Los documentos que desmoronan la acusación de Alberto Nisman. Cancillería y las alertas rojas de Interpol
Por Raúl Kollmann
19 de febrero de 2021
Los documentos que desmoronan la acusación de Alberto Nisman sore el Memorandum con Irán.
El fiscal sostenía que el Memorandum con Irán tenía como objetivo que se levanten las alertas rojas de Interpol sobre los sospechosos por el atentado a la AMIA. Pero los documentos de la Cancillería argentina terminan de hundir la absurda teoría.
El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, con Héctor Timerman como canciller, sostuvo a rajatabla las órdenes de captura con alertas rojas de Interpol libradas contra los sospechosos iraníes de haber perpetrado el atentado contra la AMIA. Y sostuvo las órdenes de captura, aún después de haber firmado el Memorándum con Irán. Así lo demuestra la documentación de Cancillería conocida este jueves a raíz de una consulta hecha por Corea del Sur, a principios de 2014, respecto de una posible invitación a Mohsen Rezai, excomandante de los Guardias Revolucionarios e incluido en las alertas rojas.
Corea del Sur alegó que quería colaborar con la distención que por entonces proponía el presidente norteamericano, Barak Obama, y pensaba invitar a Rezai a Seúl. La respuesta firmada por el vicecanciller Eduardo Zuaín, con fecha 25 de abril de 2014, advierte que si Rezai va a Corea, la Argentina pedirá la extradición y, por lo tanto, que se lo detenga. Poco después, la Cancillería además notificó al juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral, del sondeo coreano por una eventual invitación a Rezai. Los documentos demuestran que un año después de la firma del Memorándum y mucho antes de la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina y Timerman, la Argentina mantuvo firmemente la postura de que nada cambiaba la situación de prófugos de los sospechosos.
La carta de Zuaín al embajador de Corea y la notificación al juez Canicoba Corral fueron enviadas tras una obvia consulta al canciller Timerman y de éste a la expresidenta. Además de en Página/12, los documentos se vieron este jueves en el programa MinutoUno de C5N. “Quiero manifestarle que de concretarse la invitación y la visita del funcionario mencionado (Mohsen Rezai) o de cualquier otra persona en la misma situación, nuestro país solicitará la inmediata aplicación del Tratado de Extradición firmado entre la República Argentina y la República de Corea y que entró en vigor el 9 de noviembre del año 2.000”. En una palabra, si Rezai va a Seúl se pedirá su inmediata detención y puesta a disposición de la justicia argentina y del juez que instruye la causa AMIA, tal como lo establecen las órdenes de captura con alertas rojas de Interpol.
La secuencia se inició dos días antes, el 22 de abril de 2014, con la visita a la cancillería del número dos de la embajada de Corea, consejero Joyoung Jeon, recibido por el representante especial para Asuntos de Terrorismo, ministro Fernando Lerena. La visita está consignada en un documento que tiene el título de Confidencial. El informe señala que Jeon les manifestó que “ante la mejora de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos e Irán, la República de Corea quiere dar un paso adelante, mejorando sus propias relaciones con Irán. Entre las iniciativas que se están evaluando se encuentra la invitación al funcionario iraní Mohsen Rezai, futuro candidato presidencial en Irán. Rezai es motivo de una alerta roja de Interpol solicitado en el marco de la causa AMIA. Ante esa situación, preocupa a Corea cuál podría ser la reacción argentina, teniendo en cuenta la vigencia del tratado de extradición firmado en 2.000”.
El punto saliente del texto es que el funcionario coreano habla de la política de Obama de llegar a un acuerdo -un Memorándum- con Irán, que fue firmado en abril de 2015, entre Estados Unidos, Rusia, Alemania, China, el Reino Unido y Francia, por un lado, e Irán por el otro. Consistió en el levantamiento de sanciones a cambio de reducción de los programas nucleares iraníes. Ese acuerdo ya se negociaba de antes y en ese marco Corea intentaba también el acercamiento con Irán.
