WASHINGTON (Sputnik)
15.02.2024
Foto: © AFP 2023 / Mohammed Abed
El Departamento de Estado de Estados Unidos investiga diversos ataques israelíes en la Franja de Gaza —que asesinaron a decenas de civiles— y el posible uso de fósforo blanco en el Líbano, para determinar si Tel Aviv ha hecho un mal uso de las armas que le suministra su principal aliado, informó 'The Wall Street Journal' (WSJ).
Una de las agresiones que investiga la dependencia es un ataque aéreo que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevaron a cabo el 31 de octubre de 2023 contra el campo de refugiados de la ciudad de Jabalia, en la Franja de Gaza, en el que al menos 125 personas fueron asesinadas, dijo el medio citando a funcionarios del país norteamericano.
En ese entonces, el portavoz de las FDI, Richard Hecht, informó que Israel atacó el campo de refugiados de Jabalia para eliminar a un jefe de Hamás y atribuyó las muertes de civiles a la "tragedia de la guerra".
Por su parte, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU dijo que el ataque podría constituir un crimen de guerra.
Según el WSJ, los encargados de las indagatorias sospechan que el país hebreo utilizó una bomba de 2.000 libras (907.1847 kilogramos) que pudo haber sido proporcionada por Estados Unidos.
Además, el Departamento de Estado está investigando el posible uso de fósforo blanco, prohibido por convenciones internacionales, en los ataques israelíes en el Líbano del 10 y 11 de octubre del año pasado, le dijo al rotativo estadounidense un funcionario.
El fósforo blanco, caracterizado químicamente como P4, es un elemento altamente reactivo e inflamable que se quema espontáneamente al exponerse al aire y puede provocar quemaduras graves al entrar en contacto con la piel. El WSJ detalla que el P4 puede quemar cuerpos hasta los huesos si entra en contacto con estos.
El 13 de octubre, la organización de derechos humanos Human Rights Watch comunicó que el Ejército israelí utilizó municiones de fósforo blanco en los ataques que realizó contra el Líbano y la Franja de Gaza el 10 y 11 de octubre.
Por su parte, el observador permanente de Palestina ante la ONU, Ibrahim Jraishi, aseguró el 26 de octubre que Israel utilizó fósforo blanco en dichos ataques. Mientras que la agencia de noticias estatal del Líbano informó sobre varios ataques con dicha sustancia en el sur del país durante octubre.
Además, el ministro de Medio Ambiente del Líbano, Naser Yasin, informó que la dependencia a su cargo analizó muestras de suelo recolectadas en el sur del país árabe y detectó niveles del compuesto químico que excedían por mucho las normas de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.
"Hemos presentado quejas formales y actualmente nos estamos preparando para proporcionar los resultados de nuestros análisis de laboratorio, junto con documentación completa, para complementar la queja en curso iniciada por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Líbano ante la Naciones Unidas", dijo el funcionario, recordó el medio.
Israel, sin embargo, declaró que su uso de fósforo blanco cumple con el derecho internacional.
Según el WSJ, las investigaciones forman parte de un nuevo proceso del Departamento de Estado establecido el otoño pasado, específicamente en agosto de 2023, antes de que comenzará la última espiral de violencia en el conflicto palestino-israelí tras el ataque transfronterizo de Hamás del 7 de octubre.
El objetivo, indica el medio, es darle más herramientas a Estados Unidos para restringir la ayuda militar a los países si hacen mal uso de la misma.
"Si los investigadores concluyen que Israel hizo un mal uso de las armas estadounidenses, podrían recomendar una interrupción del suministro de ayuda militar, sugerir restricciones a su uso o proponer nuevas orientaciones", señaló el medio de comunicación.
Sin embargo, precisó, citando declaraciones del portavoz del Departamento de Estado, Matt Miller, que el proceso que no fue diseñado para "actuar como un examen rápido que desencadenaría un rápido cambio de política".
"Más bien, [el proceso] está diseñado para evaluar sistemáticamente los incidentes que causan daños a civiles y desarrollar respuestas políticas apropiadas para reducir el riesgo de que tales incidentes ocurran en el futuro", dijo Miller.
El 7 de octubre de 2023, el movimiento palestino radical Hamás atacó por sorpresa a Israel, causando unos 1.200 muertos, cerca de 5.500 heridos y capturando a 253 rehenes, según las autoridades israelíes.
En represalia, Tel Aviv le declaró la guerra a Hamás e inició ataques masivos contra las instalaciones civiles y otras en la Franja de Gaza, impuso un bloqueo total al enclave y cortó el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible.
Hasta la fecha, los ataques masivos del país hebreo contra Gaza han asesinado a más de 28.500 palestinos, la mayoría mujeres y niños, y han dejado 67.900 heridos.
De acuerdo con el WSJ, los líderes israelíes aseguran que ha tomado todas las medidas para proteger las vidas de los civiles, como aconsejar a la gente que abandones las zonas de batalla y que respeten el derecho internacional de guerra.
No obstante, en la noche del 11 al 12 de febrero, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevaron a cabo una serie de ataques en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, declarada zona segura por el propio país hebreo y donde se refugian cientos de miles de palestinos que han sido desplazados en medio del conflicto.
Según el Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás, los bombardeos causaron al menos 67 muertos.
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