TEL AVIV (ANSA/ por Por Massimo Lomonaco)17.10.2023
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Este martes se registró una masacre en el hospital de la ciudad de Gaza con cientos de muertos, una de las peores matanzas de la guerra, que corre el riesgo de inflamar aún más el conflicto. Hamás acusó inmediatamente a Israel de atacar el Hospital Bautista Al-Ahli Arabi, provocando entre 200 y 500 muertes.
El ejército del estado judío, por su parte, negó cualquier responsabilidad y atribuyó la explosión al lanzamiento fallido de un cohete de la Yihad Islámica: "El hospital no era un edificio sensible y no era nuestro objetivo".
Pero la reacción del mundo palestino y árabe fue vehemente: el presidente Mahmud Abbas (Abu Mazen) canceló la reunión prevista en Ammán con su homólog estaodunidense, Joe Biden, y convocó tres días de luto nacional en Cisjordania, mientras la OLP hizo un llamamiento a la comunidad internacional pidiendo "poner fin a esta masacre".
Egipto condenó "el bombardeo israelí en los términos más enérgicos", Irán habló de un "crimen de guerra brutal y de genocidio", Jordania hizo saber que consideraba al Estado judío "responsable de estos peligrosos acontecimientos".
Fue en Ammán donde estallaron las protestas callejeras por la noche. Allí cientos de personas atacaron la embajada de Israel y prendieron fuego a los muros exteriores.
Cualesquiera que sean las circunstancias de la masacre del hospital, es uno de los episodios más violentos del conflicto en curso. Esta es la situación que enfrentará el presidente estadounidense cuando llegue mañana a Tel Aviv para llevar solidaridad a su principal aliado en Medio Oriente. Con algo nuevo: la esperada invasión de Gaza por parte de Israel ya no es la única "opción" en la guerra contra Hamás. "Podría ser algo diferente", advirtió el ejército.
En su visita de cinco horas, Biden -que luego volará a Ammán para ver al rey jordano y al presidente egipcio Al Sisi- tendrá que lidiar con una realidad que, en el undécimo día de la guerra se está convirtiendo en un enigma difícil de resolver: sobre todo el drama humanitario en la Franja donde, según Save the Children, entre las más de 3.000 muertes hay más de 1.000 niños asesinados en los ataques de Israel.
El líder estadounidense y el primer ministro israelí, Bemjamin Netanyahu, tendrán que abordar la cuestión del cierre del cruce de Rafah entre Egipto y Gaza, con extranjeros todavía atrapados en el enclave palestino y columnas de camiones con ayuda humanitaria atrapadas en el lado egipcio del paso.
Sin olvidar el problema de los 250 rehenes israelíes en manos de Hamás y otras facciones palestinas. Pero, sobre todo, una posible ampliación del conflicto si Israel entrara en acción en Gaza: una amenaza planteada por Irán y sus aliados libaneses de Hezbolá, que han seguido atacando el norte del Estado judío.
El ministro de Asuntos Exteriores de Teherán, Hossein Amirabdollahian, advirtió, por ejemplo, que "inevitablemente" se acerca la extensión de la guerra a otros frentes.
Por ahora, el peligro no parece afectar la determinación de Israel, incluso en el contexto de una posible opción alternativa a la invasión. El ejército ha anunciado que seguirá aplicando planes ofensivos de amplio alcance en todo el sur del país y al mismo tiempo en el norte ante la amenaza de Hezbolá.
"Los combates" en Gaza "se librarán en los próximos días con gran fuerza", repitió Netanyahu mientras visitaba a los soldados en el sur. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, fue igualmente claro.
"Los miembros de Hamás tienen dos opciones: rendirse o morir", advirtió. No es una amenaza vacía: el ejército ha matado a varios líderes y comandantes de alto nivel de Hamás en los últimos días.
Hoy, sólo durante la noche se produjeron más de 200 ataques en la Franja, le llegó el turno al más importante de los eliminados hasta ahora: el comandante de Hamás Ayman Nofal (Abu Ahmad), alcanzado por aviones de combate en el campo de refugiados de Bureij.
Israel también advirtió a Hezbolá. "En nuestra frontera norte estamos en alerta máxima. Si Hezbolá comete un error grave reaccionaremos con gran poder", advirtió el portavoz militar Daniel Hagari.
En Gaza los desplazados han alcanzado ya al millón y las muertes superan las 3.000, con aproximadamente 12.500 heridos.
Entre los que perdieron la vida, según cifras facilitadas por Save the Children, hay 1.000 son menores. En Israel, el número de muertos ronda los 1.400 (301 son soldados) y más de 500.000 desplazados desde el sur y el norte del país bajo los cohetes que siguen disparando desde Gaza.
La policía israelí informó que había confirmado entre los muertos a 947 civiles en el ataque de Hamás: el 70% del total de víctimas. Entre ellos, uno de los tres italianos desaparecidos fue identificado gracias a una prueba de ADN: Eviatar Moshe Kipnis, de 65 años, asesinado en el kibutz de Beeri. Aún no hay noticias de su esposa, Liliach Lea Havron.
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