Planes estadounidenses para invadir Panamá y Groenlandia
WASHINGTON (ANSA)
12.06.2025

Imagen: ANSA/EPA
El Pentágono ya tiene planes listos para invadir Groenlandia y Panamá, meses después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazara con conquistar la isla más grande del mundo y recuperar el control del canal construido por Estados Unidos, que Jimmy Carter entregó a las autoridades locales.
No está claro el grado de avance de las operaciones, pero es otra señal de que la administración del magnate busca mostrar su fuerza en el extranjero tras la dura ofensiva en Los Angeles. La tensión también se extiende a otros estados y se teme una escalada el sábado debido al gran desfile militar en Washington, donde se planean manifestaciones contra el presidente.
Fue el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien lanzó la bomba sobre una posible ocupación estadounidense de territorios independientes en una audiencia de la Cámara de Representantes.
En respuesta a una pregunta de Adam Smith, el demócrata de mayor rango en el comité de defensa, sobre si el Pentágono "está preparado para invadir Groenlandia y Panamá por la fuerza si es necesario", el secretario respondió que la función del Pentágono "es tener planes".
Cuando Smith lo presionó específicamente sobre la ocupación de ambos países, el funcionario reiteró: "Nuestra labor es estar preparados para cualquier eventualidad".
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump amenazó repetidamente con tomar el control de Groenlandia y Panamá por razones económicas y de seguridad, pero hasta ahora parecía más una demostración de fuerza de Donald Trump que una operación concreta.
A nivel nacional, hasta 700 infantes de marina se unirán a la Guardia Nacional en Los Ángeles durante las próximas 48 horas y estarán autorizados a detener a cualquiera que interfiera con los agentes de inmigración o a manifestantes que se enfrenten a agentes federales.
El batallón, según funcionarios de la administración, recibió entrenamiento específico para la misión en California y estará equipado con munición real.
Mientras, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, anunció que ordenó el despliegue de más de 5.000 tropas en todo el estado, junto con más de 2.000 policías en el Estado de la Estrella Solitaria.
Algunas tropas se movilizaron en una protesta el miércoles por la noche en el centro de San Antonio, pero se planean más protestas en ciudades como Houston y Austin en los próximos días, como parte de las manifestaciones nacionales del sábado, coincidiendo con el desfile militar por el 250 aniversario del Ejército en Washington, que coincide con el 79 cumpleaños de Donald Trump.
Se esperan al menos 1.500 protestas en 1.400 ciudades de Estados Unidos, en la mayor manifestación contra Trump de un solo día desde el inicio de su segunda presidencia.
"No me siento como un rey, tengo que pasar por un infierno para conseguir algo", menospreció al presidente, asegurando que si la Guardia Nacional está en las calles no habrá disturbios.
Se espera que un juez de San Francisco se pronuncie sobre la legitimidad del despliegue militar tras la queja de emergencia de Newsom, que cuestiona la autoridad del presidente en este asunto.
Pero el conflicto con el estado, gobernado por los demócratas, no se limita a la práctica.
Según el diario The Washington Post, la administración está considerando recortar una gran parte de los fondos federales a California por incumplir las órdenes ejecutivas de Trump contra las iniciativas de diversidad y contra el despilfarro, el fraude y el abuso por parte del gobierno estatal.
Entretanto, el presidente firmó una medida para derogar una ley de California que prohíbe la venta de automóviles nuevos que funcionen con gasolina para 2035, así como bloquear las políticas estatales destinadas a reducir las emisiones de los tubos de escape de algunos automóviles y la contaminación por óxido de nitrógeno de los camiones.
"Hemos salvado a la industria automotriz estadounidense", declaró el presidente al firmar la medida.
El estado reaccionó de inmediato, anunciando una nueva demanda contra el magnate.
"La agenda divisiva del presidente pone en riesgo nuestras vidas, nuestra economía y nuestro medio ambiente", declaró el fiscal general de California, Rob Bonta.
"Es imprudente, es ilegal y, por esa razón, esperaremos a que la administración Trump comparezca ante los tribunales por vigésima sexta vez", añadió.
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