27 abr 2016

Buitres: comenzó juicio de los bonistas disconformes

ARGENTINA.DE MAL EN PEOR
ALERTA NEGRA 

A 24 HS. DEL ACUERDO, APARECIÓ EL PRIMER ACREEDOR QUE ACEPTÓ CANJE DE 2005

Por: Carlos Burgueño



Sólo 24 horas tardó un bonista que ingresó en el canje de 2005 para ser el primero en protestar judicialmente ante Thomas Griesa, para denunciar el acuerdo con los fondos buitre y holdouts. El que inauguró la nueva etapa del "juicio del siglo" fue Mohammad Ladjevardian(ver copy), un acreedor que compró deuda argentina en 2002 y que ingresó en el primer llamado del Gobierno de Néstor Kirchner. Se consideró "estafado" por haber aceptado la quita dispuesta en aquella operación, ante el hecho de que los que esperaron y ganaron el juicio en el tribunal de Griesa están cobrando el 100% más un interés anual del 3% con una ganancia de más del 1.200%.
Ladjevardian le reclama al magistrado que embargue los dólares que la Argentina obtuvo en la colocación de deuda por 16.500 millones que el país concretó la semana pasada, luego del pago a los fondos buitre acordado con el juez. Esto implicaría que el propio Griesa debería avanzar sobre los aproximadamente u$s 4.000 millones que le quedarían limpios al país para reforzar las reservas del Banco Central.

Tanto desde Buenos Aires como en el juzgado de Nueva York se descarta que rápidamente Griesa rechazará el reclamo y que el fallo de aplicación del "stay" y el acuerdo con los acreedores quedará en firme, y que, básicamente, no hay nada de que preocuparse en la presentación del bonista. Esto es innegable en la primera instancia judicial. Sin embargo, esta nueva causa podría convertirse en la presentación insignia de la etapa que se viene de reclamos contra el acuerdo cerrado por el país y los acreedores. Esta se resolverá inevitablemente en la segunta instancia judicial, cuando luego del rechazo de Griesa Ladjevardian recurra a la Cámara de Apelaciones de Nueva York. Al bonista se sumarían también el "Grupo Varela" (integrado por 13 argentinos irreductibles que no aceptan ninguna propuesta argentina desde 2005 a la fecha) y el fondo Greylock, que sorpresivamente se hizo presente la semana pasada ante Griesa anunciando que tenía bonos reestructurados y que no avalaba el acuerdo negociado por el "special master" Daniel Pollack.

La presentación de Ladjevardian fue recibida, tal como adelantó este diario, el lunes pasado; pero ayer se conoció el contenido del escrito donde el bonista explica en un texto de 27 páginas los argumentos por los cuales asegura que tiene el derecho de recibir él también la totalidad de la deuda. Según el escrito, "los querellantes solicitan respetuosamente que el tribunal admita su moción para emitir órdenes de ejecución y una orden de cobro contra la Argentina y JP Morgan de lo obtenido en la oferta de bonos de 2016 que no es usado para pagar los acuerdos y así satisfacer las sentencias de largo plazo de los querellantes".

Conflicto en puerta: Gobierno incumplirá pago de intereses a un grupo de bonistas
Por: Ignacio Olivera Doll


El conflicto será otra de las secuelas que dejará el default. Y será similar -si bien todavía se desconoce la magnitud de sus "daños"- al que hoy persiste en el mercado del Rofex por la "quita" que se hizo sobre los contratos de dólar a futuro. A partir de este viernes, el Gobierno deberá pagar todos los intereses que mantiene atrasados desde mitad de 2014 sobre su deuda en default. Pero no lo hará sobre aquellos bonistas que tuvieron derecho a cobrarlos en el momento en que debían abonarse, sino sobre quienes tengan los títulos en la actualidad.

La decisión es toda una sorpresa para el mercado local. Hasta estos días, los inversores argentinos habían venido operando estos bonos considerando que el pago atrasado se realizaría a quienes los hubieran tenido en ese momento (lo que el mercado llama "record date"), y descontando los intereses adeudados en la cotización (lo que se llama "ex cupón"). Esto fue lo que explicó que, durante todo este período, los bonos cotizaran en el MAE y en la Bolsa de Buenos Aires a un precio más bajo que el del exterior (en donde las cotizaciones sí incluían los intereses atrasados).

Este viernes, la Caja de Valores anunció en un comunicado que, por una orden que emitió el tribunal estadounidense, "los pagos se harán efectivos a los tenedores de los títulos a partir del récord date" y como muy tarde 10 días después. Pero aclaró que este "récord date" fue fijado para este próximo viernes: es decir, el quinto día hábil posterior a que la Corte haya determinado que las dos condiciones previas para la salida del default fueron atendidas.

El anuncio incrementó esta semana una polémica que podría despertar múltiples demandas contra el Gobierno y de la que difícilmente pueda salir airoso el Ministerio de Hacienda. Por la decisión de la Justicia estadounidense, la Argentina debe pagar a partir de este viernes (y antes del 9 de mayo) todos los intereses atrasados de los bonos bajo ley Nueva York, retenidos por el juez Thomas Griesa, a los inversores que tengan el título en su poder. Pero se verá forzada, al mismo tiempo, a incumplir con los compromisos que esperaba cobrar un amplio grupo de bonistas locales que los tenía en sus manos en el momento de corte del cupón.

El Gobierno debe pagar u$s 5 del Par bajo ley Nueva York por los intereses atrasados y por cada lámina u$s 100; u$s 23 del Discount y u$s 13 del Global 2017 (ver infografía). Esto es, en total: u$s 41 por cada lámina de u$s 100 de estos tres títulos.

El acatamiento de esta decisión judicial motivará demandas que ya preparan inversores del mercado sobre organismos oficiales. Y empujará al Gobierno a contradecir lo que había precisado la Caja de Valores cuando Ámbito Financiero anticipó el inconveniente. Aquella vez, ante la consulta de este diario, el presidente de la entidad, Horacio Torres, aclaró que los pagos irían dirigidos "al tenedor en el momento del corte del cupón" y que los intereses pertenecían a quienes poseían el título en el momento de pago. "Eso está en el prospecto de emisión del título. Desconozco cómo se hará afuera y no nos involucramos en la parte internacional", completó el funcionario. El hecho de que la modalidad habitual de negociación y de pago de estos intereses en el mercado local esté incluida en el prospecto de emisión de los títulos sería, precisamente, la razón por la que podría considerarse este cambio de reglas como un "default técnico".