OTHER NEWS (Ana María Aragonés* – La Jornada, México)
17.07.2023
Imagen: Xinhua
El diagnóstico llevado a cabo por el llamado Nuevo Pacto Financiero Global realizado a finales de junio y que convocara a un número importante de personajes internacionales de la política y las finanzas ( La Jornada 24/6/23) destaca que en los pasados tres años unos 120 millones de personas han sido arrojadas a la pobreza extrema; por tanto es urgente reducir la pobreza, fortalecer la salud, la educación, la seguridad alimentaria, superar la desigualdad y enfrentar el cambio climático y la pérdida de diversidad biológica.
Para reducir los desafíos que enfrentan los países en desarrollo y cumplir nuestra agenda global se busca usar la Cumbre de París para avanzar en los compromisos climáticos y con el desarrollo. Se plantean un conjunto de acciones para reducir la pobreza y proteger al planeta, centradas en diversas formas de financiamiento, como priorizar el uso de donaciones y préstamos a tasas preferenciales; créditos a largo plazo a disposición de los países de ingresos medios; fortalecer instrumentos como los fondos fiduciarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), así como de otros organismos internacionales; reforma del sistema de bancos multilaterales de desarrollo y aumentar la capacidad de financiación y la movilización de capital privado, entre otros.
Un primer problema es que la propuesta no mueve un ápice las estructuras del modelo de desarrollo actual, precisamente las que están en la base de estos conflictos y que no surgieron hace tres años y por una serie de perturbaciones simultáneas que han tensionado a los países como se señala. En realidad se han padecido en el siglo XX y por supuesto con mayor gravedad en lo que va del siglo XXI. Hacer propuestas financieras manteniendo un modelo cuyas estructuras han generado profundas desigualdades no es el camino al mantenerse los términos desfavorables del intercambio comercial, los bloqueos a la autosuficiencia alimentaria que sufren los países subdesarrollados por parte de las grandes agroindustrias exportadoras mundiales, la histórica y desmedida expoliación de las potencias del norte sobre los recursos naturales y minerales, así como de empresas trasnacionales que se instalan en el sur global por los bajos salarios de los trabajadores sin pagar los impuestos que corresponden y sumidos en contaminación. Y, por supuesto, no puede dejarse de lado los conflictos geopolíticos mundiales que buscan alinear a los países a los intereses de Washington, o recibirán las sanciones consabidas.
La solución que se plantea se enfoca principalmente a financiamientos de muy diversos tipos y por parte de distintos organismos internacionales. Sin embargo, si se piensa que uno de los graves escenarios de los países no desarrollados es el sobrendeudamiento, parecería que a mayores flujos de financiamiento mayores tasas de endeudamiento, al mantener el mismo modelo que ejerce restricciones presupuestales. Es correcto que se proponga como sistema innovador la recompra de deuda, pero bajo los mismos parámetros el ciclo catastrófico de endeudamiento se reiniciaría.
Es cierto que en el documento se afirma que se requieren nuevos modelos económicos que reconozcan el valor de la naturaleza para la humanidad y un nuevo pacto financiero mundial, lo cual es importante; sin embargo, si el eje es la transferencia de tecnología, el libre flujo de talentos científicos y tecnológicos para contribuir a una economía inclusiva, abierta y no discriminatoria, quiere decir que los países subdesarrollados tendrán ahora el financiamiento para comprar a los países desarrollados la tecnología que produzcan, y eso sí, muy generosos aceptando a sus talentos. Reducir el costo del acceso al capital para el desarrollo sostenible y generar préstamos muy generosos, no es el camino para enfrentar la dependencia, las profundas asimetrías económicas, porque el mismo modelo excluyente imposibilita el desarrollo de esos países.
Es lamentable que el tema migratorio ni siquiera se mencionó cuando los conflictos mencionados son, en gran parte, sus causas generadoras. Si como se señala estamos trabajando en forma urgente para hacer más por la gente y por el planeta hay que visibilizar en todos los foros, cumbres, asambleas internacionales el fenómeno migratorio y poner en evidencia la responsabilidad de todos los países. Flujos que están sufriendo masacres migratorias de barcos repletos de seres humanos que piden ayuda en las costas de la rica Europa y simplemente los dejan morir.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas en 2030 no se alcanzarán si no se pone sobre la mesa la necesidad de discutir un nuevo modelo de desarrollo alternativo, completamente diferente del actual caracterizado por la cultura del privilegio (Cepal) con su enorme concentración del ingreso, desigualdad, pobreza y marginación.
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*La doctora Ana María Aragonés Castañer nació en Angoulême, Francia. Es licenciada en Historia por la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán -hoy Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán- de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), maestra en Administración del Trabajo por la Universidad Autónoma Metropolitana, y doctora en Derecho por la Universidad de Montpellier de Francia.
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