16 de junio de 2022
Imagen: EFE
La respuesta estadounidense a la inflación empuja a la baja a los activos financieros de países emergentes y podría tener efecto recesivo sobre la economía mundial.
La Reserva Federal de Estados Unidos anunció este miércoles una suba de la tasa de interés de 0,75 por ciento. Se trata de la suba más importante desde 1994, es decir de los últimos 28 años. Los analistas consideran que este ajuste podría volver a repetirse en las próximas reuniones de la autoridad monetaria de Estados Unidos, que aseguró estar dispuesta a enfrentar la suba de la inflación con políticas restrictivas. La medida cierra un ciclo de superliquidez global iniciado con la crisis de las hipotecas subprime en 2008 y genera preocupación en las inversiones bursátiles, en las monedas de países emergentes y en el ecosistema de los criptoactivos.
“La inflación permanece elevada, reflejando los desequilibrios de oferta y demanda relacionadas con la pandemia, mayores precios de la energía y presiones de precios más amplias”, señaló la Reserva Federal al comunicar la decisión de elevar la tasa.
En las últimas semanas se especulaba que el ajuste iba a ser de medio punto pero luego de hacerse público el último dato de inflación minorista en Estados Unidos (8,6 por ciento), que fue el más elevado en cuatro décadas, los rumores de un alza mayor se hicieron fuertes y derrumbaron el precio de activos de Wall Street. Bolsas como Nasdaq si bien subieron en la última jornada, llevan acumulada una caída en lo que va del mes de casi el 10 por ciento.
A nivel local, la jornada fue de rebote en varios frentes, luego de tensiones importantes en el plano cambiario, de las acciones y bonos. El dólar blue registró una importante baja de 7 pesos, para ubicarse en 217 pesos. Había alcanzado niveles record de 224 pesos este martes por la incertidumbre externa y local. Entre los dólares financieros, cl contado con liquidación también registró una baja del 0,4% y se cotizó a 238,14 pesos. El Banco Central, no obstante, vendió unos 140 millones de dólares en el mercado de cambio.
En el plano de los títulos soberanos en moneda extranjera también se observaron rebotes de hasta 2,2 por ciento, pero el riesgo país se elevó 0,1 por ciento, a 2128 unidades. Otra de las señales importantes fue la del aumento de precios de los bonos ajustados por CER, que habían registrado importante volatilidad desde la semana pasada. Esta suba ocurre luego de la licitación de moneda local de este martes en la que el Tesoro consiguió 10 mil millones de pesos neto y colocó deuda por 20 mil millones.
Los analistas, agencias de bolsa y consultoras del mercado consideran que la decisión de la Reserva Federal de ajustar en 0,75 por ciento las tasas de interés de Estados Unidos es un punto que agrega presión financiera a la Argentina.
Esto ocurre a partir de distintos frentes como una mayor propensión de los capitales a salir de las economías emergentes y la posibilidad que monedas regionales como la de Brasil se devalúen más rápido. Esto último podría impactar en el tipo de cambio multilateral y tener efectos en las expectativas de devaluación local. Otros canales de transmisión están vinculados con la posibilidad que Estados Unidos y otros países desarrollados entren en recesión impactando con un efecto en cadena para economías no desarrolladas.
La Reserva Federal no parece estar dispuesta a dar marcha atrás con la política de ajuste monetario y el fin del ciclo de superliquidez global. “La entidad está preparada para ajustar si aparecen riesgos que impidan lograr los objetivos (de bajar la inflación)”, aseguró.
A diferencia de otros oportunidades, la suba de la tasa en Estados Unidos parece no estar impactando sobre los precios de las materias primas de alimentos (cereales y oleaginosas principalmente). Una de las explicacioneses es que el efecto financiero se compensa con la guerra en Europa y mantiene elevados los valores de las commodities.
Para las próximas jornadas se espera que continúe la volatilidad global. Parte de las caídas sobre las acciones de Wall Street ya se habían adelantado en los últimos días, especulando que finalmente la Reserva Federal subiría 0,75 por ciento y no 0,50 por ciento las tasas. La diferencia parece sutil pero cambia radicalmente las decisiones de portafolio de los grandes fondos de inversión. No sólo afecta a activos tradicionales sino que impacta en otros como el bitcoin y el resto de las criptomonedas.
En las últimas semanas el precio de estos activos digitales registró un derrumbe. El bitcoin cotiza en torno de los 21 mil dólares, cuando el viernes pasado tenía un precio cercano a los 30 mil. En pocos días perdió casi 30 por ciento de su valor. Lo mismo ocurrió con otras criptomonedas como ethereum, que bajó 40 por ciento en el mes y acumula una pérdida de 70 por ciento en el año. Es la primera vez desde 2009, cuando comenzaron a circular, que las criptomonedas enfrentan un cambio en las condiciones de super liquidez global y suba de tasas de interés. La respuesta, por el momento, fue una caída de precios extraordinaria.
