10 nov 2020

EL VIRUS AMERICANO

El lugar del trumpismo
Ultraderechas, derechas, democracia


Por Jorge Alemán

09 de noviembre de 2020


Imagen: AFP


El trumpismo pertenece a una internacional neofascista-neoliberal. La matriz simbólica de su discurso se repite en distintos líderes pertenecientes a diferentes lugares del mundo . Aunque no haya ganado, ya le hizo un gran daño a los proyectos democráticos en el mundo.
El capitalismo tardío en su versión neoliberal, dado que no dispone de un principio de cohesión cultural para ejercer su poder, ha dado lugar a ultraderechas que han construido una agenda que muerde y contamina el núcleo de las derechas liberales y conservadoras o jaquea y condiciona a las democracias con sesgos progresistas. En términos freudianos, diríamos que las derechas clásicas necesitaban de los límites que la civilización le impone a las pulsiones, una aparente regulación de las dimensiones mortíferas del odio, mientras que las ultraderechas juegan con la perversión de levantar las barreras y presentar un nuevo programa frente a la destrucción de la cohesión político -cultural.

Los EE.UU. por ejemplo ya no soportaban los desmanes de Trump, no casualmente fue interrumpido por las grandes cadenas y Pfizer esperó su derrota para anunciar la eficacia de su nueva vacuna. Al complejo militar-financiero y sus intereses constantes le basta que más allá de Trump el trumpismo ha llegado para quedarse y condicionar a la de por sí limitada democracia liberal estadounidense. Las denominadas grietas, metáfora fallida donde las haya, la polarización, que encubre a los verdaderos antagonismos sociales, es el nuevo juego de lenguaje en las narrativas mundiales de la política. En este marco simbólico el desafío de las democracias populares en pugna con el neoliberalismo es en primer lugar mantener abierto el horizonte democrático como condición de posibilidad de que existan posibilidades soberanas y emancipatorias. También para el marxismo contemporáneo se presentó este dilema siempre a dirimir.


La crítica de izquierda

Lxs distintas pensadorxs actuales que se reconocen en la tradición marxista están habitados por los siguientes problemas

1-Pensar los distintos impases de las revoluciones del siglo XX y determinar a continuación que nuevo tipo de transformación puede tener lugar al interior del Capitalismo que provoque su ruptura.

2- En todos los casos se admite que la democracia tal como tuvo lugar en la tradición liberal y luego en el Neoliberalismo ha quedado emplazada y condicionada hasta su colapso.

3- No obstante, ningún marxista serix abandona definitivamente la idea de Democracia. En todo caso se exige su reinvención y su posible radicalización

4- En tiempos de Pandemia se añade un nuevo problema, la propia democracia ya condicionada por todos los factores de Poder, puede quedar destruida antes de su eventual reinvención.

Por todas estas razones la crítica debe mantenerse en su propia lógica interna, a saber, discernir el límite de sus posibilidades efectivas. Esto no implica acallarlas sino determinar su alcance efectivo.

En primer lugar, siempre se trata de determinar la crítica al poder y sus dispositivos. En segundo lugar, analizar los recursos narrativos de los representantes más directos del Poder, las derechas ultraderechizadas. En tercer término, cuando se da el caso de criticar al propio espacio político en el que uno se incluye, aunque no se identifique del todo con el mismo, esta crítica para que no sea pura denuncia estéril debe comenzar por admitir los propios límites que existen en unx mismx, en la situación que participa, eso mismo que no se transforma en la singularidad de cada uno ya anticipa el obstáculo que surgirá luego en la transformación de lo social.

Por todo esto, no es cierto que las críticas que se le deben hacer a las derechas se puedan ejercer simétricamente con los gobiernos progresistas que pujan por existir en una selva de contradicciones.En estos casos se impone una verdad, nadie dispone per sé de una posición exterior a lo criticado.Por ello, como en su día dijo el filósofo, el búho de Minerva levanta su vuelo al atardecer. Nunca se entiende todo, menos en medio del Desastre.