Mirko C. Trudeau
On Oct 4, 2023
El diputado republicano Kevin McCarthy fue destituido como presidente de la Cámara de Representantes en una votación provocada por rebeldes de extrema derecha de su propio grupo legislativo, en medio de luchas dentro del Partido Republicano ante las elecciones presidenciales de 2024.
Quince intentos necesitó en enero Kevin McCarthy para ser elegido líder de la Cámara de Representantes estadounidense, ante las negativas de los radicales de su propio partido, los mismos que este martes lo han bajado de su puesto tras unos meses de tira y afloja en los que no ha logrado dominarlos. Ha sido líder un total de 269 días, en los que ha vivido sometido a las presiones de los republicanos radicales agrupados bajo el llamado «Freedom Caucus».
Meses complejos en los que ha hecho concesiones a ese ala dura del partido, abriendo por ejemplo un juicio político al presidente estadounidense, Joe Biden, a pesar de sus reticencias iniciales.
Es la primera vez en los 234 años de la historia de Estados Unidos que ocurre una remoción de esta naturaleza. La cámara baja resolvió dejar vacante el cargo de presidente con 216 votos a favor por 210 en contra, y preparó así el terreno para una inédita contienda por el relevo de McCarthy, a un año de los comicios.
El líder de la cámara baja ocupa el tercer cargo más poderoso de Estado Unidos, al ser el segundo en la línea de sucesión del presidente, después de quien ocupa la vicepresidencia. El representante Patrick McHenry, de Carolina del Norte, fue nombrado presidente pro tempore, hasta que se realice una votación para elegir nuevo dirigente.
En uno de sus primeros actos, McHenry ordenó a la ex líder Nancy Pelosi -octogenaria presidenta de la Cámara desde 2019 a 2023, y previamente de 2007 a 2011- a que abandonara de inmediato su oficina escondida en el Capitolio, según un correo electrónico enviado a su oficina, y difundido por el portal Politico.
Es la primera vez en los 234 años de la historia de Estados Unidos que ocurre una remoción de esta naturaleza. La cámara baja resolvió dejar vacante el cargo de presidente con 216 votos a favor por 210 en contra, y preparó así el terreno para una inédita contienda por el relevo de McCarthy, a un año de los comicios.
El líder de la cámara baja ocupa el tercer cargo más poderoso de Estado Unidos, al ser el segundo en la línea de sucesión del presidente, después de quien ocupa la vicepresidencia. El representante Patrick McHenry, de Carolina del Norte, fue nombrado presidente pro tempore, hasta que se realice una votación para elegir nuevo dirigente.
En uno de sus primeros actos, McHenry ordenó a la ex líder Nancy Pelosi -octogenaria presidenta de la Cámara desde 2019 a 2023, y previamente de 2007 a 2011- a que abandonara de inmediato su oficina escondida en el Capitolio, según un correo electrónico enviado a su oficina, y difundido por el portal Politico.
McCarthy, quien desistió de postularse nuevamente, desató la furia en el ala ultraconservadora republicana cuando el sábado pasado aprobó una medida bipartidista de financiación provisional respaldada por el gobierno demócrata de Joe Biden, que evitó el cierre del gobierno.
El ala de ultraderecha del Partido Republicano se opone con vehemencia a liberar fondos adicionales para la guerra en Ucrania, con el argumento de que el dinero debería destinarse mejor a atajar la crisis migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México.
Como muchos congresistas, McCarthy había reprendido a Trump tras el intento del golpe de Estado con el asalto al capitolio en enero de 2021, y luego percibió que los vientos cambiaban, por lo que rápidamente dio marcha atrás, y viajó a Florida para hacer las paces con Trump asegurándose así un apoyo crucial para sus ambiciones como presidente de la cámara baja.
Cuando McCarthy, de 58 años, consiguió lo que quería, se enfrentó a una realidad incómoda: su control del poder quedó a merced de los partidarios de la línea dura de su partido. En mayo sostuvo un tenso pulso con el presidente demócrata Joe Biden sobre la ampliación del límite de la deuda nacional.
Logró un acuerdo de última hora para evitar un catastrófico impago de la deuda estadounidense, y aunque lo consideró una victoria de los conservadores, debió enfrentar a partidarios de la línea dura republicana que le reprocharon haber hecho demasiadas concesiones en materia de gasto público.
El ala de ultraderecha del Partido Republicano se opone con vehemencia a liberar fondos adicionales para la guerra en Ucrania, con el argumento de que el dinero debería destinarse mejor a atajar la crisis migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México.