La respuesta estadounidense a la inflación empuja a la baja a los activos financieros de países emergentes y podría tener efecto recesivo sobre la economía mundial.
La Reserva Federal de Estados Unidos anunció este miércoles una suba de la tasa de interés de 0,75 por ciento. Se trata de la suba más importante desde 1994, es decir de los últimos 28 años. Los analistas consideran que este ajuste podría volver a repetirse en las próximas reuniones de la autoridad monetaria de Estados Unidos, que aseguró estar dispuesta a enfrentar la suba de la inflación con políticas restrictivas. La medida cierra un ciclo de superliquidez global iniciado con la crisis de las hipotecas subprime en 2008 y genera preocupación en las inversiones bursátiles, en las monedas de países emergentes y en el ecosistema de los criptoactivos.
“La inflación permanece elevada, reflejando los desequilibrios de oferta y demanda relacionadas con la pandemia, mayores precios de la energía y presiones de precios más amplias”, señaló la Reserva Federal al comunicar la decisión de elevar la tasa.
En las últimas semanas se especulaba que el ajuste iba a ser de medio punto pero luego de hacerse público el último dato de inflación minorista en Estados Unidos (8,6 por ciento), que fue el más elevado en cuatro décadas, los rumores de un alza mayor se hicieron fuertes y derrumbaron el precio de activos de Wall Street. Bolsas como Nasdaq si bien subieron en la última jornada, llevan acumulada una caída en lo que va del mes de casi el 10 por ciento.
A nivel local, la jornada fue de rebote en varios frentes, luego de tensiones importantes en el plano cambiario, de las acciones y bonos. El dólar blue registró una importante baja de 7 pesos, para ubicarse en 217 pesos. Había alcanzado niveles record de 224 pesos este martes por la incertidumbre externa y local. Entre los dólares financieros, cl contado con liquidación también registró una baja del 0,4% y se cotizó a 238,14 pesos. El Banco Central, no obstante, vendió unos 140 millones de dólares en el mercado de cambio.
En el plano de los títulos soberanos en moneda extranjera también se observaron rebotes de hasta 2,2 por ciento, pero el riesgo país se elevó 0,1 por ciento, a 2128 unidades. Otra de las señales importantes fue la del aumento de precios de los bonos ajustados por CER, que habían registrado importante volatilidad desde la semana pasada. Esta suba ocurre luego de la licitación de moneda local de este martes en la que el Tesoro consiguió 10 mil millones de pesos neto y colocó deuda por 20 mil millones.
Los analistas, agencias de bolsa y consultoras del mercado consideran que la decisión de la Reserva Federal de ajustar en 0,75 por ciento las tasas de interés de Estados Unidos es un punto que agrega presión financiera a la Argentina.
Esto ocurre a partir de distintos frentes como una mayor propensión de los capitales a salir de las economías emergentes y la posibilidad que monedas regionales como la de Brasil se devalúen más rápido. Esto último podría impactar en el tipo de cambio multilateral y tener efectos en las expectativas de devaluación local. Otros canales de transmisión están vinculados con la posibilidad que Estados Unidos y otros países desarrollados entren en recesión impactando con un efecto en cadena para economías no desarrolladas.
La Reserva Federal no parece estar dispuesta a dar marcha atrás con la política de ajuste monetario y el fin del ciclo de superliquidez global. “La entidad está preparada para ajustar si aparecen riesgos que impidan lograr los objetivos (de bajar la inflación)”, aseguró.
A diferencia de otros oportunidades, la suba de la tasa en Estados Unidos parece no estar impactando sobre los precios de las materias primas de alimentos (cereales y oleaginosas principalmente). Una de las explicacioneses es que el efecto financiero se compensa con la guerra en Europa y mantiene elevados los valores de las commodities.
Para las próximas jornadas se espera que continúe la volatilidad global. Parte de las caídas sobre las acciones de Wall Street ya se habían adelantado en los últimos días, especulando que finalmente la Reserva Federal subiría 0,75 por ciento y no 0,50 por ciento las tasas. La diferencia parece sutil pero cambia radicalmente las decisiones de portafolio de los grandes fondos de inversión. No sólo afecta a activos tradicionales sino que impacta en otros como el bitcoin y el resto de las criptomonedas.
En las últimas semanas el precio de estos activos digitales registró un derrumbe. El bitcoin cotiza en torno de los 21 mil dólares, cuando el viernes pasado tenía un precio cercano a los 30 mil. En pocos días perdió casi 30 por ciento de su valor. Lo mismo ocurrió con otras criptomonedas como ethereum, que bajó 40 por ciento en el mes y acumula una pérdida de 70 por ciento en el año. Es la primera vez desde 2009, cuando comenzaron a circular, que las criptomonedas enfrentan un cambio en las condiciones de super liquidez global y suba de tasas de interés. La respuesta, por el momento, fue una caída de precios extraordinaria.