BÉLGICA (Other News/Riccardo Petrella*—
18.11.2021
Ágora de los habitantes de la Tierra) - Una «revolución» perversa. El pasado 7 de diciembre, la empresa privada que gestiona la Bolsa de Chicago ha abierto por primera vez un producto financiero especulativo, los «futuros», al agua en California.
Los grandes depredadores financieros
Una «revolución» perversa. El pasado 7 de diciembre, la empresa privada que gestiona la Bolsa de Chicago ha abierto por primera vez un producto financiero especulativo, los «futuros», al agua en California. Dado que el agua buena para el uso humano se considera ahora un elemento natural vital cada vez más escaso, las finanzas han intervenido con el objetivo, según ellos, de «gobernar» la escasez de agua garantizando a las grandes empresas usuarias de agua (explotaciones agrícolas, viticultores, bebidas dulces/carbonatadas....) la disponibilidad de agua gracias a la selección de usos que hace el precio del agua fijado por la especulación (como ocurre con el petróleo, el oro, el trigo....).
A mediados de octubre de 2021, antes de la celebración de la COP15 sobre biodiversidad y conservación de la naturaleza, y unos días antes del inicio de la COP26 sobre clima y medio ambiente, los gestores de la bolsa de Wall Street en Nueva York lanzaron una nueva categoría de activos financieros sobre todos los elementos de la naturaleza. El mismo objetivo, la misma pretensión: ante la degradación de la naturaleza, la drástica reducción de la biodiversidad, los riesgos de un nuevo enrarecimiento masivo de los «recursos» naturales para la economía y el «crecimiento económico», las finanzas privadas mundiales desempeñan el papel de «salvadoras» al asumir la responsabilidad de regular de forma eficaz y sostenible, dicen, la gestión del mundo natural mediante su apropiación/monetización.
Como en el caso de la salida a bolsa del agua, detrás de la decisión de promover/imponer la monetización total de la naturaleza está el fondo de inversión privado más poderoso del mundo, BlackRock, dirigido por su presidente Larry Fink. En la actualidad, BlackRock gestiona 9,5 trillones de dólares y se ha convertido en la tercera potencia financiera del mundo, después de Estados Unidos y China. Juntos, BlackRock, Vanguard (del que BlackRock es el principal accionista) y State Street, los tres fondos de inversión más poderosos del mundo, podrían convertirse en los principales propietarios del mundo o reforzar su actual posición de «señores» de la Tierra.
La monetización de la naturaleza
BlakcRock ha propuesto convertir el 30% del mundo natural en «áreas naturales protegidas» para 2030, es decir, compradas y gestionadas por el capital financiero privado. Una colosal campaña legalizada para acaparar la tierra del planeta. En pocas décadas, el gran capital podría reducir todo el mundo natural a capital financiero. Las empresas que gestionarán los «espacios naturales protegidos» se llamarán NAC (Natural Asset Companies). Su objetivo es extraer beneficios ilimitados de los procesos naturales que van a monetizar. Las primeras y principales víctimas serían los pueblos indígenas cuyas tierras consideran su patrimonio ancestral e intransferible. Los derechos individuales y colectivos a la vida serían pisoteados sin límite en todas partes.
La monetización de la naturaleza es un escándalo porque permitirá a los grandes bancos y, sobre todo, los fondos de inversión antes mencionados : a) transformar todo el mundo natural en una gigantesca mina de extracción y acumulación de riqueza monetaria, destruyendo la «riqueza» de la vida del planeta, y b) extender su poder de dominación y de violencia sobre la economía de los humanos (una economía cada vez más artificial y dominada por la lógica del enriquecimiento desigual y de la exclusión), a la de toda la economía del mundo natural.
La gente de BlackRock ha calculado que el mundo natural vale cuatro cuatrillones de dólares, es decir, 4.000 trillones de dólares. Considere que el producto mundial en 2020 era de 84,5 trillones de dólares. El producto nacional de Alemania en 2020 era de 3,8 trillones .
La complicidad de los poderes públicos
Los poderes públicos son cómplices. La gran mayoría de los parlamentos elegidos democráticamente y los gobiernos oligárquicos de los grupos sociales dominantes creen en los «señores" de las finanzas. Ni en el caso limitato pero decisivo del agua, ni en el caso de la alfombra especulativa y la financiarización de la naturaleza, han reaccionado. De hecho, han confirmado su aprobación.
La aceptación de la monetización de la naturaleza fue-aprobada por los Estados en la Tercera Cumbre Mundial de la Tierra de la ONU en 2012. Esta aceptación ha sido hasta ahora uno de los principales factores que han impedido que las COP sobre clima y medio ambiente (incluida la actual COP26) encuentren una solución en beneficio de todos los habitantes de la Tierra (todas las especies vivas). Es una posición política y éticamente inaceptable, indecente, por parte de los representantes elegidos por el pueblo. .
