Cómo EEUU chantajeó a Ecuador para lograr inmunidad para sus militares
Publicado el 11/23/13
La preocupación de George Bush, entonces presidente de EE.UU., radicaba en que sus soldados podían ser juzgados en el tribunal de La Haya por crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos cometidas, en lo que Bush llamó “guerra mundial contra el terror”.
Estados Unidos presionaba en 2004 al Ecuador para que firme acuerdos cuya finalidad era evitar que el país suramericano denuncie a soldados estadounidenses en la Corte Penal Internacional sin previa la autorización del gobierno del país del norte, revela un cable de Wikileaks fechado el 17 de noviembre de 2004, al que tuvo acceso la Agencia Andes.La revelación surge cuando en un momento en que el actual embajador de EE.UU. en Quito, Adam Namm, saltó nuevamente a la palestra por su injerencia en la política interna del Ecuador.
La preocupación de George Bush, entonces presidente de EE.UU., radicaba en que sus soldados podían ser juzgados en el tribunal de La Haya por crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos cometidas, en lo que Bush llamó “guerra mundial contra el terror”.
La medida de presión consistió en condicionar entrega de artículos militares como helicópteros y mejoras a los armamentos hasta cuando se obtuvieran los acuerdos firmados.
“Los artículos caros, tales como las mejoras A-37 para [la defensa de la base aérea] y helicópteros adicionales… no comienzan hasta que lleguemos a un acuerdo”, confirma este documento revelado por Wikileaks.
El cable, emitido por la entonces embajadora de EE.UU. en Ecuador, Kristie Kenney, afirma que para su país es imprescindible la firma de Acuerdos Bilaterales Relativos al Artículo 98. “Conscientes de que el aumento de los despliegues de fuerzas (militares) de EE.UU. en todo el mundo hace que la firma del Artículo 98 con Ecuador sea imprescindible, estamos llevando a cabo un nuevo ataque”, dice el cable.
En Ecuador en esa época estaba en funciones el gobierno de Lucio Gutiérrez, quien estuvo a punto de otorgar inmunidad a los militares de Estados Unidos en territorio ecuatoriano, pero estos acuerdos se truncaron en 2005 con la destitución del exmandatario luego de una serie de levantamientos sociales iniciados en Quito.
Pero al gobierno del coronel en retiro también le hizo falta operar en una mayoría legislativa; él mismo definió a su situación en una serie de cables en los que le había dicho al ex Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Donald Rumsfeld, que en principio él estaba de acuerdo con la firma del Acuerdo sobre el Artículo 98, pero que era un “tema sobre el cuál era difícil convencer, sobre todo a la legislatura izquierdista”, y que “[é]l necesitaría una compensación importante para proceder”.
Para lograr este objetivo –según el cable 04QUITO3028-, la administración Bush utilizó como mecanismos de presión la preparación a los militares ecuatorianos en la Escuela de las Américas, a presentadores de noticias y periodistas locales, líderes militares que cabildeen en favor de la tesis de los EE.UU., entre otros.
La presión militar
Según reporta ese cable, la presión se iba a ejercer inicialmente a nivel militar. Kennney vio con buenos ojos la designación del actual opositor Mauricio Pozo como embajador de Ecuador en Washington pues esto abría la posibilidad de apalancar el interés de la milicia ecuatoriano de recibir apoyo de los EE.UU. “He sugerido a los líderes militares de Ecuador que cabildeen al mismo tiempo ante su nuevo enviado en pro de avance en relación al Acuerdo sobre el Artículo 98”.
Para la embajadora Kenney, el entrenamiento militar internacional –en la Escuela de las Américas- “representa tal vez la manera más rentable de influenciar a las Fuerzas Armadas del Ecuador”.
Un cable posterior reiteró esta preocupación diciendo: “Las sanciones, especialmente aquellas que restringen las oportunidades de entrenamiento en los Estados Unidos nos están costando influencia con los militares ecuatorianos”.
Ya en la era del ex presidente Alfredo Palacio, posicionado por el Congreso luego de la destitución de Lucio Gutiérrez, la nueva embajadora estadounidense, Linda Jewell, da cuenta de una pérdida no intencional de influencia de EE.UU. en el Ecuador. “Estamos arriesgando nuestra influencia sobre toda una generación de oficiales [militares]”, escribió.
Por decisión política del actual gobierno del Ecuador, los militares ya no van a preparase a la Escuela de las Américas. De hecho, según confirmó la ministra de Defensa, María Fernanda Espinosa, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) preparará a sus milicias en una escuela creada por este organismo regional.
Los “banqueros corruptos” eran canjeables
En el texto de los cables, Kenney abrió la posibilidad de que EE.UU. pueda canjear a alguno de los banqueros sentenciados por la justicia ecuatoriana que fugaron después de llevarse los depósitos de millones de ciudadanos del país suramericano. “Un ‘entregable’ o dos pueden ayudar también en la lucha por el Acuerdo sobre el Artículo 98”, escribió la entonces embajadora.
“Creemos que nuestro paquete de ayuda que ya de por sí es significativo, pero reconociendo la utilidad de contar con entregables, deliberamos internamente sobre cómo presentar y maniobrar programas existente para obtener el máximo beneficio político”, dice el cable.
La prensa, un vehículo de presión al gobierno
En otro cable, fechado el 26 de noviembre de 2004, la embajadora confirma la necesidad de la diplomacia norteamericana de convocar a periodistas y presentadores para generar una suerte de diplomacia personal y educación en medios. Su idea era organizar “una serie de mesas redondas con periodistas interesados, con la esperanza de corregir las percepciones erróneas sobre el Artículo 98 (…) un posible programa para visitantes internacionales para pensadores (think tankers) y para personajes televisivos (talking heads) cuyo apoyo será vital cuando llegue el momento de la ratificación (y que ahora nos están criticando)”.
En aquel tiempo, los principales presentadores de noticias, entrevistadores y generadores de opinión en televisión en el país eran Jorge Ortiz y Carlos Vera, quienes trabajaban para Teleamazonas –el medio vinculado al Banco Pichincha- y Ecuavisa, respectivamente. Vera ha sido candidato por el ultraderechista Partido Social Cristiano, aunque no ha logrado ningún cargo de elección popular.
Lucio Gutiérrez pidió compensación a los EE.UU. para permitir la inmunidad
En una serie de cables el entonces presidente del Ecuador, Lucio Gutierrez, le había dicho al ex Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Donald Rumsfeld, que en principio él estaba de acuerdo con la firma del Acuerdo sobre el Artículo 98, pero que era un “tema sobre el cuál era difícil convencer, sobre todo a la legislatura izquierdista”, y que “[é]l necesitaría una compensación importante para proceder”.
En la época en que Gutiérrez gobernaba en la nación suramericana, un miembro de seguridad de la embajada de los Estados Unidos, Samuel Peter Karmilowicz, asesinó al ciudadano ecuatoriano Pablo Vicente Jaramillo, según el informe entregado por la Policía.
Los agentes de la PJ determinaron que la pistola ´Sig Sauer´ calibre 9 mm, de propiedad del diplomático Karmilowicz, “es el arma de fuego con la cual ha victimado a Pablo Jaramillo”. Además, indicó que Jaramillo falleció por una “hemorragia aguda interna, laceración en su intestino selgado y la arteria aorta, debido al impacto del proyectil”. El auto que conducía Karmilowicz chocó contra el taxi en el que iba el ecuatoriano. El policial concluye que el joven se bajó del vehículo, le dio un golpe al diplomático y éste reaccionó disparándole