18 oct 2025

VOCACION DE COLONIA




ARGENTINA
Jauretche, Milei y algo que Estados Unidos no entiende

Por Marcial Amiel
17 de octubre de 2025 


. Imagen: Gentileza



"Si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende." La frase pertenece a Arturo Jauretche (1901-1974), uno de los que mejor interpretó, escribió y vivió el pensamiento nacionalista en el siglo pasado, a quien el presente se empeña en traer de regreso una y otra vez: por eso del destino circular de la Argentina, el país Sísifo.

LA CORRUPCION REPRESIVA

Perú: Nuevo presidente, nuevas protestas y la misma represión

Mariana Álvarez Orellana

Oct 17, 2025


José Jerí: “No voy a renunciar, mi responsabilidad es mantener la estabilidad del país”


Las multitudinarias movilizaciones demandando la salida del nuevo mandatario y contra la mayoría parlamentaria se repitieron en diversas ciudades del país. El nuevo presidente José Jerí aseguró que no renunciará. Al igual que la destituida Dina Boluarte, su sustituto José Jerí se ha estrenado en la presidencia del Perú con represión y muerte. 

LA PARTE DEL LEON

Un puñado de empresas controla la producción agrícola mundial

GINEBRA (IPS)–
18.10.2025



Foto: Maquinaria para la siembra de semillas, recurso de la agricultura moderna en cuyo mercado predominan unas pocas compañías. Esa situación, a lo largo de la cadena agrícola, permite que un reducido número de personas decidan sobre lo que se siembra, cómo se hace y, en definitiva, qué come la gente, según expertos en derechos humanos de la ONU / John Deere



Un grupo de poderosas empresas controla gran parte de la producción agrícola mundial, los mercados de insumos y las cadenas de suministro alimentario, lo cual amenaza la seguridad alimentaria y los medios de vida rurales, advirtieron expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas.

LA LIMPIEZA ETNICA CONTINUA


Farsa teatral con Netanyahu en el papel secundario de genocida impune

Carlos Fazio

Oct 17, 2025




Aclamado en la Knesset de Israel como el nuevo ‘Dios de los judíos’, el inquilino de la Casa Blanca dio trato de vasallos a un puñado de dignatarios europeos y monarcas absolutos árabes y musulmanes

Tras dos años de limpieza étnica y genocidio continuado en los territorios árabes ocupados, la frágil y asimétrica tregua armada entre dos superpotencias militares poseedoras de armas nucleares (Estados Unidos e Israel) y las milicias palestinas −rubricada en Sharm el-Sheikh, Egipto, tras el obsceno y descarado show mediático hollywoodense del egocéntrico asesino serial confeso Donald Trump−, exhibe el mundo del revés.

En lenguaje orwelliano, la paz es guerra perpetua, y de consumarse a las malas el guion de los “20 puntos” de Trump y su alter ego, Benjamín Netanyahu (prófugo de la Corte Penal Internacional y acusado de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia), sobre los escombros salpicados de miles de palestinos martirizados por la metralla de demolición sionista, Gaza florecerá como un “hermoso” y “maravilloso” resort para millonarios con mano de obra semi- esclava y acceso directo a los recursos gasíferos que yacen en el mar Mediterráneo.

Signadas por la autoglorificación, las puestas en escena de Trump el lunes 13 de octubre ante la Knesset (Parlamento) de Israel y luego en el balneario egipcio de Sharm el-Sheikh, a las costas del mar Rojo, estuvieron permeadas por mentiras, exageraciones y distorsiones flagrantes. Detrás de su teatralidad, el discurso jactancioso de Trump se desplegó en una parte como espectáculo, otra sermón, una más autocongratulación, y mezcló afirmaciones grandiosas de “paz” en Medio Oriente con falsedades abrumadoras.

En contraste, la “nueva era” y el “nuevo amanecer histórico” subregional de la falaz narrativa trumpista, se vieron opacados por el legislador israelí Ofer Cassif, quien fue brutalmente agredido y sacado del recinto por interrumpir su discurso. Cassif captó la ironía del día con mordaz precisión; escribió en Facebook: “Durante el discurso de mentiras del criminal de guerra Netanyahu, preferí leer sobre la verdad”. Estaba leyendo La limpieza étnica de Palestina del reconocido historiador israelí Ilan Pappé, un acto simbólico de desafío silencioso mientras Trump, el primer ministro israelí Netanyahu y otros artífices del genocidio en Gaza se felicitaban mutuamente por haber asesinado a mansalva a millares de palestinos en dos años.

Con un agregado: desde el 7 de octubre de 2023, se han lanzado más de 200.000 toneladas de explosivos sobre Gaza, lo que equivale a la fuerza de trece bombas de Hiroshima. Esas armas eliminaron a casi 68.000 palestinos y dejaron gran parte del territorio en ruinas. Decenas de miles más siguen atrapados bajo los escombros y no contabilizados.


