9 oct 2013

La toma de Pando: opinión de Amodio Pérez


La toma de Pando: opinión de Amodio Pérez
El exdirigente tupamaro relata lo sucedido aquella tarde



Hace 44 años el MLN emprendió la que sería su acción más espectacular. Para procesarla invirtió meses de planificación, estudio pormenorizado de cada uno de los objetivos y puso en juego la casi totalidad de sus integrantes. Las detenciones de militantes que iban a participar en la acción obligó a suspenderla en el mes de setiembre y la casualidad la hizo coincidir con el aniversario del Che.Era una acción de finanzas y de propaganda. Después la historia dirá que era también un homenaje al Che, pero no es verdad.
Apenas pudo cumplir sus objetivos. Una serie de imprevistos que se sucedieron uno tras otro retrasó el repliegue y con ello facilitó la acción policial que se ensañó con varios de los detenidos a los que ejecutó ya rendidos y desarmados.Se pagó un precio demasiado alto para logros tan escasos.
Sin embargo, el fracaso de Pando fue el inicio de una nueva etapa de crecimiento. El MLN cerró sus heridas, reorganizó su estructura y siguió adelante. El crecimiento cuantitativo hizo creer que no era necesario analizar lo sucedido.
De haberlo hecho habría visto que los grupos de acción no estaban preparados para acciones de tamaña envergadura y que la formación militar más elemental era escasa o inexistente.
También habría visto que las repercusiones políticas le fueron favorables más por la acción policial y gubernamental que por sus méritos propios.El MLN no creyó nunca en la autocrítica, pese a contar en sus filas con connotados estudiosos del método, lo que lo llevará a repetirlos cíclicamente: la caída de la Dirección en la calle Almería, los errores del Plan Cacao, el desbordamiento provocado por El Abuso para finalmente, en el clímax del delirio político, la creación del Segundo Frente y el nefasto Plan Tatú, para culminar con las acciones del 14 de abril.
Errores políticos, porque políticas fueron las fundamentaciones de todas las acciones. El escasísimo aparato militar del MLN estaba subordinado a las sucesivas Direcciones, no actuaba por su cuenta y riesgo.De la misma forma que políticas fueron las decisiones que ya en plena debacle lo llevarán a intentar el camino de la peruanización de un sector de las fuerzas armadas, ensayando una cabriola que solo podía caber en la cabeza de algunos dirigentes que se creyeron elegidos por la Historia sin darse cuenta que hacía meses habían perdido el rumbo.
Pasados los años de la dictadura con su secuela de muertes y miserias, ensayarán una nueva cabriola, esta vez con éxito: falsificarán los hechos, se reinventarán ellos como políticos y negarán su propia historia, ayudados por una serie de escribas y falsos historiadores que medran a su sombra.
¿Hasta cuándo?