Por Dario Pignotti
22 de julio de 2022

Miembro de la mesa chica donde se elabora la estrategia lulista, está seguro del triunfo del expresidente pero analiza con realismo los riesgos de la escalada del gobierno contra las instituciones democráticas.
No quedan dudas, Bolsonaro prepara un golpe. Tal vez con un formato similar al asalto al Capitolio de Washington urdido por Donald Trump. El plan desestabilizador brasileño ya comenzó a ser ejecutado saboteando al proceso electoral mediante insultos contra jueces , amenazas dirigidas a periodistas y fuendamentalmente una hostilidad creciente contra la oposición que tuvo su pico con el asesinato de un dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) de Foz de Iguazú por parte de un bolsonarista fanático.


















