10 jul 2014

El problema del espionaje de Silicon Valley

El problema del espionaje de Silicon Valley

En una carta reciente dirigida al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, el director ejecutivo de Cisco Systems, John Chambers, pidió que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) dejara de interceptar los productos de la empresa para instalar dispositivos destinados a espiar a sus clientes extranjeros. Esta es la última de una serie de revelaciones sobre cómo se ha reclutado, voluntaria o involuntariamente, a las compañías de tecnología de la información estadounidenses en la “guerra contra el terrorismo” –revelaciones que amenazan la primacía global del sector de tecnología de la información estadounidense.
Desde que se reveló la magnitud de la intervención de la NSA, los gobiernos y grandes empresas extranjeras están cuestionando la capacidad de las empresas estadounidenses de tecnología de la información para garantizar la seguridad de sus productos. La posición central de los Estados Unidos en la economía de la información mundial, que parecía segura hace apenas dos años, está ahora en peligro –un hecho que debería generar serias preocupaciones para todo empresario, ejecutivo, empleado e inversionista de riesgo de la industria estadounidense.
obama- silicon valey 500x250
Esta situación resulta bastante irónica. Después de todo, el liderazgo global de los Estados Unidos en materia de tecnología de la información se origina directamente en sus estructuras de seguridad nacional. Después de la Segunda Guerra Mundial, y especialmente después del lanzamiento del satélite Sputnik de la Unión Soviética en 1957, los Estados Unidos hicieron grandes inversiones en ingeniería eléctrica y, posteriormente, en ciencias de la computación.
La contratación con reembolso de costos permitió que las que eran entonces pequeñas empresas de tecnología como Hewlett-Packard y Fairchild Semiconductor cargaran a al Departamento de Defensa el precio de la investigación y el desarrollo que ninguna podía pagar por sí sola. Esto permitió que esas empresas crearan productos de tecnología que con el tiempo dieron lugar a mercados y sectores económicos totalmente nuevos.
El gobierno de los Estados Unidos también hizo inversiones masivas y continuas en las investigaciones universitarias, lo que fortaleció la oferta nacional de ingenieros y científicos. Estas personas altamente calificadas crearon incontables tecnologías nuevas, como las gráficas computacionales, los semiconductores, equipos para redes, software innovador y la propia Internet.
De hecho, actualmente el gobierno de los Estados Unidos sigue dando apoyo vital a las investigaciones científicas y de ingeniería. En 2012, el Departamento de Defensa invirtió 1.3 mil millones de dólares nada más en ingeniería eléctrica y ciencias computacionales, mientras que la Fundación Nacional para la Ciencias invirtió 900 millones de dólares adicionales. Las fuerzas armadas estadounidenses han proporcionado un financiamiento particularmente importante a los investigadores universitarios dedicados a la seguridad y el cifrado cibernético.
Puesto que tantos de los principales empresarios, ejecutivos e investigadores estadounidenses han recibido apoyo del Departamento de Defensa, no debe sorprender que los fundadores y ejecutivos de Google, por ejemplo, hayan intercambiado correos electrónicos amigables con funcionarios de la NSA. Los contactos profesionales y personales hicieron relativamente fácil reclutar a los líderes corporativos para la guerra contra el terrorismo. Aparentemente, pocos consideraron las consecuencias potenciales de su participación.
Es notable la longevidad y profundidad de la relación resultante entre Silicon Valley y Washington, DC. Por ejemplo, se dice que Oracle, el gigante del software para bases de datos tiene vínculos estrechos con la CIA. De manera similar, la empresa Keyhole, Inc., financiada en parte por la CIA, formó parte de las adquisiciones que dieron lugar a Google Maps. La empresa de capital de riesgo de la CIA en Silicon Valley, In-Q-Tel, tiene por objetivo asegurar que los intereses de las estructuras de seguridad nacional de los Estados Unidos se implanten en las compañías nuevas de tecnología.
La consecuencia de estos vínculos es que la industria de tecnología de la información estadounidense se ha convertido en un agente del Estado de seguridad nacional. Eso socava la confianza de los consumidores en la disposición o capacidad de las empresas para garantizar su privacidad, y dificulta que las empresas pongan objeciones morales cuando, por ejemplo, China restringe sus operaciones en su territorio.
Puesto que el sector de la tecnología de la información estadounidense lleva una ventaja tan grande a nivel global, el impacto de estas percepciones seguirá siendo principalmente local en el corto plazo. No obstante, a medida que las empresas europeas y asiáticas recuperen terreno, la ventaja de los Estados Unidos se deteriorará gradualmente.
Los clientes extranjeros ya están buscando alternativas en industrias existentes y emergentes. Por ejemplo, Cisco está sufriendo una desaceleración en la región Asia-Pacífico, donde su principal competidora, la empresa alemana SAP, está prosperando. La competencia de Huawei a la que se enfrenta Cisco en China es lo que probablemente provocó la reciente petición de Chambers a Obama. En uno de los campos más nuevos de la tecnología de la información, la computación en la nube, donde las empresas estadounidenses son pioneras, las compañías e inversionistas de muchos países están buscando crear alternativas no estadounidenses.
Prevenir esta amenaza autoinfligida al predominio estadounidense en la tecnología de la información requerirá acciones decisivas de los líderes políticos del país, que son los responsables de esta peligrosa tendencia. En primer lugar, Obama debe exigir, con el apoyo del Congreso, la divulgación de toda la información relativa a las interacciones entre las agencias de seguridad nacional y las empresas estadounidenses de tecnología de la información.
Además, se debe alentar a las corporaciones a los defensores de la privacidad a que recurran a los tribunales para impugnar las solicitudes del gobierno de instalar software espía en productos comerciales. Si los funcionarios del gobierno violan las leyes de privacidad en Estados Unidos o en el extranjero, el Departamento de Justicia debería aplicarles todo el peso de la ley.
En vista del grado en que las actividades de la NSA han erosionado la confianza global en el gobierno y el sector de la tecnología de la información estadounidenses, es indispensable una transparencia total. Ya es tiempo de que los líderes estadounidenses pongan el buen funcionamiento de la maquinaria generadora de riqueza que es la alta tecnología – cuya construcción ha costado a los contribuyentes estadounidenses miles de millones de dólares– por encima de la idea ilusoria de que el único camino hacia la seguridad es un acceso ilimitado al tráfico digital del mundo.
Por Martin Kenneyproject-syndicate.org
Traducción de Kena Nequiz
La ONDA digital Nº 679 (Síganos en Twitter)

9 jul 2014

Buscando excusas para arrasar Palestina

LEANDRO ALBANI 

ISRAELE-PALESTINA_-_Ragazzi_uccisi
El asesinato de tres jóvenes israelíes desató una ola de ataques militares contra Palestina. El pueblo de ese país resiste nuevamente los bombardeos y la represión. Una nueva excusa que permite la muerte de decenas de palestinos.
LEANDRO ALBANI -  Esta vez fueron las muertes de tres adolescentes. Aunque todavía no se conoce con claridad la responsabilidad en el asesinato de los jóvenes israelíes, el gobierno de Tel Aviv nuevamente tomó una decisión conocida: el recrudecimiento de los ataques militares a Palestina, principalmente contra la población de la Franja de Gaza, sumado al arresto masivo de persona.
El pasado lunes 6 de julio, el Ejército israelí encontró los cadáveres de los estudiantes Naftali Frenkel (16), Gilad Shaer (16) y Eyal Yifraj (19), secuestrados y asesinados el 12 de junio. Automáticamente, el primer ministro de Tel Aviv, Benjamin Netanyahu, declaró que el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás “es el responsable y Hamás pagará el asesinato de los niños”.
Hamás, que recientemente acordó una administración de unidad con la organización Al Fatah que dirige la Autoridad Palestina (ANP), gobierna desde el 2006 la Franja de Gaza, territorio de apenas 360 kilómetros cuadrado en el cual habitan más de un millón y medio de palestinos. En esa porción de tierra, los pobladores son asediados de manera sistemática por las tropas israelíes y víctimas de operativos de gran escala, como fue “Plomo Fundido” en 2008-2009, que dejó como saldo más de 1.300 palestinos muertos.
Luego de anunciarse la aparición de los cadáveres en un descampado entre la localidad de Jaljul y la ciudad de Hebrón en Cisjordania, Hamás negó su responsabilidad en el hecho. A su vez, el gobierno israelí acusó como sospechosos a Marwan al Qawasme y Amer Abu Eisha, dos ex presos palestinos. Al conocerse esta noticia, sus familiares expresaron que Israel inventó la versión y así tener una excusa para justificar un nuevo ataque contra Palestina.
Hasta ahora, las autoridades hebreas no han podido ubicar a los supuestos sospechosos y tampoco presentaron pruebas concretas sobre sus responsabilidades en los asesinatos.
¿Quién pone los muertos?
La desaparición de los jóvenes desató los ataques israelíes contra territorio palestino. La agencia Prensa Latina afirmó que en la represión israelí contra la población civil en Cisjordania y Jerusalén dejó nueve personas muertas y decena de heridos, mientras que en la Franja de Gaza fueron asesinadas otras 14 personas, “nueve de ellos durante un bombardeo al amanecer”.
A su vez, las fuerzas de seguridad de Tel Aviv realizaron feroces arrestos. El jueves pasado, la cancillería palestina indicó que desde el 12 de junio pasado 640 palestinos fueron encarcelados, de los cuales once son diputados y 241 menores de edad. Por su parte, Hamás aseguró que el número de detenidos se eleva a ochocientos.
La difusión de los arrestos cometidos por las fuerzas israelíes se conoce al mismo tiempo que un informe efectuado por el Euro-Mid Observer for Human Rights, que reveló que desde 2010 Israel ha detenido a casi tres mil niños y niñas palestinas, entre los 12 y 15 años, que fueron sometidos a torturas físicas y un 25% de ellos juzgados en tribunales militares. De esta manera, Israel viola la Convención de los Derechos del Niño, ratificada por Tel Aviv en 1991.
EIBM o la excusa del imperialismo
La semana pasada, cuando el gobierno israelí ya había encontrado la excusa para arremeter contra la Franja de Gaza, las agencias de noticias internacionales informaron que un grupo denominado Seguidores del Estado Islámico en Bayt Al Maqdis (EIBM) asumió la autoría del hecho. Esta organización, de la que no se tienen antecedentes, se pronunció aliada del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), grupo terrorista que opera en suelo sirio e iraquí, y poco tiene que ver con las principales organizaciones políticas palestinas, Al Fatah y Hamás. Sobre estos dos grupos, el EIBM manifestó que son “organizaciones humilladas” que han “vendido la religión en beneficio de la política”. EL EIIL es responsable del asesinato se cientos de personas en Siria y profesan una rama del islam ortodoxo, además de ser apuntado como un grupo financiado por Estados Unidos, las monarquías del Golfo Pérsico y Turquía, con el objetivo de generar desestabilización y buscar una mayor injerencia de la Casa Blanca en la región.
La venganza
Luego del asesinato de los jóvenes judíos, Mohamed Abu Khdeir, palestino de 16 años, fue secuestrado, torturado, quemado vivo y asesinado la semana pasada. El diario israelí Haaretz señaló que seis personas fueron detenidas por el hecho, de los cuales tres confesaron estar implicados en el crimen. Todos los arrestados son extremistas judíos.
Aunque Netanyahu se comunicó con los familiares de la víctima y les expresó que “impacto” que le produjo el “crimen atroz”, es conocido que el Estado de Israel impulsa la anexión de tierras palestinas a través de colonos judíos, en su mayoría extremistas. Esta metodología, denunciada y rechazada en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), permite que los colonos ingresen en las casas de los pobladores palestinos y los expulsen con violencia. Pese a los pedidos de la ONU para que Israel detenga este mecanismo, Tel Aviv continúa impulsando la construcción de viviendas en tierras palestinas.
En declaraciones a la prensa, la madre de Mohamed Abu Khdeir fue contundente con sus palabras: “No tengo paz en mi corazón. Aunque han apresado a quienes dicen que han matado a mi hijo, sólo van a responder unas preguntas y luego los pondrán en libertad. ¿Para qué? Que los traten igual que nos tratan a nosotros. Que derriben sus hogares y los detengan igual que hacen con nuestros hijos”.
Fricción en Tel Aviv
Si bien Netanyahu ordenó los ataques contra Palestina, en el gobierno de Tel Aviv se observan diferencias que llevaron al actual canciller y miembro del partido Israel Beiteinu, Avigdor Lieberman, anunció que su organización ha roto la alianza con Likud, el partido gobernante. Igualmente, Lieberman seguirá en su puesto ministerial, aunque declaró a la agencia AFP que “no es ningún secreto que hay desacuerdos fundamentales que ya no permitan el trabajo conjunto. Nos separaremos y haremos una facción separada”.
Por supuesto, la diferencia entre ambas organizaciones no tiene que ver con la cacería desatada contra los palestinos, sino con la negativa de Netanyahu de efectuar una operación militar de gran escala contra la Franja de Gaza. Para Lieberman, se debería lanzar una incursión por tierra y aire, similar a la “Operación Escudo Defensivo” cuando en 2002 Israel atacó militarmente Cisjordania.
La misma historia
En 1974, el periodista Rodolfo Walsh escribió una serie de crónicas sobre Palestina, publicadas en el diario La Opinión. Luego de viajar a Líbano y a los territorios palestinos ocupados, Walsh remarcaba que Israel sostiene “un perpetuo estado de ‘represalia’” contra los palestinos y mantiene una “propaganda que empieza a volverse torpe describe cada acción de sus fuerzas como respuesta a un acto de terrorismo”. Y agregaba: “el palestino despojado de su patria se ha convertido en agresor, la víctima en verdugo”.
Esta situación relatada por Walsh no ha cambiado; todavía más, se ha profundizado e Israel siempre tiene una excusa bajo su manga para continuar con su permanente invasión en suelo palestino. Los hechos, irrefutablemente, lo demuestran.

