La Jornada
On Oct 20, 2025
Asimismo, Petro señaló que la motivación real de la hostilidad del gobernante estadunidense no es impedir que las drogas lleguen de Sudamérica a Estados Unidos, sino apoderarse del petróleo de Venezuela y Guyana.
Lo cierto es que, en forma inopinada y sin esgrimir un motivo mínimamente verosímil, el titular del Ejecutivo estadunidense ha ampliado sus amagos militaristas e intervencionistas a estos dos países latinoamericanos, lo que se suma a la agresividad que Washington, por boca del mismo Trump o de funcionarios de su gobierno, mantiene hacia Brasil –por el juicio y la reciente condena al golpista Jair Bolsonaro, su amigo y aliado– y, en menor medida, hacia México, al que ha calumniado en forma sostenida desde su primera campaña presidencial, en 2016.

*Editorial del diario mexicano La Jornada
El presidente estadunidense, Donald Trump, dirigió ayer una de sus características agresiones discursivas contra Colombia –país al que llamó “Columbia”, sin que quede claro si fue por ignorancia o por una ironía incomprensible– y de su mandatario, Gustavo Petro, al que acusó de ser “un líder del narcotráfico que fomenta la producción masiva de drogas en grandes y pequeños campos” y amenazó con que si el presidente colombiano no cierra “esos campos de exterminio de inmediato, Estados Unidos los cerrará, y no será de buena forma”, lo que constituye un amago de intervención militar en esa nación sudamericana, similar a los que ha formulado contra la vecina Venezuela.
La declaración, divulgada en la red social del magnate, contiene difamaciones tan fuera de proporción como las expresadas sobre el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, y se presentó como reacción a los señalamientos de Petro, quien la víspera denunció que, con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, las fuerzas militares de Washington desplegadas en el mar Caribe están asesinando a pescadores en episodios de agresiones letales –divulgados por la propia Casa Blanca– contra pequeñas embarcaciones.
La declaración, divulgada en la red social del magnate, contiene difamaciones tan fuera de proporción como las expresadas sobre el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, y se presentó como reacción a los señalamientos de Petro, quien la víspera denunció que, con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, las fuerzas militares de Washington desplegadas en el mar Caribe están asesinando a pescadores en episodios de agresiones letales –divulgados por la propia Casa Blanca– contra pequeñas embarcaciones.
Asimismo, Petro señaló que la motivación real de la hostilidad del gobernante estadunidense no es impedir que las drogas lleguen de Sudamérica a Estados Unidos, sino apoderarse del petróleo de Venezuela y Guyana.
Lo cierto es que, en forma inopinada y sin esgrimir un motivo mínimamente verosímil, el titular del Ejecutivo estadunidense ha ampliado sus amagos militaristas e intervencionistas a estos dos países latinoamericanos, lo que se suma a la agresividad que Washington, por boca del mismo Trump o de funcionarios de su gobierno, mantiene hacia Brasil –por el juicio y la reciente condena al golpista Jair Bolsonaro, su amigo y aliado– y, en menor medida, hacia México, al que ha calumniado en forma sostenida desde su primera campaña presidencial, en 2016.

La hostilidad trumpiana se manifiesta de las más diversas maneras: desde agresiones comerciales hasta provocaciones militares como las que ha emprendido contra Venezuela, pasando por acusaciones sin fundamento sobre supuestas complicidades gubernamentales con el narcotráfico –acusaciones muchas veces producidas en los medios informativos del país vecino– y las consiguientes amenazas de incursiones armadas.
Y mientras mayores se vuelven los indicadores internos de su incapacidad como gobernante, más crece su beligerancia contra naciones que han sido socias y aliadas de Washington por décadas, por no hablar de sus designios persecutorios hacialos sectores políticos estadunidenses que no lo acompañan en sus disparates.
En estas circunstancias resulta evidente la necesidad de que los países que han sido víctimas de la virulencia trumpiana manifiesten de manera unitaria su rechazo a las provocaciones, las insidias y los amagos injerencistas, exijan respeto a la autodeterminación y la soberanía y defiendan la cooperación, el diálogo, el respeto a la legalidad internacional, así como la paz como único camino sensato para conducir las relaciones entre Latinoamérica y la superpotencia en declive.
