Latinoamerica se debate en sus contradicciones, con gobiernos
que han revertido en pocos años una triste historia de dependencia,
pobreza y sometimiento, pero que a la luz de la vision de sus detractores,
carece del suficiente liderazgo para afrontar la actual fase de crisis del
capitalismo contemporaneo.
Parece paradojico que aquellos que han llevado a sus pueblos por el camino
de la pobreza y marginacion, sean hoy los censores de la gestion de aquellos
que, con infinitas dificultades heredadas, van recorriendo el camino inverso,
con los vicios propios de las burocracias creadas de antemano, sumando
propias, pero en alguna medida, con un poco mas de sentido social que
aquellas ligadas al capitalismo depredador y al neoliberalismo.
Los ejempos hablan por si mismos. En aquellos paises donde se aplica con
rigor este tipo de politicas fogoneadas por el FMI y sus socios financieros,
la desocupacion aumenta, la recesion se agudiza y los pobres de siempre
son los que pagan las consecuencias, traducidas en marginalidad y delincuencia.
La precariedad del poco trabajo existente y la desesperacion de las masas de
inmigrantes provenientes del tercer mundo, hacen un coctel explosivo para
las sociedades del primer mundo contemporaneas, habituadas a mirar de reojo las
ingentes necesidades de los paises menos desarrollados, a endeudarlos con la
complicidad de sus "gobernantes" -siempre haciendo lugar para sus empresas-
y coaccionarlos con un sistema financiero acorde a sus intereses.
Para eternizar las desigualdades, han logrado crear una amplia red de medios
de comunicacion afines al pensamiento unico, que son verdaderas corporaciones
economicas que manipulan a voluntad la opinion publica acorde a sus intereses,
bajo la consigna de la libertad de opinion y de "conciencia" con el aval de
organismos internacionales creados al efecto, digase SIP o similares.
Los utimos acontecimientos desestabilizadores en Bolivia, le tergiversacion
de la actual situacion de Venezuela donde ya se anuncia "fraude" o el nulo
y complice silencio de los grandes medios a la insubordinacion de Prefectura
y Gendarmeria, con mucho de golpe tras un reclamo legitimo, son pruebas mas
que suficientes para desenmascarar intereses economicos que intentan mantener
sus privilegios con desinformacion, aliados politicos interesados y jueces que
privilegian el interes particular en detrimento del bien publico.
Las campañas de demonizacion de gobiernos elegidos democraticamente, que
tienen en su haber el "delito" de haber empezado a mirar un poco mas a sus
eternos postergados, es un claro signo de que, si no se democratiza el negocio
de informar -hoy en manos de unos pocos que han vivido a costa de las pautas
publicitarias de los estados- va a ser dificil que la sociedad vea otra realidad
que la que le cuentan aquellos que en funcion de sus intereses, no dudan en
poner en riesgo el orden democratico, o lo que es mas claro todavia, poner
sus estructuras informativas al servicio de los nostalgicos que siguen fogoneando
sublevamientos militares, inseguridad y una supuesta falta de libertad, que en
los hechos, no es mas que otra ofensiva para seguir conservando privilegios.