22 de octubre de 2018
Manifestantes en Washington repudian el vínculo entre Trump y el príncipe saudita Mohammed bin Salmán. Imagen: AFP
Berlín, París y Londres exigen pruebas. Merkel suspende la venta de armas a Arabia Saudita por la muerte del periodista en el consulado saudita de Estambul.
La canciller alemana, Angela Merkel, suspendió la venta de armas a Arabia Saudita por la muerte del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudita de Estambul. Alemania, Francia y el Reino Unido pidieron en una nota conjunta pruebas que respalden la versión oficial de cómo murió el periodista. Del otro lado del Atlántico, demócratas y republicanos estadounidenses apoyaron tomar medidas firmes contra el gobierno saudita si se prueba que el príncipe heredero, Mohammed bin Salmán (MBS), estuvo detrás del asesinato. Las reacciones en contra del reino se siguen sumando desde que el gobierno admitió, el viernes, que Khashoggi, desaparecido desde el 2 de octubre, había muerto en la legación, según afirmaron, producto de una pelea a puñetazos.
“Estoy de acuerdo con quienes dicen que no puede haber exportaciones de armas (hacia Arabia) en la situación actual, incluso si se trata de ventas de una amplitud limitada”, declaró Merkel a la prensa en la sede de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), en Berlín. La jefa del Gobierno alemán había reiterado antes la condena a la muerte de Khashoggi que ya había expresado antes en un comunicado conjunto con el ministro de Exteriores, el socialdemócrata Heiko Maas.
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El CDU se plantea, además, estudiar la expulsión de diplomáticos saudíes. “En el caso de que Arabia Saudita no tome las medidas oportunas, el Gobierno alemán debería coordinarse con sus socios de la Unión Europea (UE) y de la alianza trasatlántica OTAN para llegar a acuerdos en el ámbito diplomático como la expulsión de funcionarios de la embajada saudita”, señaló Norbert Röttgen, responsable de política exterior de la CDU en una entrevista, publicada ayer, con el periódico dominical Welt am Sonntag.
Reino Unido, Francia y Alemania afirmaron ayer, por su parte, que la versión que ha aportado Riad sobre la muerte del periodista requería estar respaldada por hechos para ser considerada creíble. “Aún se mantiene la necesidad urgente de una clarificación sobre lo que ocurrió exactamente el 2 de octubre, más allá de las hipótesis planteadas hasta ahora por la investigación saudita”, señala la nota conjunta. “Son necesarios mayores esfuerzos para establecer la verdad de una manera completa, transparente y creíble”, recalcan los gobiernos de los tres países.
Pese a haberlo negado de forma tajante en un primer momento, Arabia Saudita admitió el viernes que el periodista crítico con la monarquía falleció en su consulado de Estambul a causa de una pelea a puñetazos. “Sin duda se cometió un tremendo error y lo que agravó el error fue el intento por cubrirlo”, admitió el ministro de Exteriores saudita, Adel al Yabair, quien aseguró no saber dónde estaba el cuerpo del periodista. La prensa turca, sin embargo, contradice la versión del reino e indicó, en base a audios que todavía no han sido publicados, que Khashoggi fue torturado, asesinado y su cadáver descuartizado por un equipo de 15 hombres, entre ellos un forense, que viajó adrede a Estambul. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunció que mañana proporcionará un informe detallado sobre las circunstancias que rodean a la muerte del periodista.
En Estados Unidos también se elevaron voces condenatorias a lo largo del arco político. Republicanos y demócratas apoyaron tomar medidas contra Arabia Saudita, entre ellas, la imposición de sanciones y la expulsión de su embajador en Washington. Algunos de los legisladores también instaron a que Estados Unidos se niegue a mantener relaciones con el príncipe heredero saudita y exigir que su país lo reemplace de su cargo si se le considera responsable de la muerte del periodista.
El senador demócrata Dick Durbin consideró ayer en la cadena NBC que el embajador saudita en Washington debería ser expulsado formalmente de Estados Unidos en caso de que finalmente se confirme el papel de MBS en el asesinato del periodista. “Debemos expulsar formalmente al embajador saudita en Estados Unidos hasta que se complete la investigación por parte de un tercero sobre el secuestro y el asesinato de Jamal Khashoggi”, aseveró Durbin. Por su parte, el senador republicano Lindsey Graham dijo creer que el príncipe heredero es el responsable en última instancia de lo sucedido. “Nunca me convencerán de que no hizo esto”, afirmó ayer Graham en la cadena Fox. “Arabia Saudita es un aliado, pero este comportamiento está fuera de la norma hasta el punto de que las personas involucradas deben ser expulsadas (de su cargo), en mi opinión. Arabia Saudita es un país. MBS es una persona. Y estoy dispuesto a separar ambas”, reiteró.
Trump afirmó que hubo engaños y mentiras por parte del gobierno saudita en lo concerniente al caso Khashoggi, en una entrevista publicada por el diario local The Washington Post. Sin embargo, el mandatario destacó cuan importante es la relación entre Washington y Riad, en especial en cuanto a la venta de armas. Además, el magnate siguió expresando su apoyo a Mohammed bin Salmán. “Nadie me dijo que es responsable. Nadie me dijo que no es responsable. No hemos llegado a ese punto. No he escuchado eso de ninguna manera”, dijo el presidente. “Hay una posibilidad de que MBS lo descubriera después. Podría ser que algo en el edificio salió mal. Él (Khashoggi) podría haber sabido que lo estaban regresando a Arabia Saudita”, agregó.
Pagina/12
PARA ARABIA SAUDITA FUE UN "ERROR"
Arabia Saudita calificó el domingo el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en su consulado de Estambul como un "error enorme y grave" pero trató de proteger a su poderoso príncipe heredero y dijo que Mohammed bin Salman no estaba al tanto.
