Asimismo reconoció los esfuerzos realizados por el Gobierno dominicano en la implementación de una política migratoria, y los avances en la identificación de personas en ambos lados de la frontera, que deben profundizarse y ampliarse con un sentido de inclusión.
Estas recomendaciones están contenidas en el informe presentado ayer al Consejo Permanente de la OEA por su secretario general, Luis Almagro, durante una sesión ordinaria, en Washington.
Este informe le fue rendido por la misión técnica de la OEA que visitó República Dominicana y Haití del 9 al 14 de julio, con el fin de conocer la situación en la frontera entre los dos países.
A continuación el texto íntegro del informe.
Antecedentes
Como es de conocimiento del Consejo Permanente, una misión técnica, encabezada por el secretario de Asuntos Políticos, Francisco Guerrero, y acompañada por Gabriel Bidegain, asesor especial de la OEA, y constituida por seis funcionarios más de la Secretaría General de la OEA, visitó la República Dominicana y Haití del día jueves 9 de julio hasta el martes 14 del mismo mes, con el fin de conocer la situación de la zona de frontera entre los dos países.
La misión tuvo 4 objetivos específicos, incluyendo: Recabar información sobre el movimiento de personas desde la República Dominicana a Haití.
Escuchar los puntos de vista de los actores gubernamentales y no-gubernamentales, tanto de la República Dominicana como de Haití sobre este movimiento de personas.
Recabar información existente sobre el número de personas y su situación migratoria. Presentar un informe al Secretario General que contiene observaciones y recomendaciones sobre el apoyo que podría brindar la Organización de los Estados Americanos.
La misión ha finalizado con la redacción de un informe que incluye una crónica exhaustiva de los puntos de vista de los actores de ambos países así como, observaciones de carácter general y recomendaciones sobre el papel de la OEA en caso que los gobiernos de la República Dominicana y Haití así lo requieran.
Actividades de la Misión
Quiero agradecer a ambos gobiernos por facilitar el éxito de la misión. En los dos países, los miembros de la delegación tuvieron acceso a todos los actores claves, incluyendo funcionarios gubernamentales, miembros de la sociedad civil organizada y representantes de los medios de comunicación.
Asimismo, quiero destacar en la República Dominicana la acogida del ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro; el embajador Pedro Vergés, y el ministro del Interior y Policía, José Ramón Fadul, así como varios viceministros y asesores involucrados en este importante tema. En una reunión separada, la misión tuvo la oportunidad de hablar con el presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario Márquez, así como su Secretario General y la Directora Nacional del Registro Civil.
En Haití, la delegación tuvo una reunión fructífera con el señor presidente Michel Joseph Martelly; el primer ministro, Evans Paul; el ministro de Relaciones Exteriores, Lener Renauld, junto a ocho ministros más del gabinete.
El embajador Bocchit Edmond también estuvo presente en esta reunión.
Además de las reuniones mencionadas, la misión visitó dos de los cinco centros de acogida en la República Dominicana, una de las tres oficinas del Programme d’Identification et de Documentation des Immigrants Haïtiens –“PIDIH”– del gobierno haitiano y la zona fronteriza en Anse-à-Pîtres en Haití, para conocer de primera mano las acciones llevadas a cabo por ambos gobiernos y la situación de las personas afectadas por la situación migratoria.
Observaciones
En este sentido, la misión presentó las siguientes observaciones: Se reconoce que la República Dominicana tiene el derecho, como país soberano, de establecer e implementar su propia política migratoria.
Las autoridades de Haití reconocen este derecho a República Dominicana, sin embargo, señalaron que cualquier traslado de personas debe llevarse a cabo según los estándares internacionales previamente establecidos y consensuados.
De acuerdo a lo expresado por las dos partes, existe disposición de los países a reanudar, bajo ciertas condiciones, el diálogo mutuo, y establecer mecanismos de resolución de disputas en las temáticas migratorias en el corto, mediano y largo plazo.
El sector privado, la sociedad civil y la comunidad internacional en ambos países, reafirman la necesidad de ayudar en la construcción de consensos y de soluciones, tomando en consideración los intereses de los ciudadanos de la isla.
Reconoce que existen personas en riesgo de no contar con ninguna nacionalidad reconocida.
Reconoce los esfuerzos realizados por el Gobierno de la República Dominicana en la implementación de una política migratoria, en virtud de la cual se han producido movimientos de personas más allá de las fronteras.
Existen avances en la identificación de personas en ambos lados de la frontera que deben profundizarse y ampliarse con un sentido de inclusión. A pesar de la buena disposición, las directrices de las autoridades nacionales no se aplican de la misma manera a nivel local y se retrasan por razones técnicas o administrativas.
Reconoce la existencia de desplazamientos de poblaciones que sobreviven en condiciones precarias.
