23 sept 2025

DIME CON QUIEN ANDAS Y TE DIRE QUE ENTREGAS

ARGENTINA
Milei recibirá en EEUU fondos que le permitirán seguir en el poder

Claudio della Croce
On Sep 22, 2025


Declaración en conjunto entre Javier Milei y Scott Bessent en Casa Rosada


El círculo ojo del poder real busca encontrarle razones a las decisiones que toma el gobierno y que ponen en jaque la lógica tradicional del manejo político y económico. El temor es que el equipo libertario acelere el rumbo de medidas de gestión sin importar una colisión de frente contra una realidad que frustre en las urnas y en el humor social, de cara a las reformas. laboral, fiscal e impositiva que declama Milei.

Milei hace mutis por el foro: encara un nuevo viaje hacia Estados Unidos para participar de la asamblea anual de Naciones Unidas, reunirse con el mandatario estadounidense, Donald Trump, y la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Ambos encuentros intentan ser una señal para los especuladores luego de una semana de tempestades en el frente financiero.

El requerimiento del Gobierno de Javier Milei para lograr un préstamo extraordinario del Departamento del Tesoro que lo salve momentánea de la crisis, genera una dicotomía en el entorno de Donald Trump entre el ala que aborda la cuestión bajo una lógica política, encabezada por el asesor de la Casa Blanca Stephen Miller y la secretaria de Seguridad Kristi Noem y el enfoque de corte más pragmático que es compartido por el secretario de Estado Marco Rubio y su par del Tesoro Scott Bessent.

Rubio defiende la tesis que Estados Unidos no debe operar políticamente en elecciones de otros países. De esa idea proviene una circular que emitió en abril que pide a los embajadores estadounidenses mantenerse al margen de los procesos electorales y evitar cualquier tipo de declaración sobre la calidad de las votaciones. La directora del FMI , expresó su adhesión a los mensajes de Bessent que confirma negociaciones con Argentina por asistencia financiera.


Milei se presenta como el principal aliado de Washington en la región –tras perder EEUU su relación con Brasil, el país más importante de Latinoamérica, por su pelea con Lula da Silva para defender al expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, sentenciado por el Supremo Tribunal Federal por un intento de golpe de Estado,.

Y por eso resulta imperioso acudir en su rescate con un crédito que impida que el oficialismo argentino quede fulminado en las elecciones del mes que viene. Más aún luego que Trump perdiera la relación con Brasil, el país más importante de Latinoamérica, por su pelea con Lula.
Sin futuro

El economista Ariel Maciel señala que una de las teorías que más hondo caló en el establishment es la sostenida por la inmolación casi religiosa ante la falta de costo hereditario: la ausencia del concepto de paternidad o maternidad en los principales cuadros políticos oficialistas, encabezados por Milei. El gen de la creación de La Libertad Avanza está fundado en cuatro espadas que no dejarán descendencia

Ante el imperio del caos cabe observar que la política argentina parece despertar y dar signos de un renacer de la racionalidad. Reconstruir lo institucional implica reparar el modelo de Estado de derecho y reflexionar sobre la posibilidad de una democracia parlamentaria con una Corte Suprema de Justicia ampliada y federa, analiza el exjuez Raúl Zaffaroni.

En medio de uno de los peores momentos de su gobierno, tras la amplia derrota electoral en Buenos Aires, el revés a sus vetos en el Congreso y la posterior caída de bonos, acciones y disparada del riesgo país y el dólar, el Presidente reconoció que el contexto es «duro»: «Sabemos que la cosa está dura, pero no hay que aflojar. Estamos a mitad de camino, no hay que entregarse. Hacemos un esfuerzo enorme», planteó.

El diario británico Financial Times emitió contundentes críticas de especialistas al plan económico de Milei, al sostener que “esta dinámica no es sostenible” y advertir que la crisis se agudiza en el país. «Argentina gasta 1.000 millones de dólares para defender el peso mientras se agrava la crisis del presidente Javier Milei», tituló el influyente medio especializado en finanzas.