Horas después, desde la ciudad egipcia, los televidentes asistimos al espectáculo (in)esperado: el striptease del humanismo árabe/musulmán/occidental transmitido urbi et orbi, con Trump representando a ratos el papel del emperador Ciro el Grande, y metamorfoseándose, en otros, en un sátrapa bufonesco desparramando desprecio e indulgencias a la treintena de dignatarios de la Comunidad Europea, Gran Bretaña y las monarquías absolutistas petroleras a quienes dio trato de vasallos.

Con independencia de que la primera ministra italiana Giorgia Meloni y todos sus homólogos allí presentes, siguen sumidos en su burbuja de negación sobre lo que está sucediendo en Gaza y su papel en ello, máxime, que después de que un mes antes, durante la Asamblea General de la ONU, prácticamente todo el bloque occidental (excepto Estados Unidos) aceptó a Palestina como Estado soberano; lo que convierte el hecho en una burla oportunista y una “farsa despreciable”, como las calificó The Nation.

Con una pregunta que quedó en el aire, entonces: ¿Cómo se le permitió a Netanyahu entrar en el recinto de la ONU (territorio internacional) sin ser capturado, cuando pesa una orden de detención emanada de un organismo de la propia organización mundial? De paso, Netanyahu aprovechó la ocasión para llamar una “turba antisemita” a quienes se retiraron de la sala y boicotearon su discurso, burlándose abiertamente del derecho internacional y, como de costumbre, de todo lo que representa la ONU.

Como señaló Patrick Lawrence en su artículo “Poder y justicia”, el subtexto desde el momento en que “Bibi” llegó a Manhattan fue claro: no hay posibilidad de que la mayoría global lleve a la maquinaria terrorista israelí ante la justicia. El poder, no la ley, seguirá siendo lo que hace girar al mundo.



Así, mientras se perpetúa la narrativa colonial de la modernidad que fomenta nuevas formas de ocupación y administración tercerizada −que viola principios básicos del derecho internacional y convierte en una burla siniestra 2.0 el mandato británico resultante del acuerdo Sykes-Picot de 1916 y la Declaración Balfour de 1917−, con apoyo de la administración Trump y del Pentágono, el alto mando político-militar de Tel Aviv intensificará sus bulos propagandísticos que reducen la resistencia de Hamás y la Yihad Islámica a la simple etiqueta de amenaza terrorista.

También buscará consolidar el mensaje del imperialismo del siglo XXI, de que los pueblos que no se ajustan a los intereses de los amos del universo, deben ser aplastados, controlados, gestionados y, en el mejor de los casos, sus derechos reducidos a un estatus residual; es decir, relegados a un papel de actores locales secundarios, permitiendo, de paso, con docilidad forzada a ultranza, que el necropolítico y expansionista colonialismo de asentamiento, apartheid y ocupación del régimen de Israel, como Estado cliente de Washington en todo Medio Oriente, mantengan un estado de excepción permanente en el enclave.

De acuerdo con algunas instancias humanitarias supervivientes de la ONU, detrás del castigo colectivo y la guerra de exterminio sionista en la Franja de Gaza, existe una “gramática de poder corporativo” que sostiene la ocupación y expansión israelí, un fenómeno que se inscribe en un “capitalismo racial colonial”, que algunos investigadores denominan “neoliberalismo catastrófico”, modelo donde la destrucción se convierte en negocio y la impunidad, en norma.


Al respecto, cabe citar los informes de la ONU y de la relatora especial Francesca Albanese, que confirman la magnitud del genocidio. En su conferencia del 15 de septiembre de 2025, Albanese habló de un “genocidio invisible”, señalando que las víctimas podrían superar las 680 mil personas, más de la mitad niños y niñas. Casos emblemáticos como el de Hind Rajab, de seis años, asesinada con más de 350 disparos, o Amna, de diez, ejecutada por un dron mientras buscaba agua, simbolizan la barbarie israelí y la impunidad internacional.

Para “nuestras almas bellas” racistas (Jean-Paul Sartre dixit) de las metrópolis occidentales –incluidos muchos millones de ‘izquierdistas’ latinoamericanos políticamente correctos, presas de la dialéctica de la hipocresía liberal–, cabe insistir que el genocidio no tuvo nada que ver con el ataque reivindicativo de los movimientos de liberación nacional palestinos contra Israel el 7 de octubre de 2023. Tampoco con el “terrorismo” de Hamás ni con la “autodefensa” del Estado hebreo; estaba predeterminado por los imperativos ideológicos del sionismo y el supremacismo judío en Medio Oriente.

Un Estado establecido violentamente en 1948 inmediatamente después de la II Guerra Mundial, que sirvió como protectorado europeo –y luego estadunidense – sobre las ruinas de la patria del pueblo palestino. ¿Por qué? Porque la región se había convertido en el grifo del petróleo mundial. Desde entonces, como un continuum, Israel ha actuado como representante del colonialismo occidental.
A dos años del Diluvio de Al Aqsa

Se impone un balance preliminar de lo acontecido el lunes 13, cuando vencía el plazo de las 72 horas previstas en el ultimátum exterminador de Donald Trump y Benjamín Netanyahu, para que los grupos de la resistencia palestina iniciaran la entrega de los cautivos israelíes, vivos o muertos, y tuviera lugar la liberación de prisioneros de la insurgencia que sufrían en el grotesco gulag sionista así como la reanudación de la entrada de ayuda humanitaria a las zonas devastadas por los bombardeos de Tel Aviv.