La otra agenda
Desde 1987 (fecha del informe de la Comisión Brundlandt de la ONU) sabemos que el discurso de los gobernantes sobre el «desarrollo duradero y sostenible» es una impostura descarada. Ahora tenemos una confirmación indiscutible de ello.
El reto que suponen los depredadores para la comunidad global de la vida en el planeta es total, inmenso. Los dominantes no bromean y no prometen bla bla. Actúan, colonizan, subyugan, destruyen. La finanzas mundial hoy es criminal. Las experiencias de los últimos veinte años demuestran que los pueblos no pueden limitarse a seguir haciendo peticiones. Deben luchar para revertir la historia por «Otra Agenda» para el mundo, en nombre de la Humanidad y la Vida en la Tierra.
Para algunas propuestas en este sentido, véase mi artículo en italiano "El dinero al servicio de la vida", 29 de octubre de 2019, en particular el apartado «Desmonetización de bienes y servicios comunes esenciales para la vida»
https://wsimag.com/it/economia-e-politica/57278-la-moneta-al-servizio-della-vita
Los trabajadores inventaron la huelga general y lo hicieron bastante mejor que peor. Es hora de que los habitantes de la tierra encuentren las herramientas adecuadas.
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PS Fuentes: Ellen Brown, Wall Street's Latest Scheme Is Monetizing Nature Itself, Nov.4,2021, https://scheerpost.com/2021/11/04/wall-streets-latest-scheme-is-monetizing-nature-itself/21; Whitney Webb, Wall Street's Takeover of Nature Advances with Launch of New Asset Class,Oct.13,2021,https://unlimitedhangout.com/2021/10/investigative-reports/wall-streets-takeover-of-nature-advances-with-launch-of-new-asset-class/; https://www.lindipendente.online/2021/08/22/big-three-i-fondi-dinvestimento-che-comandano-il-mondo/
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*Profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina (B), presidente del Ágora de los Habitantes de la Tierra. Durante 15 años, entre 1979 y 1994, dirigió el programa de investigación Forecasting and Assessment in Science and Technology (FAST) en la Comisión Europea de la Comunidad Europea en Bruselas.
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UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias
Ágora de los habitantes de la Tierra) - Una «revolución» perversa. El pasado 7 de diciembre, la empresa privada que gestiona la Bolsa de Chicago ha abierto por primera vez un producto financiero especulativo, los «futuros», al agua en California.
Los grandes depredadores financieros
Una «revolución» perversa. El pasado 7 de diciembre, la empresa privada que gestiona la Bolsa de Chicago ha abierto por primera vez un producto financiero especulativo, los «futuros», al agua en California. Dado que el agua buena para el uso humano se considera ahora un elemento natural vital cada vez más escaso, las finanzas han intervenido con el objetivo, según ellos, de «gobernar» la escasez de agua garantizando a las grandes empresas usuarias de agua (explotaciones agrícolas, viticultores, bebidas dulces/carbonatadas....) la disponibilidad de agua gracias a la selección de usos que hace el precio del agua fijado por la especulación (como ocurre con el petróleo, el oro, el trigo....).
A mediados de octubre de 2021, antes de la celebración de la COP15 sobre biodiversidad y conservación de la naturaleza, y unos días antes del inicio de la COP26 sobre clima y medio ambiente, los gestores de la bolsa de Wall Street en Nueva York lanzaron una nueva categoría de activos financieros sobre todos los elementos de la naturaleza. El mismo objetivo, la misma pretensión: ante la degradación de la naturaleza, la drástica reducción de la biodiversidad, los riesgos de un nuevo enrarecimiento masivo de los «recursos» naturales para la economía y el «crecimiento económico», las finanzas privadas mundiales desempeñan el papel de «salvadoras» al asumir la responsabilidad de regular de forma eficaz y sostenible, dicen, la gestión del mundo natural mediante su apropiación/monetización.
Como en el caso de la salida a bolsa del agua, detrás de la decisión de promover/imponer la monetización total de la naturaleza está el fondo de inversión privado más poderoso del mundo, BlackRock, dirigido por su presidente Larry Fink. En la actualidad, BlackRock gestiona 9,5 trillones de dólares y se ha convertido en la tercera potencia financiera del mundo, después de Estados Unidos y China. Juntos, BlackRock, Vanguard (del que BlackRock es el principal accionista) y State Street, los tres fondos de inversión más poderosos del mundo, podrían convertirse en los principales propietarios del mundo o reforzar su actual posición de «señores» de la Tierra.