Cuba-USA: algo se está moviendo

IGNACIO RAMONET / 

ramonet ignacio
IGNACIO RAMONET – En el libro que acaba de publicar sobre sus experiencias como secretaria de Estado durante el primer mandato (2008-2012) del presidente estadounidense Barack Obama, titulado Decisiones difíciles (1), Hillary Clinton escribe, a propósito de Cuba, algo fundamental: “Al terminar mi mandato, le pedí al presidente Obama que reconsiderase nuestro embargo contra Cuba. No cumplía ninguna función y obstaculizaba nuestros proyectos con toda América Latina.”
Por primera vez, una personalidad que aspira a la presidencia de Estados Unidos afirma públicamente que el bloqueo impuesto por Washington –¡desde hace más de cincuenta años!– a la mayor isla del Caribe no cumple “ninguna función”. O sea, no ha permitido doblegar a ese pequeño país a pesar del gran sufrimiento injusto que le ha causado a su población. Lo fundamental en la constatación de Hillary Clinton son dos aspectos.
Primero, rompe un tabú diciendo en voz alta lo que desde hace tiempo todos saben en Washington: que el bloqueo no sirve para nada. Y segundo, más importante, declara esto en el momento en que arranca su trayectoria hacia la candidatura demócrata a la Casa Blanca; es decir, no teme que esa afirmación –a contracorriente de toda la política de Washington hacia Cuba en el último medio siglo– constituya un obstáculo para ella en la larga batalla electoral que tiene por delante hasta las elecciones del 8 de noviembre de 2016.
Si Hillary Clinton sostiene una postura tan poco convencional es, en primer lugar, porque asume el desafío de responder sin temor a las duras críticas que no dejarán de formularle sus adversarios republicanos, ferozmente hostiles a todo cambio de Washington con respecto a Cuba. Y, en segundo lugar, y sobre todo, porque no ignora que la opinión pública estadounidense ha evolucionado sobre ese tema y es hoy “mayoritariamente” favorable al fin del bloqueo.
Al igual que Hillary Clinton, un grupo de unos cincuenta importantes empresarios (2), ex altos cargos estadounidenses de distintas tendencias políticas e intelectuales, sabiendo que el presidente de Estados Unidos no posee la facultad de levantar el embargo, que no depende del Gobierno sino de una mayoría cualificada de demócratas y republicanos en el Congreso, acaban de pedirle a Obama, en una carta abierta (3), que utilice las prerrogativas del poder ejecutivo para introducir “cambios más inteligentes” en su relación con Cuba y se acerque más a La Habana en un momento en el que, señalan, la opinión pública es favorable a ello.
En efecto, una encuesta realizada en febrero pasado por el centro de investigación Atlantic Council afirma que el 56% de los estadounidenses quiere un cambio en la política de Washington con La Habana. Y, más significativo, en Florida, el Estado con mayor sensibilidad hacia este tema, el 63% de los ciudadanos (y el 62% de los latinos) también desea el fin del bloqueo (4). Otro sondeo más reciente, realizado por el Instituto de Investigación Cubano de la Universidad Internacional de Florida, demuestra que la mayoría de la propia comunidad cubana de Miami (5) pide que se levante el bloqueo a la isla (un 71% de los consultados considera que el embargo “no ha funcionado”, y un 81% votaría por un candidato político que sustituyese el bloqueo por una estrategia que promoviera el restablecimiento diplomático entre ambos países) (6).
Y es que, contrariamente a las esperanzas que surgieron después de la elección de Barack Obama en noviembre de 2008, Washington ha mantenido una suerte de inmovilismo en sus relaciones con Cuba. Justo después de asumir su cargo de presidente, Obama anunció –en la Cumbre de las Américas, celebrada en Trinidad y Tobago, en abril de 2009– que le daría a las relaciones con La Habana un “nuevo rumbo”.
Pero se limitó a gestos poco más que simbólicos: autorizó que los estadounidenses de origen cubano viajasen a la isla y enviasen cantidades acotadas de dinero a sus familias. Después, en 2011, adoptó nuevas medidas, pero también de escaso alcance: permitió que grupos religiosos y estudiantes viajaran a Cuba, consintió que los aeropuertos estadounidenses acogieran vuelos chárter a la isla y amplió el límite de las remesas que los cubano-estadounidenses podían transferir a sus parientes. Poca cosa en relación con el formidable contencioso que separa a los dos países.
Entre los diferendos, está el caso de “los Cinco” (7) que ha conmovido a la opinión pública internacional (8). Esos agentes de inteligencia cubanos, detenidos en Florida por el FBI en septiembre de 1998 cuando realizaban misiones de prevención contra el terrorismo anticubano, fueron condenados en un juicio político típico de la Guerra Fría (auténtico linchamiento jurídico) a altas penas de prisión.
Condenas tanto más injustas cuanto que “los Cinco” no cometieron ningún acto de violencia, ni procuraron información sobre la seguridad de Estados Unidos. Lo único que hicieron, corriendo riesgos mortales, fue prevenir atentados y salvar vidas humanas. Washington no es coherente cuando dice combatir el “terrorismo internacional” y sigue auspiciando en su propio territorio a grupos terroristas anticubanos (9). Sin ir más lejos, el pasado abril, las autoridades de la isla detuvieron a un nuevo grupo de cuatro individuos, vinculados a Luis Posada Carriles (10), venidos una vez más de Florida con la intención de cometer atentados.
Tampoco hay coherencia cuando acusan a “los Cinco” de actividades antiestadounidenses que jamás existieron, mientras Washington sigue empeñado en inmiscuirse en los asuntos internos de Cuba y en fomentar un cambio de sistema político.
Lo acaban de volver a demostrar las recientes revelaciones sobre el asunto “ZunZuneo” (11), esa falsa red social que una agencia del Departamento de Estado (12) creó y financió ocultamente entre 2010 y 2012 con la intención de provocar en la isla protestas semejantes a las de las “revoluciones de colores”, de la “primavera árabe” o de las “guarimbas” venezolanas, para exigir después, desde la Casa Blanca o el Capitolio, un cambio político. Todo esto demuestra que Washington sigue teniendo hacia Cuba una actitud retrógrada, típicamente de Guerra Fría, etapa que terminó hace un cuarto de siglo…