Elaborado por el principal asesor de Netanyahu, Ron Dermer; el yerno de Trump, Jared Kushner –quien oficia como representante del clan familiar inmobiliario en Medio Oriente–, y el enviado especial Steve Witkoff (un multimillonario y también inversor y empresario inmobiliario), el plan de los “20 puntos” presentado unilateralmente por la Casa Blanca el 30 de septiembre sin ninguna participación de la otra parte, era una orden de rendición incondicional a la resistencia palestina

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Después de que durante dos años las operaciones militares asimétricas del régimen de ocupación y apartheid israelí no había logrado varios de sus objetivos iniciales, a pesar de su abismal superioridad bélica, en inteligencia y tecnología de guerra: liberar a la totalidad de los cautivos del 7 de octubre de 2023 (muchos fueron devueltos después de negociaciones, interrumpidas luego por el rompimiento unilateral de la tregua por Netanyahu, y otros asesinados por los bombardeos israelíes).

Salvo en muy pequeña medida, no se desmanteló la infraestructura crítica de la resistencia, en particular, su vasta red de túneles; no se logró afectar la capacidad operativa de los comandos urbanos ni la capacidad de la resistencia para reponer las bajas en sus filas, y a pesar del desplazamiento forzado de 900 mil gazatíes, no se logró tampoco expulsarlos al exterior, según la hoja de ruta para alcanzar el mesiánico proyecto del Gran Israel.

Con Trump como “comunicador llave” de una guerra psicológica-propagandística amplificada por los medios hegemónicos occidentales como reproductores de la voz del amo, la propuesta no fue para poner fin a la guerra por hambre genocida en Gaza. El mensaje fue la rendición total o la muerte. Fieles a sus prácticas mafiosas, Trump y Netanyahu querían que los palestinos firmaran el acta de su genocidio. El mensaje fue: se toma o se deja, por las buenas o por las malas. La resistencia palestina debía renunciar a su lucha por la liberación nacional y someterse a la subyugación de Israel y Estados Unidos.


Lo que introdujo en un terreno minado a los delegados de Hamás y la Yihad Islámica, en representación de otras facciones de la resistencia, de cara al inicio de la ronda de “negociaciones” en Egipto a comienzos de la semana pasada, como continuación de la discusión de los borradores de alto al fuego redactados por Witkoff y Dermer, formalmente acordados el 18 de agosto último y aceptados en un 98% por la resistencia, pero rotos por el intento de la aviación israelí de asesinarlos el 9 de septiembre, en Doha, Qatar.

El reto que tenían ante sí los delegados de la resistencia era cómo elaborar una respuesta a Trump que afirmara el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y, al mismo tiempo, persuadiera al omnipotente mandatario imperial a obligar a Israel a cesar su guerra genocida. La respuesta llegó antes de que expirara el ultimátum. Y fue una apuesta estratégica; no fue una aceptación incondicional de las demandas de Trump, pero el texto tampoco contenía ningún párrafo que rechazara explícitamente ninguno de sus términos.

Explotando el narcisismo subdesarrollado del jefe de la Oficina Oval, su objetivo era buscar soluciones tratándolo y reconociéndolo como tal, y vinculándolo más estrechamente a una alianza diplomática con países árabes y musulmanes, y enviando el mensaje de que Hamás aceptaba la “esencia” del plan. Pero también necesitaba


preservar los derechos palestinos y, lo más importante, aplazar cualquier respuesta sobre la mayoría de los términos establecidos en la propuesta. El objetivo clave era lograr un alto el fuego inmediato en Gaza y lograr la aprobación de Trump para frenar la sed de sangre de Netanyahu y su gabinete de psicópatas talmúdicos, y frustrar el proyecto del Gran Israel.

La parte palestina sabía que lo que Trump más deseaba oír era un compromiso inequívoco de liberar a todos los cautivos israelíes restantes y que Hamás renunciara al poder en Gaza. En principio, ya no había más poder de negociación que obtener de los rehenes y, por lo tanto, no tenía sentido retenerlos, aunque la entrega significara renunciar a su única ventaja. Además, una vez liberados, los sionistas no podrían invocarlos, ni a ellos ni a los malosos de la resistencia, para seguir justificando la masacre de palestinos. Israel ya no tendría cobertura ante las bombas que caigan ni los tanques que se pongan en marcha tras el regreso de los cautivos. A partir de entonces, la intención genocida quedaría expuesta.

Por otra parte, Hamás ya había ofrecido firmar un acuerdo de “todos por todos”: los rehenes, a cambio de los presos palestinos. También había afirmado repetidamente que cedería el gobierno de Gaza a un comité ‘tecnocrático’ apolítico (¡vaya oxímoron!) compuesto por palestinos. Pero planteó que esas liberaciones debían estar sujetas a una hoja de ruta claramente definida y garantizada para el fin del genocidio, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y la reanudación del suministro de alimentos, medicamentos y otros artículos esenciales.


