1 nov 2017

IMPUNES Y PRIVILEGIADOS

URUGUAY
LA SENADORA AFIRMÓ QUE LA PRESIÓN DE LAS FFAA ES TAN GRANDE QUE FRENA TODO CAMBIO DEL SISTEMA PREVISIONAL CASTRENS

“Las Fuerzas Armadas han demostrado una gran presión corporativa”

Nov 1, 2017 


La senadora Constanza Moreira manifestó en República Radio, que se emite por lacatorce10, que a pesar de que la reforma de la Caja Militar ha sido propuesta por el Ministerio de Economía y Finanzas, -ya en 2006 había sido mencionada por Andrés Masoller- no ha podido concretarse debido al “poder corporativo que han tenido los militares en este país, donde fueron gobierno por 13 años”.

“Las Fuerzas Armadas han demostrado una gran presión corporativa y creo que en nuestro país no hay ningún sector que tenga tanta fuerza. Son el actor corporativo metido dentro del Estado con mayor peso político”, agregó.

“El país ha impuesto reformas previsionales a todo el mundo, menos a las FFAA. Me impresiona el peso que tienen porque creo que no es real, si los empresarios me aprietan corporativamente tienen armas tales como suba de precios, por ejemplo, pero el de la Fuerzas Armadas no es comprensible, ¿darán un golpe de Estado, se van a acuartelar?”, se preguntó.

En su opinión, los militares tienen un poder simbólico que juega sobre el miedo, y Uruguay “sufre el síndrome del avestruz” por lo que quiere esconder la verdad. “Ese poder simbólico, que opera sobre el gobierno, es un elemento del pasado, pero que en nuestro país, gobernado por personas grandes, opera mucho más significativamente aún”.

“La reforma va a salir muy peleada”

Moreira afirmó que el MEF tiene claro que la reforma de la Caja Militar se vuelve inevitable debido al “enorme déficit” que ha acumulando. Sin embargo, agregó que el Ministerio de Defensa Nacional es el “más reticente” con respecto a este tema, no solo desde su representación sino desde sus corporaciones. Por tanto, consideró que el Ministerio de Economía es el que “pisa el acelerador”, mientras que el de Defensa “le pone el freno”, por lo que el rol del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social es el de conseguir un acuerdo entre las partes.

Asimismo, recordó que el proyecto está en la Comisión de Hacienda del Senado y afirmó que su sector está esperando a que el Frente Amplio tome una decisión, especialmente el MPP, sobre este tema.

“Es un asunto que compete a una resolución política de parte del Frente Amplio, porque los partidos tradicionales no aportarán ni un solo voto para solucionar este grave problema que tiene el país. Saben que el régimen es insostenible, pero igual se niegan a votar la reforma, tal vez por un cálculo de voto, de caudal político o de demagogia política”.

Consultada sobre si el Frente Amplio se pondrá de acuerdo para concretar este proyecto antes de fin de año, expresó: “Voy a ser muy realista y tendré sentido común, antes de fin de año no podremos tener aprobado el proyecto porque recién está en una cámara. Sobre el impuesto a las jubilaciones militares sí se puede votar con más celeridad porque consta de pocos artículos, no así la reforma, que es muy grande”.

Declaró que la reforma va a salir “muy peleadamente”. Recordó que hay una propuesta que se presentó en el grupo IR (propuesto Macarena Gelman) para que el impuesto sea por 15 años, los topes sean más bajos, los haberes básicos de retiro no sean tan “generosos” y que la transición sea un poco más corta.

“Todos son aspectos compartibles y rezaría (soy atea) que la reforma salga a la brevedad posible y de la mejor manera posible”, agregó.

“Un cuartel gasta en agua lo mismo que un hospital”

Moreira recordó que los militares cuando se jubilan reciben montos “generosos” de dinero, lo que hace que sea imposible financiar dicho subsidio. “Estamos pagando por un déficit de unos 470 millones de dólares anuales, que es casi lo mismo que pagamos por 500 mil jubilados”.

