29 agosto, 2018
Venezolanos y venezolanas cargan bolsas en el cruce del puente Simón Bolívar- AFP - George Castellanos - 2016
Brasil envía al Ejército a reforzar la seguridad en la frontera con Venezuela
Después de la ola de incidentes con tinte xenófobo contra los migrantes venezolanos en el estado de Roraíma, el presidente interino de Brasil Michel Temer dispuso la intervención de las Fuerzas Armadas en la frontera con ese país.
Brasil envía al Ejército a reforzar la seguridad en la frontera con Venezuela
Después de la ola de incidentes con tinte xenófobo contra los migrantes venezolanos en el estado de Roraíma, el presidente interino de Brasil Michel Temer dispuso la intervención de las Fuerzas Armadas en la frontera con ese país.
El decreto, que tiene validez hasta el 13 de setiembre, busca, según Temer, “ofrecer seguridad a los ciudadanos brasileños y a los inmigrantes venezolanos que huyen en busca de refugio en Brasil”. Temer, quien tiene una popularidad del 3%, intenta capitalizar políticamente las tensiones limítrofes. Al hablarle a los brasileños por televisión, el presidente interino dijo haber tomado la decisión “para complementar las acciones humanitarias que el Gobierno federal promueve desde hace varios meses” en las zonas conflictivas. “Ofrecemos atención médica, asistencia social y abrigos que reciben las familias de migrantes en flujo cada vez más intenso”. Se trata en los hechos de la segunda intervención de los militares en cuestiones del orden político. El año pasado, Temer envió a las Fuerzas Armadas a Río de Janeiro para dotar de mayor eficacia a la lucha contra el narcotráfico. La opinión de los cariocas sobre la presencia militar es cada vez más negativa.
Ahora le toca al paupérrimo estado de Roraima donde se calcula que se han instalado casi 60.000 venezolanos. Las autoridades brasileñas estiman que entre 600 y 700 migrantes entran diariamente, aunque solo el 20-30 % permanece. Hace una semana los empobrecidos habitantes de la localidad de Pacaraima protestaron por la presencia de hombres, mujeres y niños provenientes del país vecino que ponían en peligro sus pequeños intereses de subsistencia. Una turba los expulsó de las tiendas de campaña donde dormían. Se quemaron sus objetos personales. Más de 1200 venezolanos abandonaron Brasil. La posibilidad de que lo ocurrido en Pacaraima se replicara en otras partes de Roraíma obligó a Temer a desplegar a los uniformados y otorgarles poder de policía.
TENSIONES INTERNAS
El ministro de Defensa, el general Joaquim Silva y Luna, dijo que los militares fueron enviados aunque “no hubo solicitud” de refuerzos de la gobernadora estadual Suely Campos (PP, oposición), quien aspira a ser reelecta en los comicios de octubre candidata a la reelección. Sin embargo, Campos recordó que desde agosto de 2017 viene pidiendo la presencia de las Fuerzas Armadas por “inmigrantes venezolanos venían utilizando senderos en la selva para el tráfico de armas y drogas”. El senador Romero Jucá ha roto a su vez la alianza con Temer por la gestión de la crisis en la frontera.
REACCIÓN EN CARACAS
Hasta el momento, el Gobierno venezolano se abstuvo puntualmente de comentar la medida tomada por Brasil. El presidente Nicolás Maduro ha priorizado sus críticas a Colombia y Perú por el modo en que han abordado la cuestión de los inmigrantes venezolanos. Las autoridades peruanas declararon la emergencia en tres distritos del departamento de Tumbes, limítrofes con Ecuador, debido al crecimiento exponencial del éxodo venezolano.
“Dejen de ser menospreciados por otros, acá en su tierra los esperamos con los brazos abiertos ¡Somos tierra de oportunidades!”, les dijo Maduro en la tarde del martes a los que abandonaron el país. El presidente habló a su vez de una presunta campaña “de odio” y “desprecio” contra sus compatriotas. “En Venezuela viven seis millones de colombianos y nosotros no estamos persiguiendo a los colombianos como lo hace la oligarquía colombiana y la de Lima. Hemos apoyado a venezolanos que quieran regresar de la esclavitud económica. A los que están en la esclavitud económica les digo: dejen de lavar ‘pocetas’ (retretes) en el exterior y vénganse para acá”.
El Periódico
Ahora le toca al paupérrimo estado de Roraima donde se calcula que se han instalado casi 60.000 venezolanos. Las autoridades brasileñas estiman que entre 600 y 700 migrantes entran diariamente, aunque solo el 20-30 % permanece. Hace una semana los empobrecidos habitantes de la localidad de Pacaraima protestaron por la presencia de hombres, mujeres y niños provenientes del país vecino que ponían en peligro sus pequeños intereses de subsistencia. Una turba los expulsó de las tiendas de campaña donde dormían. Se quemaron sus objetos personales. Más de 1200 venezolanos abandonaron Brasil. La posibilidad de que lo ocurrido en Pacaraima se replicara en otras partes de Roraíma obligó a Temer a desplegar a los uniformados y otorgarles poder de policía.
TENSIONES INTERNAS
El ministro de Defensa, el general Joaquim Silva y Luna, dijo que los militares fueron enviados aunque “no hubo solicitud” de refuerzos de la gobernadora estadual Suely Campos (PP, oposición), quien aspira a ser reelecta en los comicios de octubre candidata a la reelección. Sin embargo, Campos recordó que desde agosto de 2017 viene pidiendo la presencia de las Fuerzas Armadas por “inmigrantes venezolanos venían utilizando senderos en la selva para el tráfico de armas y drogas”. El senador Romero Jucá ha roto a su vez la alianza con Temer por la gestión de la crisis en la frontera.
REACCIÓN EN CARACAS
Hasta el momento, el Gobierno venezolano se abstuvo puntualmente de comentar la medida tomada por Brasil. El presidente Nicolás Maduro ha priorizado sus críticas a Colombia y Perú por el modo en que han abordado la cuestión de los inmigrantes venezolanos. Las autoridades peruanas declararon la emergencia en tres distritos del departamento de Tumbes, limítrofes con Ecuador, debido al crecimiento exponencial del éxodo venezolano.
“Dejen de ser menospreciados por otros, acá en su tierra los esperamos con los brazos abiertos ¡Somos tierra de oportunidades!”, les dijo Maduro en la tarde del martes a los que abandonaron el país. El presidente habló a su vez de una presunta campaña “de odio” y “desprecio” contra sus compatriotas. “En Venezuela viven seis millones de colombianos y nosotros no estamos persiguiendo a los colombianos como lo hace la oligarquía colombiana y la de Lima. Hemos apoyado a venezolanos que quieran regresar de la esclavitud económica. A los que están en la esclavitud económica les digo: dejen de lavar ‘pocetas’ (retretes) en el exterior y vénganse para acá”.
El Periódico