Y dejó sin mencionar el asunto del desarme unilateral y perpetuo de la insurgencia, considerada una línea roja cuyo cruce constituiría una renuncia a los derechos palestinos –reconocidos por las normas del derecho internacional– a la resistencia armada contra la ocupación israelí.

El viernes 10, cuando el alto al fuego en el territorio ocupado de Gaza entraba en vigor, en una declaración conjunta Hamás, la Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) reiteraron que cualquier decisión sobre el futuro gobierno en la Franja “es un asunto interno palestino”. Hamás y las otras facciones de la resistencia están debilitadas, pero no derrotadas. En el caso de Hamás, ha conseguido alcanzar sus objetivos estratégicos al preservar su unidad y liderazgo político-militar, y su sistema de mando y control en Gaza. No se produjo ninguna escisión en sus filas ni surgió un grupo sustituto. Y alcanzó dos logros importantes: haber devuelto la causa palestina al centro de la atención mundial y la liberación de casi dos millares de prisioneros palestinos.

Israel es hoy un Estado canalla paria y deberá pagar por sus crímenes de guerra. Y Trump, cómplice del genocidio, ensayará otras puestas en escena. El show debe continuar.



* Periodista, escritor y analista uruguayo-mexicano, columnista de Mate Amargo y La Jornada de México

NADA DE ENFRENTR AL SISTEMA

Réquiem por los líderes políticos aún no asesinados

Boaventura de Sousa Santos

On Oct 17, 2025


Lincoln, asesinado en 1865



Me limito a analizar los casos de asesinato de personas en los que se conoce la interferencia de fuerzas externas, nacionales o extranjeras. El asesinato de líderes políticos, ya sean gobernantes o líderes de movimientos sociales, es un medio utilizado desde la Antigüedad para alcanzar objetivos políticos específicos, ya sea eliminar las ideas políticas que simbolizan, debilitar la movilización social que lideran o justificar la represión que sigue al asesinato. El asesinato no siempre produce los efectos deseados.

QUIERO EL PETROLEO YA

Trump autoriza a la CIA a realizar operaciones en Venezuela. Además, sugiere que invadirá el país

Miko C. Trudeau
Oct 17, 2025






El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó reportes que apuntaban a que había autorizado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) llevar a cabo operaciones encubiertas dentro de Venezuela y añadió que está considerando lanzar ataques dirigidos rm rdr psíd, con la excusa de atacar a supuestos s carteles de la droga .

PLANES GENOCIDAS E IMPERIALES

El plan de Trump obvia qué pasará con Hamás y da tiempo a Netanyahu para convertir Gaza en protectorado o anexionarla

OTHER NEWS (Por Juan Antonio Sanz* – Público.es)
14.10.2025



Imagen: archivo

El presidente estadounidense consigue en Sharm el Sheij el aplauso internacional a su plan de paz para Gaza, pero deja el futuro palestino en el aire. La liberación de los rehenes secuestrados por Hamás, a cambio de 2.000 presos palestinos, trae un alivio a la sociedad israelí y apuntala, de momento, el apoyo a Benjamin Netanyahu. El primer ministro de Israel celebró este lunes el fin de la guerra en Gaza auspiciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ante el Parlamento israelí alabó la estrategia del uso de la fuerza para conseguir la paz. Una paz que, sin embargo, y pese a los festejos que Trump repitió horas después en la localidad egipcia de Sharm el Sheij ante líderes árabes y europeos, queda aún muy lejos en ese Oriente Medio que, según el mandatario estadounidense, ha entrado en una «nueva edad dorada» de la que se cree artífice.

15 oct 2025

LO QUE NO QUIEREN VER

"Es la cosa más humillante": Empresarios occidentales vuelven aterrorizados tras visitar avanzadas fábricas chinas

15 oct 2025 


Robots industriales instalan piezas de automóviles en un taller inteligente del fabricante SAIC-General Motors en la ciudad china de Liuzhou.by Yu Xiangquan/VCG / Legion-Media


El director ejecutivo de Ford, Jim Farley, afirmó tras su reciente viaje a China que el nivel de tecnología que manejan las automotrices del gigante asiático "es la cosa más humillante" que haya visto jamás. De acuerdo con un reporte de The Telegraph, esta opinión no pertenece únicamente a Farley, ya que otros empresarios occidentales también han quedado totalmente asombrados, luego de visitar varias fábricas chinas y observar su funcionamiento, automatizado casi por completo.

