En 16/01/2024
El hombre encapuchado aparece con una pistola en medio de la emisión en directo del programa “Después del Noticiero”, de TC Televisión, de Ecuador. Es alrededor de las dos de la tarde del segundo martes de enero del año que empieza. Otros dos pistoleros apuntan con una escopeta y una subametralladora a los periodistas. “Todos al piso. Estamos al aire pa’ que sepan que no se puede jugar con la mafia”, grita uno de los armados, mientras muestra un explosivo y lo coloca en el bolsillo de la chaqueta de uno de los reporteros cautivos. El terror se apodera de todos en el canal y de las miles de personas que siguen la transmisión en vivo.
En el asalto participaron 13 encapuchados, de entre 16 y 32 años, integrantes de la banda Los Tiguerones, vinculados a los poderosos Los Lobos. De acuerdo a información policial de Ecuador y Perú, este grupo criminal vinculado al narcotráfico extendió sus violentas acciones hasta la capital peruana, en Lima, desde el año 2022. En esta ciudad, de acuerdo a la información policial, esta banda disputa el control del territorio para el microtráfico de drogas con bandas locales y con el Tren de Aragua.
El ataque y secuestro del medio ecuatoriano expuso el origen del armamento utilizado y el serio problema del tráfico de armas procedente de las Fuerzas Armadas peruanas. Las armas y explosivos empleados en el ataque a la televisora eran de origen peruano, confirma el general Víctor Herrera, jefe policial del distrito de Guayaquil, entrevistado para este informe.
VINCULADOS A LOS LOBOS. En el asalto al canal TC televisión participaron 13 encapuchados, de entre 16 y 32 años, integrantes de Los Tiguerones.
El hombre encapuchado aparece con una pistola en medio de la emisión en directo del programa “Después del Noticiero”, de TC Televisión, de Ecuador. Es alrededor de las dos de la tarde del segundo martes de enero del año que empieza. Otros dos pistoleros apuntan con una escopeta y una subametralladora a los periodistas. “Todos al piso. Estamos al aire pa’ que sepan que no se puede jugar con la mafia”, grita uno de los armados, mientras muestra un explosivo y lo coloca en el bolsillo de la chaqueta de uno de los reporteros cautivos. El terror se apodera de todos en el canal y de las miles de personas que siguen la transmisión en vivo.
En el asalto participaron 13 encapuchados, de entre 16 y 32 años, integrantes de la banda Los Tiguerones, vinculados a los poderosos Los Lobos. De acuerdo a información policial de Ecuador y Perú, este grupo criminal vinculado al narcotráfico extendió sus violentas acciones hasta la capital peruana, en Lima, desde el año 2022. En esta ciudad, de acuerdo a la información policial, esta banda disputa el control del territorio para el microtráfico de drogas con bandas locales y con el Tren de Aragua.
El ataque y secuestro del medio ecuatoriano expuso el origen del armamento utilizado y el serio problema del tráfico de armas procedente de las Fuerzas Armadas peruanas. Las armas y explosivos empleados en el ataque a la televisora eran de origen peruano, confirma el general Víctor Herrera, jefe policial del distrito de Guayaquil, entrevistado para este informe.
Los fusiles de asalto y granadas tienen los sellos de las Fuerzas Armadas de Perú. Del mismo modo, los tacos que usaban los criminales son emulsiones de elaboración industrial, producidas por la Fábrica de Armas y Municiones del Ejército de Perú (FAME), destinados para la explotación minera, explica el general Herrera. La expansión transnacional de Los Tiguerones y Los Lobos hacia Perú facilitó el tráfico de armamento desde este país hacia Ecuador.
El catálogo de explosivos y materiales relacionados, emitido por la Superintendencia Nacional de Control de Servicios y Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec), de Perú, detalla 1.035 ítems. Entre ellos, constan una docena de emulsiones encartuchadas de alto poder detonante. Son este tipo de artefactos fabricados por la industria militar peruana los que están actualmente circulando fuera del territorio peruano y siendo usados por narcoterroristas en las calles de Ecuador.
