29 oct 2013

LA IMPUNIDAD AL DIA :Jefe militar uruguayo dice que quienes saben sobre los desaparecidos "se van a llevar el secreto hasta la tumba"



Jefe militar uruguayo dice que quienes saben sobre los
desaparecidos "se van a llevar el secreto hasta la tumba"

Porque "no los perdona ni la madre"


El diputado colorado Fernando Amado presentó su libro "Bajo sospecha: Los militares en el Uruguay democrático" (Editorial Sudamericana)


En el libro se analizan la incidencia de la afinidad política en los ascensos militares desde la restauración de la democracia y el peso de la Masonería, los "Tenientes de Artigas" y otros grupos internos de las Fuerzas Armadas, entre otros asuntos que condicionaron el ámbito militar uruguayo.

El general hizo estos comentarios durante una entrevista que mantuvo con el diputado Amado y que forma parte de su último libro, en una de ellas el titular del estado mayor de la defensa, DANIEL CASTELLÁ, afirma y sostiene que las desapariciones en dictadura FUERON ACTOS AISLADOS QUE SE ESCAPARON A LOS MANDOS

Los militares responsables de la muerte y desaparición de personas en dictadura "se van a llevar el secreto hasta la tumba o ya se lo llevaron", no solo porque irán presos sino porque"no los perdona ni la madre", ya que lo que hicieron "no tiene explicación", aseguró el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Esmade), general del Ejército Daniel Castellá.
Sin los datos de esos militares no hay chance de llegar a la verdad, porque más del 90% de los integrantes del Ejército no tienen información alguna sobre el tema.

"Una gran carencia desde el sistema político —y donde no llegamos a un consenso— es que la parte política dice que todo ese tema engloba a toda la organización militar y que fue todo orquestado; yo digo que para mí el tema de los desaparecidos fue algo que se le escapó a la organización", sostuvo Castellá

"No fue orquestado"

En un pasaje del libro se desarrolla la complicada manera que tuvieron las Fuerzas Armadas para lidiar con la cuestión de las violaciones de derechos humanos durante la dictadura (1973-1985).
Allí, Castellá relata su experiencia personal, tanto en su vida profesional militar como en su propia familia.

Alrededor de 30 uruguayos desaparecieron en territorio nacional durante la dictadura; en su gran mayoría eran militantes de sectores políticos o de sindicatos, pero no guerrilleros.
Solo tres cadáveres de desaparecidos fueron encontrados en Uruguay hasta el momento

"‘El que’ o ‘los que’ lo hicieron se van a llevar el secreto hasta la tumba o ya se lo llevaron.
¿Por qué? Porque es muy difícil explicar.
Si yo no puedo explicar a mis hijas o a la parentela más cercana, que más o menos son los de confianza, qué pasó... No puedo explicar que ‘yo maté a fulano por el bien de la patria’.

Es inexplicable, ya eso está mal.
Nadie va a decir que mató a fulano y que lo enterró, porque uno puede decir ‘hubo un combate’, entonces habría una explicación, pero en esto no hay una explicación", comentó Castellá.

"A nivel de los mandos —acotó el oficial— yo estoy seguro de que esta generación no tiene ninguna información cierta sobre el paradero de los detenidos desaparecidos.

A mí me dice el presidente: ‘¿Usted sabe?’.
Uno sabe los cuentos, el dato real solo lo sabe el que lo hizo.

Algo que creo es una gran carencia desde el sistema político —y donde no llegamos a un consenso— es que la parte política dicen que todo ese tema engloba a toda la organización militar y que fue todo orquestado; yo digo que para mí el tema de los desaparecidos fue algo que se le escapó a la organización.
Fueron en forma personal: le pasó a uno, le pasó a dos, le pasó a tres, y se murió.
Lo que los mandos quizás no hicieron fue controlar mucho.
Pero seguro que no fue orquestado desde la organización, porque si no, no hubiéramos tenido un Penal de Libertad con miles de presos.
Nunca hubo una orden de matanza o de hacer desaparecer.

Fueron cosas individuales, y como son casos individuales saben los que lo hicieron y a medida que va pasando el tiempo, el que lo hizo no va a decir ‘fui yo’

Pero no solo porque va preso, ¡sino porque no lo perdona ni la madre!
En el caso de Gelman, por ejemplo, ahora que se sabe todo, ¿el que lo hizo va a decir ‘yo fui el que maté a Gelman’?
¡No! Porque no lo perdona nadie, ni la madre. Nadie le va a perdonar ni entender"

El cuento

Castellá afirma que la gran mayoría de los militares desconocían la existencia de desaparecidos. Más aún, se refirió a un "cuento" que todos repetían al menos hasta los primeros tiempos de la restauración democrática: "El 90 % de las Fuerzas Armadas, de los oficiales, sobre todo de coroneles para abajo, tenían un cuento y yo lo hacía porque me lo transmitían a mí.

La explicación que se daba por todos los canales del mando era: ‘Nosotros somos distintos de los argentinos, nosotros tenemos el Penal de Libertad que nos sale un montón de dinero, que va la Cruz Roja, la gente cumplía dos o tres años y salía.
Los presos tenían libertad vigilada, se tenían que presentar al cuartel pero salían. No había un mandato de desaparecer a la gente, no era esa la actitud, no había una orden de hacer desaparecer a nadie, no había una orden de exterminio, no había nada con el tema niños, no había una orden como en Brasil, donde no tenían cárceles, o como en Argentina. Acá se formó una cárcel especial para la gente que estaba presa".

