Por José Luis Lanao
27/08/2021
Nasser Al-Khelaifi, responsable del PSG. Imagen: AFP
Steve Jobs, además de un genio fue un oportunista. Hace 35 años se dedicó a tejer una red de filiales para aprovechar las ventajas tributarias que ofrecía Irlanda. Trasladó el grueso de sus beneficios mundiales a la pequeña ciudad de Cork, para ahorrarse miles de millones de impuestos. Desde allí utilizó lo que se conoce en la jerga fiscal como el “doble irlandés” o “sandwich holandés”, un doble de jamón y queso impositivo que le permitía una tributación reducida de dichos ingresos, además de una “pantalla” financiera adecuada para desviar el grueso de las ganancias a paraísos fiscales.
Steve Jobs, además de un genio fue un oportunista. Hace 35 años se dedicó a tejer una red de filiales para aprovechar las ventajas tributarias que ofrecía Irlanda. Trasladó el grueso de sus beneficios mundiales a la pequeña ciudad de Cork, para ahorrarse miles de millones de impuestos. Desde allí utilizó lo que se conoce en la jerga fiscal como el “doble irlandés” o “sandwich holandés”, un doble de jamón y queso impositivo que le permitía una tributación reducida de dichos ingresos, además de una “pantalla” financiera adecuada para desviar el grueso de las ganancias a paraísos fiscales.