Cacerolazos, bloqueos y “trapos rojos”, las protestas por el hambre en Colombia
Trapos rojos y bloqueos, protestas por hambre en varias zonas del país
En varios puntos del país, es común durante esta cuarentena nacional ver trapos rojos colgados de las ventanas de las casas en los barrios, indicando que la familia que ahí habita necesita ayuda porque no cuenta con los recursos para subsistir sin tener que salir de su vivienda.
En algunas laderas de Medellín, los ya reiterativos aplausos en balcones y terrazas en honor a la labor del personal de la salud que se hacen en la noche, fueron reemplazados por el sonido de las cacerolas vacías como señal de protesta por el hambre que están padeciendo en estos sectores producto del confinamiento obligado.
En el día, la señal de protesta son los trapos rojos que cada vez adornan más viviendas de los sectores de Medellín.
Los barrios Independencias III y Nuevos Conquistadores, parte alta y baja, de la comuna 13; La Iguaná y El Tirol (comuna 7), barrio santo Domingo (comuna 1), Nueva Jerusalén (entre Medellín y Bello), Moravia (comuna 4) y un sector del corregimiento San Cristóbal, fueron algunas de las zonas de la capital antioqueña donde se vieron este tipo de protestas y donde aseguran que las ayudas no llegan.
Y es que si bien los bonos por 100.000 que comenzó a repartir la alcaldía a quienes se inscribieran en la plataforma Medellín Me Cuida, eran para personas que no contaban con ayudas del Gobierno, una de las líderes del barrio Carpinelo, parta alta de Santo Domingo, indicó que quienes están en programas como Familias en Acción ya no tienen dinero y, peor aún, hay otros que no cuentan con ningún beneficio “y tampoco les llegó ese bono. Y apenas vamos a empezar segunda cuarentena, ese subsidio no dura tanto ya no hay más dinero”.
Por su parte, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, anunció que la administración municipal comenzará a entregar 170.000 ayudas alimentarias a familias de escasos recursos de la ciudad que se registraron a través de la plataforma Medellín Me Cuida o que han manifestado no tener la posibilidad de hacerlo y han sido caracterizas gracias al trabajo de campo de funcionarios públicos en los barrios de la ciudad.
“En ese trabajo, hemos recogido a más de 20.000 personas en el último día. Personas que no tenían acceso a internet y que están pidiendo este apoyo alimentario”, precisó el mandatario local.
De igual forma, recordó que los más de 100.000 mercados recogidos en la ‘donatón’ serán complementados para que abastezcan por un mes a los beneficiados.
Por su parte, el concejal Daniel Duque indicó que son por lo menos 250.000 las familias de escasos recursos en la ciudad, por lo que radicó una propuesta denominada ‘Medellín sin hambre’, la cual busca que estas familias no solo tengan un mercado esporádico, sino una renta básica durante 6 meses para que puedan pagar algunas de sus obligaciones.
Esta renta, explicó el corporado, sería de 292.000 pesos y sería a través de transferencia bancaria o con bonos cambiables.
“Esta estrategia tendría un costo de 330.000 millones de pesos, lo que representa el 7 por ciento del presupuesto del 2020 o el 28 por ciento del componente ‘recuperemos lo social’ previsto en el Plan de Desarrollo”, aseguró Duque.
Mientras tanto, diferentes protestas se han registrado en cinco municipios de La Guajira por parte de las comunidades indígenas wayuu quienes aseguran no tener recursos para aprovisionarse con alimentos durante la cuarentena, a lo que se suma la falta de agua vital para el lavado de manos de forma constante que se requiere para combatir el virus.
Los disturbios se han registrado en las zonas rurales de Riohacha, Maicao, Manaure, Uribia y Albania, al punto de bloquear las principales vías de acceso a estas poblaciones, tras originar más de 200 peajes informales, para lo cual fue necesario la intervención de las autoridades a través del Esmad y lograr garantizar la movilidad del transporte esencial para solventar esta emergencia.