Sin embargo, apuntó, la cuestión de los desaparecidos es algo que siempre le generó dudas, sobre todo a partir de 1984, cuando surgió el rumor en la interna militar sobre la "operación zanahoria", que consistía en el desenterramiento de cuerpos de unidades militares y su cremación

"Mi explicación, que incluso he dado a mi familia, amigos, es que hubo dos etapas

Una es la del 73, cuando se caía todo, el poder, todo a pedazos, y mal o bien los militares pusimos las manos sin saber qué se iba a hacer.
Y quedamos con resto para que no se rompiera todo.
Hasta el año 74 uno la fue llevando y ahí había que entregar de vuelta, hacer elecciones y éramos Gardel. Si en aquel momento los mandos hubieran hecho elecciones de vuelta, había un apoyo.

Yo lo he dicho varias veces, al ministro Huidobro incluso: al Goyo Álvarez capaz que dentro de 40 o 50 años le hacen un monumento. ¿Por qué? Porque es el que ya en el año 76 cuando está en la División 4 empieza a cortar lo del SID"

El SID era el Servicio de Información de Defensa, el organismo de inteligencia militar
.¿Por qué Gregorio "Goyo" Álvarez quiso "cortar" al SID?

Castellá argumenta su versión: "Él se daba cuenta de que los generales no dominaban la pelota y ahí se dan los problemas. (...) Uno mira ahora, se ve que el SID estaba como muy suelto,iban y venían a Argentina, antes no iba nadie a Argentina sin autorización del general.
Fue a partir del 76 y 77 que fueron los grandes líos.
Al Goyo lo querían matar del SID, era el enemigo número uno. Porque él decía que el mando se le estaba yendo de las manos. (...) Cuando vino el Goyo cortó todo, no hubo más cuestiones y se transforma el SID. El Goyo empezó como para entregar el poder, pero después como le gustó..."

Otros de los comentarios del libro es a la senadora consorte del Presi, Topolansky y forma parte de una entrevista con el autor del libro ahí Topolansky reafirma que quiere oficiales y tropa afines y Azucena Berrutti dice que le da vergüenza

Lejos de los duros cuestionamientos de los que fue objeto por su polémica afirmación de que quiere militares afines a su fuerza política, la primera senadora del Movimiento de Participación Popular (MPP) y esposa del presidente José Mujica, Lucía Topolansky, reafirmó: "A mí me gustaría encontrar gente que fuera de mi pelo en ese ámbito. (...)
Lo que dije lo piensan muchos, quizá mi torpeza fue decirlo".

En mayo del 2012, en declaraciones a la agencia argentina Télam, Topolansky había asegurado: "Precisamos Fuerzas Armadas fieles al proyecto nuestro. (...)
"Siempre decimos así, ‘un numerito’, preciso por lo menos un tercio de la oficialidad y la mitad de la tropa de mi lado. Me gustaría todo".

Aún en la actualidad surgen fuertes críticas por lo que dijo.
En el libro de Amado se consignan declaraciones de rechazo que formularon dos ex ministros de Defensa del Frente Amplio: Azucena Berrutti y Luis ratón Rosadilla, el expanadero del MLN

Entrevistada por Amado, Berrutti subrayó: "Me avergüenzo, me avergüenzo de eso, no sé qué decirle... me avergüenzo, ¡pero por favor! Creo que obedece al desconocimiento del tema por parte de la señora".

Tiempo después de las afirmaciones de La Tronca, el propio Mujica reivindicó esa posición en una entrevista con "La Diaria".
Cuando se le preguntó por qué había ubicado a militares afines en puestos clave, el presidente contestó: "Hay que hacer política en todos lados.
Ese cuento de que las Fuerzas Armadas tienen que ser independientes...
En ningún lado son independientes, o están para un lado o están para el otro.
La única garantía que tenés frente a un golpe de Estado algún día es que haya oficiales que estén para el otro lado, y soldados".

El senador Rosadilla, quien ejerció como el primer ministro de Defensa de la administración de Mujica, respondió: "Sí, he leído con atención las declaraciones del presidente en "La Diaria". Realmente discrepo.
Creo que sí, que política se hace en todos lados. Pero creo que en las autoridades de las Fuerzas Armadas, por todo lo que representan, no debemos hacer política partidaria".

De todos modos, la “Tronca” senadora del MPP reivindicó su posición en la entrevista con Amado a pesar del "escandalete" que generaron sus comentarios: "¡Yo no salgo de un repollo!
¿Usted ha visto la consigna nunca más o nunca más dictadura? ¿Cómo aseguro eso?
Hay algunos que ingenuamente lo ponen en las leyes, y está bien porque lo exigen los organismos internacionales, garantía de no repetición, pero si uno va a dar un golpe y yo le muestro un papelito se me ríe en la cara.

¿Cómo garantizo yo la no repetición? Hay una clave: la educación, por eso le doy tanta importancia a la ley de educación militar, la educación en el sentimiento de la democracia de las instituciones y de la lucha política libre y demás, esa es una de las claves.
Y la otra es, en ese ámbito del Estado, que yo tenga tipos afines como puedo tener en el Ministerio de Vivienda".

Más aún, remarcó: "A mí me gustaría encontrar gente que fuera de mi pelo en ese ámbito. (...) Lo que dije lo piensan muchos, quizá mi torpeza fue decirlo, yo tenía bien claro, muchos lo ejercitan"

En base a un reportaje en Radio Uruguay y nota en Búsqueda 1736