Las vías del tráfico de armamento
Un documento clasificado del sector Inteligencia, al que OjoPúblico, Código Vidrio y Vistazo tuvieron acceso, revela que existen cuatro rutas para el contrabando de armas, municiones y explosivos desde Perú hacia Ecuador.
La primera sale desde Aguas Verdes (distrito fronterizo de Perú), desde donde el cargamento se transporta en taxis y motos hacia un grupo de fincas de la frontera en Ecuador. La segunda parte de la ciudad de Tumbes hacia Huaquillas, luego Guayaquil, Quevedo, Ambato, Tena, Lago Agrio y el Putumayo, antes de llegar a Colombia.
La tercera ruta incorpora la zona de Santo Domingo de los Tsáchilas, luego Quito, Ibarra y Tulcán. Y la cuarta variante incorpora el centro andino, al pasar por Latacunga, Ambato y Baños.
El catálogo de explosivos y materiales relacionados, emitido por la Superintendencia Nacional de Control de Servicios y Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec), de Perú, detalla 1.035 ítems. Entre ellos, constan una docena de emulsiones encartuchadas de alto poder detonante. Son este tipo de artefactos fabricados por la industria militar peruana los que están actualmente circulando fuera del territorio peruano y siendo usados por narcoterroristas en las calles de Ecuador.
Las vías del tráfico de armamento
Un documento clasificado del sector Inteligencia, al que OjoPúblico, Código Vidrio y Vistazo tuvieron acceso, revela que existen cuatro rutas para el contrabando de armas, municiones y explosivos desde Perú hacia Ecuador.
La primera sale desde Aguas Verdes (distrito fronterizo de Perú), desde donde el cargamento se transporta en taxis y motos hacia un grupo de fincas de la frontera en Ecuador. La segunda parte de la ciudad de Tumbes hacia Huaquillas, luego Guayaquil, Quevedo, Ambato, Tena, Lago Agrio y el Putumayo, antes de llegar a Colombia.
La tercera ruta incorpora la zona de Santo Domingo de los Tsáchilas, luego Quito, Ibarra y Tulcán. Y la cuarta variante incorpora el centro andino, al pasar por Latacunga, Ambato y Baños.
VÍAS DEL CRIMEN. Estas son las rutas del tráfico de armas desde Perú a Ecuador que las autoridades han identificado desde el 2022. Hasta el momento, es poco lo que se ha logrado controlar. Imagen: Sistema de Inteligencia
“La deficiencia en los controles fronterizos, pasos ilegales o irregulares en las fronteras de Ecuador ha permitido el paso de armas y municiones. La puerta principal del tráfico de armas es la frontera sur [de Ecuador], por uno de los 80 pasos irregulares detectados”, señala uno de los informes clasificados revisados por esta alianza. Y establece que la procedencia es, mayoritariamente, la Fábrica de Armas y Municiones del Ejército peruano (FAME), la principal proveedora de armamento para las Fuerzas Armadas.
Durante los últimos años, la violencia urbana ejercida por las bandas de narcotraficantes se ha incrementado en Ecuador y en gran parte de estas acciones se han usado estas armas de origen peruano. Un análisis, al que se tuvo acceso para esta investigación, revela que el 52% de los explosivos incautados en todo Ecuador se fabrican en Perú.
Al igual que las armas y otros pertrechos bélicos, estos ingresan clandestinamente por la frontera, según informes del Comando de Inteligencia Militar Conjunto de Ecuador. La sustancia explosiva predominantemente usada por las mafias del narcotráfico es Emulnor. En el catálogo del ente de control peruano, Sucamec, corresponde al ítem 423. La unidad de medida es el kilogramo y es definido como un explosivo secundario, consistente en una emulsión o hidrogel encartuchada.
