ARGENTINA
Patricia Bullrich y todos sus saltos políticos hasta llegar a Javier MileiSalió de la JP, pasó por el menemismo y la Alianza y se juntó con López Murphy, Carrió y Macri
Por Juan Pablo Csipka
26 de octubre de 2023
Bullrich en su etapa más reciente, con el macrismo. . Imagen: NA
Patricia Bullrich es una figura política persistente desde la recuperación de la democracia. En gran medida, por sus recurrentes cambios de partido, lo que le permitió ser diputada nacional con el PJ en los 90, ministra de la Alianza entre la UCR y el Frepaso, diputada de la Coalición Cívica y presidenta del PRO, como momentos más destacados. La presidenta del PRO llegó a un acuerdo con el diputado de extrema derecha en una reunión "secreta" junto a Mauricio Macri.
El comienzo político de la hija de una familia aristocrática fue en el peronismo. En los 70, militó en la Juventud Peronista. El noviazgo de su hermana Julieta con Rodolfo Galimberti la acercó a Montoneros. Eso la llevó al exilio cuando llegó la dictadura en Brasil y España. En esos años fue una de las caras visibles de la Juventud Peronista.
De vuelta en la Argentina, ya en democracia, Bullrich continuó su militancia en la JP. La combatividad de ese grupo llevó a empapelar la ciudad de Buenos Aires con afiches, en el aniversario del golpe militar, en 1985, con la leyenda "Nueve años de dictadura", sin distinguir lo que había ocurrido en octubre de 1983. Un mes más tarde, Bullrich arengó con megáfono durante el discurso de la "economía de guerra" que dio Raúl Alfonsín.
Aquel 26 de abril de 1985, la columna de la JP se ubicó a metros del balcón de la Casa Rosada. El entonces presidente le dio un tono más dramático a un discurso de por sí muy duro por la realidad que describía, en gran medida por el rebote del sonido del megáfono de Bullrich, que no le permitió a Alfonsín manejar los tonos y las pausas que como orador sabía matizar.
A comienzos de 1989 repudió a un barco inglés anclado en Montevideo que seguía rumbo hacia las islas Malvinas. Tres décadas más tarde relativizaría las soberanía argentina sobre el archipiélago y propondría entregarlas a cambio de conseguir la vacuna de Pfizer contra el coronavirus.
En 1993, Bullrich integró la lista de diputados del justicialismo en la ciudad de Buenos Aires. Fue una elección histórica, ya que marcó el primer triunfo electoral del peronismo en la Capital. Entró en la Cámara Baja por la boleta que encabezaba Antonio Erman González.
Terminó su mandato en 1997 y se distanció del peronismo. Armó su propio partido, Unión por Todos, y reapareció en el gobierno de la Alianza. Con la asunción de Fernando de la Rúa quedó al frente de la Secretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios. De ese cargo saltó, en octubre de 2000, al Ministerio de Trabajo.
En la cartera laboral protagonizó el recorte del 13 por ciento a empleados públicos y jubilados. Se fue del Gobierno en octubre de 2001, dos meses antes del estallido que acabó con la presidencia de De la Rúa. Quizás por ello evitó que la alcanzaran las esquirlas del "Que se vayan todos".
Las elecciones porteñas de 2003 la vieron como candidata a Jefa de Gobierno. Lo hizo por su Unión por Todos en alianza con Recrear, el partido de Ricardo López Murphy. Quedó cuarta, en una campaña en la que criticó muy fuerte a uno de los candidatos: Mauricio Macri.
En 2007, Unión por Todos se alió a la Coalición Cívica, lo cual le permitió llegar a diputada nacional. Fue su reingreso a las grandes ligas. Motorizó el Grupo A tras la derrota del kirchnerismo en las legislativas de 2009. Dos años más tarde renovó su banca en medio de una elección desastrosa de la Coalición Cívica.
Para entonces había empezado la mutación que la llevó al PRO. Tras las PASO de 2011, bajó al candidato de Unión por Todos en Vicente López y así facilitó la victoria de Jorge Macri. En los cuatro años siguientes fue una de las referentes del PRO.
De ese modo, cuando Macri ganó la presidencia, se convirtió en su ministra de Seguridad. Lo acompañó durante los cuatro años de mandato en ese cargo, con marcas como las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel y la defensa de la mano dura, el policía Luis Chocobar y las Taser.
