20 nov 2018

EL ENVIADO

El cambio climático es “un complot marxista”, dice futuro canciller de Bolsonaro
20 de noviembre de 2018




Ernesto Araújo, futuro canciller de Brasil
Ernesto Araújo será el representante diplomático del gobierno de Jair Bolsonaro, que entrará en funciones el próximo 1° de enero de 2019. La Selva Amazónica podría estar en peligro, ya que el mismo Bolsonaro es un negacionista del cambio climático.

La semana pasada, el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, presentó a su ministro de Relaciones Exteriores, un actual funcionario del gobierno saliente llamado Ernesto Araújo, que se ha hecho conocido en el país por estar públicamente en contra de algo que él llama “ideología globalista”, algo que no ha podido explicar muy bien pero sostiene.

En ese marco, Araújo dice que el cambio climático y el calentamiento global son conspiraciones que forman parte de un “complot de marxistas culturales”. “Este dogma se ha utilizado para justificar el aumento del poder regulador de los Estados sobre la economía y el poder de las instituciones internacionales sobre los Estados nacionales y sus poblaciones”, escribió hace un tiempo en su blog personal.


Al mismo tiempo asegura que la lucha contra el cambio climático tiene como fin “reprimir el crecimiento económico en los países capitalistas democráticos y promover el crecimiento de China”.

Sus palabras van más allá: en otra de sus declaraciones ha dicho que “el coito heterosexual es una violación y que cada bebé es un riesgo para el planeta ya que aumentará las emisiones de carbono”.

“Quiero ayudar a que Brasil y el mundo se liberen de la ideología globalista; el globalismo es la globalización económica que pasó a ser pilotada por el marxismo cultural; esencialmente es un sistema anti-humano y anticristiano”. “Abrirse a la presencia de dios en la política y la historia” es la solución para quienes “la fe en Cristo significa hoy luchar contra el globalismo”, afirmó.

También es un fan de Donald Trump, a quien felicitó por m edio de Twitter cuando ganó. “Trump propone una visión de Occidente no basada en el capitalismo y en la democracia liberal, sino en la recuperación del pasado simbólico, de la historia y de la cultura de las naciones occidentales. (…) En su centro no hay una doctrina económica y política, sino su anhelo por dios, el dios que actúa en la historia”, tuiteó.