El año 2007 Ecuador tenía tres organizaciones delictivas: Los Choneros, Ñetas y Latin Kings; y este año, con la reciente ola de violencia, se han identificado por lo menos 22 organizaciones. El gobierno de este país ha declarado el Conflicto Armado Interno y ha calificado a estas organizaciones terroristas, de acuerdo al Decreto 111, firmado el segundo martes de enero, por el presidente Daniel Noboa.
El poder de las organizaciones criminales se sostiene en gran parte en su capacidad de fuego y violencia. Utilizan artefactos explosivos improvisados (AEI) que usan la sustancia explosiva citada Emulnor.
El ingreso ilegal de armamento desde Perú, de acuerdo a las fuentes consultadas, se intensificó desde el año 2022. En enero de ese año, las autoridades incautaron alrededor de 10.000 municiones en Huaquillas y, en Tulcán (norte andino), otras 798 cajas de explosivos. Todo este material tenía como origen de fábrica la empresa de armas del Ejército Peruano (FAME).
“La deficiencia en los controles fronterizos, pasos ilegales o irregulares en las fronteras de Ecuador ha permitido el paso de armas y municiones. La puerta principal del tráfico de armas es la frontera sur [de Ecuador], por uno de los 80 pasos irregulares detectados”, señala uno de los informes clasificados revisados por esta alianza. Y establece que la procedencia es, mayoritariamente, la Fábrica de Armas y Municiones del Ejército peruano (FAME), la principal proveedora de armamento para las Fuerzas Armadas.
Durante los últimos años, la violencia urbana ejercida por las bandas de narcotraficantes se ha incrementado en Ecuador y en gran parte de estas acciones se han usado estas armas de origen peruano. Un análisis, al que se tuvo acceso para esta investigación, revela que el 52% de los explosivos incautados en todo Ecuador se fabrican en Perú.
Al igual que las armas y otros pertrechos bélicos, estos ingresan clandestinamente por la frontera, según informes del Comando de Inteligencia Militar Conjunto de Ecuador. La sustancia explosiva predominantemente usada por las mafias del narcotráfico es Emulnor. En el catálogo del ente de control peruano, Sucamec, corresponde al ítem 423. La unidad de medida es el kilogramo y es definido como un explosivo secundario, consistente en una emulsión o hidrogel encartuchada.
El año 2007 Ecuador tenía tres organizaciones delictivas: Los Choneros, Ñetas y Latin Kings; y este año, con la reciente ola de violencia, se han identificado por lo menos 22 organizaciones. El gobierno de este país ha declarado el Conflicto Armado Interno y ha calificado a estas organizaciones terroristas, de acuerdo al Decreto 111, firmado el segundo martes de enero, por el presidente Daniel Noboa.
El poder de las organizaciones criminales se sostiene en gran parte en su capacidad de fuego y violencia. Utilizan artefactos explosivos improvisados (AEI) que usan la sustancia explosiva citada Emulnor.
El ingreso ilegal de armamento desde Perú, de acuerdo a las fuentes consultadas, se intensificó desde el año 2022. En enero de ese año, las autoridades incautaron alrededor de 10.000 municiones en Huaquillas y, en Tulcán (norte andino), otras 798 cajas de explosivos. Todo este material tenía como origen de fábrica la empresa de armas del Ejército Peruano (FAME).
CONTRABANDO. La policía de Ecuador ha incautado cartuchos fabricados por la empresa del Ejército peruano en manos de la organización criminal Los Lobos. Foto: Policía de Ecuador
El 10 de marzo, en el cantón Camilo Ponce —una zona donde se realiza mucha actividad minera de oro ilegal controlada por la organización criminal Los Lobos— se detectó un arsenal de dinamita también producido en Perú. La historia se ha repetido en los meses siguientes en otras regiones.
El 2022, el Perú, con 33 millones de habitantes, tenía registradas 127.000 armas de fuego. Ecuador, con 18 millones de habitantes, tenía 160.000 armas registradas.