Semejante arcaísmo choca con la postura de otras potencias. Por ejemplo, todos los Estados de América Latina y del Caribe, cualesquiera que sean sus orientaciones políticas, han estrechado últimamente sus lazos con Cuba y denuncian el bloqueo.
Esto se pudo comprobar, el pasado enero, en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) reunida precisamente en La Habana. Washington sufrió un nuevo desaire el mes pasado, en Cochabamba (Bolivia), durante la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuando los países latinoamericanos –en una nueva muestra de solidaridad con La Habana– amenazaron con no acudir a la próxima Cumbre de las Américas, que tendrá lugar en 2015 en Panamá, si Cuba no es invitada a participar.
Por su parte, la Unión Europea (UE) decidió, el pasado febrero, abandonar la llamada “posición común” con relación a la isla, impuesta en 1996 por José María Aznar, en ese momento presidente del Gobierno de España, para “castigar” a Cuba rechazando todo diálogo con las autoridades de la isla. Pero resultó estéril y fracasó.
Bruselas lo ha reconocido y ha dado inicio ahora a una negociación con La Habana para alcanzar un acuerdo de cooperación política y económica. La UE es el primer inversor extranjero en Cuba y su segundo socio comercial. Con este nuevo espíritu, varios ministros europeos ya han visitado la isla. Entre ellos, en abril pasado, Laurent Fabius –primer canciller francés que realiza una visita a la nación caribeña en más de treinta años–, quien declaró que buscaba “promover las alianzas entre las empresas de nuestros dos países y apoyar a las sociedades francesas que deseen desarrollar proyectos o establecerse en Cuba” (13).
Y es que, contrastando con el inmovilismo de Washington, muchas cancillerías europeas observan con interés los cambios que se están produciendo en Cuba, impulsados por el presidente Raúl Castro, en el marco de la “actualización del modelo económico” y en la línea definida en 2011 en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), que representan transformaciones muy importantes en la economía y en la sociedad. En particular, la reciente creación de laZona Especial de Desarrollo en torno al puerto de Mariel así como la aprobación, el pasado marzo, de una nueva Ley de Inversión Extranjera suscitan un gran interés internacional.
Las autoridades consideran que no existe contradicción entre el socialismo y la iniciativa privada (14). Y algunos responsables estiman que esta última (que incluiría las inversiones extranjeras) podría abarcar hasta el 40% de la economía del país, mientras el Estado y el sector público conservarían el 60%. El objetivo es que la economía cubana sea cada vez más compatible con la de sus principales socios en la región (Venezuela, Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia), donde coexisten sector público y sector privado, Estado y mercado.
Todos estos cambios subrayan, por contraste, el empecinamiento de la Administración estadounidense, autobloqueada en una posición ideológica de otra época. Aunque, como hemos visto, cada día son más numerosos aquellos que, en Washington, admiten que esa postura es errónea y que, en la política hacia Cuba, es urgente salir del aislamiento internacional. ¿Los escuchará el presidente Obama?
(Tomado de Le Monde Diplomatique) 
(1) Hillary Rodham Clinton, Hard Choices, Simon & Schuster, Nueva York, 2014.
(2) Entre los empresarios que figuran: J. Ricky Arriola, presidente del poderoso consorcio Inktel; los magnates del azúcar y del sector inmobiliario Andrés Fanjul y Jorge Pérez; el empresario Carlos Saladrigas, y el petrolero Enrique Sosa, además de otros emprendedores multimillonarios.
(3) Léase El Nuevo Herald, Miami, 20 de mayo de 2014.
(4) Léase Abraham Zembrano, “¿Se acerca el fin del embargo a Cuba?”, BBC Mundo, Londres, 20 de febrero de 2014.http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/02/140211_cuba_eeuu_embargo_az.shtml
(5) En Miami, principal ciudad de Florida, viven unos 650.000 expatriados cubanos.
(6) El País, Madrid, 17 de junio de 2014.http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/17/actualidad/1403022248_144582.html
(7) Los Cinco son: Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Gerardo Hernández, René González y Fernando González. Estos dos últimos han sido liberados y se hallan en Cuba.
(8) En Washington, del 4 al 10 de junio pasado, tuvo lugar el Tercer Encuentro “Cinco días por los Cinco” que reunió a participantes procedentes de decenas de países del mundo, los cuales se manifestaron delante de la Casa Blanca y del Capitolio exigiendo la liberación de “los Cinco”. http://www.answercoalition.org/national/news/5-days-forthe-Cuban-5.html
(9) Cuba es uno de los países del mundo que más ha padecido la lacra del terrorismo (3.500 personas asesinadas y más de 2.000 discapacitados de por vida).
(10) Jefe de diversos grupos terroristas anticubanos, Posada Carriles es en particular el responsable del atentado contra el avión de pasajeros de Cubana de Aviación cuya explosión en vuelo provocó, en 1976, 73 muertos. Reside en Florida, donde goza de la protección de las autoridades estadounidenses.
(11) Las revelaciones fueron realizadas por la agencia de prensa AP (Associated Press).http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/04/140403_zunzuneo_cuba_eeuu_msd.shtml
(12) La Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés), un organismo que opera bajo la dirección del Departamento de Estado.
(13) Alrededor de sesenta grandes empresas francesas están presentes en Cuba. Entre las principales, destacan el grupo Pernod Ricard, que comercializa el ron Havana Club en el mundo, los grupos Accor, Nouvelles frontières, FRAM voyages en el sector del turismo, Bouygues en obras públicas, Alcatel-Lucent en telecomunicaciones, Total y Alstom en energía, y Air France en transporte, entre otros.
(14) Se estima que ya hay unos 450.000 “cuentapropistas” (trabajadores por cuenta propia, comerciantes y pequeños empresarios) en Cuba.