A pesar de la entrega de ayudas las comunidades siguen reclamando, en el casco urbano de Riohacha varios líderes de barrios deprimidos reclaman a la administración Distrital la falta de apoyo y abandono. Llevan varias semanas esperando las ayudas que les prometieron llegarían puerta a puerta.
En cuanto al tema de agua, más de un millón de litros de agua han sido entregados en una semana a la gobernación de La Guajira por parte de Cerrejón para ser distribuidos en las comunidades indígenas en diferentes zonas del departamento, lo cual se queda corto para la capacidad que puede dar la empresa tras ofrecer 7 millones de litros mensuales, debido a las alteraciones de orden público.
“Estamos en capacidad de dar más, esperamos que las comunidades acaten el aislamiento y detengan los bloqueos que frenan la llegada de las ayudas y adopten medidas que nos protejan a todos del Covid-19”, indicó el Vicepresidentes de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Cerrejón Luis Marulanda.
Hambre en Sincelejo
Con refuerzos policiales permanece un almacén de cadena ubicado en el barrio Los Rosales, al norte de la capital sucreña, luego del intento de saqueo del que fue blanco la tarde de este martes.
Lanzando piedras a las esteras metálicas de la tienda D1, alrededor de 15 sujetos intentaron ingresar por la fuerza, logrando la alteraron el orden público, reclamando la llegada de ayudas humanitarias a la zona.
Mientras los sujetos trataban de ingresar por la fuerza, predominó la quema de llantas, y bloqueo de vías con troncos y ramas, al tiempo que mujeres, niños y adultos mayores realizaron un cacerolazo reclamando alimentos.
Ante los desmanes y el bloqueo de vías con quema de llantas, el coronel de la Policía William Rincón Zambrano, comandante de la Policía de Sucre precisó que el brote generado al parecer por vándalos, fue controlado por el Esmad y el grupo antisaqueo que ha sido organizado dentro de la institución y que está integrado por especialidades de la Policía.
Para mitigar la revuelta el alcalde de Sincelejo llegó al sector a calmar los ánimos.
Más de 15 protestas en Santa Marta
Desde que se conocieron las medidas restrictivas impuestas para frenar la propagación del covid-19, se han realizado más de 15 protestas en diferentes puntos de la ciudad protagonizadas por vendedores ambulantes, prestadores de servicios turísticos, taxistas y comunidad en general que piden ayudas económicas y alimentarias.
A diario, se realizan hasta dos bloqueos de vías, en los que la población con carteles y arengas asegura que está pasando múltiples necesidades por no poder laborar.
Los manifestantes dicen no tener claro cómo se beneficiarán de los mercados solidarios que viene entregando la Alcaldía, pues no están incluidos en ningún censo y tampoco se las ha informados sobre cómo acceder a los alimentos.
Las autoridades han estado atentas para disuadir las protestas en las que además de violarse la cuarentena, aumenta el riesgo de propagación del Coronavirus.
La Alcadesa Virna Johnson se ha comprometido a llegar con ayudas a todas las comunidades necesitadas.
Protestas registradas en Bucaramanga
Por otro lado, uno de los principales problemas que tiene Santander desde que inició el aislamiento, es que hay familias en varios sectores, barrios y asentamientos que no pueden mantenerse económicamente, por lo que empiezan a escasear los suministros, en especial los alimentos. Ese es el caso del Asentamiento Humano San Valentín, el cual no recibe comida desde hace varias semanas.
“Reconocemos que hay muchos espacios que la Alcaldía debe apoyar, pero ya ha pasado mucho tiempo y no hemos visto el primer aporte por parte de ellos, tan solo hace una semana recibimos 5 mercados de una iniciativa de jóvenes, lo cual agradecemos, pero sigue siendo insuficiente para las 250 familias que abarcan el asentamiento”, afirma María Aura Escobar, vicepresidenta de la junta de acción de San Valentín.