La monetización de la naturaleza
BlakcRock ha propuesto convertir el 30% del mundo natural en «áreas naturales protegidas» para 2030, es decir, compradas y gestionadas por el capital financiero privado. Una colosal campaña legalizada para acaparar la tierra del planeta. En pocas décadas, el gran capital podría reducir todo el mundo natural a capital financiero. Las empresas que gestionarán los «espacios naturales protegidos» se llamarán NAC (Natural Asset Companies). Su objetivo es extraer beneficios ilimitados de los procesos naturales que van a monetizar. Las primeras y principales víctimas serían los pueblos indígenas cuyas tierras consideran su patrimonio ancestral e intransferible. Los derechos individuales y colectivos a la vida serían pisoteados sin límite en todas partes.
La monetización de la naturaleza es un escándalo porque permitirá a los grandes bancos y, sobre todo, los fondos de inversión antes mencionados : a) transformar todo el mundo natural en una gigantesca mina de extracción y acumulación de riqueza monetaria, destruyendo la «riqueza» de la vida del planeta, y b) extender su poder de dominación y de violencia sobre la economía de los humanos (una economía cada vez más artificial y dominada por la lógica del enriquecimiento desigual y de la exclusión), a la de toda la economía del mundo natural.
La gente de BlackRock ha calculado que el mundo natural vale cuatro cuatrillones de dólares, es decir, 4.000 trillones de dólares. Considere que el producto mundial en 2020 era de 84,5 trillones de dólares. El producto nacional de Alemania en 2020 era de 3,8 trillones .
La complicidad de los poderes públicos
Los poderes públicos son cómplices. La gran mayoría de los parlamentos elegidos democráticamente y los gobiernos oligárquicos de los grupos sociales dominantes creen en los «señores" de las finanzas. Ni en el caso limitato pero decisivo del agua, ni en el caso de la alfombra especulativa y la financiarización de la naturaleza, han reaccionado. De hecho, han confirmado su aprobación.
La aceptación de la monetización de la naturaleza fue-aprobada por los Estados en la Tercera Cumbre Mundial de la Tierra de la ONU en 2012. Esta aceptación ha sido hasta ahora uno de los principales factores que han impedido que las COP sobre clima y medio ambiente (incluida la actual COP26) encuentren una solución en beneficio de todos los habitantes de la Tierra (todas las especies vivas). Es una posición política y éticamente inaceptable, indecente, por parte de los representantes elegidos por el pueblo. .
La otra agenda
Desde 1987 (fecha del informe de la Comisión Brundlandt de la ONU) sabemos que el discurso de los gobernantes sobre el «desarrollo duradero y sostenible» es una impostura descarada. Ahora tenemos una confirmación indiscutible de ello.
El reto que suponen los depredadores para la comunidad global de la vida en el planeta es total, inmenso. Los dominantes no bromean y no prometen bla bla. Actúan, colonizan, subyugan, destruyen. La finanzas mundial hoy es criminal. Las experiencias de los últimos veinte años demuestran que los pueblos no pueden limitarse a seguir haciendo peticiones. Deben luchar para revertir la historia por «Otra Agenda» para el mundo, en nombre de la Humanidad y la Vida en la Tierra.
Para algunas propuestas en este sentido, véase mi artículo en italiano "El dinero al servicio de la vida", 29 de octubre de 2019, en particular el apartado «Desmonetización de bienes y servicios comunes esenciales para la vida»
https://wsimag.com/it/economia-e-politica/57278-la-moneta-al-servizio-della-vita
Los trabajadores inventaron la huelga general y lo hicieron bastante mejor que peor. Es hora de que los habitantes de la tierra encuentren las herramientas adecuadas.
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PS Fuentes: Ellen Brown, Wall Street's Latest Scheme Is Monetizing Nature Itself, Nov.4,2021, https://scheerpost.com/2021/11/04/wall-streets-latest-scheme-is-monetizing-nature-itself/21; Whitney Webb, Wall Street's Takeover of Nature Advances with Launch of New Asset Class,Oct.13,2021,https://unlimitedhangout.com/2021/10/investigative-reports/wall-streets-takeover-of-nature-advances-with-launch-of-new-asset-class/; https://www.lindipendente.online/2021/08/22/big-three-i-fondi-dinvestimento-che-comandano-il-mondo/
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*Profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina (B), presidente del Ágora de los Habitantes de la Tierra. Durante 15 años, entre 1979 y 1994, dirigió el programa de investigación Forecasting and Assessment in Science and Technology (FAST) en la Comisión Europea de la Comunidad Europea en Bruselas.
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