El pacto de las catacumbas vivido por el Papa Francisco

LEONARDO BOFF / ADITAL –
 Ahora con el Papa Francisco este pacto gana plena actualidad. Vale la pena recordar los compromisos asumidos por los obispos.
“Nosotros, obispos, reunidos en el Concilio Vaticano II, conscientes de las deficiencias de nuestra vida de pobreza según el evangelio; motivados los unos por los otros, en una iniciativa en que cada uno de nosotros quisiera evitar la excepcionalidad y la presunción; unidos a todos nuestros hermanos de episcopado; contando sobre todo con la gracia y la fuerza de Nuestro Señor Jesucristo, con la oración de los fieles y de los sacerdotes de nuestras respectivas diócesis; poniéndonos con el pensamiento y la oración ante la Trinidad, ante la Iglesia de Cristo y ante los sacerdotes y los fieles de nuestras diócesis, con humildad y con conciencia de nuestra flaqueza, pero también con toda la determinación y toda la fuerza que Dios nos quiere dar como gracia suya, nos comprometemos a lo siguiente:
1) Procuraremos vivir según el modo ordinario de nuestra población, en lo que concierne a casa, alimentación, medios de locomoción y a todo lo que de ahí se sigue.
2) Renunciamos para siempre a la apariencia y a la realidad de la riqueza, especialmente en el vestir (tejidos ricos, colores llamativos, insignias de material precioso). Esos signos deben ser ciertamente evangélicos: ni oro ni plata.
3) No poseeremos inmuebles ni muebles, ni cuenta bancaria, etc. a nuestro nombre; y si fuera necesario tenerlos, pondremos todo a nombre de la diócesis, o de las obras sociales caritativas.
4) Siempre que sea posible confiaremos la gestión financiera y material de nuestra diócesis a una comisión de laicos competentes y conscientes de su papel apostólico, en la perspectiva de ser menos administradores que pastores y apóstoles.
5) Rechazamos ser llamados, oralmente o por escrito, con nombres y títulos que signifiquen grandeza y poder (Eminencia, Excelencia, Monseñor…). Preferimos ser llamados con el nombre evangélico de Padre.
6) En nuestro comportamiento y en nuestras relaciones sociales evitaremos todo aquello que pueda parecer concesión de privilegios, prioridades o cualquier preferencia a los ricos y a los poderosos (ej: banquetes ofrecidos o aceptados, clases en los servicios religiosos).
7) Del mismo modo, evitaremos incentivar o lisonjear la vanidad de quien sea, con vistas a recompensar o a solicitar dádivas, o por cualquier otra razón. Invitaremos a nuestros fieles a considerar sus dádivas como una participación normal en el culto, en el apostolado y en la acción social.
8) Daremos todo lo que sea necesario de nuestro tiempo, reflexión, corazón, medios, etc. al servicio apostólico y pastoral de las personas y grupos trabajadores y económicamente débiles y subdesarrollados, sin que eso perjudique a otras personas y grupos de la diócesis. Apoyaremos a los laicos, religiosos, diáconos o sacerdotes que el Señor llama a evangelizar a los pobres y los trabajadores compartiendo la vida y el trabajo.
9) Conscientes de las exigencias de la justicia y de la caridad, y de sus relaciones mutuas, procuraremos transformar las obras de “beneficencia” en obras sociales basadas en la caridad y en la justicia, que tengan en cuenta a todos y a todas, como un humilde servicio a los organismos públicos competentes.
10) Haremos todo lo posible para que los responsables de nuestro gobierno y de nuestros servicios públicos decidan y pongan en práctica las leyes, las estructuras y las instituciones sociales necesarias a la justicia, a la igualdad y al desarrollo armónico y total de todo el hombre en todos los hombres, y, así, al advenimiento de otro orden social, nuevo, digno de los hijos del hombre y de los hijos de Dios.
11) Porque la colegialidad de los obispos encuentra su más plena realización evangélica en el servicio en común a las mayorías en estado de miseria física cultural y moral ―dos tercios de la humanidad― nos comprometemos a:
-participar, conforme a nuestros medios, en las inversiones urgentes de los episcopados de las naciones pobres;
-pedir juntos a nivel de los organismos internacionales, dando siempre testimonio del evangelio como lo hizo el Papa Pablo VI en las Naciones Unidas, la adopción de estructuras económicas y culturales que no fabriquen más naciones pobres en un mundo cada vez más rico, sino que permitan a las mayorías pobres salir de su miseria.
12) Nos comprometemos a compartir nuestra vida, en caridad pastoral, con nuestros hermanos en Cristo, sacerdotes, religiosos y laicos, para que nuestro ministerio constituya un verdadero servicio; así:
-nos esforzaremos para “revisar nuestra vida” con ellos;
-buscaremos colaboradores que sean más animadores según el Espíritu que jefes según el mundo;
-procuraremos hacernos lo más humanamente presentes y ser acogedores;
-nos mostraremos abiertos a todos, sea cual sea su religión.
13) Cuando volvamos a nuestras diócesis, daremos a conocer a nuestros diocesanos nuestra resolución, rogándoles nos ayuden con su comprensión, su colaboración y sus oraciones.
Que Dios nos ayude a ser fieles”.
¿No son estos los ideales presentados por el Papa Francisco?
[Traducción de J.M.Gavito Milano]

ROGER RODRIGUEZ:Últimos procesados por la Justicia Militar (II)

Últimos procesados por la Justicia Militar (II)

9 de julio de 2014
CRÓNICAS DE 30 AÑOS EN PERIODISMO

La Voz publicaba que habíamos ido presos, pero la noticia era que la dictadura, de hecho, desproscribía al Frente AmplioLa Voz publicaba que habíamos ido presos, pero la noticia era que la dictadura, de hecho, desproscribía al Frente Amplio

EN CÁRCEL CENTRAL Y LA MISIÓN DE BUENA VOLUNTAD

Últimos procesados por la Justicia Militar (II)

REHENES” DEL CLUB NAVAL
El pequeño celdario conocido como “La Reja”, puerta de ingreso de los presos a la Cárcel Central, era lo más parecido a una jaula del zoológico que podía recordar. Me había criado detrás de la Facultad de Veterinaria, cerca de Villa Dolores, por lo cual conocía muy bien las jaulas de los animales y más de una vez, con algunos adolescentes amigos, había ingresado a horas no permitidas al predio municipal donde también está el Planetario. Pero nunca había quedado dentro de los barrotes.
Hacía pocas horas que el juez militar, capitán de navío Ricardo Moreno, nos había procesado con prisión por el delito de “ataque a la fuerza moral de las Fuerzas Armadas en el grado de vilipendio”, según lo establecido en el Artículo 58 del Código Penal Militar. Ya nos habían tomado las huellas y fotografiado de frente y perfil, y nos había cortado el pelo (no rapados como los presos políticos, pero sí un corte policial, el único que sabía el peluquero de Jefatura). Sólo faltaba que la autoridad pertinente decidiera en qué celda nos colocarían.
Alexis Jano Ros y yo teníamos hambre y frío... también algo de temor. Del otro lado de las rejas, en el patio interior del Pabellón Artigas, unos treinta presos comunes (entonces había comenzado a utilizarse el término “presos sociales”) almorzaban. Entre ellos reconocimos al periodista Julián Murguía, a quien habían encarcelado por el mismo delito una semana antes. En una contratapa de La Democracia escribió un artículo titulado “El pactito feo” donde criticó la negociación política que comenzaba a realizarse en el Club Naval.
El viejo edificio de la Jefatura de Policía de Montevideo. Debajo, la Cárcel Central.El viejo edificio de la Jefatura de Policía de Montevideo. Debajo, la Cárcel Central.
Con su prisión y la nuestra, la dictadura (y los partidos políticos que entonces lo admitieron) había dejado claramente establecido que no aceptaría presiones de prensa. Hacía años (desde Luis Hierro López por el “milicos putos” en los clasificados de El Día en el 76), que no había un periodista preso por el ejercicio de la profesión. Quedamos en una suerte de condición de “rehenes” de la censura y del resultado del propio acuerdo del Club Naval. Nuestro destino era así de incierto.
El sargento Brasil era un hombre grande y ancho, morocho de frontera, de pelo negro rizado, con bigote fino sobre la comisura de los labios y de manos enormes (ya las conocería). Vestía de verde, porque era de la Guardia Republicana. Algo de lo que se jactaba tanto como de botonear a los presos. Nos había recibido con la pregunta de si éramos los periodistas, sólo para corregirnos y con su "desde ahora son presos”, ponernos en el lugar de sumisión que él pretendía...