Existen diferentes cifras sobre el número de personas que han cruzado la frontera, sin embargo es difícil confirmar estas cifras en este momento. Recomendaciones Tomando en cuenta estas observaciones, la misión recomienda: Facilitar el diálogo entre ambos países. Se recomienda que se organice un encuentro entre los dos países en el lugar más apropiado y aceptado por ambas partes.
Que la OEA facilite el diálogo con ambos países, con el fin de encontrar vías de solución a las dificultades presentes.
Establecer un mecanismo de entendimiento, en el marco de los estándares internacionales, que permita el traslado de personas entre ambos países.
Utilizar los buenos oficios de la OEA para fortalecer los procesos de registro en curso, en particular en el apoyo al Programme d’Identification et de Documentation des Immigrants Haïtiens a través del Programa de la Universalización de la Identidad Civil de las Americas —“PUICA”— de la OEA.
Solicitar a las autoridades nacionales y a la comunidad internacional buscar mecanismos para ayudar a las personas desplazadas, en particular los más vulnerables.
Con eso concluyo mi informe y nuevamente agradezco a las autoridades de República Dominicana y de la República de Haití, así como a todas las personas de ambos países que tomaron tiempo de su agenda para recibir a los miembros de la misión técnica de la OEA.
(+) LA REACCIÓN DE LOS EMBAJADORES
Al tomar un turno, el embajador dominicano ante la OEA, Pedro Vergés, agradeció el informe y manifestó que el Gobierno procederá a estudiarlo a fondo para pronunciarse en un futuro inmediato.
El representante de Haití, Bocchit Edmond, dijo que su país acepta con humildad el informe en el marco de un espíritu de apertura y fraternidad. Manifestó que su país se congratula por las recomendaciones presentadas, y que el diálogo siempre ha sido el deseo más claro del presidente Michel Martelly y su gobierno.
Mientras que los embajadores de México, Colombia y Venezuela también se mostraron favorables a un diálogo entre las partes.
El Gobierno rechaza intermediación de la OEA en su política migratoria frente a Haití
El gobierno rechazó una intermediación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para establecer un diálogo con el vecino Haití sobre el protocolo que deberán seguir las repatriaciones de migrantes indocumentados.
“La República Dominicana no ha solicitado ni requiere la intermediación de la OEA por entender que no existe un conflicto entre ambos países”, dijo categóricamente el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro, durante una rueda de prensa celebrada en el Palacio Nacional en compañía de los ministros de Interior y Policía y de la Presidencia, José Ramón (Monchy) Fadul y Gustavo Montalvo.
Navarro recordó que las políticas migratorias del país “son de la exclusiva competencia de nuestro Estado y no son objeto de negociaciones”.
Texto completo:
En el día de hoy el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), presentó ante el Consejo Permanente de esa organización el informe de una misión técnica de observación que visitó a la República Dominicana y a Haití. En su documento la misión recogió las acciones desplegadas, los actores con quienes compartió, así como los lugares que visitaron. Al concluir, la misión de la OEA hace una serie de observaciones y recomendaciones.
Luego de tomar conocimiento del informe, el Gobierno Dominicano desea hacer las siguientes precisiones:
– Reconoce la labor técnica realizada por el equipo de la misión de la OEA, en el sentido de haber escuchado a todos los sectores involucrados en la situación migratoria dominicana, y haber descrito en el informe las diferentes opiniones y posiciones.
– Sin embargo, verifica también que no existe correspondencia entre el contenido descriptivo del informe, y el conjunto de conclusiones y propuestas que plantea.
– La parte descriptiva del informe es una clara demostración de que las acusaciones que se han vertido durante las últimas semanas contra la República Dominicana son falsas e infundadas, en específico las referidas a una inexistente crisis humanitaria y de supuestas violaciones sistemáticas de derechos humanos.
Sin embargo, las conclusiones y recomendaciones parten de premisas no sustentadas por el propio informe, por ejemplo, retomando la mencionada “situación humanitaria” y sugiriendo la necesidad de una mediación entre ambos países para resolver “disputas migratorias”.
La República Dominicana reafirma que no ha solicitado ni requiere la intermediación de la Secretaría General de la OEA por entender, primero, que no existe actualmente un conflicto entre ambos países que amerite tal cosa. Segundo, que la política migratoria dominicana y sus mecanismos de aplicación son de la exclusiva competencia de nuestro Estado y no son objeto de negociaciones. Y en tercer lugar, recordamos que existen los mecanismos de diálogo bilateral entre ambos países, y que se podrán restablecer tan pronto como el gobierno haitiano deponga su actitud de desacreditar a la República Dominicana, como mecanismo de evasión de su responsabilidad para con la población haitiana.
Finalmente, el gobierno de la República Dominicana reitera su compromiso de seguir trabajando por la debida identificación y regularización quienes habitan en su territorio, y por la protección y garantía de los derechos de todas las personas.