17 de agosto de 2018
El tradicional diario The Boston Globe inició una campaña que comenzó el miércoles.
Frente a los ataques del líder republicano a los medios, la defensa de la libertad de expresión fue corporativa. The New York Times se sumó a la convocatoria, así como cientos de diarios. El magnate insistió con sus críticas.
Cientos de diarios de Estados Unidos arremetieron desde sus editoriales contra los ataques que el presidente estadounidense Donald Trump profirió a la prensa. En los últimos meses el mandatario embistió contra los medios de comunicación a los que descalificó y caracterizó como productores de noticias falsas (“fake news”). Ayer Trump redobló su apuesta. “Los medios de noticias falsas son el partido opositor” atacó el mandatario desde su cuenta de Twitter. “Es muy malo para nuestro gran país... ¡pero vamos ganando!”, escribió.
En respuesta a las agresiones del mandatario, el tradicional diario The Boston Globe inició una campaña que comenzó el miércoles y continuó ayer, con la publicación de editoriales en los que se hace frente a los dichos de Trump, quien ha calificado a los medios como “el enemigo del pueblo” en numerosas ocasiones. La medida, a la que se sumaron más de 350 medios, no solo fue en rechazo a los ataques del presidente sino que también enfatizó en la necesidad de proteger la independencia de las empresas periodísticas. “La libertad de prensa es esencial para asegurar la libertad”, publicó el Boston Globe, quien además recordó que este principio fundamental, que hace más de dos siglos protegió a los periodistas en Estados Unidos y sirvió de modelo a otras naciones, hoy está seriamente amenazado. “Sustituir medios libres por uno oficial gestionado por el Estado ha sido siempre una prioridad de los regímenes corruptos al llegar al poder” recalcó el diario que lideró la iniciativa.
El influyente The New York Times fue uno de los tantos medios que respondió ayer a la convocatoria. “Insistir que la verdad que a usted no le gusta es ‘fake news’ es peligroso para la vida de la democracia”, afirmó uno de los diarios más agredidos por el mandatario. “Calificar a periodistas como ‘el enemigo del pueblo’ es peligroso”, agregó. Además advirtió que el ataque implacable contra la prensa libre tiene consecuencias peligrosas.
“No somos el enemigo del pueblo. Somos el pueblo. No somos ‘fake news’. Somos las noticias y trabajamos duro día y noche para poder informar correctamente de los hechos. Reconoce su labor cuando creas que han hecho un buen trabajo y critícalos cuando pienses que pueden hacerlo mejor. Todos estamos juntos en esto” añadió la editorial que instó a sus lectores a que se suscriban y apoyen a periódicos locales.
El británico The Guardian también sumó su apoyo desde su editorial donde recordó que la libertad de prensa en Estados Unidos esta en peligro. “Donald Trump no es el primer presidente de EE.UU. en atacar a los medios o sentirse injustamente tratado por ellos. Pero él es el primero que parece tener una política calculada y consistente de socavar, deslegitimar e incluso poner en peligro nuestro trabajo”,consideró. The Topeka Capital Journal, diario que apoyó la candidatura de Trump en 2016, también calificó ayer los ataques del magnate contra la prensa como siniestros y destructivos. “Deben terminar ahora”, exigió el rotativo quien luego sostuvo que no son enemigos de nadie, sino parte de la sociedad.
Por su parte el destacado diario The Washington Post no se sumó a la iniciativa. El comité editorial de ese periódico explicó ayer que han respondido previamente a los ataques de Trump contra las empresas de noticias, por lo que Fred Hiatt, director de la Página Editorial dijo que el tradicional matutino no participaría en la respuesta organizada. Tampoco se sumaron a la acción Los Angeles Times ni, San Francisco Chronicle. Además, el conservador The Wall Street Journal advirtió en un editorial publicado días antes que una acción coordinada no da la impresión de que las redacciones de los diarios sean independientes.
Sin embargo la acción tuvo también sus repercusiones en las redes sociales donde el hashtag fue #EnemyOfNone (Enemigos de nadie).
La prensa en español en Estados Unidos tampoco se quedó atrás. En su editorial, los diarios La Opinión, La Raza y La Prensa, que se publican en Los Angeles, Chicago y Nueva York aseguraron que la capacidad de estar bien informado es la base de una democracia sana. “Es necesario en este momento reafirmar la misión de los comunicadores y su compromiso de no claudicar ante las intimidaciones de la Casa Blanca. La hostilidad hacia los reporteros, la estrategia de mentiras y contradicciones sirven para crear confusión. El antagonismo verbal contra los periodistas es diario” publicaron.
A principios de mes, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, se negó a decir explícitamente si creía que los medios de comunicación son el enemigo del pueblo tal como había afirmado el mandatario. “Los medios siguen intensificando el ataque verbal contra el presidente y todo el mundo en esta administración. Y realmente, tenemos un rol que tomar, pero los medios también tienen un papel que desempeñar sobre el discurso en este país”, señaló. Por su parte, la hija del presidente Ivanka Trump, sí señaló que no compartía el punto de vista de su padre. “No, no creo que los medios sean el enemigo del pueblo”, indicó en una entrevista.
Las organizaciones periodísticas profesionales también han expresado su preocupación y se sumaron a la campaña contra el mandatario. Entre ellos el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) y Fundación Nieman, el laboratorio periodístico de la Universidad de Harvard expresaron su opinión. “La libertad de prensa se incluye en la primera enmienda y es la piedra angular de la democracia estadounidense. Cuando los líderes estadounidenses se alzan en defensa de una prensa libre, incentivan a los valientes periodistas que arriesgan sus vidas y su libertad para informar. Y cuando estos líderes fallan, envalentonan a los autócratas que buscan reprimir a los periodistas”, publicó el CPJ. La Fundación Nieman también remarcó su preocupación por la amenaza que sufre la prensa. “Es tiempo de apoyar, no de desacreditar al periodismo legítimo y reafirmar el compromiso con la libertad de expresión y de prensa”, afirmó. Las agresiones de Trump no comenzaron recientemente sino que datan desde su primer mes como mandatario.