Bullrich siguió con Macri tras la derrota de 2019, y este la entronizó como presidenta del PRO. Desde ese cargo optó por la presidencia de la Nación. Ahora, con el acercamiento a Milei, hay chances de un nuevo cambio de equipo.
Patricia Bullrich es una figura política persistente desde la recuperación de la democracia. En gran medida, por sus recurrentes cambios de partido, lo que le permitió ser diputada nacional con el PJ en los 90, ministra de la Alianza entre la UCR y el Frepaso, diputada de la Coalición Cívica y presidenta del PRO, como momentos más destacados. La presidenta del PRO llegó a un acuerdo con el diputado de extrema derecha en una reunión "secreta" junto a Mauricio Macri.
El comienzo político de la hija de una familia aristocrática fue en el peronismo. En los 70, militó en la Juventud Peronista. El noviazgo de su hermana Julieta con Rodolfo Galimberti la acercó a Montoneros. Eso la llevó al exilio cuando llegó la dictadura en Brasil y España. En esos años fue una de las caras visibles de la Juventud Peronista.
De vuelta en la Argentina, ya en democracia, Bullrich continuó su militancia en la JP. La combatividad de ese grupo llevó a empapelar la ciudad de Buenos Aires con afiches, en el aniversario del golpe militar, en 1985, con la leyenda "Nueve años de dictadura", sin distinguir lo que había ocurrido en octubre de 1983. Un mes más tarde, Bullrich arengó con megáfono durante el discurso de la "economía de guerra" que dio Raúl Alfonsín.
Aquel 26 de abril de 1985, la columna de la JP se ubicó a metros del balcón de la Casa Rosada. El entonces presidente le dio un tono más dramático a un discurso de por sí muy duro por la realidad que describía, en gran medida por el rebote del sonido del megáfono de Bullrich, que no le permitió a Alfonsín manejar los tonos y las pausas que como orador sabía matizar.
A comienzos de 1989 repudió a un barco inglés anclado en Montevideo que seguía rumbo hacia las islas Malvinas. Tres décadas más tarde relativizaría las soberanía argentina sobre el archipiélago y propondría entregarlas a cambio de conseguir la vacuna de Pfizer contra el coronavirus.
En 1993, Bullrich integró la lista de diputados del justicialismo en la ciudad de Buenos Aires. Fue una elección histórica, ya que marcó el primer triunfo electoral del peronismo en la Capital. Entró en la Cámara Baja por la boleta que encabezaba Antonio Erman González.
Terminó su mandato en 1997 y se distanció del peronismo. Armó su propio partido, Unión por Todos, y reapareció en el gobierno de la Alianza. Con la asunción de Fernando de la Rúa quedó al frente de la Secretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios. De ese cargo saltó, en octubre de 2000, al Ministerio de Trabajo.
En la cartera laboral protagonizó el recorte del 13 por ciento a empleados públicos y jubilados. Se fue del Gobierno en octubre de 2001, dos meses antes del estallido que acabó con la presidencia de De la Rúa. Quizás por ello evitó que la alcanzaran las esquirlas del "Que se vayan todos".
Las elecciones porteñas de 2003 la vieron como candidata a Jefa de Gobierno. Lo hizo por su Unión por Todos en alianza con Recrear, el partido de Ricardo López Murphy. Quedó cuarta, en una campaña en la que criticó muy fuerte a uno de los candidatos: Mauricio Macri.
En 2007, Unión por Todos se alió a la Coalición Cívica, lo cual le permitió llegar a diputada nacional. Fue su reingreso a las grandes ligas. Motorizó el Grupo A tras la derrota del kirchnerismo en las legislativas de 2009. Dos años más tarde renovó su banca en medio de una elección desastrosa de la Coalición Cívica.
Para entonces había empezado la mutación que la llevó al PRO. Tras las PASO de 2011, bajó al candidato de Unión por Todos en Vicente López y así facilitó la victoria de Jorge Macri. En los cuatro años siguientes fue una de las referentes del PRO.
De ese modo, cuando Macri ganó la presidencia, se convirtió en su ministra de Seguridad. Lo acompañó durante los cuatro años de mandato en ese cargo, con marcas como las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel y la defensa de la mano dura, el policía Luis Chocobar y las Taser.
Bullrich siguió con Macri tras la derrota de 2019, y este la entronizó como presidenta del PRO. Desde ese cargo optó por la presidencia de la Nación. Ahora, con el acercamiento a Milei, hay chances de un nuevo cambio de equipo.
Este artículo fue publicado originalmente el día 25 de octubre de 2023