Leopoldo López y los vaivenes estratégicos del antichavismo
Artículo escrito por Rogelio Núñez y publicado en el sitio Infolatam. El autor realiza un recorrido por la trayectoria política de Leopoldo López, el dirigente de la derecha venezolana acusado de promover los actos de violencia que protagonizan sectores de oposición en ese país
17 febrero, 2014
(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-.
El antichavismo, un amplio y muy heterogéneo conglomerado político, lleva tres lustros combatiendo al régimen creado por Hugo Chávez y sus herederos (Nicolás Maduro) pero sin tener capacidad para encontrar el camino para acabar con el chavismo.
Leopoldo López (nacido en 1971), convertido en estos momentos en adalid de la lucha contra el chavismo, ha recorrido los mismos caminos y ha llevado a cabo los mismos vaivenes que el resto de la oposición.
Una oposición venezolana que lo ha intentado todo, ha ensayado todos los caminos y hasta ahora todos le han conducido a la derrota. El triunfo de 1998 que llevó a Hugo Chávez al poder supuso el colapso del viejo sistema (la IV República) y los partidos que lo sostenían (Copei y Acción Democrática).
Sobre las cenizas del “régimen puntofijista” (1959-1999), Chávez construyó su propio régimen (1999-2000) casi sin encontrar obstáculos, tal era el grado de depresión en la que se encontraban todas las fuerzas ajenas al oficialismo.
De la estrategia golpista a la electoral (2002-2013)
Es con la radicalización del chavismo en 2001 cuando la oposición toma la decisión de combatir al régimen fuera de los mecanismos legales y constitucionales: mediante un golpe de Estado en 2002 y mediante el boicot petrolero de 2002-2003.
En esa coyuntura, Leopoldo López, alcalde del rico distrito de Chacao, como la mayoría de la oposición vio en el golpe de Estado la única forma de acabar con el chavismo.De hecho, participó en la detención del Ministro del Interior de la época Ramón Rodríguez Chacín.
Fracasado el golpe y después el paro petrolero, la oposición trató de usar las armas del propio régimen para acabar con el chavismo promoviendo el referendum revocatorio de 2004 que se saldó con una nueva derrota.
Debido a las irregularidades del mismo , la oposición optó en 2005 por no presentarse a las elecciones legislativas lo cual dejó al chavismo el control total de la nueva cámara.
Mientras, el propio López atravesaba su propio calvario político. Fue acusado de obtener una donación de manera irregular por parte de Petróleos de Venezuela (PDVSA), por lo que fue inhabilitado para ejercer cargos públicos por un período de tres años.
“En las calles (…) podemos enviar un mensaje de que estamos aquí, que estamos vivos, que existimos, que el Gobierno no puede seguir ignorando a más de la mitad del país”, ha dicho Leopoldo López
El 1 de setiembre del 2011, la Corte Interamericana de Derechos Humanos falló a favor de López, pero el Tribunal Supremo venezolano mantuvo la inhabilitación.
En toda esa coyuntura se van formando las nuevas fuerzas y partidos opositoras que vayan llenando el hueco dejado por las viejas formaciones, AD y Copei, López es protagonista de todos estos sucesos creando en 2000 Primero Justicia, en 2006 Un Nuevo Tiempo que apoya a Manuel Rosales como presidenciable contra Chávez. No es sino hasta 2009 cuando nace Voluntad Popular, la actual agrupación de López.
Desde 2006 el alcalde de Chacao apoya la vía legalista primero con Rosales y luego participa junto a Henrique Capriles en las internas de 2012 para elegir un candidato único a la presidencia. Al final renunció y pasó a apoyar y colaborar en las campañas de Capriles de 2012 y 2013.
El regreso a la estrategia de la confrontación
A partir de la derrota de abril de 2013, los caminos de Capriles y López empiezan a separarse. Capriles opta por la vía legal y no llevar la protestas a las calles (suspende una marcha previamente convocada) mientras que López se inclinaba claramente por ganar la calle al chavismo.
“En las calles (…) podemos enviar un mensaje de que estamos aquí, que estamos vivos, que existimos, que el Gobierno no puede seguir ignorando a más de la mitad del país”, dijo López a Reuters en una entrevista.
Su estrategia es tratar de mantener vivo el espíritu opositor, en un año como 2014 sin elecciones, y poner a prueba constantemente al régimen.
Es junto con María Corina Machado y Antonio Ledezma el líder de la protesta ciudadana que acabó con 3 muertos y 66 heridos el miércoles y se ha convertido en perseguido por el régimen.
Ya existe una orden de captura por asociación para delinquir, instigación a delinquir, intimidación pública, incendio a edificio público, daños a la propiedad pública, lesiones graves, homicidio y terrorismo.
Nicolás Maduro: “El prófugo de la justicia (Leopoldo López) está temblando de miedo. Cobarde fascista, entrégate que te estamos buscando“.
Esto refuerza al propio López como líder opositor el cual no duda en retar de forma directa: “Gracias por todas sus muestras de solidaridad. Estoy bien. Sigo en Venezuela y seguiré en las calles. Fuerza!!!… no tienes las agallas para meterme preso? O esperas ordenes de La Habana? Te lo digo: La verdad esta de nuestro lado”, refiriéndose al presidente Nicolás Maduro.
Maduro sostiene que López junto a la diputada María Corina Machado convocaron a grupos radicales para generar los hechos de violencia en búsqueda de una desestabilización nacional: “Convocaron a grupos violentos y luego se fueron a llorar en sus miedos y cobardías. El prófugo de la justicia (Leopoldo López) está temblando de miedo. Cobarde fascista, entrégate que te estamos buscando“.
Se abre, por lo tanto, una nueva etapa para Venezuela y la oposición antichavista. La duda es si este será o no el último vaivén y si es sostenible mantener la estrategia de la confrontación que conduce al país hacie el despeñadero.
El enfrentamiento civil no es un factor a dedeñar. Maduro lo contempla: “¡Vamos a darles calle a los que quieren calle! ¡Calle y más calle para que haya paz y más paz, patria y más patria! Llamo a todo el pueblo a la calle para garantizar la paz”.
Y algunos analistas, como Luis V. León, lo temen: “En el caso de la oposición, es necesario entender si el lado racional y moderado logrará controlar sus monstruos internos o si será avasallado por el simplismo de la radicalización (no de la protesta pacífica, que siempre es bienvenida).
“En pocas palabras, concluye León, mucho dependerá de si la oposición decide tomar la calle para provocar cambios en el gobierno (un acto totalmente racional y necesario) o si se lanza a la calle a buscar un cambio de gobierno (que no hay forma de deslindar de un golpe de Estado), donde se encontrará con un tren desbocado, lleno de plata, poder y militares que lo espera en la bajadita. Sólo queda desear que prive la racionalidad en ambos lados, porque lo contrario es inimaginable”.
http://www.infolatam.com/2014/02/16/leopoldo-lopez-y-los-vaivenes-estrategicos-del-antichavismo/