18 nov 2025

LA POBREZA PLANIFICADA

Milei lo hizo
Argentina tiene los sueldos más bajos de la región y un salario mínimo por debajo del 2001
Un informe del Celag muestra que el país quedó último en el ranking latinoamericano.


17 de noviembre de 2025


(GUADALUPE LOMBARDO)


Los trabajadores argentinos reciben los salarios más bajos de América Latina, y la caída es histórica, según un informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag). En septiembre de 2025, el salario mínimo real quedó por debajo del nivel de 2001, antes del colapso de la convertibilidad.


En la Casa Rosada admiten que el gobierno de Javier Milei usó el ingreso de los trabajadores como “ancla del ajuste y la desaceleración de la inflación”. Y los números lo confirman.


Salario mínimo en dólares Comparativa regional: el salario mínimo en Argentina, Bolivia, Paraguay, Chile, Uruguay y Costa Rica, actualizado a noviembre de 2025. (Redes Sociales)

El Celag reveló que, actualizado a noviembre de 2025, el salario mínimo argentino es el más bajo de toda la región. Con apenas 225 dólares, se ubica en el fondo de la tabla, por debajo de Bolivia, Paraguay y muy lejos de Costa Rica, que lidera con 729 dólares.

Un salario mínimo que retrocedió al 2001

La comparación internacional es el primer golpe. El segundo llega puertas adentro. Un informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA señala que entre noviembre de 2023 y septiembre de 2025, el Salario Mínimo, Vital y Móvil perdió 34% de su poder adquisitivo.

El deterioro fue inmediato. En diciembre de 2023 se registró una caída del 15% y en enero de 2024 se hundió otro 17%. Desde entonces, incluso con algunos ajustes nominales, la tendencia siguió en rojo. En septiembre de 2025, el salario mínimo real quedó por debajo del nivel de 2001, previo al estallido de la convertibilidad.

El Celag advierte un dato que alarma: dos tercios de la población vive con ingresos por debajo de la media y el 77% de los hogares no supera los 800 mil pesos per cápita.

El ajuste detrás del superávit


El superávit fiscal acumula 0,5% del PBI en lo que va del año
Al comparar los primeros 9 meses de 2025 contra mismo periodo del 2023, el gasto total cayó casi 4 billones de pesos constantes.

Juan Garriga
17 de noviembre de 2025


Ministerio de Economía Para la meta pactada con el Fondo, Milei necesita sumar otros 0,2 puntos. (Jorge Larrosa)

El Gobierno registró en octubre un superávit fiscal primario de 823.925 millones de pesos y un superávit financiero de 517.672 millones de pesos, según informó el Ministerio de Economía. La cifra consolida el ancla fiscal del programa oficial y coloca el acumulado de los primeros diez meses en torno a 1,4 por ciento del PBI, en línea con la meta de 1,6 por ciento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Pero detrás de la mejora del resultado aparece un ajuste que se apoya en el recorte real de jubilaciones, obra pública, salarios estatales y programas sociales, junto a una economía en recesión que también golpea la recaudación.

El reporte oficial destaca que el Sector Público Nacional acumuló hasta octubre un superávit financiero equivalente a 0,5 por ciento del producto y un superávit primario de 1,4 por ciento. Para alcanzar la meta anual pactada con el Fondo, la administración necesitaría sumar otros 0,2 puntos en noviembre y diciembre, meses en los que el margen se achica por el pago de aguinaldos y obligaciones estacionales. Economía señala que los ingresos totales del mes llegaron a 11,9 billones de pesos con una variación interanual de 28,1 por ciento, impulsados por Derechos de Importación, Ganancias, el Impuesto a los Débitos y Créditos, Aportes y Contribuciones, e IVA neto de reintegros. También aclara que la comparación está afectada por la vigencia del impuesto PAIS y las entradas asociadas al Régimen Especial de Ingreso del Impuesto a los Bienes Personales.

Del lado del gasto, la información indica que las erogaciones primarias alcanzaron 11,1 billones de pesos con un aumento interanual de 29,6 por ciento. Las prestaciones sociales sumaron 6,8 billones de pesos con un alza de 31,5 por ciento, mientras que las remuneraciones treparon a 1,4 billones de pesos, con una suba menor de 21,9 por ciento explicada por los acuerdos salariales y por la reducción sostenida de la plantilla estatal. Las transferencias corrientes totalizaron 4,1 billones de pesos, con un aumento de 15,1 por ciento, y los subsidios económicos llegaron a 1 billón de pesos, con una variación de 27,1 por ciento, impulsados por incrementos tanto en energía como en transporte.

Motosierra selectiva

Sin embargo, al considerar la evolución de precios, la foto cambia. El gasto primario cayó 1,3 por ciento en términos reales, un recorte que se repite en la mayoría de los rubros y que explica buena parte de la mejora del resultado fiscal. El Instituto Argentino de Análisis Fiscal observa que los ingresos totales tuvieron una baja de 2,4 por ciento real, producto de un descenso de 5,3 por ciento en la recaudación tributaria y un incremento de 33 por ciento real en los ingresos no tributarios. El organismo toma la ejecución base caja del Sector Público Nacional no Financiero y compara los resultados constantes: el superávit primario de octubre de 2024, que equivalía a 980.000 millones de pesos de hoy, se transformó en 824.000 millones de pesos en octubre de 2025, una caída real de 16 por ciento.

Pero los datos agregados ocultan la composición del ajuste. El Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) señala que el Estado viene reduciendo en términos reales las jubilaciones, los salarios públicos y las prestaciones sociales, además de paralizar gran parte de la obra pública y recortar partidas de salud, educación y seguridad. Según su cálculo, si tomamos los primeros 9 meses de 2025 y comparamos contra el mismo periodo del 2023, el gasto total cayó casi 4 billones de pesos constantes, pero también se redujo la recaudación en 1,5 billones de pesos. Es decir, el superávit se explica de manera estricta por el ajuste, más que por una mejora de la capacidad de financiamiento del sector público.

El límite del ajuste

El detalle de los recortes desde que asumió Milei, asciende a 87,8 billones de pesos constantes, mostrando caídas pronunciadas en jubilaciones, programas sociales y salarios por 37,5, obra pública por 22,1, en subsidios energéticos por 10,5 y en educación por 5,9. Esa poda, junto al retroceso real de los ingresos, configura un esquema cuya sostenibilidad queda condicionada a que la recaudación deje de caer, algo que no parece probable con la economía en recesión.

La estrategia fiscal del Gobierno se apoya así en un equilibrio de corto plazo basado en la contracción del gasto, mientras la actividad sigue deprimida y los recursos tributarios pierden terreno real. Los números de octubre vuelven a mostrar un superávit, pero también ponen de relieve que el ajuste ya perfora áreas sensibles del sector público y que la caída simultánea de la actividad y los ingresos presiona la consistencia futura del programa.

En este marco, los datos del propio Ministerio de Economía reconocen que para cumplir la meta anual se necesitará un esfuerzo adicional en los próximos dos meses. Y los análisis privados advierten que el margen para seguir reduciendo partidas esenciales es cada vez más estrecho. Estos recortes no pueden sostenerse de manera indefinida: si no mejora la recaudación, el superávit pierde sostenibilidad. Y con una economía en retroceso, ese cambio tampoco parece al alcance en el corto plazo.