El Financial Times concluye que, de no producirse un cambio inmediato —ya sea mediante mayor fortaleza política o nuevas fuentes de dólares— el gobierno podría verse forzado a ajustar su régimen cambiario antes de lo previsto, lo que tendría consecuencias en su credibilidad y también en su desempeño electoral en octubre



Todas las encuestadoras y consultoras vienen registrando la fuerte caída en los índices de aprobación del gobierno, el cuestionamiento a su política económica, el malestar por sus modos provocativos e insultantes y la corrupción, personificada en Karina, la hermana y mandamás.

El gobierno no tiene posibilidades de resolver ninguno de los problemas socioeconómicos de la Argentina, pero sí tienen posibilidades por agravarlos: la crisis social sigue profundizándose, la economía continuó cayendo trimestre a trimestre, el consumo doméstico sigue por el piso y la capacidad instalada en la industria cayó por ocho meses consecutivos y la sombra (o el fantasma) del default sobrevuela a los genios de la economía libertaria.
¿Triste, sollitario, final?

Con falsas noticias, falsas expectativas, tratan desesperadamente de tapar el final ¿inevitable?,manchado por la alto corrupción de coimas en la provisión de drogas para discapacitados en los más altos niveles del gobierno (la Secretaria General de la Presidencia Karina Milei, el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem, el director de la Agencia Nacional de Discapaciad (Andis) Diego Spagnuolo y el asesor presidencial Eduardo “Lule”Menem)



Despilfarro de dólares (prestados y que debrán see devueltos con intereses) para engañar al público fingiendo estabilidad antes de las elecciones legislativas de medio término de octubre próximo.

Muchos creen que la economía caerá en crisis si el Gobierno sufre una derrota electoral en octubre pero, al mismo tiempo, analizan lo inverso: creen que el resultado de las elecciones estará determinado por cómo esté la economía real, esa que muestra el hambre y la desocupación, más allá de la falta de horizontes para la población.

Un episodio nítido y clásico de la historia política argentina desde mediados de los años 40 del siglo pasado es el enfrentamiento entre peronismo y antiperonismo, que lo retornar ahora la contienda electoral y política, cada uno con sus consignas, orientadas a descalificar al rival antes que a formular propuestas.


Cristina Kirchner y Axel Kicillof: el peromnismo vive

Milei ha defendido su forma de expresarse, argumentando que las acusaciones sobre su salud mental son infundadas y motivadas por intereses políticos. Las críticas, para él, son ataques diseñados para desestabilizar su carrera y desacreditar su compromiso político.

Ha impulsado leyes que afectan la salud mental y psicofísica de los argentinos, incluyendo propuestas que buscan restringir la internación involuntaria y la existencia de hospitales especializados

El antiperonismo, interpretado por Milei, cuyo discurso recurrió a imágenes fúnebres que no disimulaban el deseo de ver muerto al rival. Al estilo de 1951 cuando la derecha proclamaba “viva el cáncer”, cuando Eva Perón agonizaba. Este enfrentamiento, dicen algunos historiadores, está en el origen del estancamiento histórico de la Argentina.

La prensa recuerda que cada semana el gobierno bate un nuevo récord de derrotas parlamentarias, ahora con 2/3 de los legisladores en contra de los planes del gobierno ultraderechista, lo cual le impide gobernar con decretos y vetos –como lo venía haciendo Milei- y agrava su crisis interna. Tampoco tiene buenas noticias de los tribunales, donde Fernando Cerimedo, director de La Derecha Diario, confirmó que Milei había sido informado de las coimas con drogas para discapacitados.