Cooperación militar ineficaz
El general Luis Altamirano, excomandante del Ejército de Ecuador entre octubre de 2019 y diciembre de 2020, señala que existen dificultades para lograr la trazabilidad de armamento incautado.
Las permanentes incautaciones y capturas son reportadas mensualmente y analizadas en las reuniones ordinarias de la Comisión Binacional de Frontera (Combifron), que realizan los militares de los países en la frontera. Y, en estos espacios, es frecuente observar las cifras de incautaciones de pertrechos procedentes de la Fábrica de Armas y Municiones del Ejército Peruano.
En Huaquillas los militares ecuatorianos han capturado cargamentos con cajas de explosivos, dinamita y fusiles de la misma fábrica que abastece a la Policía y al Ejército peruanos. Sin embargo, “la cooperación de las fuerzas peruanas es escasa y desarticulada, poco efectiva”, señala un oficial del Ejército de Ecuador que ha participado en las reuniones binacionales.
Patricio Carrillo, general de policía retirado, excomandante de Policía y exministro de Gobierno ecuatoriano, explica que el sistema de inteligencia nacional fue incapaz de alertar la magnitud del problema de narcoviolencia que se incubaba durante los últimos años.
El 10 de marzo, en el cantón Camilo Ponce —una zona donde se realiza mucha actividad minera de oro ilegal controlada por la organización criminal Los Lobos— se detectó un arsenal de dinamita también producido en Perú. La historia se ha repetido en los meses siguientes en otras regiones.
El 2022, el Perú, con 33 millones de habitantes, tenía registradas 127.000 armas de fuego. Ecuador, con 18 millones de habitantes, tenía 160.000 armas registradas.
Cooperación militar ineficaz
El general Luis Altamirano, excomandante del Ejército de Ecuador entre octubre de 2019 y diciembre de 2020, señala que existen dificultades para lograr la trazabilidad de armamento incautado.
Las permanentes incautaciones y capturas son reportadas mensualmente y analizadas en las reuniones ordinarias de la Comisión Binacional de Frontera (Combifron), que realizan los militares de los países en la frontera. Y, en estos espacios, es frecuente observar las cifras de incautaciones de pertrechos procedentes de la Fábrica de Armas y Municiones del Ejército Peruano.
En Huaquillas los militares ecuatorianos han capturado cargamentos con cajas de explosivos, dinamita y fusiles de la misma fábrica que abastece a la Policía y al Ejército peruanos. Sin embargo, “la cooperación de las fuerzas peruanas es escasa y desarticulada, poco efectiva”, señala un oficial del Ejército de Ecuador que ha participado en las reuniones binacionales.
Patricio Carrillo, general de policía retirado, excomandante de Policía y exministro de Gobierno ecuatoriano, explica que el sistema de inteligencia nacional fue incapaz de alertar la magnitud del problema de narcoviolencia que se incubaba durante los últimos años.
CONTRABANDO EN BUSES. Al igual que las armas y otros pertrechos bélicos, las municiones ingresan clandestinamente por la frontera. En la imagen una incautación en Huaquillas. Foto: Policía de Ecuador
La institucionalidad de seguridad pública no logró anticiparse a los hechos. Hugo Espín, experto en seguridad, destaca que el enfoque en las capturas y detenciones se centra en las flagrancias, pero que esto “no frena el ingreso del arsenal que aumentó el poder armado y la peligrosidad de las organizaciones delictivas”.
“Ni las Fuerzas Armadas ni la Policía han hecho una trazabilidad efectiva (rastreo) que permita romper las cadenas logísticas que tienen las organizaciones criminales en la frontera con Perú”, dice Espín. La Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO) de la Policía, según el experto, debía encargarse de esa tarea, pero sobre la marcha los mandos policiales cambiaron sus objetivos de búsqueda hacia las estructuras delictivas, en lugar de la trazabilidad inversa.
