ACUSACIÓN
Papel Prensa: Clarín y La Nación en la mira por lavado de bienes de desaparecidos en dictadura
El grupo Clarín y el periódico La Nación, los dos principales accionistas de la empresa Papel Prensa S.A. podrían ser acusados de lavado de dinero, procedente de la apropiación de bienes de desaparecidos.
Viernes 15 de noviembre de 2013 |
Papel Prensa / argentina.ar
La advertencia la hizo el presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbatella, en declaraciones a Radio América.
Sbatella aludió a la posible restitución de esa y otras empresas a sus antiguos propietarios.
“Ahora nos planteamos, en el transcurso de la semana próxima, la posibilidad de que se acuse de lavado de dinero proveniente de los ilícitos de la apropiación de bienes de los desaparecidos” en al menos tres casos, incluido Papel Prensa, declaró Sbatella.
El hallazgo de más de una docena de actas secretas de la junta castrense de la última dictadura cívico-militar (1976-1983) sobre la confabulación para expropiar a Papel Prensa de sus antiguos dueños, en especial la familia Graiver, ha puesto sobre la palestra pública la presunta implicación del grupo Clarín y de La Nación en esa ilícita acción.
Actualmente, esa industria es la única que produce papel para la tirada de periódicos y revistas en Argentina. Según sus propios accionistas privados, el dominio de la empresa representa virtualmente el control de la información del país.
Desde 2010, una causa judicial investiga los supuestos delitos de lesa humanidad cometidos durante la adquisición de las acciones por parte de Clarín y La Nación, en lo que se considera un caso de complicidad de los grupos económicos con la dictadura militar.
La mano negra
Papel Prensa S.A. fue fundada en 1971 por un grupo de accionistas, y en abril de 1973 la junta directiva de entonces decidió poner en venta las acciones, y estas pasaron en 1975 a la compañía Galería da Vinci, propiedad de David Graiver.
Graiver quedó así en control de la empresa hasta su fallecimiento, el 7 de agosto de 1976 en un todavía cuestionado accidente aéreo en México.
Bajo presión de la junta castrense y sus acólitos civiles, la viuda de Graiver, Lidia Papaleo y su hermano, aceptaron la venta forzosa.
Eso sucedió en medio de un intenso ambiente mediático contra la familia Graiver alentado por esos tres diarios, más las revistas Somos y Gente, acusándola de tener nexos con guerrilleros, según aparece en actas de organizaciones de los derechos humanos.
Las acciones pasaron entonces a una entidad denominada FAPEL, que ni siquiera estaba registraba formalmente, y los bonos fueron repartidos a partes iguales entre Clarín, La Nación y La Razón, al quebrar el último posteriormente, el primero adquirió su parte.
En 1977 los militares ordenaron el arresto de los miembros de la familia Graiver, los herederos legales de la compañía, y a todos sus allegados asociados como accionistas en Papel Prensa.
Todos fueron llevados al centro clandestino de detención conocido como el pozo de Banfield. Algunos de ellos continúan aún como desaparecidos, otros fueron puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, y otros murieron debido a las torturas. PL