El siguiente documento que se conoció este martes es un informe interno de la Cancillería dirigido al vicecanciller Zuaín y al canciller Timerman. La autoría corresponde a una funcionaria, María Ruth de Goycoechea, y en escrito se detalla como fueron las votaciones de las alertas rojas -Irán apeló y lo resolvió por mayoría la Asamblea General de Interpol en Marruecos-, la nómina completa de los sospechosos iraníes y los discursos de Néstor y Cristina Kirchner en Naciones Unidas.
El fiscal sostenía que el Memorandum con Irán tenía como objetivo que se levanten las alertas rojas de Interpol sobre los sospechosos por el atentado a la AMIA. Pero los documentos de la Cancillería argentina terminan de hundir la absurda teoría.
El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, con Héctor Timerman como canciller, sostuvo a rajatabla las órdenes de captura con alertas rojas de Interpol libradas contra los sospechosos iraníes de haber perpetrado el atentado contra la AMIA. Y sostuvo las órdenes de captura, aún después de haber firmado el Memorándum con Irán. Así lo demuestra la documentación de Cancillería conocida este jueves a raíz de una consulta hecha por Corea del Sur, a principios de 2014, respecto de una posible invitación a Mohsen Rezai, excomandante de los Guardias Revolucionarios e incluido en las alertas rojas.
Corea del Sur alegó que quería colaborar con la distención que por entonces proponía el presidente norteamericano, Barak Obama, y pensaba invitar a Rezai a Seúl. La respuesta firmada por el vicecanciller Eduardo Zuaín, con fecha 25 de abril de 2014, advierte que si Rezai va a Corea, la Argentina pedirá la extradición y, por lo tanto, que se lo detenga. Poco después, la Cancillería además notificó al juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral, del sondeo coreano por una eventual invitación a Rezai. Los documentos demuestran que un año después de la firma del Memorándum y mucho antes de la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina y Timerman, la Argentina mantuvo firmemente la postura de que nada cambiaba la situación de prófugos de los sospechosos.
La carta de Zuaín al embajador de Corea y la notificación al juez Canicoba Corral fueron enviadas tras una obvia consulta al canciller Timerman y de éste a la expresidenta. Además de en Página/12, los documentos se vieron este jueves en el programa MinutoUno de C5N. “Quiero manifestarle que de concretarse la invitación y la visita del funcionario mencionado (Mohsen Rezai) o de cualquier otra persona en la misma situación, nuestro país solicitará la inmediata aplicación del Tratado de Extradición firmado entre la República Argentina y la República de Corea y que entró en vigor el 9 de noviembre del año 2.000”. En una palabra, si Rezai va a Seúl se pedirá su inmediata detención y puesta a disposición de la justicia argentina y del juez que instruye la causa AMIA, tal como lo establecen las órdenes de captura con alertas rojas de Interpol.
La secuencia se inició dos días antes, el 22 de abril de 2014, con la visita a la cancillería del número dos de la embajada de Corea, consejero Joyoung Jeon, recibido por el representante especial para Asuntos de Terrorismo, ministro Fernando Lerena. La visita está consignada en un documento que tiene el título de Confidencial. El informe señala que Jeon les manifestó que “ante la mejora de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos e Irán, la República de Corea quiere dar un paso adelante, mejorando sus propias relaciones con Irán. Entre las iniciativas que se están evaluando se encuentra la invitación al funcionario iraní Mohsen Rezai, futuro candidato presidencial en Irán. Rezai es motivo de una alerta roja de Interpol solicitado en el marco de la causa AMIA. Ante esa situación, preocupa a Corea cuál podría ser la reacción argentina, teniendo en cuenta la vigencia del tratado de extradición firmado en 2.000”.
El punto saliente del texto es que el funcionario coreano habla de la política de Obama de llegar a un acuerdo -un Memorándum- con Irán, que fue firmado en abril de 2015, entre Estados Unidos, Rusia, Alemania, China, el Reino Unido y Francia, por un lado, e Irán por el otro. Consistió en el levantamiento de sanciones a cambio de reducción de los programas nucleares iraníes. Ese acuerdo ya se negociaba de antes y en ese marco Corea intentaba también el acercamiento con Irán.
