, el premier iraquí, Haider al Abadi, consideró que el ataque de EI refuerza la voluntad de su país de combatir contra el terrorismo. “Estamos decididos a darles caza en el campo de batalla y en cada rincón de Irak, hasta que nos libremos del último terrorista”, dijo.
Por su parte, el presidente del parlamento iraquí, Salim al Jaburi, dijo que pese al atentado, el gobierno está realizando sus mayores esfuerzos para controlar a los jihadistas. Es por eso que llegó ayer a Bani Saad un nuevo contingente de fuerzas de seguridad, los cuales montaron docenas de puestos de control y protocolos de seguridad puestos en marcha inmediatamente después del ataque del viernes. Además, el gobernador de la provincia de Diyala, decretó el mismo viernes por la noche tres días de luto y suspendió todas las celebraciones religiosas pactadas para ayer y hoy.
La milicia radical sunnita estuvo detrás de varios ataques similares a gran escala sobre civiles o puestos militares mientras busca expandir su territorio. El grupo controla actualmente alrededor de un tercio de Irak y Siria, donde proclamó un califato. En agosto del año pasado, al menos 64 personas murieron en un ataque a una mezquita chiíta también en Bani Saad. El ataque fue una represalia contra la población local, la cual se negó a declarar su lealtad al grupo jihadista.
El gobierno de los Estados Unidos invirtió cifras multimillonarias para armar y entrenar a las fuerzas armadas iraquíes. Sin embargo, tuvieron un pobre desempeño, especialmente durante el año pasado, cuando las milicias jihadistas derrotaron a cuatro de sus divisiones y tomaron grandes territorios en el oeste y el norte del país.