CIPAYISMO DESTRUCTIVO

ARGENTINA
Para Barclays, el auxilio del Tesoro podría ser un “truco de campaña”. Reparos sobre el "salvataje histórico"

Por Mara Pedrazzoli
15 de octubre de 2025

El banco inglés, advierte sobre la vuelta del cepo.. Imagen: AFP



El reciente auxilio del Tesoro de Estados Unidos al gobierno de Javier Milei generó una oleada de optimismo financiero. Barclays celebró la medida como “casi sin precedentes” y reconoció que podría funcionar como un estabilizador clave frente a escenarios de fuerte depreciación, inflación o fuga hacia el dólar. Sin embargo, en un análisis más profundo difundido poco después, advirtió que esa intervención —que ya empieza a llamarse “efecto Bessent”— podría quedar como un “truco de campaña” si no logra sostenerse en el tiempo.

LA VOZ DEL INDIVIDUALISMO

La generación Z es el nuevo fantasma que recorre al mundo

OTHER NEWS (Por Ociel Alí López* – El Salto)

14.10.2025








Las protestas Gen Z recorren el mundo desde Nepal a Perú, pasando por Paraguay, Marruecos, Indonesia y Filipnias: qué cambia y qué no de las típicas manifestaciones de la izquierda. Cuando una oleada de protestas, convocada por una autodenominada Gen Z que utiliza los símbolos de un manga japonés, derrocó el 9 de septiembre al primer ministro de Nepal, Khadga Prasad Sharma Oli, pensamos que se trataba de un evento aislado, en el único país del mundo con bandera no rectangular.

EL ORDEN CIPAYO

María Corina Machado y la democracia de las cañoneras

Luis Hernández Navarro
On Oct 14, 2025





Con regularidad, desde hace muchos años, los Premio Nobel de la Paz y de Literatura se otorgan a escritores, políticos o religiosos que encarnan intereses y valores de las llamadas democracias occidentales. Poco importan su calidad literaria (aunque la tengan), su integridad ética o su compromiso con la paz mundial. Lo relevante para darles el merecimiento es que quienes lo reciben son críticos o enemigos de gobiernos que Occidente ubica como parte del Eje del Mal.

SISTEMA Y CONSECUENCIAS

Lula: La existencia del hambre es una decisión política

Luiz Inácio Lula Da Silva*
On Oct 14, 2025





El hambre no es una condición natural de la humanidad ni una tragedia inevitable, sino el resultado de las decisiones de los gobiernos y los sistemas económicos que han optado por ignorar las desigualdades. O incluso por promoverlas. El mismo orden económico que niega a 673 millones de personas el acceso a una alimentación adecuada permite que un selecto grupo de 3 mil multimillonarios controle 14.6 por ciento del producto interno bruto (PIB) global.

CONDICIONES GENOCIDAS

Pese al alto el fuego, Netanyahu es el mayor escollo para la paz en Gaza

Juan Antonio Sanz
On Oct 14, 2025



Palestinos alrededor de los camiones con ayuda humanitaria que llegaron este fin de semana a Khan Yunis


El plan de Trump para Gaza plantea crecientes dudas: puede frenar el genocidio palestino y liberar a los rehenes, pero con Netanyahu de por medio, la paz es aún una quimera. La presión ejercida por el presidente estadounidense, Donald Trump, sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue crucial para conseguir el alto el fuego en Gaza según el plan de paz presentado por el mandatario republicano.

14 oct 2025

LA MISERIA PLANIFICADA

ARGENTINA
El fracaso como dato estadístico, no como drama humano. Caputo, el trader-ministro: geopolítica de la especulación

Por Pablo Tigani*
5 de octubre de 2025


El ministro de Economía, Luis Caputo, la versión nacional del lobo de Wall Street.. Imagen: NA

La transición del operador financiero al funcionario de Estado no es un accidente, sino una estrategia de poder global. El trader devenido ministro cree que las naciones son equivalentes a empresas y los ciudadanos, pasivos de riesgo. La figura del trader global no sólo desestructura las economías nacionales, sino que también erosiona las bases de la soberanía estatal. La democracia se convierte en un decorado vacío bajo esta nueva geopolítica de la especulación que produce. Estados cada vez más subordinados, gobiernos cada vez más tecnocráticos y sociedades cada vez más impotentes.

LA TREGUA GENOCIDA

Gaza y la Pax Americana

GAZA (Uypress/Alex Marsaglia*) -
13.10.2025








La Pax Americana parece una tregua para los colonialistas en medio de una presión internacional cada vez más insostenible, pero la dinámica futura del plan de ocupación y exterminio no cambiará en absoluto.

LA DESIGUALDAD COMO SISTEMA

El hambre del mundo. Geopolítica de los alimentos

OTHER NEWS (Por Mauricio Herrera Kahn* – Pressenza)
13.10.2025



Imagen: adhocFOTOS/Pablo Vignali



“El hambre no es falta de alimentos, es exceso de poder en pocas manos”. “Quien controle el trigo, controla la paz. Quien controle el hambre, controla al mundo”. La comida es el recurso estratégico más antiguo de la humanidad y el más decisivo del futuro. Ninguna sociedad sobrevive sin pan, arroz, maíz o agua. Sin embargo, en pleno siglo XXI, cuando la ciencia y la tecnología permiten producir alimentos suficientes para toda la población mundial, millones siguen muriendo de hambre o sobreviven en inseguridad alimentaria. La paradoja es brutal: nunca se produjo tanto, nunca se desperdició tanto y nunca hubo tantos hambrientos.

