En 12/06/2022
El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva criticó este sábado el proceso de privatización de Eletrobras y prometió “recuperar la soberanía” energética si gana las elecciones de octubre.
“Cerca de 33 millones de brasileños se mueren de hambre. La gente se ve obligada a elegir entre comprar alimentos o pagar la factura de la luz, que sigue subiendo. ¿Y qué hace el gobierno? Privatizar Eletrobrás, para aumentar aún más la factura de la luz”, escribió el líder izquierdista en su cuenta de Twitter.
Lula dijo que la decisión del gobierno de Jair Bolsonaro significa “decir adiós” a programas como “Luz para Todos”, que permitió la llegada de servicios públicos “a cerca de 16 millones de brasileños que antes vivían en la oscuridad, sin acceso ni siquiera a un vaso de agua fría”.
“No satisfecho con traer de vuelta el hambre, el desempleo, la inflación y otros flagelos que habíamos logrado vencer, el actual gobierno insiste en cometer otro crimen contra Brasil y el pueblo brasileño: vender Eletrobrás a precio de banano”, agregó el expresidente.
Según dijo, la privatización de Electrobrás implica “perder también” otras compañías subsidiarias como Furnas, Chesf, Eletronorte y Eletrosul, además de “ceder la soberanía” sobre los ríos Paraná y São Francisco.
Lula consideró que la “presión” por “entregar” la mayor empresa de generación de energía de América Latina al sector privado se explica por el “miedo a la derrota en las elecciones de octubre”. “Pero pueden estar seguros: si ganamos las elecciones de octubre, como anuncian todas las encuestas, restauraremos la soberanía de Brasil y del pueblo brasileño”, concluyó el líder del Partido de los Trabajadores.
El proceso de venta
La reacción de Lula se debe a la venta de acciones de Eletrobras por 33.700 millones de reales (unos 6.855 millones de dólares), según informan medios brasileños en base a operadores financieros.
La venta la llevó a cabo Centrais Eletricas Brasileiras SA, nombre formal de la empresa, hasta ahora estatal, con sede en Río de Janeiro, y el banco gubernamental BNDES. Con esta operación financiera, la participación del Estado se redujo de 70% a 40%, por lo que la compañía dejó de ser estatal y cedió el control a manos de privados.
Los bancos que participaron en la privatización son BTG Pactual SA, Bank of America Corp., Goldman Sachs Group Inc., Banco Itaú BBA SA, XP Investimentos SA, Banco Bradesco BBI SA, Caixa Economica Federal, Citigroup Inc., Credit Suisse Group AG, JPMorgan Chase & Co., Morgan Stanley y Banco Safra SA.
Los medios brasileños destacan que se trata de la mayor privatización del país en más de dos décadas y la segunda mayor acción financiera a nivel global en lo que va de 2022, tras la venta en enero de la empresa LG Energy Solution de Corea del Sur por 10,7 mil millones de dólares.
El paso siguiente será la negociación de estos papeles en la bolsa de Sao Paulo a partir del 13 de junio, lo que concretará ya de manera definitiva la privatización.
El Tribunal de Cuentas de Brasil aprobó a finales de mayo con siete votos a favor y uno en contra esta privatización de Petrobras, la operación más importante en la agenda de privatizaciones del gobierno de Bolsonaro.
Página 12
El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva criticó este sábado el proceso de privatización de Eletrobras y prometió “recuperar la soberanía” energética si gana las elecciones de octubre.
“Cerca de 33 millones de brasileños se mueren de hambre. La gente se ve obligada a elegir entre comprar alimentos o pagar la factura de la luz, que sigue subiendo. ¿Y qué hace el gobierno? Privatizar Eletrobrás, para aumentar aún más la factura de la luz”, escribió el líder izquierdista en su cuenta de Twitter.
Lula dijo que la decisión del gobierno de Jair Bolsonaro significa “decir adiós” a programas como “Luz para Todos”, que permitió la llegada de servicios públicos “a cerca de 16 millones de brasileños que antes vivían en la oscuridad, sin acceso ni siquiera a un vaso de agua fría”.
“No satisfecho con traer de vuelta el hambre, el desempleo, la inflación y otros flagelos que habíamos logrado vencer, el actual gobierno insiste en cometer otro crimen contra Brasil y el pueblo brasileño: vender Eletrobrás a precio de banano”, agregó el expresidente.
Según dijo, la privatización de Electrobrás implica “perder también” otras compañías subsidiarias como Furnas, Chesf, Eletronorte y Eletrosul, además de “ceder la soberanía” sobre los ríos Paraná y São Francisco.
Lula consideró que la “presión” por “entregar” la mayor empresa de generación de energía de América Latina al sector privado se explica por el “miedo a la derrota en las elecciones de octubre”. “Pero pueden estar seguros: si ganamos las elecciones de octubre, como anuncian todas las encuestas, restauraremos la soberanía de Brasil y del pueblo brasileño”, concluyó el líder del Partido de los Trabajadores.
El proceso de venta
La reacción de Lula se debe a la venta de acciones de Eletrobras por 33.700 millones de reales (unos 6.855 millones de dólares), según informan medios brasileños en base a operadores financieros.
La venta la llevó a cabo Centrais Eletricas Brasileiras SA, nombre formal de la empresa, hasta ahora estatal, con sede en Río de Janeiro, y el banco gubernamental BNDES. Con esta operación financiera, la participación del Estado se redujo de 70% a 40%, por lo que la compañía dejó de ser estatal y cedió el control a manos de privados.
Los bancos que participaron en la privatización son BTG Pactual SA, Bank of America Corp., Goldman Sachs Group Inc., Banco Itaú BBA SA, XP Investimentos SA, Banco Bradesco BBI SA, Caixa Economica Federal, Citigroup Inc., Credit Suisse Group AG, JPMorgan Chase & Co., Morgan Stanley y Banco Safra SA.
Los medios brasileños destacan que se trata de la mayor privatización del país en más de dos décadas y la segunda mayor acción financiera a nivel global en lo que va de 2022, tras la venta en enero de la empresa LG Energy Solution de Corea del Sur por 10,7 mil millones de dólares.
El paso siguiente será la negociación de estos papeles en la bolsa de Sao Paulo a partir del 13 de junio, lo que concretará ya de manera definitiva la privatización.
El Tribunal de Cuentas de Brasil aprobó a finales de mayo con siete votos a favor y uno en contra esta privatización de Petrobras, la operación más importante en la agenda de privatizaciones del gobierno de Bolsonaro.
Página 12