SAO PAULO (Xinhua)
Foto: Lucio Tavora/Xinhua
Una agenda de inversiones con transferencia de tecnología y diversificación del comercio será una de las principales cuestiones de la cooperación entre Brasil y China dentro del marco de la visita oficial que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, realizará a Beijing y Shanghai entre los días 26 y 31 de marzo, consideraron analistas brasileños.
El primer viaje del tercer mandato de Lula a China tiene lugar con el país asiático como principal socio comercial de Brasil, algo que ocurre desde 2009.
"Para la reindustrialización brasileña sería beneficioso que Brasil y China tuvieran una coordinación de inversiones para diversificarlas y salir de la concentración existente en las áreas minera y agropecuaria", aseguró a Xinhua Bruno De Conti, profesor de economía e investigador del Centro de Estudios Brasil-China de la estatal Universidad de Campinas (Unicamp), en Sao Paulo.
De Conti destacó la importancia de las inversiones chinas en áreas estratégicas de Brasil como energía, transporte e industria, refiriéndose a la llegada de vehículos eléctricos de la mano de fabricantes chinos a Brasil.
"El área de sostenibilidad es clave por la tecnología que tiene China y el potencial natural de Brasil con su energía eólica y solar. Esta es un área para trabajar y la gira de Lula puede ser una llave para ampliar la inversión china en vehículos eléctricos y energía renovable", explicó.
Según De Conti, en Brasil, las multinacionales occidentales del sector automoción se resisten a hacer una transición energética y ese lugar de vanguardia lo han ocupado las empresas chinas.
"China está a la vanguardia de este proceso de transición, en Brasil, de vehículos basados en carbono hacia eléctricos. La inversión que necesita Brasil es de dos dimensiones: la reindustrialización y, al mismo tiempo, que ello ocurra en forma sostenible", zanjó De Conti.
A su vez, Elías Jabbour, profesor de la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ), además de coautor del libro "China: el socialismo del Siglo XXI", recalcó el papel "fundamental" de China para la recuperación de Brasil por su agenda exportadora y contra la COVID-19.
Según el especialista, que considera a China como un nuevo modelo económico en la política de planificación, Brasil "debe definir su estrategia en el área de inversiones" chinas.
"Lo fundamental sería profundizar la cooperación con transportes y ferrocarriles, reconstruir la vinculación física del mercado interno de Brasil", declaró.
Al igual que De Conti, Jabbour apuntó a sinergias que pueden resultar de inversiones en medioambiente, aprovechando la nueva política de economía sostenible lanzada por el Gobierno de Lula sobre todo para la región amazónica.
"Los dos países deben pensar en oportunidades. Brasil tiene la Amazonia, bioma que puede ser explorado de forma sostenible. Los dos deben llegar a puntos comunes de acuerdo para instalar una agenda de inversiones. Esta visita de Lula es decisiva para la restauración de las relaciones Brasil-China", observó.
En este contexto destacó que la visita, además de la cuestión bilateral, será un paso más en las relaciones Sur-Sur del nuevo Gobierno brasileño surgido el 1 de enero.
Para Rui Gomes, presidente de InvestSP, la agencia de fomento económico del Gobierno regional de Sao Paulo (sureste), el comercio con China es fundamental para el estado más rico y poblado de Brasil, corazón industrial y financiero de América del Sur.
En 2022, las exportaciones de Sao Paulo a China crecieron 48 por ciento. China, por su parte, fue el país que más productos vendió a Sao Paulo, con 18.300 millones de dólares, un aumento del 25,7 por ciento y equivalente al 22 por ciento de las importaciones paulistas.
"Hay varias oportunidades de inversión en nuevos proyectos industriales o incluso ampliaciones con capital chino en gestación. InvestSP, ya sea a través de su oficina en China o directamente desde Sao Paulo, ha mantenido un diálogo frecuente con los actores chinos", destacó Gomes.
