Ultimamente han desfilado por la red, una cantidad
considerable de presentaciones donde la critica
ácida, la burla y el sin sentido del funcionario publico,
eran y son el blanco de una situación donde la ciuda-
dania en general, manifiesta su descontento ante lo que
considera una pesada carga que no genera beneficios,
además de causarles perdida de tiempo por tramites
interminables y ser el lugar perfecto donde políticos
y funcionarios ´acomodan´ a parientes, amigos y
conocidos, como compensacion mutua de favores
recibidos.Visto así, el problema parecería ser de
carácter administrativo, y no se hace referencia a
que actividad del estado es a la que se refieren, con
lo cual se deduce que TODO el sistema es además de
ineficiente, corrupto y parasitario.Esta forma de ver
la realidad, fogoneada por aquellos que siempre han
hecho ¨negocios¨ con las licitaciones, los ¨gestores¨,
encargados de agilizar tramites y muchos otros ejemplos
que seria inútil seguir enumerando, hacen del funcionario
publico en el imaginario, una burocrática forma de ga-
narse la vida-siendo casi inamovibles- que lejos de estar
en función de la ciudadania, solo generan gasto y perdida
de tiempo.Visto asi, esta generalizacion esconde un
sin fin de inexactitudes, que van desde la función del
maestro, al medico del hospital que salva vidas.
Lo que ocurre, es que atras de estas campañas de des-
pestigio, siempre vienen vientos desregulatorios, formas
encubiertas de presionar para nuevas liberalizaciones
o la consabida critica sobre gastos del gobierno en
materia social, de la que la plantilla de funcionarios,
pasa a ser parte del despilfarro y en consecuencia,
responsables directos de los déficit presupuestarios...
Sin desconocer que la realidad indica que estos servi-
cios deben mejorar, para ello es necesario primero
definir que parte del ¨gobierno¨ queremos mejorar,
de que forma y en que tiempo,con una amplio debate
que deje de lado posturas partidarias y junto a las
partes involucradas, presentar proyectos donde la
capitación, mejoras tecnologicas y transparencia
sean los pilares en que se base el programa.
Responsabilizar a los funcionarios de algo que
la sociedad como parte involucrada no ha sabido
o querido controlar, delegando funciones propias
por incapacidad o desinterés, hace a toda la comu-
nidad parte del problema y la solución no pasa por
defenestrar o ridicularizar al funcionario publico
burocratizado por la ineficiencia y el descontrol,
sino por una participacion responsable y activa
de toda la ciudadania, que además de la critica,
aporte soluciones y sea parte de ese cambio de
actitud frente a problemas comunes de toda
la sociedad. La responsabilidad es de todos.
Las soluciones tambien.