Vestido con su uniforme de gala y con voz entrecortada, el general del Ejército Rubén Darío Alzate anunció a las 7:00 de la noche de este lunes que pedía la baja del servicio. No pasaron dos horas desde su anuncio cuando el presidente Juan Manuel Santos confirmó que aceptaba la baja del general.
“Salió como un buen militar, con honor militar”, dijo a Caracol Radio el Jefe de Estado, quien respondió con un escueto “sí”, al ser preguntado si aceptaba la baja de Alzate.
Después de varias reuniones con los altos mandos y con el ministro de Defensa, en las que le exigieron explicar por qué decidió moverse sin escolta alguna a una zona de presencia de las Farc, lo que facilitó su secuestro hace dos semanas, Alzate decidió dar por terminados 33 años de vida en las filas militares.
“Agradezco al Hacedor haberme permitido portar el uniforme. Por mi honor militar, como primera virtud del soldado que he respetado sirviendo por más de 33 años de entrega a nuestra patria, y por el amor y respeto a nuestra institución militar, que por este hecho se ha visto afectada, he solicitado al Gobierno Nacional el retiro de mi servicio activo”, dijo el oficial.
“Mi afán de servicio y amor por el pueblo del Chocó me llevaron a no aplicar los procedimientos de seguridad que debía adoptar en mis desplazamientos”, agregó el comandante de la Fuerza de Tarea Titán.
Alzate, secuestrado junto a la abogada Gloria Urrego y el cabo Jorge Rodríguez el pasado 16 de noviembre por las Farc, aseguró que violó los protocolos de seguridad en su afán por acercarse a las comunidades,pues como parte de su misión no solo se preocupó por combatir a la guerrilla, sino también la pobreza estructural del Chocó, dijo.
El general explicó precisamente que el motivo de su viaje a la zona era un proyecto de desarrollo comunitario que estaba gerenciando por Gloria Urrego, su asesora, quien también fue secuestrada con él, y que esa iniciativa “hoy le permite al Chocó tener visión de desarrollo a largo plazo”.
La explicación de Alzate a la pregunta que se hacía todo el país, y que fue reiterada por el presidente Juan Manuel Santos a lo largo de estas dos semanas, fue una supuesta maniobra de distracción que terminó mal.
Su versión es que en Las Mercedes se está desarrollando un proyecto energético que incluye la instalación de turbinas en el río Atrato y que ese domingo decidió visitar la zona después de haberse reunido con autoridades militares y policiales de la zona. “Lideré un esfuerzo de articulación con las comunidades e instituciones con el ánimo de trazar una hoja de ruta plasmada en la agenda estratégica integral Chocó 2038. El esfuerzo fue gerenciado por la doctora Gloria Urrego, de la dirección de gestión de proyectos del Ejército”, dijo.
¿Por qué iba de civil y no con uniforme?
El general Alzate afirmó que a lo largo del año que lleva en el departamento se encontró con la “natural desconfianza” de los pobladores hacia la Fuerza Pública y que por eso decidió no utilizar el uniforme militar ni el dispositivo se seguridad que obligatoriamente deben cumplir los generales.
“Me informé de la situación de inteligencia del área y decidí adoptar medidas como la desinformación de mi ruta y el manejo del bajo perfil”, dijo. Entre esas medidas también incluyó no usar su escolta, vestir de civil “para fortalecer la confianza” y viajar desarmado.
En Las Mercedes, contó, lo abordaron cuatro hombres vestidos de civil que portaban fusiles. Entre ellos, dijo, estaba alias ‘Chaverra’, jefes del frente 34 de las Farc, con presencia en el Chocó.
“Nos secuestraron en total estado de indefensión y eso configura una grave violación de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario”, afirmó.
También dijo que en todo este tiempo estuvo esposado o amarrado a un árbol y que fue sometido con sus compañeros de cautiverio a “largas caminatas y amenazas de muerte”.
Indicó además que los “terroristas de las Farc” lo obligaron a participar en lo que llamó un “show mediático”.
“Fui forzado a ser parte de un show mediático que realizaron con fotos y videos en día de nuestra liberación”, dijo.
El plagio de Alzate generó la suspensión por casi 15 días de las negociaciones de paz en La Habana, que ya llevan más de dos años de haberse iniciado formalmente.
El alto oficial asumió el mando en enero, en una ceremonia que se realizó en Quibdó y que estuvo encabezada por el presidente Juan Manuel Santos y el ministro Juan Carlos Pinzón.
No nos dejaremos imponer fecha de reinicio de diálogos: Farc
Desde Cuba el jefe del equipo negociador de las Farc, Iván Márquez, respondió a las declaraciones de Humberto De la Calle y expresó que a los militares secuestrados no se les dio un trato indigno y que las Farc no se dejaran imponer una fecha de reinicio de los diálogos de paz.
“Debemos decir que quien impuso la suspensión de las conversaciones no puede regresar con la intención de imponer la fecha de su reinicio como si nada hubiera ocurrido”, indicó Márquez.
