26 nov 2016

GOLPISTAS CORRUPTOS

Un nuevo caso de corrupción golpea a Temer

EL ESCÁNDALO DE PELEAS ENTRE DOS MINISTROS SALPICA AL PRESIDENTE DE BRASIL

Temer fue grabado cuando presionaba a un ministro para que permitiera negociados de otro.
(Fuente: AFP)

El ministro de Gobierno, Vieira Lima, renunció tras haber sido acusado de tráfico de influencias por el ministro de Cultura, Calero. Y éste denunció que Temer lo presionó para que permitiera negocios particulares de Vieira Lima.
El ministro de Gobierno de Brasil, Geddel Vieira Lima, negociador de la administración de Michel Temer con el Congreso, renunció ayer al cargo tras haber sido acusado de tráfico de influencias. Es un nuevo escándalo que golpea de cerca al primer mandatario, a quien la oposición busca ahora llevar a juicio político.El escándalo involucra a la figura de Temer ya que su ex ministro de Cultura Marcelo Calero denunció ante la policía federal que el mandatario lo presionó para que permitiera negocios particulares de Vieira Lima, uno de los más importantes hombre del Poder Ejecutivo hasta hoy.

Esta olla de presión en la que se había transformado esta semana el escándalo de peleas entre dos ministros tiene a Temer en el centro y el fusible de la situación fue Vieira Lima, quien dejó el cargo mediante una carta. La situación de Temer frente al caso tiene un condimento extra: el ex ministro Calero lo grabó durante la conversación que mantuvieron en el Palacio del Planalto, hace una semana.

La Fiscalía General de la República deberá decidir si acusa a Vieira Lima y a Temer sobre la denuncia hecha por el ex ministro Calero. Los tres protagonistas del escándalo, Temer, Calero y Vieira Lima, son del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB). Vieira Lima dejó el cargo mediante una carta de renuncia luego de haber sido acusado por el ex ministro Calero de presionarlo para que los organismos del Estado actúen a su favor y permitan la construcción de un edificio en una zona que es patrimonio histórico en Salvador, estado de Bahía.

El Instituto de Patrimonio Histórico (Iphan), que depende de Cultura, había decidido no autorizar la construcción de una torre de 30 pisos de lujo en la playa de Barra, en el barrio colonial de Salvador. Sin embargo, Vieira Lima le pidió varias veces a Calero revisar la decisión ya que él había comprado uno de los departamentos, por valor de unos 600 mil dólares.

Vieira Lima es el sexto ministro en renunciar desde que Temer asumió en forma interina en mayo y luego fue confirmado el 31 de agosto, tras la destitución de la presidenta Dilma Rousseff en un juicio político. En su carta de renuncia, divulgada por el Palacio del Planalto, Vieira Lima escribió: “Frente a las dimensiones de las interpretaciones ofrecidas, pido disculpas a quienes hayan sido por ellas alcanzados, pero Brasil es más grande que todo esto” y trata a Temer como “fraterno amigo”. 

Antes de la renuncia de Vieira Lima, el dólar comercial había avanzado en el inicio de las operaciones dos por ciento, pero luego de la dimisión la cotización fue desacelerando. En caso de que el gobierno sobreviva con el empuje político que tuvo hasta ahora, Geddel Vieira Lima era fundamental para la aprobación del ajuste económico, como la reforma jubilatoria, la flexibilización laboral y la enmienda constitucional que congela por 20 años el gasto público, asunto que está en tratamiento en el Senado.

El caso rápidamente repercutió en el Congreso, donde se superponen las crisis vinculadas con la corrupción en la Operación Lava Jato y con la delación premiada de 78 ejecutivos de la constructora Odebrecht. Desde la oposición, el Partido de los Trabajadores (PT) de la ex presidenta Rousseff; Red, de la ex candidata presidencial Marina Silva, y el Partido Socialismo y LIbertad (PSOL) anunciaron que pedirán las pruebas de la denuncia de Calero a la Policía Federal para protocolizar un juicio político.

 “Si esto no es un delito de responsabilidad para un juicio político, yo no sé lo que será entonces”, dijo Randolfe Rodrigues, senador de Red, quien defendió a Rousseff en el juicio que la destituyó. De todos modos, el oficialismo tiene mayoría y el PMDB mantiene lealtad a su presidente, Temer, con lo cual las chances de un impeachment son remotas en este momento, según la evaluación que hizo un funcionario del Palacio del Planalto.

Calero grabó las discusiones que mantuvo con el mandatario antes de renunciar al cargo la semana pasada y también con el jefe de Gabinete, Eliseu Padilha, además de con el propio Vieira Lima. Según Calero, Temer le pidió que resolviera el asunto con la Abogacía General de la Unión, desconociendo la resolución del Iphan, un órgano que depende la cartera de Cultura. “El presidente está sorprendido por los rumores sobre grabaciones”, dijo el portavoz presidencial, Alexandre Parola, en un comunicado.

Ante la posiblidad de que la oposición pida el juicio político de Temer, sus aliados decidieron ayer respaldarlo e intentar dar por finalizado el escándalo por tráfico de influencia que arrastró a dos ministros. El presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y ex candidato presidencial Aécio Neves, senador, afirmó que el escándalo ni de lejos golpea a Temer. El oficialista PSDB, que impulsó la destitución de Rousseff, se alineó con el actual gobierno. 

Neves dijo que es extremadamente grave el hecho de que el ministro Calero haya grabado al presidente Temer. “Eso sería inaceptable, es inédito en la historia republicana que se induzca a una conversación a un presidente para grabarlo”, afirmó Neves.

El ex presidente Fernando Henrique Cardoso, del PSDB, afirmó que no hay que pensar en las cosas pequeñas y sí en avanzar hacia las reformas económicas. “Lo que hay que hacer es atravesar el río, tal vez el puente sea frágil, pero es lo que hay. Sin puente uno se cae al río. Por eso no es necesario hacer especulaciones en este momento”, dijo Cardoso, uno de los puntales de la coalición de Temer. El gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, otro presidenciable del PSDB como Neves, evitó referirse al escándalo al afirmar que es un asunto del gobierno federal, que lo está resolviendo en forma correcta.

Cardoso tiene una deuda histórica con Temer, si de juicio político se trata. Durante su presidencia (1995-2002), tuvo cuatro pedidos de juicio político que terminaron en los cajones de la Cámara de Diputados, cuyo titular era el aliado Michel Temer, quien luego siguió siendo oficialista pese a que en 2003 asumió el gobierno Luiz Inácio Lula da Silva, hasta convertirse en vicepresidente de Rousseff