Por Emir Sader18 de septiembre de 2017
La capacidad de sobrevivir del gobierno de Temer confirma la podredumbre del sistema político brasileño. Basta que un presidente, llegado al gobierno por medio de un golpe, agrade en todo y por todo a los bancos privados, use a su gusto todos los recursos posibles para comprar apoyos en el Congreso y aparezca como alternativa al retorno de Lula al gobierno, para que pueda sobrevivir.
La capacidad de sobrevivir del gobierno de Temer confirma la podredumbre del sistema político brasileño. Basta que un presidente, llegado al gobierno por medio de un golpe, agrade en todo y por todo a los bancos privados, use a su gusto todos los recursos posibles para comprar apoyos en el Congreso y aparezca como alternativa al retorno de Lula al gobierno, para que pueda sobrevivir.