Francia: entre la gran elección de la izquierda y el retroceso de Macron
Por Eduardo Febbro
13 de junio de 2022
Jea-Luc Mélenchon, encabeza un cambio fundamental en el sistema político francés.. Imagen: AFP
Jean Luc Mélenchon, quien lidera una alianza entre los partidos de izquierda, dejó en una situación de debilidad al presidente francés, tras la primera vuelta de las legislativas. Pase lo que pase en la segunda, el discurso tóxico de la ultraderecha perderá su lugar central en el debate público.
Francia tiene este domingo un nuevo dúo discordante: el presidente francés, Emmanuel Macron, y el líder de la izquierda radical de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, bajo cuya iniciativa se formó una alianza entre los partidos de izquierda, Nupes (Nueva Unión Popular Ecológica y Social), que movió las líneas de las corrientes electorales. Ambos son los claros ganadores de la primera vuelta de las elecciones legislativas que se celebraron este domingo 12 de junio.
A esta hora, nadie sabe con exactitud quien salió primero. Los respectivos porcentajes oscilan entre el 25,7 y el 25 por ciento para uno u otro, según las horas a las que se van conociendo los resultados. El duelo, en suma, cambió de protagonistas: incluso si ni Macron ni Mélenchon se presentaron como candidatos en estas elecciones ambos encarnan la mayoría y la oposición en torno a las cuales se articularán los debates y las decisiones. El discurso opositor cambia así de autor y ello alejará de las pantallas y los medios las groseras y exclusivas increpaciones racistas de la ultraderecha. En su lugar habrá un nudo de partidos sociales con espaciosas tradiciones solidarias.
En tercer lugar, llegan los candidatos de la extrema derecha que responden a Marine Le Pen, 19%, en cuarto el antiguo partido conservador rebautizado Los Republicanos, 13,7%. Detrás aparecen listas de izquierda que no entraron en la alianza mélenchonista, 4,3%, y el partido de ultraderecha Reconquista, 3,9.
Jean Luc Mélenchon, quien lidera una alianza entre los partidos de izquierda, dejó en una situación de debilidad al presidente francés, tras la primera vuelta de las legislativas. Pase lo que pase en la segunda, el discurso tóxico de la ultraderecha perderá su lugar central en el debate público.
Francia tiene este domingo un nuevo dúo discordante: el presidente francés, Emmanuel Macron, y el líder de la izquierda radical de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, bajo cuya iniciativa se formó una alianza entre los partidos de izquierda, Nupes (Nueva Unión Popular Ecológica y Social), que movió las líneas de las corrientes electorales. Ambos son los claros ganadores de la primera vuelta de las elecciones legislativas que se celebraron este domingo 12 de junio.
A esta hora, nadie sabe con exactitud quien salió primero. Los respectivos porcentajes oscilan entre el 25,7 y el 25 por ciento para uno u otro, según las horas a las que se van conociendo los resultados. El duelo, en suma, cambió de protagonistas: incluso si ni Macron ni Mélenchon se presentaron como candidatos en estas elecciones ambos encarnan la mayoría y la oposición en torno a las cuales se articularán los debates y las decisiones. El discurso opositor cambia así de autor y ello alejará de las pantallas y los medios las groseras y exclusivas increpaciones racistas de la ultraderecha. En su lugar habrá un nudo de partidos sociales con espaciosas tradiciones solidarias.
En tercer lugar, llegan los candidatos de la extrema derecha que responden a Marine Le Pen, 19%, en cuarto el antiguo partido conservador rebautizado Los Republicanos, 13,7%. Detrás aparecen listas de izquierda que no entraron en la alianza mélenchonista, 4,3%, y el partido de ultraderecha Reconquista, 3,9.
Francia cambió de escenario
La unión de la izquierda forjada en torno a Jean-Luc Mélenchon y el movimiento presidencial que respalda a Emmanuel Macron empataban en una elección que, una vez más, estuvo signada por uno de los porcentajes de abstención más altos que se hayan conocido: 53% del electorado. Sin embargo, el recuento de los votos le da la razón a Mélenchon y a su táctica de la tortuga y, también, a quienes, en la izquierda, terminaron por aceptar que la unión entre radicales, comunistas, socialistas y ecologistas era uno de los únicos caminos para jugar un papel en el escenario del poder.