La casi oculta puerta de la Cárcel Central, en la calle San José, entre Yí y YaguarónLa casi oculta puerta de la Cárcel Central, en la calle San José, entre Yí y Yaguarón
COMER EN “LA JAULA”
Un joven policía se acercó a la jaula y nos dijo que nuestras familias nos habían traído comida. Hacía más de un día que no ingeríamos nada. Nos dio dos paquetes y me animé recortar un papelito y darle una esquela para que le llevara a Sara. Pensando en mi esposa e hijos, escribí con una lapicera de tinta roja que el propio agente me prestó:“Estamos tranquilos con nosotros mismos”. Afuera, la nota tomó un tono épico y algunas radios transformaron el mensaje en un grito de resistencia.
Ajenos a lo que se vivía en la calle, nosotros atacamos la comida que había llegado... En cada paquete había un “Canadiense” del Chivito de Oro. Cuando los abrimos, el olor a frito invadió el subsuelo de Jefatura. Buena parte de aquellos presos no recibían comida desde fuera y subsistían con el “rancho” que día a día les daban. Galletas y algún pan criollo era lo que solía entrar en las visitas... Todos nos miraban mientras devoramos aquella minuta. Pero algo más vino a pasar...
Otro policía se acercó a la reja y dijo que nos habían traído comida. “Si gracias, la necesitábamos”, contestó Alexis limpiándose la boca. El policía acercó entonces otros dos paquetes. Dentro había sendas milanesas en dos panes sobre un gramajo, que sólo podía habernos mandado Gustavo Ibarra, desde El Lobizón. Los presos comenzaron a acercarse como lobos, desafiando la prohibición de hablar con nosotros. Estábamos repletos y les ofrecimos la comida, que pasamos bajo la reja.
Todavía no habíamos entrado a la Cárcel y ya teníamos un grupo de “amigos” que comprendieron que protegiéndonos podrían recibir algo de comida extra... Fue al llegar el tercer paquete de comida (pizzas con muzzarella de El Subte, que nos enviaba la barra de La Voz), cuando el sargento Brasil intervino para que se aceleraran los trámites de ingreso. Aquella jaula donde solían dejar de “plantón” a los nuevos para atemorizarlos, se había convertido en un kiosko de comidas.
Nos internaron en el Pabellón Artigas. Una larga pieza con unas cuarenta cuchetas agrupadas de dos en dos, que obligaba a compartir cercanía con el de la cama adjunta (tuvieron que traernos colchones individuales). Por lo general, se colgaban frazadas como una pared entre los camastros de hierro para disponer de intimidad. Obviamente también nos contaron otras historias... Murguía nos saludó con afecto y dijo que al día siguiente nos hablaba. Se había tensado el ambiente. Un oficial puteaba a gritos a los guardias por la esquela que se filtró al exterior.

Salvador Horacio Paino, fundador de la Triple A y compañero de celda en 1984.Salvador Horacio Paino, fundador de la Triple A y compañero de celda en 1984.
EN EL “PABELLÓN ARTIGAS”
Todos los presos del Pabellón Artigas éramos "especiales". Algunos eran presos comunes y otros, como nosotros, de la Justicia Militar. Estaba un sobrino del propio General Hugo Medina y había un oficial de la Armada (muy pedante él). También había un hombre de Rivera por falsificación de documentos (ayudó a salir del país a una sobrina) y otro al que le decían "El Pollo", porque era acusado de robar aquellos nuevos locales de frituras de aves que se habían instalado en Montevideo. El resto estaba por estafa, arrebato o rapiña... y uno, por homicidio.
La estrella del recinto, al que nadie se atrevía a molestar, era Salvador Horacio Paino, el fundador de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) detenido para su extradición a Argentina luego de escribir el libro"Historia de la Triple A" (un colega de El Día fue quien en realidad redactó aquel libelo) donde daba un testimonio confesional sobre su participación en aquel escuadrón de la muerte que mando constituir José López Rega en 1973 y desde el que participó en cientos de atentados y homicidios, hasta que en 1976 lo desplazó Aníbal Gordon.
Paino me resultaba un ser batracio. Impactaba su piel blanco-verdosa, con lunares y manchas en un rostro que se extendía a la cabeza semicalva. Aunque físicamente era pequeño, su cara inexpresiva daba miedo y un rictus de sonrisa que apenas se reflejaba en los labios podía provocar terror. Quien buscó su conversación fue Julián Murguía (se había dedicado a leer Don Quijote de la Mancha) y luego de un par de charlas comenzaron a jugar ajedrez. Presencié alguna de esas partidas y no exagero si digo que Paino no comía piezas, las giraba entre los dedos como si las desangrara...
Historia de la Triple A, la confesión del Escuadròn de la muerte de Argentina.Historia de la Triple A, la confesión del Escuadròn de la muerte de Argentina.

El "homicida" era un hombre de más de sesenta (aunque su complexión física privilegiada no lo demostrara), moreno, totalmente calvo, de cuello grueso y manos cuadradas. No hablaba con nadie. Su presencia atemorizaba. Un día tomó del cogote al marino (que siempre provocaba de palabras) y lo levantó contra una pared hasta dejarlo morado y con la lengua afuera. Dos policías tuvieron que esforzarse para neutralizarlo y salvar al naval... Él me buscó, quería saber de esos presos nuevos que tanto lío habían armado...
"¿Cuál es su carátula, m'hijo?", dijo mirándome desde la profundidad de sus ojos negros.
"¿Lo qué...?", respondí sin saber a qué se refería...
"Su tipificación de delito... A mí, por ejemplo, me acusan de homicidio", dijo con conocimiento jurídico.
- "Ah... Lo nuestro es vilipendio a la fuerza moral de las Fuerzas Armadas", dije evitando la mirada, como me habían advertido.
"Mmmm... Eso sí que debe de ser jodido", afirmó después de un silencio.
"No, es que yo soy periodista y escribí un artículo donde denunciaba...", quise explicarle.
"¿Y Usted dijo que había sido Usted?", me interrumpió.
"Si, claro, yo admití ante el juez militar la autoría porque...", intenté continuar.
"¡No, m'hijo, no!... ¡¿Cómo va  admitir?!... ¡Usted niegue, siempre niegue!... Aunque lo agarren apretándole la nuez al muerto, ¡niegue!..."
No volvió a hablarnos, pero con un saludo de cabeza y otros gestos, evidenció su respeto para que nadie se metiera con nosotros.