DERECHAS IRRACIONALES

ARGENTINA-URUGUAY
'Varones unidos', la red de odio liderada por un doble feminicida con lazos políticos

14 oct 2025



Pablo Laurta, presunto femicida uruguayo.Redes sociales


Un doble femicidio ocurrido en Argentina dejó al descubierto una red que desacreditaba las denuncias de violencia de género y las políticas feministas en general y que era liderada por Pablo Laurta, un uruguayo con conexiones políticas con la ultraderecha regional. 
El crimen provocó una conmoción en Argentina y Uruguay.

GEOPOLITICA DEL DESPOJO

Los pretextos (y verdaderos objetivos) de las intervenciones de EE.UU. en América Latina

Zhandra Flores
Publicado:13 oct 2025 


Imagen ilustrativa.Imagen creada por inteligencia artificial


Desde el siglo XIX, el control político y económico de la región ha sido un punto clave para que Washington consolidara su hegemonía global. El número preciso varía según las fuentes, pero se cuentan por decenas las veces que EE.UU. ha intervenido militar, política o diplomáticamente en América Latina y el Caribe para alcanzar sus objetivos geopolíticos durante al menos siglo y medio.

VIENEN POR TODO

ARGENTINA: EL CIPAYISMO AVANZA
¿Desarrollo o dependencia?
Preocupa el megacentro de OpenAI en la Patagonia


Identidad Sindical
Oct 13, 2025





Devorará energía y agua como una ciudad, y dejará apenas 600 empleos. El proyecto Stargate Argentina promete desarrollo y modernidad, pero encierra una ecuación desigual: millones en inversión, consumo masivo de recursos naturales y una mínima generación de trabajo.

El anuncio llegó con tono épico. «Hoy nos enorgullece anunciar los planes para lanzar Stargate Argentina», dijo el dueño de OpenAI al confirmar la construcción del primer megacentro de datos de la empresa en América Latina. Lo hizo en un video difundido este jueves, donde también destacó la alianza con la firma energética Sur Energy y la intención de convertir al país en un «centro de inteligencia artificial para toda la región». Pero detrás del discurso optimista y las cifras millonarias -una inversión estimada en 25.000 millones de dólares-, lo que se abre es una nueva etapa del extractivismo digital: el uso intensivo de agua y energía a cambio de apenas unos cientos de empleos.

El plan se llama Stargate Argentina y, según fuentes del sector, se construirá en la Patagonia. No es casual. El clima frío y la disponibilidad de agua convierten al sur en el escenario ideal para este tipo de infraestructura: allí el aire helado ayuda a refrigerar los servidores y los ríos garantizan un suministro constante para los sistemas de enfriamiento. En otras palabras, la Patagonia ofrecería a OpenAI lo que Silicon Valley ya no puede: bajas temperaturas, abundancia hídrica y energía limpia a bajo costo.

El dueño de OpenAI lo explicó con una narrativa esperanzadora. Dijo que «se trata de poner la IA en manos de la gente de toda Argentina» y que el proyecto es fruto de una visión compartida con Javier Milei, a quien conoció durante su visita a San Francisco. Pero los números duros muestran otra realidad. Un centro de datos de 500 megavatios puede consumir tanta electricidad como una ciudad de 250.000 habitantes. Y aunque el discurso oficial hable de innovación y desarrollo, los empleos directos que genera este tipo de infraestructura rondan entre 300 y 800 personas.



Para dimensionar el impacto, una sola consulta en ChatGPT puede consumir hasta 20 o 30 veces más energía que una búsqueda en Google. Mientras que una búsqueda web típica requiere apenas 0,3 Wh, una respuesta promedio de inteligencia artificial demanda entre 6 y 10 Wh, multiplicado por millones de usuarios diarios. En agua, la diferencia también es brutal: cada 10 a 50 interacciones con un modelo de IA pueden representar hasta medio litro de agua dulce utilizada para enfriar servidores.

En otras palabras, un proyecto que absorberá energía, agua y territorio equivalentes a los de una ciudad mediana dejará menos puestos de trabajo que una sola planta automotriz. Según los estándares internacionales, los centros de datos de gran escala operan casi de forma automática: cientos de servidores trabajando las 24 horas, con apenas un puñado de ingenieros, técnicos de mantenimiento y personal de seguridad. No es industria, es infraestructura. No es trabajo humano, es trabajo de máquinas.

Los defensores del proyecto aseguran que la IA traerá beneficios indirectos: desarrollo de talento, modernización del Estado, innovación educativa. Sin embargo, en países como Estados Unidos, Finlandia o Irlanda, donde se instalaron megacentros de datos similares, los efectos fueron ambiguos. Las empresas de tecnología ocuparon grandes extensiones de tierra, consumieron recursos naturales masivos y generaron pocos puestos de trabajo permanentes. El fenómeno ya tiene nombre: extractivismo digital.



