SANTIAGO (Uypress)- 25.07.2021
Voy a hablar desde lo que a mi, como sacerdote, me tocó ver y vivir en Cuba. Estuve un mes misionando en la isla, no fui ni a los Cayos ni a Varadero. Estuve unos días en la Habana, en la parroquia de la merced en la Habana vieja, y luego en Santiago de Cuba, en San Luis y me tocó desempeñarme en la Zona de Chile (antigua Santa Ana de Auza).
Hablé con gente opositora, y con gente que apoyaba al régimen. A la misión acudió de todo y seguramente gente del partido para ver que decíamos y que era lo que entregábamos.
Vi pobreza, sí, igual que en nuestro país. ¿Vi niños pidiendo en las calles? No. Visité el hospital de San Luis. No habían filas, no había suciedad, no había enfermos tirados en ningún lugar sin atención médica.
Visité casas, muchas, de gente humilde. Había de sobra, no, había dignidad si.
Comí lo mismo que comían todos. Mucho arroz, mucho frijol negro.
Había racionamiento, sí.
Hubo atención médica para los enfermos en la misión, sí.
La gente hablaba en contra de los Castro, si. Hablaban en contra de la Revolución, No.
Gente adulta me habló de los tiempos de Batista, de la falta de comida, de la imposibilidad de educarse. De muchas peripecias.
Me hablaron de sus hijos que querían partir porque ya no soportaban el no tener cosas. Hubo algún muchacho que me dijo por qué había vuelto a Cuba. Ya no soportó mi sistema capitalista.
Vi el funcionamiento de los CDR, Hablé con funcionarios y miembros del partido.
Me entrevisté con un par de miembros de la oposición.
Hoy cuento todo esto porque creo que hay que orar por Cuba. Pero también hay que tener claro que son los cubanos quienes deben decidir. No los intereses económicos y políticos de los que por más de 60 años han mantenido un bloqueo brutal contra la isla. Que han esperado cada momento propicio para ver la caída del gobierno más que los intereses del pueblo cubano.
Hoy Cuba necesita ayuda humanitaria, y que esa ayuda sea real y no condicionada a si Díaz-Canel sale o no del poder. Esa es una decisión de la asamblea nacional.
Cuba necesita vacunas, alimentos. No que les vendamos un ideal de democracia que a nosotros no nos ha permitido tener ni equidad ni igualdad ni justicia.
No creo en la frase Patria o Vida. Porque esa vida será para algunos. Esa élite que salió de Cuba junto con Batista y que jura que recuperará riquezas y que cobrará revancha sobre estos 60 años de revolución.
Cuando cayó la URSS se esperó que el régimen cubano cayera y no pasó. Cuando murió Fidel se pensó que la revolución cayera y no pasó. Hoy, Cuba está nuevamente con dificultades. Y en vez de promocionar la ayuda necesaria, muchos esperan que el régimen caiga..... Veremos que sucede.
Yo espero que esa ayuda llegue, que se acabe con el bloqueo y que sea el pueblo cubano quien decida. No nosotros. Arreglemos nuestros entuertos acá en casa. Solucionemos el tema del wallmapu. La pobreza, la vivienda, la salud, la educación, la cultura y después vamos a ordenar la casa del vecino.
Que Cuba, mi bella isla siga su destino digno. Yo oro y pienso en ella.
Sacerdote Alejandro Fabres
Foto: Sacerdote Alejandro Farbes / Red Contactos Sur
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias
