13 ago 2013

La concentración de los medios de producción y el programa del Frente Amplio

La concentración de los medios de producción y el programa del Frente Amplio Por Jorge Notaro El capital, es decir la riqueza que se utiliza para comprar capacidad de trabajar y apropiarse de la que genera el trabajo, está cada vez más concentrado y extranjerizado en el Uruguay. Es decir, sus propietarios son cada vez menos y con mayor participación de empresas extranjeras y como consecuencia, aumenta la explotación de los trabajadores y se va perdiendo el control de una parte cada vez mayor de la economía. Un proceso que avanza sin resistencia Durante el gobierno del FA la concentración y extranjerización del capital se cumplió en la propiedad de la tierra, de las industrias manufactureras y de las principales cadenas de supermercados, que se agregaron a la ya totalmente extranjerizada banca privada y terminales de contenedores. El FA no está cumpliendo con la plataforma de las elecciones de 2004 en la que se comprometió a entregar 250.000 hectáreas a los pequeños productores agropecuarios y sólo entregó 45.000. Marcos Gerez (El Popular No. 234, 27/07/13) se refería a la dificultad de implementar los puntos del programa del FA que tienen este objetivo como “Es el caso de la Industria Frigorífica y un posible Frigorífico Multimodal, medidas de distribución de la tierra, levantando el papel del INC como verdadera institución que debe cumplir una justa misión social en la campaña y en todo el sector rural; un nuevo papel del Estado en todos los órdenes de la vida económica del país; nuestra industria pesquera y marina mercante, es decir que son nuevos componentes, de viejos problemas muchas veces discutidos pero nunca concretados en tesis.” La concentración y extranjerización de la tierra fue reconocida como un problema por el gobierno del Frente Amplio lo que llevó a aprobar un impuesto a las grandes extensiones, el ICIR, declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia, por lo tanto no se aplica y tampoco fue sustituido por otro, por lo tanto se acepta que la concentración continúe. En esos días trascendió a través del diario El Observador (24 y 25/07/13) la preocupación del compañero Presidente Mujica por el posible aumento de la concentración en las industrias de curtiembres y frigorífica. Hace pocos días el grupo brasileño JBS que es el principal productor de carnes del mundo y propietario del frigorífico Canelones, compró la curtiembre Zenda y parte de las máquinas de la curtiembre Bader. De esta forma el grupo domina el mercado del cuero y en la industria frigorífica, a mediados de año el grupo Marfrig tenía el 25% de la faena y sumando los otros dos grupos brasileros que operan en el Uruguay, JBS y Minerva, controlaban el 42% de la faena. JBS compró también a Marfrig la marca Seara de aves y cerdos, por lo que podría avanzar en este proceso comprando las plantas frigoríficas en el Uruguay El nuevo programa del FA y las medidas necesarias Es necesario modificar la ley de promoción de inversiones, aumentar los impuestos a la propiedad de la tierra y regular las inversiones extranjeras y las Zonas Francas. a) La ley de promoción de inversiones permite dar exoneraciones de impuestos a De Posadas para un nuevo edificio para su estudio; a comercios como Grandes Tiendas Montevideo, TATA y Macromercado; a la timba de Hípica Rioplatense S.A. (Maroñas Entertainment), Hay que complementar la propiedad estatal en los sectores estratégicos con medidas de apoyo a: los productores agropecuarios familiares que para mejorar su productividad y sus ingresos tienen como precondición el aumento de la superficie trabajada, créditos baratos, asesoramiento técnico, capacitación y apoyo en la comercialización para tener acceso a la demanda y a buenos precios; a las cooperativas de trabajadores, las empresas recuperadas y las empresas con distintas formas de participación de los trabajadores en la propiedad del capital o en la gestión; a las pequeñas y medianas empresas para el aumento de la productividad y que puedan ligarse en las cadenas de valor con las más grandes requieren acuerdos con participación de los distintos actores sociales que junto al Estado puedan avanzar en estos mecanismos; a las