El siguiente documento que se conoció este martes es un informe interno de la Cancillería dirigido al vicecanciller Zuaín y al canciller Timerman. La autoría corresponde a una funcionaria, María Ruth de Goycoechea, y en escrito se detalla como fueron las votaciones de las alertas rojas -Irán apeló y lo resolvió por mayoría la Asamblea General de Interpol en Marruecos-, la nómina completa de los sospechosos iraníes y los discursos de Néstor y Cristina Kirchner en Naciones Unidas.
Mohsen Rezai, excomandante de los Guardias Revolucionarios incluido en las alertas rojas.
El punto neurálgico de la documentación es la carta de Zuaín, tras consulta con Timerman y Cristina Kirchner, en que se advierte a Corea de que la Argentina procederá de inmediato a pedir la extradición, lo que obligaba a Seul a detener a Rezai y entregarlo, tal como está consignado en el tratado entre ambos países.
Finalmente, no menos importante es la notificación del Director de Asuntos Jurídicos de la Cancillería, Horacio Basabe, al juez Canicoba Corral. En el texto se le avisa al magistrado que un funcionario coreano se presentó en la Cancillería y consultó cuál sería la postura argentina ante una invitación coreana a Rezai. “Esta Cancillería le manifestó que de inmediato se pedirá la aplicación del tratado de extradición entre Argentina y Corea”, consigna el informe dirigido al juez.
Los documentos prueban de forma contundente que aún después de firmado el Memorándum con Irán, el 27 de enero de 2013, la Argentina hacía respetar las órdenes de captura. Es todo lo contrario de lo que afirmó Alberto Nisman en la denuncia que realizó pocos días antes de su muerte. El texto del fiscal, desordenado, hecho a las apuradas, sin pruebas, dice que el acuerdo contemplaba la impunidad para los iraníes, empezando por incumplir las órdenes de captura.
La denuncia original de Nisman, luego respaldada por la DAIA hasta con una acusación de traición a la Patria, está en una especie de limbo, porque transcurridos seis años de la presentación de Nisman, el juicio no está ni siquiera previsto para 2021. Un punto sustancial es que el exsecretario general de Interpol, Ronald Noble, declaró varias veces que la denuncia de Nisman -de quien era muy amigo- era falsa, lo que, junto con los documentos como los que se conocieron este jueves, desmoronan la acusación.
El punto neurálgico de la documentación es la carta de Zuaín, tras consulta con Timerman y Cristina Kirchner, en que se advierte a Corea de que la Argentina procederá de inmediato a pedir la extradición, lo que obligaba a Seul a detener a Rezai y entregarlo, tal como está consignado en el tratado entre ambos países.
Finalmente, no menos importante es la notificación del Director de Asuntos Jurídicos de la Cancillería, Horacio Basabe, al juez Canicoba Corral. En el texto se le avisa al magistrado que un funcionario coreano se presentó en la Cancillería y consultó cuál sería la postura argentina ante una invitación coreana a Rezai. “Esta Cancillería le manifestó que de inmediato se pedirá la aplicación del tratado de extradición entre Argentina y Corea”, consigna el informe dirigido al juez.
Los documentos prueban de forma contundente que aún después de firmado el Memorándum con Irán, el 27 de enero de 2013, la Argentina hacía respetar las órdenes de captura. Es todo lo contrario de lo que afirmó Alberto Nisman en la denuncia que realizó pocos días antes de su muerte. El texto del fiscal, desordenado, hecho a las apuradas, sin pruebas, dice que el acuerdo contemplaba la impunidad para los iraníes, empezando por incumplir las órdenes de captura.
La denuncia original de Nisman, luego respaldada por la DAIA hasta con una acusación de traición a la Patria, está en una especie de limbo, porque transcurridos seis años de la presentación de Nisman, el juicio no está ni siquiera previsto para 2021. Un punto sustancial es que el exsecretario general de Interpol, Ronald Noble, declaró varias veces que la denuncia de Nisman -de quien era muy amigo- era falsa, lo que, junto con los documentos como los que se conocieron este jueves, desmoronan la acusación.