Pero el mandatario desacreditó como «chimento de peluquería» el contenido de los audios que derivaron en la investigación del esquema de corrupción en la Andis, que robaba remedios a los discapacitados. Un nuevo 
escándalo que se suma a estafa de la criptomoneda $LIBRA y, ahora, siendo parte de una organización . Sin lugar a dudas, el presidente tiene responsabilidad penal e inicia la campaña por las legislativas de octubre golpeado por una dura derrota electoral ante el peronismo y lastrado por las rencillas dentro de la ultraderecha



Javier Milei ha perdido su estrella. Su poder redentor emanado de las “fuerzas de cielo”, como suele repetir, cayó derrotado sin piedad ante el kirchnerismo, émulo de todos los males posibles, según su discurso. Echarle la culpa al kirchnerismo y no tener propuestas concretas lo ha llevado a perder catastróficamente las elecciones bonaerenses, lo que muy posiblemente le cueste su sueño de seguir en el gobierno en 2027. Para eso falta mucho….y se le puede atravesar un juicio político.

*Economista y docente argentino, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la


Las inconsistencias del plan económico aprietan a Milei. Con la banda al cuello


Por David Cufré




El presidente Javier Milei dice que todo marcha de acuerdo al plan.


Después de una semana caótica, el dólar quedó al borde del techo de la banda de flotación. Los escenarios que se abren a seis semanas de las elecciones. ¿Devaluación, cepo, ayuda del FMI?
Las bandas de flotación cambiaria están acabadas. Como en la película Sexto Sentido, al único que le falta reconocerlo es al protagonista de la historia, en este caso el gobierno de Javier Milei.

El cachetazo electoral en la provincia de Buenos Aires y la respuesta posterior del mercado, llevando el dólar mayorista a 1453 pesos, a solo 1,3 por ciento del techo de la banda de flotación, en 1472 pesos, dejaron al oficialismo en estado de conmoción.

"Todos saben que después del 26 de octubre habrá un tipo de cambio más alto y que la banda actual quedará desactivada. Lo piden el FMI, el establishment y el mercado, pero sobre todo es evidente porque no hay dólares para resistir", analiza Jorge Carrera, ex vicepresidente del Banco Central.

"El esquema de bandas tiene fecha de vencimiento. Cuando se pierde credibilidad en el instrumento no hay tasa de interés, encajes, ni intervenciones en dólar futuro que alcancen", coincide Pedro Gaite, economista jefe de FIDE.

La pregunta por estas horas es si el Presidente y el ministro de Economía, Luis Caputo, intentarán gastarse las pocas municiones que les quedan para sostener la ficción de un tipo de cambio inviable, para no quedar desnudos de cara a los comicios del 26 de octubre, o si darán un nuevo volantazo, presentado como el adelantamiento de la fase 4 del programa económico, que les permita salvar no tanto el resultado electoral, sino los próximos dos años de gobierno.

La respuesta por ahora fue poco menos que fingir demencia. La versión del equipo económico ante banqueros y grandes empresarios tras la derrota del domingo fue que la inestabilidad cambiaria obedece al ruido político y que una vez superada la instancia de las elecciones, el supuesto ordenamiento fiscal permitirá reconstruir la confianza y habilitar una corriente de inversiones que apuntale el plan.

"La banda actual cambiará aunque Milei gane las elecciones", refuta Carrera, porque el problema de fondo es la inconsistencia de un programa que no permite acumular dólares para pagar la deuda.
Plan fallido

La estrategia de ajustar las cuentas públicas caiga quien caiga para bajar la inflación y ganar capital político, junto a la concesión de beneficios extraordinarios al capital a través del RIGI, la desregulación de la economía y las reformas estructurales, de modo de captar inversiones, y que eso apalanque el crecimiento, no resultó.

Hoy el Gobierno se encuentra con el menor capital político desde que asumió, contra las cuerdas, sin el apoyo de los héroes de antaño en el Congreso, con la mayoría de los gobernadores que le dan la espalda. La idea de que el ajuste fiscal era una medicina amarga que traería soluciones ya no cuaja, y lo que gana terreno es el mal humor y la desconfianza por la caída de la economía nuevamente en recesión.

El efecto reactivante al que apuntó el Gobierno con la estabilización del dólar y la baja de la inflación se esfumó, sobre todo porque nunca logró un esquema cambiario consistente y creíble.