Xinhua News Agency.© 2000-2019
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias
24.03.2023
Foto: Lucio Tavora/Xinhua
Una agenda de inversiones con transferencia de tecnología y diversificación del comercio será una de las principales cuestiones de la cooperación entre Brasil y China dentro del marco de la visita oficial que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, realizará a Beijing y Shanghai entre los días 26 y 31 de marzo, consideraron analistas brasileños.
El primer viaje del tercer mandato de Lula a China tiene lugar con el país asiático como principal socio comercial de Brasil, algo que ocurre desde 2009.
"Para la reindustrialización brasileña sería beneficioso que Brasil y China tuvieran una coordinación de inversiones para diversificarlas y salir de la concentración existente en las áreas minera y agropecuaria", aseguró a Xinhua Bruno De Conti, profesor de economía e investigador del Centro de Estudios Brasil-China de la estatal Universidad de Campinas (Unicamp), en Sao Paulo.
De Conti destacó la importancia de las inversiones chinas en áreas estratégicas de Brasil como energía, transporte e industria, refiriéndose a la llegada de vehículos eléctricos de la mano de fabricantes chinos a Brasil.
"El área de sostenibilidad es clave por la tecnología que tiene China y el potencial natural de Brasil con su energía eólica y solar. Esta es un área para trabajar y la gira de Lula puede ser una llave para ampliar la inversión china en vehículos eléctricos y energía renovable", explicó.
Según De Conti, en Brasil, las multinacionales occidentales del sector automoción se resisten a hacer una transición energética y ese lugar de vanguardia lo han ocupado las empresas chinas.
"China está a la vanguardia de este proceso de transición, en Brasil, de vehículos basados en carbono hacia eléctricos. La inversión que necesita Brasil es de dos dimensiones: la reindustrialización y, al mismo tiempo, que ello ocurra en forma sostenible", zanjó De Conti.
A su vez, Elías Jabbour, profesor de la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ), además de coautor del libro "China: el socialismo del Siglo XXI", recalcó el papel "fundamental" de China para la recuperación de Brasil por su agenda exportadora y contra la COVID-19.
Según el especialista, que considera a China como un nuevo modelo económico en la política de planificación, Brasil "debe definir su estrategia en el área de inversiones" chinas.
"Lo fundamental sería profundizar la cooperación con transportes y ferrocarriles, reconstruir la vinculación física del mercado interno de Brasil", declaró.
Al igual que De Conti, Jabbour apuntó a sinergias que pueden resultar de inversiones en medioambiente, aprovechando la nueva política de economía sostenible lanzada por el Gobierno de Lula sobre todo para la región amazónica.
"Los dos países deben pensar en oportunidades. Brasil tiene la Amazonia, bioma que puede ser explorado de forma sostenible. Los dos deben llegar a puntos comunes de acuerdo para instalar una agenda de inversiones. Esta visita de Lula es decisiva para la restauración de las relaciones Brasil-China", observó.
En este contexto destacó que la visita, además de la cuestión bilateral, será un paso más en las relaciones Sur-Sur del nuevo Gobierno brasileño surgido el 1 de enero.
Para Rui Gomes, presidente de InvestSP, la agencia de fomento económico del Gobierno regional de Sao Paulo (sureste), el comercio con China es fundamental para el estado más rico y poblado de Brasil, corazón industrial y financiero de América del Sur.
En 2022, las exportaciones de Sao Paulo a China crecieron 48 por ciento. China, por su parte, fue el país que más productos vendió a Sao Paulo, con 18.300 millones de dólares, un aumento del 25,7 por ciento y equivalente al 22 por ciento de las importaciones paulistas.
"Hay varias oportunidades de inversión en nuevos proyectos industriales o incluso ampliaciones con capital chino en gestación. InvestSP, ya sea a través de su oficina en China o directamente desde Sao Paulo, ha mantenido un diálogo frecuente con los actores chinos", destacó Gomes.
Xinhua News Agency.© 2000-2019
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