24 de Octubre de 2018
eldiario.es
24/10/2018
Un iPhone X de Apple, a la izquierda, y un Samsung Galaxy S9, a la derecha, en una imagen de archivo.GTRES
La decisión es una de las primeras en el mundo contra los dos fabricantes de teléfonos, acusados de reducir deliberadamente la velocidad de sus viejos aparatos. Italia pone la primera multa del mundo por obsolescencia programada: 10 millones a Apple y 5 a Samsung
El organismo intaliano encargado de la protección de los consumidores detecta que ambos fabricantes "causaron fallos de funcionamiento graves y redujeron significativamente el rendimiento" con actualizaciones de software
Italia ha multado a los fabricantes de dispositivos electrónicos Apple y Samsung tras detectar que instalaron actualizaciones de su software para provocar que perdieran eficiencia con más rapidez. Según informa el medio italiano La Reppublica, se trata de la primera multa registrada contra una empresa tecnológica por este concepto, conocido como obsolescencia programada.
El organismo italiano encargado de proteger a los consumidores ha sido el encargado de llevar a cabo la investigación, tras la cual ha impuesto una multa de diez millones de euros a Apple y de cinco millones a Samsung. El regulador transalpino ha hallado pruebas de los hechos en algunos modelos de iPhone así como en dispositvo Note 4 de la marca coreana. Señala que las dos "causaron fallos de funcionamiento graves y redujeron significativamente el rendimiento" de los teléfonos inteligentes con el objetivo de que compraran uno nuevo.
La sanción a la empresa estadounidense es mayor al no haber informado correctamente a sus usuarios del deterioro de la batería de los dispositivos que implicaba la instalación de las actualizaciones de software. No obstante, el regulador señala que ninguno de los dos fabricantes dio opción a los usuarios de volver a la versión previa a la actualización tras detectar la pérdida de capacidades del dispositivo.
Desde 2016
Samsung usó esta práctica desde mayo de 2016. Instó a los propietarios del Note 4 (lanzado al mercado en septiembre de 2014) a "instalar el nuevo software de Android llamado Marshmallow, preparado para el nuevo modelo de teléfono Note 7, sin informar de los fallos graves que podía suponer para Note 4 debido a las mayores exigencias sobre el hardware", explica el organismo italiano.
Apple por su parte se sumó a esta práctica en septiembre de 2016. El objetivo fueron los iPhone 6, 6Plus, 6s y 6sPlus (en el mercado desde el otoño de 2014 y 2015). Los propietarios fueron instados a instalar el sistema operativo iOS 10 desarrollado para el iPhone 7. El regulador señala que la marca no informó a los usuarios de "las mayores demandas de energía del nuevo sistema operativo y de los posibles inconvenientes, como los cierres repentinos, que podía causar tal instalación. Para limitar estos problemas, Apple lanzó una nueva actualización en febrero de 2017 (iOS 10.2.1) sin advertir, sin embargo, que su instalación podía reducir la velocidad de respuesta y la funcionalidad de los dispositivos".
El organismo condena a los fabricantes a publicar una carta en la versión italiana de sus páginas web para informar a sus usuarios de la multa. Apple se enfrenta a un proceso similar en Francia, donde está siendo investigada por los mismos hechos.
El órgano regulador italiano de la competencia anunció una multa de diez millones de euros a Apple y de cinco millones de euros a Samsung por limitar deliberadamente la vida útil de sus productos, la llamada obsolescencia programada.
La decisión es una de las primeras en el mundo contra los dos fabricantes de teléfonos, acusados de reducir deliberadamente la velocidad de sus viejos aparatos para alentar a los consumidores a comprarse uno nuevo.