TRASLADO A PUNTA CARRETAS
En cada visita, aquello se transformaba en un cumpleaños. Hasta algún postre entraba. Venían a vernos familiares, colegas, miembros de comisiones de derechos humanos, dirigentes de partidos políticos tradicionales y proscritos, sindicalistas, estudiantes, etc. En la primer semana nos visitó el presidente de la Comisión Nacional de Defensa de la Libertad de Prensa, Dr. Ramón Valdez Costa, cara visible del grupo encabezado por Danilo Arbilla y Neber Araújo. Me explicaron la Ley de Prensa que estaban armando. Mantenía la pena de prisión al periodista. Los putié a todos. 
Es que, desde el día que nos encarcelaron, Alexis y yo, sin acordarlo, mantuvimos una actitud de rebelde resistencia. Le respondíamos a la guardia porque teníamos clara nuestra impunidad como periodistas presos. Cuando nos humillaron rapándonos el pelo, llegamos a pedir un corte a la romana. Cuando nos traían la comida (tres o cuatro veces al día) preguntábamos si alguien quería almorzar o cenar algo en especial. Teníamos cigarrillos y nos daban el lugar del sol en el pequeño patio abierto. Éramos unos guachos atrevidos que estábamos envalentonados desde nuestra inconsciencia.
Cuando nos hicieron la revisión médica, los amenazamos con hacer una huelga de hambre si en una semana no teníamos respuesta a nuestro pedido de liberación condicional. Para reforzar la intimidación, conté que un año antes, luego que me echaran de El Día por integrar el sindicato, en vez de ir a reclamar mi carné de salud a la administración del diario, me había hecho uno nuevo y, por vacunarme otra vez contra la BCG, cuando me agarré un frío, derivé en una corticopleuritis que registró un "foco BK". Es decir, les dije que tenía en mi sangre el tuberculoso Bacilo de Koch.
Los médicos, ambos jóvenes, tomaron nota y -estoy convencido- planificaron su venganza... Una semana después de llegados a la Cárcel Central, el 6 de julio, el sargento Brasil me convocó sin un motivo aparente y me ordenó tomar mi abrigo para un traslado."¿A dónde?", me atreví a preguntar. Y, con una sonrisa, contestó: "Hospital Penitenciario de Punta Carretas... Le ordenan hacer una baciloscopía""Me cagaron", me dije, pero no había tiempo para lamentarse. No pude informar a Alexis y a Murguía, quienes sin entender veían de lejos cómo me ponía la campera de abrigo y salía...

La Cárcel de Punta Carretas es hoy un Shopping. El Hilton Hotel se eleva donde estaba el Hospital Penitenciario.La Cárcel de Punta Carretas es hoy un Shopping. El Hilton Hotel se eleva donde estaba el Hospital Penitenciario.

Quedé esperando en el patio cerrado del pabellón, donde "el Pollo" recibía la visita de su esposa. 
- "¿Qué hacés acá? ¿Tenés visita?", me dijo acercándose...
- "No, me trasladan al Hospital Penitenciario. Pedile a a tu señora que llame a Emiliano Cotelo en CX 30 y le avise a mi mujer", conté con dramatismo. 
El Pollo y su señora vieron cuando vino un policía a trasladarme. Automáticamente sacó sus esposas y yo puse las muñecas. Cuando salía les hice una guiñada. Asintieron con la cabeza. Me metieron en una chanchita en el subsuelo de Jefatura, me sacaron por San José y no fue difícil adivinar el recorrido: tomaron por Yaguarón, Gonzalo Ramírez, Carlos María Morales, Rambla Argentina, Rambla Wilson, Julio María Sosa, Bulevar Artigas y por Héctor Miranda, entramos de frente al Penal de Punta Carretas, a cuyos fondos estaba el edificio del Hospital Penitenciario.
Cuando llegamos, estaba anocheciendo. Me dejaron en una pieza bajo una de las torres de la puerta (donde ahora está el Mc Café) y me hicieron desnudar. Hacía mucho frío. Me dio calor la bronca, la vergüenza y la adrenalina del miedo. Me llevaron por un corredor debajo de los pabellones hasta el patio del fondo y desde allí ingresamos al edificio de tres plantas del lúgubre Hospital carcelario. Yo pensaba que me tomarían una muestra de flemas y me devolvería a la Cárcel Central. Pero, entonces, me comunicaron: "No. Usted se queda acá tres días, que es lo que dura el examen".
Tenía la boca reseca de angustia. Me costó escupir en el frasquito de la prueba. Me llevaron a una celda del sector "Infectocontagiosos". Una pieza de dos por tres, cubierta de azulejos blancos, con una camilla por cama y una ventana con rejas hacia el sur. Por un vidrio roto entraba el frío viento del mar. "Acá no me quedo", protesté. "Obedezca y cállese", dijeron. "Acá estuvo hasta el político Bernardo Pozzolo (en la campaña de las internas del 82 también había sido procesado) y no se quejó", agregó. "Es problema de él... pero si yo me quedo acá, voy a terminar enfermo de tuberculosis antes de que me den el resultado", reclamé sin suerte. Me sentí muy solo.

MISIÓN DE LA BUENA VOLUNTAD
El domingo 8 llegó a Uruguay un grupo denominado “Misión de Buena Voluntad Latinoamericana”, integrado por diputados y personalidades, quienes habían sido convocados por el Movimiento Justicia y Derechos Humanos (MJDH) de Porto Alegre, el Comité de Solidaridad con la Luchas del Pueblo Argentino para la Democracia de Río de Janeiro y la Comisión Peronista de Derechos Humanos de Buenos Aires. Tenían dos objetivos: la libertad de los presos políticos y la no extradición por razones políticas en América Latina. 
Uno de los que encabezaba aquella movida era Jair Krischke, presidente del Movimiento Justicia y Derechos Humanos, a quien ya había conocido en Convicción durante la cobertura de la liberación de Lilián Celiberti y Universindo Rodríguez, quienes salieron de prisión a fines de 1983, luego de ser secuestrados en Porto Alegre en 1978 y trasladados ilegalmente a Uruguay en el marco de la coordinación de un Plan Cóndor del que recién comenzábamos a encontrar y entender sus primeras plumas.

Jair Krischke junto a Universindo Rodríguez y Lilian Celiberti a mediados de los años ochenta en Montevideo.Jair Krischke junto a Universindo Rodríguez y Lilian Celiberti a mediados de los años ochenta en Montevideo.

Con Jair, habíamos planificado un encuentro de periodistas en Porto Alegre. No pude ir porque nos metieron presos. Krischke, venía desde hacía días integrando la “Misión” y se enteró de la novedad cuando llegó a Montevideo. Sara, angustiada, lo fue a ver al Hotel en que se alojaban y le explicó que estábamos presos en Cárcel Central y que me habían trasladado al Hospital Penitenciario a los fondos de la Cárcel de Punta Carretas (donde hoy se eleva el Hilton Hotel, detrás del Shopping).
“¿Cuándo es la visita?”, preguntó Jair. “A la Cárcel Central de tarde, pero está en Punta Carretas”, le explicó. Jair pensó unos minutos y decidió visitarme en la Cárcel Central en la mañana del lunes, luego de una conferencia de prensa en el Colegio de Abogados que presidía Rodolfo Canabal.  Aunque no era horario de visitas, Jair, acompañado por Sara, fue recibido por una autoridad de la Policía, pero de nada valieron sus alegatos de que era mi abogado y defensor de derechos humanos. Un grupo de parlamentarios fue a ver a Wasem Alanís que agonizaba en el Hospital Militar, otros fueron a visitarme a la Cárcel, pero no los dejaron entrar, porque el preso no estaba. Jair denunció la situación a las agencias internacionales de noticias y logró el escándalo mediático buscado.
Aquella histórica Misión de la Buena Voluntad de 1984, estaba integrada por los argentinos Carlos Miguel Kunkel (ex diputado), Gustavo Herrera (Juventud Peronista), Raquel Mac Donald y Delia Carmelli de Puiggrós (Comisión Peronista de DD HH), y Ricardo Rodríguez Saá (Intransigencia y Movilización Peronista); desde Bolivia, los diputados Roger Cortes (PSB) y Miguel A. Mufarech, Cristina T. de Quiroga Santa Cruz (viuda de Marcelo Quiroga Santa Cruz) y Ramiro Carrasco; de Brasil estaban Jair Krischke (MJDH), Bayard Demaria Boiteux (PDT), Mário Silva P. de Castro (CUT) y los diputados federales Lucio Alcántara, Clemir Ramos, Luiz Dulci, Aldo Arantes y Anselmo Farabuline; por Chile, Ana María Amagada (PS); de Colombia, los diputados Benjamín Ardila y Horácio Serpo Uribe, con Socorro Ramírez (Comisión de Paz); de Costa Rica, los diputados Alonso Montero Mejia y Sergio Eric Ardón; de Ecuador, los diputados Alejandro Carrión y Jacinto Velásquez; de Haití  el poeta Paul Laraque; de México, Cuauhtémoc Sandoval (PSUM) y Antonio Tenorio (PRI); de Panamá, Moises Torrijos (PRD) y Didimo Escobar (Federación de Estudiantes); de Perú, los diputados Javier Diez Canseco y Augustín Haya de La Torre, con Ezequiel Robles (Coordinadora de DDHH); y de Venezuela, el Senador Elizard Díaz Rangel, presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP). Varios de ellos se destacarían en los años siguientes...