La Ley Orgánica Militar se creó en 1974, cuando Uruguay vivía en dictadura, y agregó que a pesar de que se le han hecho ajustes parciales, afecta la relación del peso de cada arma ya que Uruguay tiene un Ejército desproporcionado (unos 15 mil efectivos) mientras que la Fuerza Aérea y la Armada son mucho más pequeñas.

“Uruguay tiene que repensar esas fuerzas ya que los conflictos de hoy no tienen nada que ver con los del año 60. Hoy la defensa descansa mucho más en aspectos tecnológicos que en la fuerza de tierra”, agregó.

Para la legisladora hay que mejorar la relación entre salarios, gastos de funcionamiento e inversiones ya que las Fuerzas Armadas tienen un déficit “endémico” de inversiones. “Hay que mejorar los gastos de funcionamiento y racionalizarlos. No puede ser que el Ministerio de Defensa Nacional tenga gastos de funcionamiento similares a los de ASSE, porque parece irracional que en los cuarteles se gaste tanta agua como la que se consume en un hospital público”.

Mencionó que existe una hipótesis de que las FFAA funcionan como un “amortiguador”, un seguro de desempleo en el Interior. Dicha idea “es una justificación muy política e ideológica. No podemos usar las armas de un país como seguro de desempleo. Esto ha sido usado como un arma política para tener el país controlado y ha servido como un argumento para la crisis de desempleo de los años 50, no para un país con una tasa de desocupación del 7 u 8%”.

Resaltó que la Policía ha absorbido en estos últimos 20 años una gran cantidad de mano de obra (30 mil efectivos) y que tiene funciones efectivas sobre el territorio de manera permanente. “En cambio, con las Fuerzas Armadas tenemos actividades para prevenir posibles ataques, lo cual es sustancialmente diferente a la labor de la Policía que es permanente. Además, no creo que un coronel o general acepte que las FFAA son un seguro de desempleo porque es minimizar su rol”.

Los aspectos más importantes de la reforma

Afirmó que el proyecto es “robusto e importante”, ya que reforma las bases fundamentales: modifica las edades de retiro, las tasas de reemplazos y los haberes básicos jubilatorios. “En el BPS se cobra el 48,5% del último sueldo al que se le agrega un tope. Los militares, por su parte, cobran el 100% o 120% porque en los grados más altos automáticamente pasan de grado al momento del retiro”.
La segunda modificación a la Caja Militar se refiere a los haberes básicos de retiro y a los topes. “Hasta ahora los militares no tienen topes, mientras que todos los ciudadanos sí los tenemos. Además, no hay que olvidar que los que se han fijado después de la reforma de 1996 son peores, por eso los cincuentones quieren acceder a la ventaja de la reforma anterior”.

En términos generales, con esta reforma se modificarán tres “aspectos esenciales del sistema”: las edades de retiro, los haberes básicos jubilatorios y los topes. “Sin embargo, hay otros aspectos que también deberían plantearse pero que necesitarían de una voluntad firme del Poder Ejecutivo para atacar esta Caja Militar a la que nadie le ha metido el diente”. Agregó que el déficit de la Caja lo produce la oficialidad superior, ya que las jubilaciones de los soldados son muy bajas y aquellas pertenecientes a los sectores altos siguen siendo “disparatadamente” altas.

Moreira agregó que se trata de una reforma que tiene un régimen de transición, porque no se pueden afectar los derechos adquiridos. “El régimen de transición es de 10 años, pero el Estado necesita tener recursos para pagar el déficit durante estos 10 años, por eso se planteó el impuesto a las jubilaciones militares”.

Indicó que con la aplicación del impuesto se espera recaudar unos 40 millones de dólares anuales, es decir el 10% del déficit de toda la Caja Militar.

En referencia a la reforma de la Ley Orgánica, la senadora expresó que se tienen además otras iniciativas sobre la mesa como la reforma de la Justicia Militar, la que consideró como una institución anacrónica, heredada de la dictadura.