Primero lo intentó con la tablita que subía la cotización de la divisa un 2 por ciento mensual. Era la fórmula del crawling peg, de acuerdo a la jerga técnica, que debía establecer un horizonte de confianza para atraer inversiones. Como no terminaba de ser aceptado, en enero de este año Milei redobló la apuesta y redujo la devaluación al 1 por ciento mensual. Sin embargo, en abril tiró todo ese esquema a la basura y tras conseguir un nuevo préstamo millonario del FMI, por 20 mil millones de dólares, pasó al sistema de bandas de flotación.

El cambio no potenció la reactivación esperada, como prometían Milei y Caputo. La industria, la construcción, el comercio y el turismo interno van cada vez peor. Un plan económico que conspira contra esos sectores clave no tiene destino.

Golpe mortal

"El programa económico ya estaba desconfigurado antes del acuerdo con el FMI: tipo de cambio real apreciado, reservas muy negativas, caída del nivel de actividad, ingresos reales en retroceso para personas y empresas. Al firmar el acuerdo con el FMI existía la oportunidad de encauzar la situación: comprar de 4.000 a 5.000 millones de dólares de la cosecha dentro de la banda, como estaba previsto, con un dólar en torno a los 1.250–1.300 pesos", señala Carrera.

"Pero eligieron no hacerlo -reprocha- y apostar, de manera delirante, a bajar la paridad a 1.000 pesos, optando por 'cruzar el desierto' hasta octubre sin agua en la cantimplora, sin sumar reservas. Por tal razón, debieron usar la tasa, la intervención en el spot y en futuros y la manipulación de encajes muy tempranamente y en dosis muy grandes, a lo que se sumó el desmanejo de las LEFI. Resultado: un golpe mortal al nivel de actividad y a la percepción microeconómica del plan por parte de los votantes", completa Carrera la descripción del proceso que condujo al país hasta este punto, y al Gobierno bien al borde de la cornisa.

Para colmo, el "activo" del oficialismo de "no tener a nadie enfrente", con la oposición disgregada y sin candidatos a la vista, terminó el domingo pasado.

¿Devaluación y cepo?


"El Gobierno tiene compromisos de deuda a partir de 2026 que no podrá afrontar sin volver a los mercados para conseguir financiamiento. Para eso tiene que juntar reservas y bajar el riesgo país. Sin embargo, lo que vemos es un drenaje de divisas insostenible por la formación de activos externos. Se están yendo 5.000 millones de dólares por mes por esa vía, cuando debería estar juntando 2.000 millones todos los meses", indica Gaite.

La hipótesis de que el Gobierno devaluará al menos un 20 por ciento después de las elecciones y volverá a implantar el cepo cambiario gana fuerza entre los analistas. Es lo que se describe como el "reseteo" del plan, una suerte de volver a empezar.

Una alternativa a la que apuestan menos porque en principio parece más arriesgada en términos políticos y electorales es hacer eso ahora mismo. Aprovechar el clima recesivo que comprime el traslado a precios del salto cambiario y lanzarse a un pleno que termine con las especulaciones y ordene el panorama. Seria adelantar la jugada y sorprender, con iniciativa política. Eso debería ir acompañado de una verdadera apertura a una negociación política con los gobernadores y la oposición, más el despliegue de una política de ingresos que compense a sectores populares. Por ejemplo, con un bono extraordinario para jubilados, un aumento fuera de programa para el salario mínimo y la reactivación de las paritarias.

"Parece un poco tarde para eso y obligaría a Milei a mostrarse como un león domado. No sé si le dará para tanto", indica Carrera.

La alternativa es aferrarse a la banda de flotación hasta pasar las elecciones, con la autorización del FMI para gastar los dólares prestados para defender el techo. Y profundizar la pelea con la oposición, los jubilados, las universidades, como hasta ahora. Es decir, jugarse a todo nada al modelo libertario, con la banda al cuello.