Los comentarios del ministro de Relaciones Exteriores, Adel al-Jubeir, fueron algunos de los más directos de Riad, que ha dado múltiples y contradictorios relatos sobre el asesinato de Khashoggi el 2 de octubre. Primero negaron su muerte antes de admitirlo el sábado en medio de una protesta internacional.
Las semanas de negación y falta de evidencia creíble del reino frente a las acusaciones de los funcionarios turcos de que Khashoggi había sido asesinado han sacudido la confianza global en los lazos con el principal exportador de petróleo del mundo, sostienen los gobiernos occidentales.
El secretario del Tesoro de EEUU, Stephen Mnuchin, dijo el domingo que la admisión de Arabia Saudita de que el columnista del Washington Post fue asesinado en una pelea fue un "buen primer paso, pero no suficiente", aunque agregó que era prematuro discutir cualquier sanción contra Riad.
Tres grandes potencias europeas, Alemania, Gran Bretaña y Francia presionaron a Arabia Saudita para proporcionar datos que respalden su explicación anterior de una pelea, mientras que la Canciller Angela Merkel dijo que Alemania no exportaría armas a Arabia Saudita mientras persiste la incertidumbre actual sobre el destino de Khashoggi.
Hablando ante la emisora estadounidense Fox, Jubeir, el ministro saudita de Asuntos Exteriores, extendió sus condolencias a la familia de Khashoggi.
"Este es un terrible error. Esta es una tragedia terrible. Nuestras condolencias van con ellos. Sentimos su dolor", dijo. "Desafortunadamente, se cometió un grave y grave error y les aseguro que los responsables tendrán que asumir la responsabilidad de esto".
Señaló que los saudíes no sabían cómo mataron a Khashoggi, un ciudadano saudí y residente de Estados Unidos, ni dónde estaba su cuerpo. También dijo que el príncipe Mohammed, gobernante de facto de Arabia Saudita, no era responsable.
"Esta fue una operación donde los individuos terminaron superando las autoridades y las responsabilidades que tenían. Cometieron el error cuando mataron a Jamal Khashoggi en el consulado e intentaron encubrirlo". Khashoggi desapareció después de ingresar al consulado para obtener documentos para su próximo matrimonio.
Después de negar cualquier participación en la desaparición del hombre de 59 años durante dos semanas, Arabia Saudita dijo el sábado que Khashoggi, un crítico del príncipe heredero, había muerto durante una pelea en el edificio. Una hora después, otro funcionario saudí atribuyó la muerte a un estrangulamiento.
"Nada puede justificar este asesinato y lo condenamos en los términos más enérgicos posibles", dijeron Alemania, Gran Bretaña y Francia en su declaración conjunta el domingo.
Arabia Saudita calificó el domingo el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en su consulado de Estambul como un "error enorme y grave" pero trató de proteger a su poderoso príncipe heredero y dijo que Mohammed bin Salman no estaba al tanto.
Los comentarios del ministro de Relaciones Exteriores, Adel al-Jubeir, fueron algunos de los más directos de Riad, que ha dado múltiples y contradictorios relatos sobre el asesinato de Khashoggi el 2 de octubre. Primero negaron su muerte antes de admitirlo el sábado en medio de una protesta internacional.
Las semanas de negación y falta de evidencia creíble del reino frente a las acusaciones de los funcionarios turcos de que Khashoggi había sido asesinado han sacudido la confianza global en los lazos con el principal exportador de petróleo del mundo, sostienen los gobiernos occidentales.
El secretario del Tesoro de EEUU, Stephen Mnuchin, dijo el domingo que la admisión de Arabia Saudita de que el columnista del Washington Post fue asesinado en una pelea fue un "buen primer paso, pero no suficiente", aunque agregó que era prematuro discutir cualquier sanción contra Riad.
Tres grandes potencias europeas, Alemania, Gran Bretaña y Francia presionaron a Arabia Saudita para proporcionar datos que respalden su explicación anterior de una pelea, mientras que la Canciller Angela Merkel dijo que Alemania no exportaría armas a Arabia Saudita mientras persiste la incertidumbre actual sobre el destino de Khashoggi.
Hablando ante la emisora estadounidense Fox, Jubeir, el ministro saudita de Asuntos Exteriores, extendió sus condolencias a la familia de Khashoggi.
"Este es un terrible error. Esta es una tragedia terrible. Nuestras condolencias van con ellos. Sentimos su dolor", dijo. "Desafortunadamente, se cometió un grave y grave error y les aseguro que los responsables tendrán que asumir la responsabilidad de esto".
Señaló que los saudíes no sabían cómo mataron a Khashoggi, un ciudadano saudí y residente de Estados Unidos, ni dónde estaba su cuerpo. También dijo que el príncipe Mohammed, gobernante de facto de Arabia Saudita, no era responsable.
"Esta fue una operación donde los individuos terminaron superando las autoridades y las responsabilidades que tenían. Cometieron el error cuando mataron a Jamal Khashoggi en el consulado e intentaron encubrirlo". Khashoggi desapareció después de ingresar al consulado para obtener documentos para su próximo matrimonio.
Después de negar cualquier participación en la desaparición del hombre de 59 años durante dos semanas, Arabia Saudita dijo el sábado que Khashoggi, un crítico del príncipe heredero, había muerto durante una pelea en el edificio. Una hora después, otro funcionario saudí atribuyó la muerte a un estrangulamiento.
"Nada puede justificar este asesinato y lo condenamos en los términos más enérgicos posibles", dijeron Alemania, Gran Bretaña y Francia en su declaración conjunta el domingo.