17 dic 2017

IZQUIERDA O DERECHA

TRAS UNA ÁSPERA CAMPAÑA

Chile elige este domingo a su próximo presidente en el balotaje entre Piñera y Guillier

16 de Diciembre de 2017


Piñera y Guillier se disputan este domingo la presidencia de Chile.


Sin favoritos y luego de una áspera campaña, Chile decidirá este domingo en un balotaje entre el ex presidente Sebastián Piñera, de la opositora coalición Chile Vamos, y Alejandro Guillier, de la oficialista Nueva Mayoría (NM), si el país vuelve a girar hacia la derecha o profundiza la agenda social desarrollada por el gobierno de Michelle Bachelet.

A diferencia de la primera vuelta celebrada el 19 de noviembre, cuando la ventaja de Piñera parecía inequívoca e incluso un triunfo en primera vuelta era un horizonte verosímil,un halo de incertidumbre marca este balotaje al que los candidatos llegan en un virtual empate técnico.
Aquel que resulte electo asumirá la presidencia el 11 de marzo por el periodo 2018-2022.

El siempre presente fantasma de la abstención, la paridad en los sondeos y la atomización de las fuerzas de centroizquierda catalizaron durante la última semana apoyos hacia Guillier, mientras Piñera buscó cosechar apoyos a partir de los continuos tropiezos del equipo de campaña de su oponente para aumentar, así, el caudal electoral que le permitió ganar la primera vuelta con el 36,6%.

"Se acercan tiempos mejores para Chile", aseguró Piñera durante el acto de cierre realizado el jueves último en el céntrico Teatro Caupolicán de Santiago, donde una multitud de seguidores escuchó su discurso.

Piñera dijo que los chilenos quieren cambios, "pero cambios profundos", y prometió ser "el presidente del cambio y del progreso, del futuro y de la esperanza".

Luego pidió perdón "por los errores que, sin duda, hemos cometido", en un gesto para atraer el voto de quienes dudan en apoyarlo por diferencias con las políticas que implementó en su gestión presidencial (2010-2014).

Entre su apoyos internacionales sobresalió el del Mauricio Macri, quien envió un video que Piñera colgó en su cuenta de Twitter, en el que el mandatario argentino manifiesta su apoyo al chileno, a quien calificó como "un amigo y gran dirigente".

En tanto, en la emblemática Plaza de la Ciudadanía, frente al Palacio de La Moneda, Guillier cerró ese mismo día su campaña entre políticos y personalidades de la cultura.

"Lo primero es estar con la gente en cada rincón y en cada ciudad, esa es la buena política", dijo Guillier ante sus seguidores, entre quienes destacaron el ex presidenteuruguayo José "Pepe" Mujica y una decena de ministros del gabinete de Bachelet.

"Ha sido un largo viaje, pero es un viaje maravilloso, que me ha llenado de claridad, fuerza y convicción", agregó el senador.

Desde que la TV empezó a mostrar los resultados de la primera vuelta, el triunfo menos holgado de Piñera (36,64%) y la estrecha diferencia entre Guillier (22,7%) y la candidata del Frente Amplio (FA) Beatriz Sánchez (20,27%) quedó claro que la clave de este balotaje serían los apoyos que cada candidato recibiera de otras fuerzas y la capacidad de éstos de revertir la siempre alta abstención.

Piñera contó desde temprano con el apoyo del representante del neopinochetismo José Antonio Kast (7,94%) que resultó cuarto, lo que acercó al acaudalado empresario al porcentaje deseado, aunque no le asegura un triunfo.

Guillier recibió, también pocas horas después del escrutinio, el apoyo del candidato del Partido progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami (5,72%) pero todo el resto de los apoyos, incluido el de la Democracia Cristiana (DC), ex socia política del oficialismo, resultaron cuesta arriba.

Tras una larga semana de debates internos y consultas a sus bases, el FA dejó en libertad de acción y no brindó -como coalición- su apoyo, aunque varias de sus figuras emblemáticas, entre ellas la propia Sánchez y los diputados Gabriel Boric y Giorgio Jackson, manifestaron que votarán por Guillier.

Desde el comando de Guillier apuestan a que más gente salga a votar, para neutralizar el triunfo en primera vuelta de ex presidente.

En Chile el voto no es obligatorio. En la primera vuelta votó tan solo el 46% de los que están habilitados para hacerlo, y un año antes -en las elecciones municipales- lo había hecho apenas un 36%.

Esta abstención tiene un fuerte sesgo de clase pues en sector económico alto, quienes tienen total seguridad de votar son el 73%, en el medio en un 42% y en el bajo en un 33%".

El documento "Diagnóstico sobre la participación electoral en Chile", publicado en octubre pasado, señala que en las últimas décadas la reducción de votantes en Chile (desde el 86,9 hasta el 36%) es una de las mayores del mundo, solo superada por Madagascar.

Los riesgos que entraña una participación cada vez más baja saltan a la vista: poca calidad institucional, degradación de la democracia como sistema de representación,desinterés por "la cosa pública" e individualismo, entre una larga lista.