Agregó que “se deberán recomponer la reglas que conduzcan la marcha del proceso pues el gobierno la rompió averiando el puente de confianza que habíamos construido”.
Insistió que el proceso de paz se debe blindar con un armisticio para evitar que se deteriore el proceso de paz “coincidimos en la idea de pasar de la discusión a la acción”.
Insistió que el proceso de paz se debe blindar con un armisticio para evitar que se deteriore el proceso de paz.
“Coincidimos con la idea de que llegó el momento de pasar de la discusión a la acción, lo cual implicaría que por lo menos se comiencen a ejecutar las transformaciones de que hablan los acuerdos parciales y se frene el impulso de leyes que van en contravía de los mismos. Y en lo que respecta a los gestos de desescalamiento”, puntualizó el jefe negociador de la Farc.
Sobre la polémica fotografía del General Alzate y Pastro Alape en momentos en que se estaban dando las liberación dijo que “la foto que registra el abrazo del comandante guerrillero Pastor Alape con el general del Ejército, Darío Alzate, es la foto de la paz y la reconciliación que la gran mayoría de los colombianos anhelan, y no la del trato indigno que sugiere el jefe del equipo negociador del Gobierno”.
Márquez replicó a Humberto de la Calle también diciendo que “no existe ninguna cláusula en el Acuerdo Humanitario Especial que prohíba la difusión de hechos de paz, como es el momento de una liberación y la expresión de concordia que los abriga”.
Próximas 48 horas son decisivas para que proceso de paz retome impulso
Este martes y miércoles serán días claves para el proceso de paz,en la medida en que los negociadores del Gobierno y de las Farc analicen la forma como deben continuar los diálogos y la manera de darles agilidad, así como la necesidad de concretar medidas para desescalar el conflicto.
Ese análisis, al que estarán dedicadas las partes las próximas 48 horas, lo precipitaron el secuestro del general Rubén Darío Alzatey la suspensión de diálogos que desencadenó esta acción ilegal de la guerrilla.
Este lunes, el presidente Juan Manuel Santos afirmó que los negociadores viajan a La Habana con la instrucción de revitalizar los diálogos a la luz de los recientes hechos.
Santos explicó que la idea es analizar “dónde está el proceso, para dónde vamos y hacer una evaluación fría y objetiva” de este para ver “cómo podemos continuar”. Esto lo dijo también el jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, quien enfatizó en que la guerrilla debe dar muestras reales de que quiere parar la guerra.
De la Calle fue enfático en que un nuevo ritmo debe incluir acciones que permitan concretar el desescalamiento del conflicto, tema que, según confirmó, se viene hablando desde hace varios meses.
Desde la otra orilla, las Farc, a través de un comunicado publicado este lunes en horas de la noche, cuestionaron la forma como el Gobierno quiere reanudar los diálogos: “debemos decir, que quien impuso la suspensión de las conversaciones no puede regresar con la pretensión de imponer también la fecha de su reinicio, como si nada hubiera ocurrido”.
La guerrilla agrega en su comunicado que se “deberán recomponer las reglas” para la marcha del proceso y acusa al Gobierno de haber roto la confianza “que habíamos construido”. Seguido, señalan que están en disposición de continuar y de blindar de manera definitiva las conversaciones “pactando el armisticio”.
Los tiempos del proceso, una preocupación
En algunos sectores del Gobierno existe cierta preocupación por los tiempos del proceso, porque entre más se dilata la firma del fin del conflicto, la percepción ciudadana frente a los diálogos cobra tintes negativos.
Además, en menos de un año son las elecciones regionales, y este puede ser el escenario para medir qué tan viable será la refrendación del proceso.
“No da más espera la concreción de gestos que les demuestren a los colombianos en el terreno que nos aproximamos al fin del conflicto (…) Es la hora de las decisiones”, dijo De la Calle.
Aunque las partes han discutido formas para bajar la intensidad de la guerra, aún no han logrado acordar nada en concreto.
Recientemente, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, advirtió que la guerrilla tenía planeado incrementar sus acciones este fin de año para decretar una tregua navideña, lo cual no ha sido ratificado ni desmentido por las Farc.
La guerrilla insiste en que acordar un cese bilateral del fuego es la mejor manera de desescalar el conflicto, pero el Gobierno mantiene su postura de que ese paso solo se daría al final del proceso.
Para la analista Natalia Springer, todo esto demuestra que “hasta ahora las Farc no han tenido la conciencia de la importancia del tiempo, que parece ser una urgencia del Gobierno pero no de las Farc”.
Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), dijo que la intensidad de la guerra solo bajará cuando la guerrilla muestre “un compromiso para abandonar” acciones como, por ejemplo, el reclutamiento de niños.
Diciembre será clave para la paz. De un lado se conocerá el informe sobre el origen del conflicto, y de otro debe viajar a Cuba otra delegación de víctimas. Pero, aparte de esto, de la nueva dinámica que tome el proceso dependerá en gran medida que la sociedad le ratifique su respaldo.