17 mar 2018

DELITOS DE LESA HUMANIDAD

URUGUAY:FISCAL ESPECIALIZADO DE DDHH RECIBIÓ ELEMENTOS

Testimonio apunta a enterramiento en el 14 durante 1977

Mar 16, 2018 



El Fiscal Especializado en Crímenes de Lesa Humanidad doctor Ricardo Perciballe recibió ayer el testimonio de un integrante de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos sobre la existencia de un posible enterramiento en el Batallón de Infantería Paracaidista Nº 14.

El familiar, quien aclaró que comparecía a título personal, trasmitió a la Fiscalía el testimonio de una persona que señalara a uno galpones de la unidad. El enterramiento, según el testimonio, estaría localizado debajo de la citada construcción y se habría producido durante el año 1977.

Análisis fotográficos del lugar confirmarían que la edificación dataría de la misma fecha. Una investigación del periodista del diario La República Marcelo Falca, con base en fuentes militares, señaló además otro sitio de interés debajo de una construcción aledaña conocida comola Enfermería.

La denuncia es parte de una investigación periodística sobre enterramientos clandestinos durante la última dictadura. El periodista, -patrocinado por el abogado Óscar López Goldaracena- compareció el jueves 8 ante el fiscal Ricardo Perciballe para solicitar “una actuación arqueológica precisa, no invasiva, consistente en el relevamiento del piso de la enfermería y de las construcciones aledañas, realizado con Geo Radar (GPR)”, entre ellas el galpón de la unidad señalado por el integrante de Familiares.

También se solicitó que este trabajo este a cargo de López Mazz, ex jefe del Equipo de Antropología Forense de la Udelar (hoy Grupo de Investigación en Arqueología Forense), y que sea realizado por técnicos de la Cátedra de Geofísica de la Facultad de Ingeniería.

La investigación incluyó un pedido de acceso a la información pública (Ley 18.381) al Ministerio de Defensa sobre detalles de la citada Enfermería, entre ellos, la fecha de construcción así como de eventuales modificaciones que se hayan realizado. En su respuesta (Oficio N° 447/EMP/16), el Comando General del Ejército informó que “no existen registros fidedignos” de la edificación y que la información que se proporciona está basada en “datos del personal con mayor antigüedad”.

La inexistencia de información surge del relevamiento de la documentación efectuado en el propio Batallón de Infantería Paracaidista N°14 como en la Brigada de Ingenieros N °1, donde se lleva un registro de las construcciones militares, señala el informe -firmado por el Comandante en Jefe del Ejército General Guido Manini Ríos-, detalla La República. No obstante, según información contenida en registros fotográficos “aparentemente el inicio de la construcción data del año 1983, estimándose que se finalizó la obra en el año 1987.

Por otra parte, “se tiene conocimiento de que se realizaron ampliaciones a la edificación original consistiendo en un segundo piso, aproximadamente dos años después de finalizada la construcción inicial, la cual se habría realizado entre los años 1989 y 1995”, dice el informe.

También se encontró un registro en la Brigada de Ingenieros N° 1 del año 2006 aunque “para asesorar sobre la reparación parcial de la cubierta del depósito de armamento, ubicado en la planta alta de dicho edificio”. Se menciona, además, un “Plano Director fechado el 21 de agosto de 1990 con las obras proyectadas (algunas de ellas no han sido ejecutadas a la fecha) y un plano de implantación actual de las instalaciones del Batallón de Infantería Paracaidista N° 14 que no fue adjuntado al informe por razones de estricta seguridad física de las instalaciones militares”.

Castro y Blanco

En el predio del Batallón Nº 14 fueron hallados los restos del maestro Julio Castro (en octubre de 2011) y de Ricardo Blanco Valiente (en marzo de 2012). Los restos de ambos fueron hallados en una zona situada a los fondos del Batallón Nº 14, conocida como “los campos de Vidiella”.

Los cuerpos estaban a solo cincuenta metros de distancia uno de otro y tenían “el mismo patrón de enterramiento”. En ambos casos, los cuerpos estaban enterrados sobre un lecho de roca (“cuando hicieron la fosa llegaron a la piedra y siguieron con alguna herramienta unos 30 o 40 centímetros”) y cubiertos de cal.

En ese momento, López Mazz planteó que se podía estar en un cementerio clandestino de la dictadura. López Mazz refería al posible hallazgo de “Arlington”, denominación utilizada por los militares para señalar un presunto lugar de enterramiento masivo de cuerpos, cuya existencia fue revelada por el periodista Roger Rodríguez.