El traslado cuenta con el apoyo de pobladores locales. En muchas zonas se camuflan entre frutas, hortalizas y legumbres. Una de las modalidades recurrentes es el tráfico hormiga, que consiste en pasar el arma pieza por pieza y por unidades, para luego acopiarlas en bodegas o talleres. Posteriormente, son rearmadas.
El origen de las balas en los sicariatos
La Jefatura Zonal de Criminalística de Guayaquil realizó un análisis forense a casi 10.000 vainas (la parte de un cartucho que contiene la carga de pólvora) recogidas en las escenas de asesinatos por sicariato, durante el 2022, y determinó que la munición procedente del Perú era la tercera en importancia (14%). El primer lugar lo ocupaban los cartuchos procedentes de República Checa (31%); y el segundo lugar, Estados Unidos (15%).
La institucionalidad de seguridad pública no logró anticiparse a los hechos. Hugo Espín, experto en seguridad, destaca que el enfoque en las capturas y detenciones se centra en las flagrancias, pero que esto “no frena el ingreso del arsenal que aumentó el poder armado y la peligrosidad de las organizaciones delictivas”.
“Ni las Fuerzas Armadas ni la Policía han hecho una trazabilidad efectiva (rastreo) que permita romper las cadenas logísticas que tienen las organizaciones criminales en la frontera con Perú”, dice Espín. La Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO) de la Policía, según el experto, debía encargarse de esa tarea, pero sobre la marcha los mandos policiales cambiaron sus objetivos de búsqueda hacia las estructuras delictivas, en lugar de la trazabilidad inversa.
El traslado cuenta con el apoyo de pobladores locales. En muchas zonas se camuflan entre frutas, hortalizas y legumbres. Una de las modalidades recurrentes es el tráfico hormiga, que consiste en pasar el arma pieza por pieza y por unidades, para luego acopiarlas en bodegas o talleres. Posteriormente, son rearmadas.
El origen de las balas en los sicariatos
La Jefatura Zonal de Criminalística de Guayaquil realizó un análisis forense a casi 10.000 vainas (la parte de un cartucho que contiene la carga de pólvora) recogidas en las escenas de asesinatos por sicariato, durante el 2022, y determinó que la munición procedente del Perú era la tercera en importancia (14%). El primer lugar lo ocupaban los cartuchos procedentes de República Checa (31%); y el segundo lugar, Estados Unidos (15%).
GUAYAQUIL. Durante los primeros nueve meses del 2022 se analizaron los casquillos de las escenas donde se habían registrados los asesinatos y se halló que el 14% provino de la fábrica del Ejército del Perú.
El 12 de agosto de 2023, apenas tres días después del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en Quito, la Policía de Perú anunció la captura de un presunto sicario, de origen ecuatoriano, en Tumbes.
Se trataba de Bryan Maza Pardo, quien en 2019 fue sentenciado por robo en Arenillas, provincia de El Oro, al sur del Ecuador, según el expediente judicial revisado para este reportaje. Según la Policía peruana, Maza Pardo ingresó a Perú para asesinar a un empresario a pedido de Los Lobos.
Los Lobos es uno de los 22 grupos del narcotráfico, la extorsión y el sicariato que operan en Ecuador, y que ha extendido su influencia y violencia hacia el Perú.
“Tumbes está a dos horas de distancia del cantón ecuatoriano de Camilo Ponce Enríquez. Éste se está convirtiendo en un centro de operaciones para la minería ilegal predominante, por parte de Los Lobos, y ellos se desplazan con facilidad, a través de la provincia de El Oro, hacia el norte peruano, donde realizan el lavado de activos”, detalla un oficial de Inteligencia que no puede ser identificado.
La relación entre la minería ilegal del oro y explosivos no es nueva. A fines de julio de 2022, una operación de control de armas, municiones y explosivos en el sector Bella Rica, del cantón Ponce Enríquez, incautó 1.900 tacos de explosivos Emulnor, fabricados en Perú. Además, 512 tacos de un explosivo que es producido comercialmente en ese país desde el año 2021. Tiene el mismo poder de la dinamita, a diferencia de ésta, no usa nitroglicerina.