Escobar aclara que por tal razón varios integrantes del asentamiento han tenido que salir de sus casas a quejarse. “La gente sale por que está angustiada y necesita comida; cuando pasa el carro de alimentos, ellos se dirigen a la carretera a bloquear el paso de este vehículo, porque desean que la comida sea para el asentamiento”, añade.
Asimismo, en otros sectores ya se han presentado protestas y bloqueos de vía por la falta de aportes de alimentos; por ejemplo, en el Barrio Nápoles de Bucaramanga, en donde hicieron un incendio en mitad de la vía, el cual impedía el paso de carros y peatones.
“La gente necesita comida, y si la única manera que ven que pueden conseguirlo es a través de las manifestaciones públicas, es respetable que sean escuchados”, asegura Giovanni Beltrán, presidente de la Junta de Acción Comunal del asentamiento humano Hacienda Río de Oro, en Girón, municipio en el que también se han presentado bloqueos.
El Tiempo
Trapos rojos, el SOS de las personas que tienen hambre en Colombia
La iniciativa de colocar un trapo rojo en la ventana o puerta de la vivienda, comenzó hace algunos días en la localidad de Soacha, a las afueras de Bogotá. La medida se hizo indicando que en esa casa viven personas que necesitan comida urgente. Ahora se ven trapos rojos en varias partes de Colombia.
Cada día que pasa con la cuarentena, más familias piden ayuda, ya que no pueden salir a trabajar y antes de que estallara la crisis de la pandemia en Colombia, los ingresos de miles de personas, dependían del día a día. Hoy ya no tienen reservas y no quieren morirse de hambre.
Los trapos rojos se ven en Bogotá, Barranquilla, Medellín y en otras ciudades y localidades de Colombia. Las personas han esperado pacientemente las ayudas del Gobierno o de voluntarios que llegan con mercados. Sin embargo, es tanta la desesperación, que este miércoles 15 de abril, se presentaron varias protestas en todo el territorio nacional.
“No nos vamos a morir de coronavirus, sino de hambre” dicen varias pancartas de los manifestantes que le piden al estado ayuda, principalmente comida para sus familias.
Marca
16 abril, 2020
Trapos rojos y bloqueos, protestas por hambre en varias zonas del país
En varios puntos del país, es común durante esta cuarentena nacional ver trapos rojos colgados de las ventanas de las casas en los barrios, indicando que la familia que ahí habita necesita ayuda porque no cuenta con los recursos para subsistir sin tener que salir de su vivienda.
En algunas laderas de Medellín, los ya reiterativos aplausos en balcones y terrazas en honor a la labor del personal de la salud que se hacen en la noche, fueron reemplazados por el sonido de las cacerolas vacías como señal de protesta por el hambre que están padeciendo en estos sectores producto del confinamiento obligado.
En el día, la señal de protesta son los trapos rojos que cada vez adornan más viviendas de los sectores de Medellín.
Los barrios Independencias III y Nuevos Conquistadores, parte alta y baja, de la comuna 13; La Iguaná y El Tirol (comuna 7), barrio santo Domingo (comuna 1), Nueva Jerusalén (entre Medellín y Bello), Moravia (comuna 4) y un sector del corregimiento San Cristóbal, fueron algunas de las zonas de la capital antioqueña donde se vieron este tipo de protestas y donde aseguran que las ayudas no llegan.
Y es que si bien los bonos por 100.000 que comenzó a repartir la alcaldía a quienes se inscribieran en la plataforma Medellín Me Cuida, eran para personas que no contaban con ayudas del Gobierno, una de las líderes del barrio Carpinelo, parta alta de Santo Domingo, indicó que quienes están en programas como Familias en Acción ya no tienen dinero y, peor aún, hay otros que no cuentan con ningún beneficio “y tampoco les llegó ese bono. Y apenas vamos a empezar segunda cuarentena, ese subsidio no dura tanto ya no hay más dinero”.