Como muchos congresistas, McCarthy había reprendido a Trump tras el intento del golpe de Estado con el asalto al capitolio en enero de 2021, y luego percibió que los vientos cambiaban, por lo que rápidamente dio marcha atrás, y viajó a Florida para hacer las paces con Trump asegurándose así un apoyo crucial para sus ambiciones como presidente de la cámara baja.
Cuando McCarthy, de 58 años, consiguió lo que quería, se enfrentó a una realidad incómoda: su control del poder quedó a merced de los partidarios de la línea dura de su partido. En mayo sostuvo un tenso pulso con el presidente demócrata Joe Biden sobre la ampliación del límite de la deuda nacional.
Logró un acuerdo de última hora para evitar un catastrófico impago de la deuda estadounidense, y aunque lo consideró una victoria de los conservadores, debió enfrentar a partidarios de la línea dura republicana que le reprocharon haber hecho demasiadas concesiones en materia de gasto público.
El compromiso de McCarthy con los demócratas volvió a ser objeto de la ira de la extrema derecha, cuando la semana pasada utilizó los votos del partido para evitar el cierre del gobierno. La medida enfureció a republicanos –incluido Trump–, que abogaban por forzar recortes masivos del gasto y reducir la carga de la deuda del país, que supera los 31 mil millones de dólares.
A la cabeza de las críticas quedó el congresista Matt Gaetz, viejo antagonista de McCarthy, quien el lunes presentó la moción para dejar vacante la presidencia: “el caos es el presidente McCarthy, dijo.
Gaetz había amenazado durante meses con activar el proceso para sacarlo del puesto y aprovechó que McCarthy se apoyara en votos demócratas para sacar adelante la ley que amplió durante 45 días la financiación de la Administración en temas clave, para destituirlo. Incluso el líder de la minoría demócrata, Hakeem Jeffries, instruyó a los miembros de su bancada a votar para revocarlo.
Gaetz forma parte del «Freedom Caucus» , el ala del Partido Republicano afín al expresidente Donald Trump. Solo otros dos presidentes de la Cámara de Representantes en el último siglo han sido sometidos a una moción en su contra, ambas sin éxito: los también republicanos Joseph Cannon en 1910 y John Boehner en 2015. En esa última ocasión no se llegó a someter a voto, pero su presentación fue un detonante para la dimisión de Boehner meses después.
Desde las elecciones de medio mandato del pasado noviembre, los conservadores tienen en esa cámara 221 escaños y los demócratas 212. La moción necesitaba ser aprobada por mayoría simple.
Gaetz había amenazado durante meses con activar el proceso para sacarlo del puesto y aprovechó que McCarthy se apoyara en votos demócratas para sacar adelante la ley que amplió durante 45 días la financiación de la Administración en temas clave, para destituirlo. Incluso el líder de la minoría demócrata, Hakeem Jeffries, instruyó a los miembros de su bancada a votar para revocarlo.
Gaetz forma parte del «Freedom Caucus» , el ala del Partido Republicano afín al expresidente Donald Trump. Solo otros dos presidentes de la Cámara de Representantes en el último siglo han sido sometidos a una moción en su contra, ambas sin éxito: los también republicanos Joseph Cannon en 1910 y John Boehner en 2015. En esa última ocasión no se llegó a someter a voto, pero su presentación fue un detonante para la dimisión de Boehner meses después.
Desde las elecciones de medio mandato del pasado noviembre, los conservadores tienen en esa cámara 221 escaños y los demócratas 212. La moción necesitaba ser aprobada por mayoría simple.
Los demócratas tampoco querían a McCarthy, al destacar su decisión de incumplir un acuerdo con Biden sobre los límites de gasto acordados a principios de este año en las conversaciones de alto riesgo sobre el presupuesto federal. Biden emitió un comunicado tras su destitución, instando a los legisladores a elegir a la brevedad a un sustituto, argumentando que los urgentes retos a los que se enfrenta el país no esperan.
Trump no podrá comentar sobre personal judicial
Mientras, un juez en Nueva York prohibió a Donald Trump lanzar ataques verbales contra el personal judicial, luego de que el ex presidente hizo comentarios despectivos contra una asistente del magistrado en el proceso que enfrenta por fraude financiero.
Trump criticó en redes sociales a Allison Greenfield, principal asistente legal, al publicar una foto de ella con el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, en un acto público, y llamarla la novia de Schumer y señalar que el caso en su contra debe ser desestimado.
*Economista, politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)