Y mientras mayores se vuelven los indicadores internos de su incapacidad como gobernante, más crece su beligerancia contra naciones que han sido socias y aliadas de Washington por décadas, por no hablar de sus designios persecutorios hacialos sectores políticos estadunidenses que no lo acompañan en sus disparates.
En estas circunstancias resulta evidente la necesidad de que los países que han sido víctimas de la virulencia trumpiana manifiesten de manera unitaria su rechazo a las provocaciones, las insidias y los amagos injerencistas, exijan respeto a la autodeterminación y la soberanía y defiendan la cooperación, el diálogo, el respeto a la legalidad internacional, así como la paz como único camino sensato para conducir las relaciones entre Latinoamérica y la superpotencia en declive.
*Editorial del diario mexicano La Jornada
Petro: Trump es asesorado por "nazis de Miami ligados al narcotráfico"
El mandatario colombiano asegura que su homólogo estadounidense "solo oye las calumnias del senador Bernie Moreno, interesado en otro tipo de negocios".
Descargar videoEl presidente de Colombia, Gustavo Petro.Long Visual Press / Legion-Media
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, denunció los intentos de políticos estadounidenses y colombianos de dinamitar la relación con el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, para beneficio propio, así como también que su homólogo está siendo víctima de engaños y malos consejos.
La verdad sobre los cultivos y el narcotráfico en Colombia es un "tema que nunca le contaron a [Donald] Trump y que es clave para mostrar la falsedad de su apreciación sobre la política antinarcóticos", aseguró el mandatario durante una reunión de ministros, y añadió que ni su embajador en EE.UU. ni su canciller han logrado encontrar el camino para hablar con Trump directamente, sino que lo hacen a través del senador Bernie Moreno.
Petro desvela la otra cara de la "fracasada" guerra contra las drogas de EE.UU.
Trump "solo oye las calumnias del senador Bernie Moreno, interesado en otro tipo de negocios que solo le garantizan en Colombia [...] [los expresidentes] Andrés Pastrana, Álvaro Uribe Vélez e [Iván] Duque, por eso quiere sacarnos de aquí rápido, para que los negocios de él y de sus hermanos se puedan hacer en Colombia y Trump no se ha dado cuenta de ese engaño, de esa estafa, y nadie se lo cuenta", señaló Petro. Escucha a "este tipo de asesores, [que] muchos son nazis de Miami ligados al narcotráfico", agregó.
Además, reveló la existencia de un nuevo cártel en Bogotá que busca beneficiar los negocios de políticos, como Moreno, y que está llevando a cabo un plan golpista en su contra.
"Después de los paramilitares, hay un nuevo cártel en Bogotá. Ese cártel ya no es ni bogotano ni colombiano, está configurado por políticos bogotanos y cundinamarqueses unos votan, porque ya no es un cartel jerarquizado, sino una federación y votan incluso por teléfono […] ahí votaron si me mataban o no […] se compraron un misil SAM-16, que buscaban disparar contra el avión presidencial […] este cártel se ligó y creo que EE.UU. tiene que ver con eso", sostuvo.
Masacre en Latinoamérica
Por otra parte, alertó de una posible masacre en América Latina, debido a las estrategias de Washington contra las naciones de la región e hizo un llamado al pueblo colombiano a movilizarse en defensa de la dignidad y la soberanía del país. "Por eso el viernes los invito a las 4:00 a acompañarme, porque es en compañía que uno se defiende de un monstruo como Trump".
Así, instó al embajador de Colombia en EE.UU., Daniel García-Peña, a construir un camino de comunicación directa con Trump para lograr una solución a las tensiones. "Esa oportunidad de dialogar con argumentos siempre hay que mantenerla o terminamos en una masacre del pueblo latinoamericano que debemos como Gobierno evitar, porque somos el corazón del mundo", insistió. Asimismo, hizo un llamado a la comunidad internacional: "Convoco al mundo a ayudarnos […] porque nos quieren atacar y son mafiosos y Trump les está creyendo".
La escalada de tensiones entre ambos presidentes se disparó luego de que fuerzas estadounidenses bombardearan en el mar Caribe una lancha que, según Colombia, se encontraba en aguas territoriales del país y presuntamente era tripulada por connacionales.
Anteriormente, Trump dio la orden de suspender programas estadounidenses de financiamiento a Colombia, sin especificar cuáles. Otros voceros de su Administración sugirieron la posibilidad de que se impongan más aranceles contra la economía del país sudamericano.