El caso argentino se potencia por el contexto. En un país donde la industria nacional se achica y la energía es cada vez más escasa, la llegada de una corporación extranjera que consumirá electricidad y agua dulce para alimentar algoritmos globales abre una pregunta inevitable: ¿de quién será la inteligencia artificial? ¿De los trabajadores que la sostienen con sus recursos o de las empresas que la controlan desde Silicon Valley?

Mientras el gobierno celebra el desembarco como una señal de confianza internacional, la realidad muestra otra cara. Los servidores de OpenAI no necesitan obreros, no emplean metalúrgicos ni mecánicos, no generan cadenas productivas. A diferencia de una fábrica o un parque industrial, un centro de datos no produce bienes, no exporta manufacturas, no dinamiza economías locales. Consume electricidad, ocupa territorio y usa agua. El resto es relato.

El propio discurso del empresario, que recordó a Matt Trevisano -el negociador argentino fallecido en un accidente-, apela a la emoción y al idealismo. Habla de futuro, de creatividad, de oportunidades. Pero el verdadero impacto se medirá en megavatios y litros de agua, no en sueños. Millones de argentinos ya usan ChatGPT cada semana, dice el 
fundador, como si eso fuera una prueba del progreso. Pero la pregunta que debería hacerse el país es otra: ¿qué queda para nosotros, además de la factura de luz?



Si la instalación finalmente se concreta en la Patagonia, será el mayor proyecto de infraestructura digital en la historia argentina. Y también un símbolo del modelo que se viene: un país que entrega su energía y su agua para alimentar cerebros de silicio, mientras la economía real sigue en pausa.

Lo que sabemos

El Proyecto Stargate (puerta estelar) es un plan en el que vienen trabajando OpenAI, Oracle y SoftBank desde 2022. En enero de este año, un día después de la asunción de Donald Trump, la Casa Blanca fue sede de un anuncio impactante: Stargate invertiría 500 mil millones de dólares en el desarrollo de la mayor infraestructura mundial para inteligencia artificial, con varios centros de datos en Estados Unidos. Más tarde se sumarían planes similares para Emiratos Árabes Unidos y Noruega. Stargate Argentina sería el primer proyecto de la empresa en América Latina, reseña el diario argentino Perfil.

Una semana después de aquel anuncio en Washington, China presentó Deep Seek, un sistema de IA de código abierto, más barato y más eficiente desde el punto de vista energético. Las acciones de las tecnológicas de Silicon Valley se desplomaron. En particular, las de Nvidia, la empresa que fabrica los “fierros” que hacen funcionar a los centros de datos. Nvidia ya había firmado con OpenAI un acuerdo para proveer equipos por 100 mil millones de dólares.

También sabemos que el socio argentino de Stargate es Sur Energy, una empresa enfocada en infraestructura digital, fundada por el recientemente fallecido Matías Travizano junto con Emiliano Kargieman, acompañados por Stan Chudnovsky. La compañía no tiene página web ni empleados, pero dice de sí misma que se especializa en implementar proyectos de data center sostenibles que combinan tecnología avanzada y energías renovables para apoyar el crecimiento global de la inteligencia artificial, añade el diario.

Argentina desarrolló su propio modelo de reactor modular, el CAREM. Ni bien asumió, Milei frenó el proyecto cuando este mostraba cerca de un 70 por ciento de su avance y se llevaban invertidos más de 600 millones de dólares. Reidel anunció que el país construiría otro modelo de reactor modular, uno desarrollado por la empresa pública rionegrina INVAP, que ya cuenta con patente internacional.

Ese proyecto insumiría no menos de cinco años para concretarse. Desde que Reidel lo anunció en diciembre de 2024, el plan no mostró ningún avance. ¿Por qué abandonar un reactor que está a punto de terminarse por otro al que le falta un lustro para ver la luz? Esa es la pregunta que ni Milei ni Reidel pueden contestar. Quizás la respuesta esté en la reciente adhesión de Argentina al Programa FIRST de Donald Trump. 

Ese programa establece una curiosa colaboración. Los países adherentes le entregan a la Casa Blanca información sensible sobre sus planes nucleares. A cambio, la Casa Blanca les vende reactores modulares. Un trato justo ¿No?


Este anuncio se produce en el marco de un inédito rescate financiero del Gobierno de Donald Trump al plan económico de Javier Milei y Luis Caputo, del cual se desconocen las condiciones, pero se pueden deducir. Argentina es una pieza significativa en el tablero estratégico de Washington, que busca revertir el avance firme de China en el sur global. En esa carrera comercial, industrial y digital, Estados Unidos ya da por perdida a África, donde Beijing juega fuerte y domina. América Latina, con sus enormes recursos naturales, es un territorio en disputa.

La hora de las preguntas

El comunicado de Stargate no señala en qué lugar de la Patagonia se desarrollará el centro de datos, ni cuál es su proyecto de ingeniería. Si el lugar es Neuquén, en Vaca Muerta, tendremos una pista de cuál va a ser la fuente de energía que se va a usar, señala el analista Claudio Martínez.

