El economista y Nobel, Paul Krugman advierte que el mercado ignora una “enorme bomba fiscal” que detonará tras la pandemia
3 DE ABRIL DE 2020
3 DE ABRIL DE 2020
El economista y Nobel, Paul Krugman advierte que el mercado ignora una “enorme bomba fiscal” que detonará tras la pandemia
Hasta ahora los mercados descuentan una recesión muy abrupta como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Un descenso del PIB bastante importante, que se irá recuperando en cuanto se vuelva a la normalidad. Sin embargo, para salir de este atolladero los gobiernos y bancos centrales pusieron toda la maquinaria en funcionamiento para insuflar de liquidez a los países a costa de un mayor endeudamiento y un déficit mucho más elevado.
Esta es la tesis que defiende Paul Krugman, economista ganador del Premio Nobel y autor de muchos libros, que señala que se está desarrollando una "bomba fiscal" que explotará cuando se reduzca la epidemia.
El economista considera que se está dando una gran cobertura mediática relacionada con la salud, pero que en términos económicos se están dejando algunas variables de lado que pueden afectar negativamente a la economía.
En este sentido, alerta de que cada vez que ve titulares sobre los “estímulos fiscales y la factura de los impuestos” se enoja porque nadie “habla sobre lo que sucederá dentro de 4 o 5 meses” cuando se espera que la pandemia haya disminuido y se produzcan “crisis financieras a nivel estatal con las prestaciones por desempleo expiradas”.
Es lo que, a su modo de ver, puede entenderse como que tenemos en el tiempo “una enorme bomba fiscal” que puede saltar por los aires en cualquier instante. Una situación cuyo temporizador ya “se ha activado”, mientras que “nadie está hablando de esta situación” que es tan terrible.
En la escena del debate también está la comparación del panorama actual con la crisis financiera del 2008. Krugman asegura que con los despidos masivos y con la gran cantidad de subsidios por desempleo se socava “la recuperación de la nación”.
Esto podría terminar, de alguna manera, como lo que sucedió en 2008-2009 “cuando tuvimos una respuesta bastante efectiva a la crisis, pero luego fuimos a la austeridad fiscal, lo que significó que la recuperación fue muy, muy lenta”, avisa.
Aunque este es un tipo de crisis muy diferente, concreta que puede ser “una historia parecida”, a menos que haya “otra ronda importante de legislación” que pueda cambiar el rumbo de los acontecimientos.
El ganador del Premio Nobel expone que el 20-25% de la economía va a estar paralizada por un período prolongado y que en Estados Unidos puede suponer un impacto de 4 o 5 billones de dólares al año. Así, la respuesta que se está tomando es “pedir prestado el dinero”.
Krugman describe que el sector privado “no está invirtiendo”, además de que las solicitudes de hipoteca se han derrumbado, mientras que el ahorro privado seguramente “se ha disparado mucho”. De este modo, hay un enorme superávit en el sector privado por el exceso de dinero buscando “un lugar a donde ir”.
Hasta ahora los mercados descuentan una recesión muy abrupta como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Un descenso del PIB bastante importante, que se irá recuperando en cuanto se vuelva a la normalidad. Sin embargo, para salir de este atolladero los gobiernos y bancos centrales pusieron toda la maquinaria en funcionamiento para insuflar de liquidez a los países a costa de un mayor endeudamiento y un déficit mucho más elevado.
Esta es la tesis que defiende Paul Krugman, economista ganador del Premio Nobel y autor de muchos libros, que señala que se está desarrollando una "bomba fiscal" que explotará cuando se reduzca la epidemia.
El economista considera que se está dando una gran cobertura mediática relacionada con la salud, pero que en términos económicos se están dejando algunas variables de lado que pueden afectar negativamente a la economía.
En este sentido, alerta de que cada vez que ve titulares sobre los “estímulos fiscales y la factura de los impuestos” se enoja porque nadie “habla sobre lo que sucederá dentro de 4 o 5 meses” cuando se espera que la pandemia haya disminuido y se produzcan “crisis financieras a nivel estatal con las prestaciones por desempleo expiradas”.
Es lo que, a su modo de ver, puede entenderse como que tenemos en el tiempo “una enorme bomba fiscal” que puede saltar por los aires en cualquier instante. Una situación cuyo temporizador ya “se ha activado”, mientras que “nadie está hablando de esta situación” que es tan terrible.
En la escena del debate también está la comparación del panorama actual con la crisis financiera del 2008. Krugman asegura que con los despidos masivos y con la gran cantidad de subsidios por desempleo se socava “la recuperación de la nación”.
Esto podría terminar, de alguna manera, como lo que sucedió en 2008-2009 “cuando tuvimos una respuesta bastante efectiva a la crisis, pero luego fuimos a la austeridad fiscal, lo que significó que la recuperación fue muy, muy lenta”, avisa.
Aunque este es un tipo de crisis muy diferente, concreta que puede ser “una historia parecida”, a menos que haya “otra ronda importante de legislación” que pueda cambiar el rumbo de los acontecimientos.
El ganador del Premio Nobel expone que el 20-25% de la economía va a estar paralizada por un período prolongado y que en Estados Unidos puede suponer un impacto de 4 o 5 billones de dólares al año. Así, la respuesta que se está tomando es “pedir prestado el dinero”.
Krugman describe que el sector privado “no está invirtiendo”, además de que las solicitudes de hipoteca se han derrumbado, mientras que el ahorro privado seguramente “se ha disparado mucho”. De este modo, hay un enorme superávit en el sector privado por el exceso de dinero buscando “un lugar a donde ir”.