Dos días después de la violencia desatada el segundo martes de enero, en el extremo norte de la zona andina la policía capturó a siete personas, bajo cargos de vinculación con Los Lobos. Tenían 13 cartuchos de explosivos de origen peruano.
El 12 de agosto de 2023, apenas tres días después del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en Quito, la Policía de Perú anunció la captura de un presunto sicario, de origen ecuatoriano, en Tumbes.
Se trataba de Bryan Maza Pardo, quien en 2019 fue sentenciado por robo en Arenillas, provincia de El Oro, al sur del Ecuador, según el expediente judicial revisado para este reportaje. Según la Policía peruana, Maza Pardo ingresó a Perú para asesinar a un empresario a pedido de Los Lobos.
Los Lobos es uno de los 22 grupos del narcotráfico, la extorsión y el sicariato que operan en Ecuador, y que ha extendido su influencia y violencia hacia el Perú.
“Tumbes está a dos horas de distancia del cantón ecuatoriano de Camilo Ponce Enríquez. Éste se está convirtiendo en un centro de operaciones para la minería ilegal predominante, por parte de Los Lobos, y ellos se desplazan con facilidad, a través de la provincia de El Oro, hacia el norte peruano, donde realizan el lavado de activos”, detalla un oficial de Inteligencia que no puede ser identificado.
La relación entre la minería ilegal del oro y explosivos no es nueva. A fines de julio de 2022, una operación de control de armas, municiones y explosivos en el sector Bella Rica, del cantón Ponce Enríquez, incautó 1.900 tacos de explosivos Emulnor, fabricados en Perú. Además, 512 tacos de un explosivo que es producido comercialmente en ese país desde el año 2021. Tiene el mismo poder de la dinamita, a diferencia de ésta, no usa nitroglicerina.
Dos días después de la violencia desatada el segundo martes de enero, en el extremo norte de la zona andina la policía capturó a siete personas, bajo cargos de vinculación con Los Lobos. Tenían 13 cartuchos de explosivos de origen peruano.
TRÁFICO. El avance de los grupos criminales vinculados al narcotráfico en Ecuador se han extendido hacia el Perú a base de una violencia que se sostiene en el poder de las armas ilegales. Foto: Policía de Ecuador
Un documento clasificado de la Inteligencia ecuatoriana —al que se tuvo acceso para este reportaje— define a Los Lobos como parte de una trilogía integrada también por los Chone Killers y Los Tiguerones.
“Esta trilogía nace con la muerte de [José Luis Zambrano] alias JL o Rasquiña, a raíz de una alianza entre varios grupos emancipados de los Choneros para facilitar a los grupos organizados transnacionales un servicio logístico. Esta alianza contaba con el financiamiento de Leandro Norero”, precisa la fuente.
Los Tiguerones son otro de los grupos identificados como terroristas por el decreto presidencial. Sus integrantes, según la policía de Ecuador, fueron quienes secuestraron a los periodistas del set de TC televisión. Su fundador, Wiliam Alcívar Bautista, conocido como Negro Willy, fue originalmente un agente de seguridad penitenciaria.
El tráfico de armas procedentes del Perú a Ecuador es conocido hace tiempo: múltiples incautaciones en este país así lo confirman. El general Luis Altamirano, quien fue comandante del Ejército ecuatoriano entre octubre de 2019 y diciembre de 2020 y hoy está en retiro, señala que Ecuador pasó de ser zona de paso, a destino de las armas peruanas.
“El origen y la fabricación pueden ser determinados en el armamento, a menos de que sea artesanal. Los sellos o improntas son un distintivo, entiendo que parte del armamento tiene colocado el logo del Ejército del Perú. Ahora bien, Ecuador fue considerado como parte de la ruta en el tráfico de armas hacia Colombia, en la década de los 90 y 2000. Inclusive, en 2010 se comprobó la venta de armamento a grupos irregulares de Colombia y hay militares que cumplen condena hasta el presente”, sostiene Altamirano.