Aunque el anuncio habla de energía renovables, no aclara cuáles se van a utilizar. Este no es un dato menor. El consumo energético de estas instalaciones es motivo de controversia en el mundo entero. Las compañías no lo informan con claridad. En los contratos que firman con las empresas proveedoras de electricidad suele haber cláusulas de confidencialidad que protegen esos datos. En las declaraciones públicas, las tecnológicas se pintan de verde y anuncian planes para reducir el impacto ambiental, pero en la realidad esas intenciones no se verifican.



El consumo de agua es otro aspecto clave para evaluar las consecuencias de instalar un centro de datos de esta magnitud. Los racks con placas que constituyen el cerebro de la inteligencia artificial levantan mucha temperatura. El rango para mantener un funcionamiento adecuado debe ir entre los 18 y los 27 grados, y para lograrlo se usan torres de enfriamiento que funcionan gracias a la constante circulación de agua. Aunque las empresas tecnológicas aseguran que se trata de sistemas de ciclo cerrado, el desperdicio de agua es muy significativo.

Ahí aparece otra vez la opacidad en la información. Con el poder económico que ostentan, estos monstruos digitales tienen la capacidad de influir en las regulaciones de los territorios en los que desembarcan. En otras palabras, escriben las leyes que luego los van a controlar.

Stargate Argentina promete crear miles de empleos directos e indirectos. La realidad es que los centros de datos insumen mano de obra intensiva durante su construcción. Una vez que están en marcha, son galpones en los que trabajan apenas decenas de empleados. En el mejor de los casos, cientos.

Según el comunicado que se conoció el viernes pasado, la inversión prevista se realizará en el marco del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). Recordemos que el RIGI, sancionado por el Congreso en 2024, otorga estabilidad normativa por30 años en materia tributaria, aduanera y cambiaria: el Estado queda atado a esas reglas aún si cambian las condiciones económicas o energéticas. En nombre de la “seguridad jurídica”, se cede capacidad regulatoria por tres décadas.



La Argentina no produce los equipos que requiere un centro de datos, por lo que hay que importar casi toda la tecnología: servidores, sistemas de enfriamiento, transformadores y equipamiento eléctrico. El RIGI establece que las empresas acceden a exención de derechos de importación para bienes de capital y de informática y telecomunicaciones vinculados al plan aprobado, y puede cancelar IVA con certificados de crédito fiscal.

Además, tienen beneficios cambiarios. Es decir, acceden directamente al mercado de cambios para pagar utilidades, dividendos e intereses al exterior sin autorizaciones previas. Para la economía argentina esto implica salida de divisas y menor recaudación, sin desarrollo de proveedores nacionales de alto valor. El RIGI asegura por 30 años que esos beneficios no puedan ser restringidos por normas futuras más gravosas.

La ecuación parece inmejorable: se invierte con beneficios públicos, se opera con energía nacional y se transfiere la ganancia al exterior.

No es una cuestión menor conocer cómo se conformará Stargate Argentina para entender si la promesa de inversión no terminará agudizando la restricción de dólares que asfixia a la economía argentina.


Stargate, por ahora sólo la maqueta digital

No es lo mismo una empresa nacional que procesa datos en el país y los exporta al mundo, que un enclave extranjero que hace extractivismo de datos y consume divisas. ¿Qué compromisos establecerá Stargate con el sector público argentino? ¿Será un mega centro de datos para respaldar la digitalización de la gestión? ¿O usará los datos de los argentinos para alimentar la maquinaria de manipulación global en la que se convirtió el espacio digital?

¿Será Stargate Argentina una solución para los desarrolladores locales de IA que hoy tienen que pagar el procesamiento de sus aplicaciones en dólares en el exterior? ¿Será este proyecto el camino hacia la soberanía digital y cognitiva que merece la Argentina?, sigue preguntando Claudio Martínez.

Esta claro que el país no tiene los recursos financieros para desarrollar por si mismo un emprendimiento de esta magnitud. Bienvenidas las inversiones, pero hace falta discutir las condiciones, con acuerdos razonables, con beneficios reales y riesgos controlados. Se trata de que los que vienen a invertir integren al país en la producción del conocimiento que generan. La contracara de la estabilidad, las exenciones y la energía barata debe ser el contenido local, la formación de trabajadores y la transferencia tecnológica. Si no, no estaremos hablando de desarrollo, sino de dependencia.

13 oct 2025

TODO MAL

ARGENTINA
Pablo Laurta, uruguayo, es el principal sospechoso de doble femicidio y secuestro de su hijo en Córdoba. Creador de “Varones Unidos” un espacio libertario

GUALEGUAYCHÚ (Infobae)- 
12.10.2025



Foto: Pablo Laurta fue detenido por la Policía de Córdoba en Entre Ríos

La Policía de Córdoba detuvo este domingo a Pablo Laurta, el principal sospechoso por el doble femicidio ocurrido el sábado en la localidad de Villa Serrana, en la ciudad de Córdoba, y del secuestro de su hijo una vez ocurrido el crimen. El hombre militaba en un espacio contra las “denuncias falsas”.