Por su parte, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, anunció que la administración municipal comenzará a entregar 170.000 ayudas alimentarias a familias de escasos recursos de la ciudad que se registraron a través de la plataforma Medellín Me Cuida o que han manifestado no tener la posibilidad de hacerlo y han sido caracterizas gracias al trabajo de campo de funcionarios públicos en los barrios de la ciudad.
“En ese trabajo, hemos recogido a más de 20.000 personas en el último día. Personas que no tenían acceso a internet y que están pidiendo este apoyo alimentario”, precisó el mandatario local.
De igual forma, recordó que los más de 100.000 mercados recogidos en la ‘donatón’ serán complementados para que abastezcan por un mes a los beneficiados.
Por su parte, el concejal Daniel Duque indicó que son por lo menos 250.000 las familias de escasos recursos en la ciudad, por lo que radicó una propuesta denominada ‘Medellín sin hambre’, la cual busca que estas familias no solo tengan un mercado esporádico, sino una renta básica durante 6 meses para que puedan pagar algunas de sus obligaciones.
Esta renta, explicó el corporado, sería de 292.000 pesos y sería a través de transferencia bancaria o con bonos cambiables.
“Esta estrategia tendría un costo de 330.000 millones de pesos, lo que representa el 7 por ciento del presupuesto del 2020 o el 28 por ciento del componente ‘recuperemos lo social’ previsto en el Plan de Desarrollo”, aseguró Duque.
Mientras tanto, diferentes protestas se han registrado en cinco municipios de La Guajira por parte de las comunidades indígenas wayuu quienes aseguran no tener recursos para aprovisionarse con alimentos durante la cuarentena, a lo que se suma la falta de agua vital para el lavado de manos de forma constante que se requiere para combatir el virus.
Los disturbios se han registrado en las zonas rurales de Riohacha, Maicao, Manaure, Uribia y Albania, al punto de bloquear las principales vías de acceso a estas poblaciones, tras originar más de 200 peajes informales, para lo cual fue necesario la intervención de las autoridades a través del Esmad y lograr garantizar la movilidad del transporte esencial para solventar esta emergencia.
A pesar de la entrega de ayudas las comunidades siguen reclamando, en el casco urbano de Riohacha varios líderes de barrios deprimidos reclaman a la administración Distrital la falta de apoyo y abandono. Llevan varias semanas esperando las ayudas que les prometieron llegarían puerta a puerta.
En cuanto al tema de agua, más de un millón de litros de agua han sido entregados en una semana a la gobernación de La Guajira por parte de Cerrejón para ser distribuidos en las comunidades indígenas en diferentes zonas del departamento, lo cual se queda corto para la capacidad que puede dar la empresa tras ofrecer 7 millones de litros mensuales, debido a las alteraciones de orden público.
“Estamos en capacidad de dar más, esperamos que las comunidades acaten el aislamiento y detengan los bloqueos que frenan la llegada de las ayudas y adopten medidas que nos protejan a todos del Covid-19”, indicó el Vicepresidentes de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Cerrejón Luis Marulanda.
Hambre en Sincelejo
Con refuerzos policiales permanece un almacén de cadena ubicado en el barrio Los Rosales, al norte de la capital sucreña, luego del intento de saqueo del que fue blanco la tarde de este martes.
Lanzando piedras a las esteras metálicas de la tienda D1, alrededor de 15 sujetos intentaron ingresar por la fuerza, logrando la alteraron el orden público, reclamando la llegada de ayudas humanitarias a la zona.
Mientras los sujetos trataban de ingresar por la fuerza, predominó la quema de llantas, y bloqueo de vías con troncos y ramas, al tiempo que mujeres, niños y adultos mayores realizaron un cacerolazo reclamando alimentos.
Ante los desmanes y el bloqueo de vías con quema de llantas, el coronel de la Policía William Rincón Zambrano, comandante de la Policía de Sucre precisó que el brote generado al parecer por vándalos, fue controlado por el Esmad y el grupo antisaqueo que ha sido organizado dentro de la institución y que está integrado por especialidades de la Policía.
Para mitigar la revuelta el alcalde de Sincelejo llegó al sector a calmar los ánimos.
