16 ene 2018

ARGENTINA NEO

FRACASO
La inflación prevista por el Gobierno para cuatro años se produjo en dos


16 de enero de 2017



Los fuertes aumentos de precios superaron las paritarias y afectaron el poder adquisitivo del salario. Imagen: EFE
En dos años se agotó la meta. La suba de precios estimada en las metas que difundió el Gobierno al inicio de la gestión acumulaba 72 por ciento en 2019. Sin embargo, entre 2016 y 2017 ya alcanzó 76 puntos. Los nuevos aumentos afectarán el consumo en 2018.
Al finalizar el segundo año con Mauricio Macri en la Casa Rosada, los aumentos de precios acumulados superaron la suba total prevista en las metas de inflación para el primer mandato presidencial de Cambiemos. A lo largo de los últimos veinticuatro meses las mediciones de precios para la Ciudad de Buenos Aires que no fueron alcanzadas por el apagón estadístico del Indec escalaron 76 por ciento. Antes de los cambios en los objetivos introducidos a fines de diciembre, el aumento máximo en la inflación para el período 2016-2019 ascendía a 72 por ciento. 

“Los nuevos aumentos en las tarifas de los servicios públicos, el transporte, las naftas, las prepagas y otros bienes regulados generarán una pérdida en la capacidad de consumo de la sociedad”, indica un informe elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (Undav) al advertir sobre el impacto en precios y salarios de los aumentos previstos para 2018.
El transporte tiene una incidencia importante en la canasta de consumo de la población y, en particular, en el Gran Buenos Aires. En las mediciones del Indec el rubro representa un 11,6 por ciento de los gastos de un individuo en el área metropolitana. Esos datos lo convierten en el segundo ítem con mayor ponderación en la canasta detrás de Alimentos y bebidas, con un peso del 23,4 por ciento. Por eso, a pesar del escalonamiento de la suba promedio del 66 por ciento anunciada por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, los investigadores de la Undav estiman que el incremento en los pasajes de trenes y colectivos sumará 1,7 punto porcentual al IPC para el área metropolitana. Una sola medida de política económica que impactará en febrero y abril aportará el 10 por ciento de la inflación prevista para el año en las nuevas metas del Banco Central.

“A lo largo del 2018, gas natural, electricidad y agua corriente verificarán incrementos del 129, 56 y 30 por ciento, respectivamente, para los usuarios residenciales medios. También se cuenta una suba media en el ABL del orden del 24 por ciento que se sumará al incremento anunciado en peajes en torno al 70 por ciento, una primera cuota de prepagas del 4 por ciento y probable el aumento en combustibles esperado en torno al 6 por ciento”, indica el reporte del Observatorio de Políticas Públicas. “Estas alzas significativas se agregarán a un proceso de ‘recomposición tarifaria’ que ya lleva dos años. En casos como la electricidad, se acumulan subas promedio cercanas al 1500 por ciento y para el gas natural en el entorno del 1300 por ciento”, sostiene el documento.

El informe difundido ayer advierte sobre la pérdida en el poder adquisitivo y el creciente peso de los servicios sobre los salarios promedio que, con los aumentos previstos, podría incrementarse en más de 6 puntos porcentuales a lo largo del próximo cuatrimestre. En otras palabras, la suba de tarifas anticipa un retroceso en la capacidad de compra de los ingresos de los trabajadores.

 “El nuevo aumento en los servicios del hogar, transporte, naftas, prepagas y otros bienes o servicios generan una pérdida en la capacidad de consumo de la sociedad. Y esto se da principalmente porque estos incrementos de precios son superiores a los que se enuncia a través del IPC y con el cual se negocian las paritarias”, expresa el informe.

Con una paritaria que arroje una mejora del 15,5 por ciento en dos tramos, “el aumento del subte afectaría un 1 por ciento, los aumentos de electricidad tipo 1, gas tipo R22, Aysa con medidor y un consumo mensual inicial de 350 pesos, la proporción de estos servicios dentro del salario pasaría de ser del 11 al 18 por ciento. Es decir que en tan solo 4 meses los usuarios tendrían una pérdida de poder adquisitivo del 7 por ciento”, precisó.