JORGE G. HERRERA
19 de Marzo de 2018
Con la expectativa puesta en acercar posiciones en los temas comerciales (bajo el “efecto Trump”) y de regulación bancaria, los ministros de Finanzas inician las deliberaciones por dos días en Buenos Aires.
Comienza hoy en Buenos Aires, bajo la presidencia de Argentina, la cumbre de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G-20 que tendrá como ejes principales el impacto de las medidas proteccionistas de EE.UU. (con énfasis en China), el sistema impositivo global (principalmente sobre las tecnológicas), la infraestructura, las regulaciones bancarias y las criptomonedas.
Además de los funcionarios de los 19 países industrializados y emergentes más relevantes más la Unión Europea, también participarán 10 titulares de organismos internacionales, entre los que se destacan la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim.
Ayer estuvieron trabajando los representantes de los distintos países en la agenda de que será debatida hoy y mañana. Por un lado, los participantes coincidieron en que el mundo y la región están creciendo en forma más o menos sincronizada y al respecto destacaron que las elecciones presidenciales de México, Brasil y Colombia son clave para definir el rumbo de Latinoamérica.
Ayer estuvieron trabajando los representantes de los distintos países en la agenda de que será debatida hoy y mañana. Por un lado, los participantes coincidieron en que el mundo y la región están creciendo en forma más o menos sincronizada y al respecto destacaron que las elecciones presidenciales de México, Brasil y Colombia son clave para definir el rumbo de Latinoamérica.
Claro que existen circunstancias como el cambio de política comercial de Trump que impone al mundo un sacudón y ahora habrá que discernir cómo se implementará y sus posibles efectos. Otro tema que figurará en la agenda de trabajo serán los impactos de las regulaciones bancarias (Basilea III).
Al respecto, una de las inquietudes que se debatirá en la cumbre es ir pensando cómo atraer a los u$s8 trillones que están invertidos a tasa negativa (en bonos soberanos) para ser canalizados, por ejemplo, a obras de infraestructura.
"Ayer, en lo que se avanzó fue en estudiar un estándar de contrato para infraestructura y su regulación", comentó a este diario un ejecutivo del G-20. La idea es tener un borrador definido para la próxima cumbre a mediados de año, para poder ser presentado el contrato estandarizado y sus regulaciones en el G-20 de los presidentes a fines de este año.
El otro capítulo que atrajo el interés ayer fueron las criptodivisas. En lo que hubo consenso es que el G-20 las tratará como activos financieros no como monedas. Esto implica que las regulaciones que se estudiarán sólo apuntarán al tratamiento de un activo, por lo que experimentos como el Petro venezolano quedan fuera de discusión para el G-20. Harán hincapié sobre todo en los peligros vinculados con el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
Desde el FMI instaron a ir trabajando en la "agenda doméstica", es decir, en las reformas internas más allá de las encaradas a nivel global. También el futuro del trabajo ocupará parte de la agenda, a pedido del país anfitrión, debido a que la digitalización genera un mercado laboral diferente al conocido hasta el momento y el G-20 tiene la chance de generar un crecimiento más inclusivo.
Ayer en paralelo se llevó a cabo la reunión bimensual del Banco de Basilea, que reunió a medio centenar de banqueros centrales del mundo, aprovechando el G-20. El foco estuvo puesto en la necesidad de alentar un poco a la inflación, algo que obligó a guardar silencio al representante argentino.
El otro capítulo que atrajo el interés ayer fueron las criptodivisas. En lo que hubo consenso es que el G-20 las tratará como activos financieros no como monedas. Esto implica que las regulaciones que se estudiarán sólo apuntarán al tratamiento de un activo, por lo que experimentos como el Petro venezolano quedan fuera de discusión para el G-20. Harán hincapié sobre todo en los peligros vinculados con el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
Desde el FMI instaron a ir trabajando en la "agenda doméstica", es decir, en las reformas internas más allá de las encaradas a nivel global. También el futuro del trabajo ocupará parte de la agenda, a pedido del país anfitrión, debido a que la digitalización genera un mercado laboral diferente al conocido hasta el momento y el G-20 tiene la chance de generar un crecimiento más inclusivo.
Ayer en paralelo se llevó a cabo la reunión bimensual del Banco de Basilea, que reunió a medio centenar de banqueros centrales del mundo, aprovechando el G-20. El foco estuvo puesto en la necesidad de alentar un poco a la inflación, algo que obligó a guardar silencio al representante argentino.