El resultado es una paradoja sorprendente en un país que eligió dos veces a un presidente de centro liberal (Emmanuel Macron en 2017 y 2022), que dos veces consagró a una candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen, para disputar una segunda vuelta con Macron y que, dos meses después, cambia las articulaciones en la Asamblea al elegir como principal fuerza opositora a una alianza de izquierda euroescéptica y anticapitalista. De Emmanuel Macron a la ultraderecha y de esta a una izquierda bien arraigada en sus ideas, los cambios son profundos e intervienen en cortos periodos de tiempo. La “lucha final” eligió hoy jugarse entre Mélenchon y Macron, entre Nupes y los liberales.
Baja Macron, sube Mélenchon
El macronismo no ha perdido su estrella de movimiento favorito para ganar la segunda vuelta el próximo domingo. Sin embargo, Emmanuel Macron ha salido debilitado de las urnas y es hoy el presidente que ha obtenido el peor resultado en la primera vuelta de una elección legislativa durante la quinta República. Solo un elector de cada cuatro optó el domingo por candidatos oriundos del eje presidencial.
A lo largo de la historia, los sucesivos presidentes llegaron a obtener entre el 55 y el 39%. Macron se quedó en un incierto 25% que no le garantiza aún que dentro de una semana consiga conquistar la mayoría absoluta de 289 escaños. Puede, sí, contar con una mayoría relativa para gobernar. Según las proyecciones de la consultara IFOP, el eje presidencial obtendría entre 275 y 310 escaños.
Pese a estas previsiones, Emmanuel Macron no está exento de un traspié mayor el próximo domingo. Tiene, hoy, una hipotética mayoría incierta. La alianza Nupes tampoco perdió su apuesta, muy por el contrario. Incluso si no alcanza la mayoría necesaria para imponerle a Emmanuel Macron una cohabitación y, por consiguiente, un primer ministro opuesto a sus ideas liberales, Nupes, con un abanico que se mueve entre los 180 y los 210 diputados, es el primer bloque opositor a la política presidencial.
Se trata de una hazaña política considerable construida en el poco tiempo que separaron las elecciones presidenciales de abril y las legislativas de junio. En el pasado mes de junio Francia era de centro liberal y de extrema derecha (Macron-Le Pen en la segunda vuelta presidencial) y en junio pasó a ser de centro liberal y de izquierda.
Pocos diputados para la extrema derecha
En cuanto a la ultraderecha lepenista, el partido Reagrupamiento Nacional obtendría entre 10 y 25 diputados. Los porcentajes comparativos muestran un significativo retroceso de Macron. En 2017, el presidente había conquistado 32,3% de los votos en la primera vuelta, la derecha de gobierno 18,8%, la totalidad de la izquierda 25,5% (no estaba unida sino confrontada) y la ultraderecha 13,2%. Con respecto a cinco años atrás Macron pierde 7 puntos, la izquierda ganó en coherencia y unidad, la derecha perdió 5 puntos y la ultraderecha creció más de 5 puntos.
En este contexto, puede decirse que el macronismo prolonga por lo más bajo su ascendencia electoral, que la izquierda recupera espacios perdidos gracias a la convergencia de sus componentes en esa Nueva Unión Popular Ecológica y Social, que la ultraderecha crece con cada elección y que, en la misma proporción, la antaño derecha de gobierno se deshilacha cada vez más.
El debate, hacia la izquierda
El 19 de junio se jugará el futuro del mandato apenas iniciado: o Emmanuel Macron sale de las urnas con las manos libres para gobernar a su antojo, o sale con las manos atadas. Pase lo que pase, la que saldrá liberada de la narrativa envenenada de la ultraderecha es toda la sociedad. La irrupción de Nupes en el espacio de la política y los medios será como una música nueva y regeneradora ante la avalancha de odio y violencia que la ultraderecha propaga a lo largo del año. Que haya alguien que diga algo diferente, que pueda ser escuchado y que, además, ha sido legitimado por las urnas, es una conquista mayor sobre el sentido y la acción política.
En adelante circularán otras ideas en contraste con la caja de resonancia abyecta en que se había convertido la palabra pública a raíz de la influencia exclusiva de la retórica de la ultraderecha. Ya solo con eso es un triunfo de la democracia y la pluralidad sobre la toxicidad del odio. Entre Macron y Le Pen, la izquierda se ha instalado para decir otra cosa. Es, de cara al futuro, la mediadora del cambio. Es el tercer sentido que ha faltado desde hace tanto tiempo. Nupes presenta 500 candidatos (577 escaños) que disputarán la segunda vuelta. La alianza cuenta con la dinámica renovadora que se puso en movimiento luego de las presidenciales para plantarse ante Emmanuel Macron y estrecharle su margen de maniobra. Una nueva batalla comienza por los alcances del poder y los espacios necesarios para validar o frenar su autoridad.
efebbro@pagina12.com.ar