cooperativas de vivienda y en particular, por ayuda mutua, que al mismo tiempo que contribuyen a la redistribución de la riqueza facilitando el acceso a la vivienda de familias de bajos ingresos, desarrollan prácticas solidarias y de cooperación que construyen ciudadanía y consolidan la democracia; a los grupos sociales excluidos por el desempleo de larga duración, la deserción del sistema educativo y la segregación territorial en los asentamientos. Se requiere una estrategia de inclusión que combine políticas de empleo, de educación, de vivienda y de medio ambiente, con participación de los potenciales beneficiarios en la definición de prioridades así como en el diseño y la ejecución de las actividades. Como no existe un Banco de Desarrollo ni ninguna otra forma de financiamiento de inversiones, si bien el FONDES apunta en esta dirección es de reciente creación y recursos escasos, la ley de promoción de inversiones tiene como efecto aumentar la rentabilidad de los que tienen capital y se transforma en una ley de promoción de la inversión extranjera privilegiada con relación a los emprendimientos nacionales. b) Durante el período de gobierno del FA el precio de la tierra se multiplicó por seis, es decir, aumentó un 600% y hoy se puede estimar en U$S 55.000:000.000 (cincuenta y cinco mil millones de dólares). Los dueños de la tierra son los que ganaron más, deberían ser los que pagan más impuestos y no se puede agitar el fantasma de que si se aumentan los impuestos se van los capitales. Sin embargo, sigue vigente la suspensión de algunos impuestos a la propiedad de la tierra que habían sido aprobado los gobiernos conservadores como el de ANEP y el impuesto al patrimonio, a lo que se agrega la importante transferencia de riqueza que hizo el primer gobierno del FA a los dueños de la tierra perdonando parte de las deudas que tenían con el Banco República. Si en la crisis se suspendieron los impuestos y se perdonó parte de la deuda a los dueños de la tierra, en este período de varios años de aumento de su riqueza parece obvio que deberían cobrarse esos impuestos. c) Cada inversión extranjera que se localiza en el país implica que esa parte de la actividad económica pasa a integrar la estrategia de una empresa transnacional, debilita el poder del Estado y limita el ámbito de acción de la política económica. En el mediano plazo la repatriación del capital y de las utilidades generará un efecto negativo en la balanza de pagos; durante 2011 y 2012 las transferencias de ingresos al exterior por concepto de utilidades, dividendos e intereses fueron de 1.300 millones de dólares anuales. Se debe limitar las inversiones extranjeras a las que contribuyen a la estrategia aportando capital, mercados externos, valor agregado, contenido tecnológico, aprendizaje y demanda de insumos nacionales. No se puede demostrar que las exoneraciones tributarias que se otorgan por las Zonas Francas y la ley de promoción de inversiones son imprescindibles y se debería experimentar con una reducción progresiva teniendo en cuenta la abundancia de capital buscando oportunidades de inversión por todo el mundo. Estas exoneraciones tienen dos consecuencias negativas, obligan a aumentar los impuestos sobre el trabajo y las empresas locales pequeñas y medianas y como la capacidad contributiva es baja, limitan la financiación del aumento del gasto público Los informes de CEPAL muestran que desde 2005 aumentó la inversión extranjera en América Latina dirigida a explotar recursos naturales y este aumento en 2011 fue de 28% respecto a 2010. En Uruguay creció menos que el promedio con un agravante, los demás países cobran impuestos a las inversiones extranjeras que explotan sus recursos naturales y Uruguay no. d) La política económica debe modificarse incorporando objetivos políticos, fortalecer a las empresas públicas y a los grupos sociales con ingresos que son el resultado de su trabajo. Se trata de redistribuir los medios de producción facilitando el acceso (el uso y no la propiedad) y promoviendo nuevas formas de propiedad y de gestión asociativa. Nos acercamos al socialismo cuando se le quita el carácter de mercancía a la producción de bienes y servicios y se crean oportunidades de sustituir la explotación por la cooperación.