El general Altamirano ofrece algunas ideas sobre la procedencia del armamento: “estos pueden estar bajo custodia para uso; bajo depósito, es decir, está destinado para reservas; o en fase previa a ser desmilitarizado, esto implica destrucción por obsolescencia. La posibilidad es la sustracción en una de las tres fases. En Ecuador se detectó, en algunos casos, que armamento que constaba como destruido se vendió. La numeración genera la trazabilidad, es como el registro de vida del armamento, esto permite saber quién tenía posesión del armamento la última vez que fue visto”. El oficial menciona que no se puede descartar que la numeración o los sellos en el material bélico sean borrados, para dificultar el rastreo efectivo.
Una vez en Ecuador, las armas que ingresan en forma ilegal, tienen seis destinos identificados: los grupos de delincuencia organizada; las bandas delictivas locales; la frontera norte donde operan grupos de narcotraficantes; los grupos articulados con minería ilegal; los centros carcelarios donde operan los grupos de delincuencia organizada; y localidades costeras, articuladas al transporte marítimo de drogas.
Ojo Público
Un documento clasificado de la Inteligencia ecuatoriana —al que se tuvo acceso para este reportaje— define a Los Lobos como parte de una trilogía integrada también por los Chone Killers y Los Tiguerones.
“Esta trilogía nace con la muerte de [José Luis Zambrano] alias JL o Rasquiña, a raíz de una alianza entre varios grupos emancipados de los Choneros para facilitar a los grupos organizados transnacionales un servicio logístico. Esta alianza contaba con el financiamiento de Leandro Norero”, precisa la fuente.
Los Tiguerones son otro de los grupos identificados como terroristas por el decreto presidencial. Sus integrantes, según la policía de Ecuador, fueron quienes secuestraron a los periodistas del set de TC televisión. Su fundador, Wiliam Alcívar Bautista, conocido como Negro Willy, fue originalmente un agente de seguridad penitenciaria.
El tráfico de armas procedentes del Perú a Ecuador es conocido hace tiempo: múltiples incautaciones en este país así lo confirman. El general Luis Altamirano, quien fue comandante del Ejército ecuatoriano entre octubre de 2019 y diciembre de 2020 y hoy está en retiro, señala que Ecuador pasó de ser zona de paso, a destino de las armas peruanas.
“El origen y la fabricación pueden ser determinados en el armamento, a menos de que sea artesanal. Los sellos o improntas son un distintivo, entiendo que parte del armamento tiene colocado el logo del Ejército del Perú. Ahora bien, Ecuador fue considerado como parte de la ruta en el tráfico de armas hacia Colombia, en la década de los 90 y 2000. Inclusive, en 2010 se comprobó la venta de armamento a grupos irregulares de Colombia y hay militares que cumplen condena hasta el presente”, sostiene Altamirano.
El general Altamirano ofrece algunas ideas sobre la procedencia del armamento: “estos pueden estar bajo custodia para uso; bajo depósito, es decir, está destinado para reservas; o en fase previa a ser desmilitarizado, esto implica destrucción por obsolescencia. La posibilidad es la sustracción en una de las tres fases. En Ecuador se detectó, en algunos casos, que armamento que constaba como destruido se vendió. La numeración genera la trazabilidad, es como el registro de vida del armamento, esto permite saber quién tenía posesión del armamento la última vez que fue visto”. El oficial menciona que no se puede descartar que la numeración o los sellos en el material bélico sean borrados, para dificultar el rastreo efectivo.
Una vez en Ecuador, las armas que ingresan en forma ilegal, tienen seis destinos identificados: los grupos de delincuencia organizada; las bandas delictivas locales; la frontera norte donde operan grupos de narcotraficantes; los grupos articulados con minería ilegal; los centros carcelarios donde operan los grupos de delincuencia organizada; y localidades costeras, articuladas al transporte marítimo de drogas.
Ojo Público