2 abr 2025

ESQUEMAS PONZI EN LA MIRA

ARGENTINA
La Justicia uruguaya pide cooperación por Wenance. Oficio de la fiscalía de Delitos Económicos a la Procelac

Por Marcial Amiel
1 de abril de 2025 

Wenance, la estafa que da vueltas por los juzgados del mundo. . Imagen: Archivo



La Fiscalía de Delitos Económicos y Complejos, que investiga los delitos cometidos por el financista Alejandro Muszak, el Madoff de Olivos, en ese país, libró recientemente un oficio solicitando la cooperación de sus pares argentinos, con el objetivo de reunir y sistematizar la información de todas las causas que tramitan en su contra. 
La solicitud dispara múltiples pedidos de información. La importancia del cruce de datos en delitos financieros complejos.

El oficio fue recibido por la Dirección General de Cooperación Regional e Internacional del Ministerio Público Fiscal. A su vez, esta dependencia la reenvió a la fiscalía interviniente en los tribunales de San Isidro y a la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Pocelac).

La procuraduría también respondió un pedido de informes realizado por la fiscal Mónica Cuñarro, la primera en investigar el proceder de Wenance y el grupo de empresas satélites, cuando Muszak este era denunciado por los tomadores de crédito por conductas abusivas, antes de fraguar una quiebra para quedarse con el dinero de los inversores.

La información proviene de los Países Bajos, donde estaba radicado un supuesto fondo de inversión, que terminó siendo acreedor privilegiado, tras embargar algunos autos de lujo de la colección de Muszak. Entre los querellantes, siempre existió la sospecha de que detrás de ese fondo estaba el propio financista. Pronto se dilucidará la sospecha.

En el escrito, al que tuvo acceso Buenos Aires/12, Procelac recuerda que, al no poder consignarse el origen de la información, esta tiene valor "de inteligencia" pero no probatorio. Es decir, sirve para orientar las pesquisas pero carece de legitimidad ante los tribunales.

Lo que comienza a configurarse es un reclamo de larga data de los abogados querellantes, y en especial del Alejandro Liporace, desde el inicio de la causa, allá por julio de 2023.

"Para investigar a Madoff, la justicia estadounidense creó una unidad especial. Delitos transnacionales tan complejos requieren una cantidad de recursos mucho mayores que los que se investigan habitualmente. De lo contrario, cualquier fiscalía está en inferioridad de condiciones", suele explicar.

A su vez, la fiscalía de San Isidro envió a la Procelac un resumen de las causas que involucran a Muszak, preso en el penal de Dolores desde octubre del año pasado, la cantidad estimada de damnificados, los montos y el grado de avance de cada una de ellas. Allí se enumeran las figuras penales en las que Muszak habría incurrido: estafa, asociación ilícita, lavado de activos y defraudación por retneción indebida.

La hiperactividad de los últimos días contrasta con el prolongado letargo que caracterizó a la causa mientras la tuvo a su cargo la jueza Paula Verónica González, subrogante en el Juzgado 43 de la Ciudad de Buenos Aires.

El punto de inflexión fue cuando el nuevo sorteo recayó sobre la jueza Vanesa Peluffo, tras la feria judicial de invierno. Peluffo primero revocó la eximición de prisión de Muszak y sus secuaces y luego decidió que todas las actuaciones se unificaran en San Isidro.

Allí, finalmente pasaron del juzgado penal de la jueza Andrea Rodríguez Mentasty al federal de Sandra Arroyo Salgado. El cambio de fuero se debió a una nueva denuncia contra Muszak, ahora por lavado de dinero, delito que corresponde a esa órbita.
De Wenance a $Libra

Muszak, actualmente detenido a la espera del juicio oral, fue empleador y mentor profesional de Mauricio Novelli, uno de los socios organizadores del Tech Forum, donde Mark Hayden Davis tomó contacto con Javier Milei para planificar la criptoestafa de $LIBRA.

La investigación penal confirmó que Muszak realizaba intermediación financiera ilegal, sin licencia del Banco Central. Su operación consistía en emitir títulos de deuda por esos préstamos y colocarlos, tercerizando así el riesgo. Llegó a vender hasta seis veces el mismo préstamo, lo que constituye una típica conducta de esquema Ponzi, donde los nuevos inversores pagan los beneficios de los anteriores.

"El negocio de Muszak no era prestar plata sino vender títulos por esos préstamos. Eso explica tanto su crecimiento en los primeros años, en comparación con otras Fintech que prestaban recursos propios y, en consecuencia, tenían límites para fondearse y criterios estrictos para prestar, y la posterior degradación de su cartera", explicó oportunamente a Buenos Aires/12 otro de los querellantes, el neuquino Milton Kees.

Las empresas fintech, apócope de finance technology, como Wenance tienen escasísimo control por parte del BCRA, debido a que la ley de entidades financieras todavía vigente, sancionada por la última dictadura cívico militar, los desmanteló para facilitar todo tipo de negocios.