El monumento a José Artigas, frente al Palacio Estévez, vieja Casa de GobiernoEl monumento a José Artigas, frente al Palacio Estévez, vieja Casa de Gobierno
ELLOS SABEN LO QUE HACEN”
Aquel lunes 9 de julio (hace hoy 30 años), era el aniversario de la histórica represión que terminó con la prisión del general Líber Seregni por “asonada” y la clausura de El Popular y encarcelamiento de sus trabajadores... Jair había organizado, con Efraín Olivera del SERPAJ, Cacho López Balestra, Carlos Etchegoyen y otros, un “operativo relámpago” en el que la Misión de Buena Voluntad iría a Plaza Independencia para colocar a los pies de Artigas una ofrenda floral (“Por la Libertad y Por la Democracia”, rezaba) que específicamente les habían prohibido.
Todo estaba cronometrado y hasta periodistas y fotógrafos de agencias internacionales habían sido reservadamente convocados. Había una llovizna fría que por momentos les lastimaba las caras, pero el grupo llegó a la Plaza antes del mediodía, acompañados de un centenar de personas y, para sorpresa de la guardia de Granaderos, la combi blanca de Efraín Olivera se estacionó, bajaron las flores, y las colocaron sobre el granito negro. El colombiano Arila fue el encargado de pronunciar un discurso histórico que había escrito un rato antes en una Olivetti del hotel...
Original del discurso del colombiano Benjamín Arila ante el Gral. Artigas.Original del discurso del colombiano Benjamín Arila ante el Gral. Artigas.
“Protector de los pueblos libres... Fundador de la nacionalidad Oriental. José Artigas... ¡Qué bien nos suena tu nombre, oh Padre inmortal! Hemos venido a verte en tu prisión de espantos. Bolívar nos enseñó de niños que la patria es la América Latina, mulata, mestiza y tropical; y nos habló de tí como de un hermano. Por eso hemos tomado como hijos nuestros a los huérfanos del Continente en lucha y les damos el abrigo de 20 banderas en este mediodía lleno aún de nubarrones”, recitó con ese tono dulce del caribeño.
“De México te traemos el Zarape cinco veces mutilado. De Centroamérica, istmo de lagos y volcanes, te aportan las espinas para la corona de redentores que brillan como joyas en la noche sin término. Los colombianos te entregamos una rosa blanca, la primer que hemos logrado arrancar entre todos a la tierra en años de sequía y de horror. Del Brasil vienen los recuerdos de Tiradentes, cristo de la libertad, y la voz encendida de justicia y de amor”, continuó mientras elevaba la firmeza de su voz.
“Los Incas nos muestran los miembros de Tupac Amarú descuartizado por amar a su pueblo y reivindicar el imperio socialista de sus ayeres. Los Bolivianos presentan a sus mineros en columna por hileras en busca de un amanecer que no quiere llegar. Los Argentinos te muestran las cadenas rotas, manchadas aún con la sangre inocente vertida...”, dijo con un énfasis que llevó a que la guardia de los Blandengues comenzara a moverse en posición defensiva.
“¡Padre Artigas! (proclamó Benjamín Arila) ¡La América Morena se inclina ante tu bronce!... Te promete seguir adelante y te pide que... (dijo y, señalando con su dedo a la entonces Casa de Gobierno, gritó) ¡no los perdones, porque sí saben lo que hacen!... ¡Somos embajadores de la esperanza!”, concluyó, mientras los presentes comezaron a entonar el himno nacional. Cuando un grupo de soldados de fajina asomaba por detrás del Palacio Estévez para desalojarlos, siguieron caminando hacia Ciudad Vieja. Por la calle Sarandí sintieron el calor de una brisa de libertad... Era el mismo viento que a mí me congelaba en Punta Carretas... (Continuará)

Roger Rodríguez
(9 de julio de 2014)

Últimos procesados por la Justicia Militar (Primera parte) en:

Kiev promete una "sorpresa" en su siguiente ataque contra los milicianos del este

Kiev promete una "sorpresa" en su siguiente ataque contra los milicianos del este

Kiev, 8 jul (Nóvosti)


La siguiente ofensiva de Kiev será “una sorpresa desagradable” para los milicianos de Donetsk y Lugansk pero los detalles aún no se revelan, declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko.
También confirmó que las fuerzas de Kiev liberaron completamente la ciudad de Konstantinovka, de casi 100.000 habitantes, situada en el norte de Donbás.
Según Lisenko, el territorio en el este de Ucrania que controlan los milicianos se redujo por dos desde el inicio de la operación militar.
El pasado fin de semana los militares ucranianos tomaron bajo su control las localidades de Slaviansk, Kramatorsk, Artiomovsk y Druzhkovka, en el sureste de Ucrania.
Las principales fuerzas de los milicianos abandonaron esas ciudades y se trasladaron a Donetsk, Gorlovka y Snezhnoe. Al mismo tiempo, informaron haber dejado en Slaviansk y Kramatorsk pequeñas guarniciones y grupos de sabotaje.
© REUTERS Gleb Garanich
Kiev prometió efectuar un bloqueo de Donetsk y Lugansk para hacer rendirse a los milicianos.
A mediados de abril Kiev lanzó una "operación antiterrorista" contra las milicias independentistas de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, que se alzaron tras el cambio de gobierno en febrero pasado y anunciaron más tarde su secesión.
El pasado 20 de junio, el presidente ucraniano Petró Poroshenko declaró un alto el fuego que duró hasta el 1 de julio.
Durante la tregua, Kiev y las milicias se acusaron mutuamente de violarla en múltiples ocasiones.