Más de 15 protestas en Santa Marta
Desde que se conocieron las medidas restrictivas impuestas para frenar la propagación del covid-19, se han realizado más de 15 protestas en diferentes puntos de la ciudad protagonizadas por vendedores ambulantes, prestadores de servicios turísticos, taxistas y comunidad en general que piden ayudas económicas y alimentarias.
A diario, se realizan hasta dos bloqueos de vías, en los que la población con carteles y arengas asegura que está pasando múltiples necesidades por no poder laborar.
Los manifestantes dicen no tener claro cómo se beneficiarán de los mercados solidarios que viene entregando la Alcaldía, pues no están incluidos en ningún censo y tampoco se las ha informados sobre cómo acceder a los alimentos.
Las autoridades han estado atentas para disuadir las protestas en las que además de violarse la cuarentena, aumenta el riesgo de propagación del Coronavirus.
La Alcadesa Virna Johnson se ha comprometido a llegar con ayudas a todas las comunidades necesitadas.
Protestas registradas en Bucaramanga
Por otro lado, uno de los principales problemas que tiene Santander desde que inició el aislamiento, es que hay familias en varios sectores, barrios y asentamientos que no pueden mantenerse económicamente, por lo que empiezan a escasear los suministros, en especial los alimentos. Ese es el caso del Asentamiento Humano San Valentín, el cual no recibe comida desde hace varias semanas.
“Reconocemos que hay muchos espacios que la Alcaldía debe apoyar, pero ya ha pasado mucho tiempo y no hemos visto el primer aporte por parte de ellos, tan solo hace una semana recibimos 5 mercados de una iniciativa de jóvenes, lo cual agradecemos, pero sigue siendo insuficiente para las 250 familias que abarcan el asentamiento”, afirma María Aura Escobar, vicepresidenta de la junta de acción de San Valentín.
Escobar aclara que por tal razón varios integrantes del asentamiento han tenido que salir de sus casas a quejarse. “La gente sale por que está angustiada y necesita comida; cuando pasa el carro de alimentos, ellos se dirigen a la carretera a bloquear el paso de este vehículo, porque desean que la comida sea para el asentamiento”, añade.
Asimismo, en otros sectores ya se han presentado protestas y bloqueos de vía por la falta de aportes de alimentos; por ejemplo, en el Barrio Nápoles de Bucaramanga, en donde hicieron un incendio en mitad de la vía, el cual impedía el paso de carros y peatones.
“La gente necesita comida, y si la única manera que ven que pueden conseguirlo es a través de las manifestaciones públicas, es respetable que sean escuchados”, asegura Giovanni Beltrán, presidente de la Junta de Acción Comunal del asentamiento humano Hacienda Río de Oro, en Girón, municipio en el que también se han presentado bloqueos.
El Tiempo
Trapos rojos, el SOS de las personas que tienen hambre en Colombia
La iniciativa de colocar un trapo rojo en la ventana o puerta de la vivienda, comenzó hace algunos días en la localidad de Soacha, a las afueras de Bogotá. La medida se hizo indicando que en esa casa viven personas que necesitan comida urgente. Ahora se ven trapos rojos en varias partes de Colombia.
Cada día que pasa con la cuarentena, más familias piden ayuda, ya que no pueden salir a trabajar y antes de que estallara la crisis de la pandemia en Colombia, los ingresos de miles de personas, dependían del día a día. Hoy ya no tienen reservas y no quieren morirse de hambre.
Los trapos rojos se ven en Bogotá, Barranquilla, Medellín y en otras ciudades y localidades de Colombia. Las personas han esperado pacientemente las ayudas del Gobierno o de voluntarios que llegan con mercados. Sin embargo, es tanta la desesperación, que este miércoles 15 de abril, se presentaron varias protestas en todo el territorio nacional.
“No nos vamos a morir de coronavirus, sino de hambre” dicen varias pancartas de los manifestantes que le piden al estado ayuda, principalmente comida para sus familias.
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